Relatos cortos 6. Ciego parte 3
continúan las vivencias de una sabia madre.
Nota del autor: había dicho que la iba a cerrar, pero llegaron nuevas ideas, así que las escribo, es la parte 3 y una parte 4, espero la disfruten tanto como yo al escribirla, saludos, besos y abrazos
Adalberto1979
Ciego 3
No siempre las cosas salen como tú quieres, aunque muchas veces no es para mal, solo hay que ver el correcto sentido de las cosa y la vida.
Dan seguía tan ciego hacía la sexualidad de Sandy, afortunadamente ella entendió que eso no era sexo, ni siquiera se acercaba, aprendió a compartir los momentos íntimos con su padre, además de conmigo y con su hija, sabiendo que eso nunca sería sexo.
Selene por su parte, siempre fue una niña muy amada, protegida y sobre todo muy bien alimentada, algo tenía ella, algo así como especial, que despertaba sentimientos paternales en muchos hombres, podía sentir como la miraban con esa ternura que solo ellos saben dar y como despertaba su instinto paterno queriendo alimentarla y nutrirla, lo notaba por como sus penes se llenaban de sangre y abultaban en sus pantalones, lamentablemente no era algo que pudieran hacer, al menos no en público, ellos sabían que esos momentos puros y limpios no serían bien entendidos por todos, sin embargo uno que otro pudo satisfacer esa necesidad paterna para con Selene y la alimentaron en lugares donde no pudieron ser molestados.
*****
Recuerdo una ocasión que ella y yo fuimos solas al cine, ella tendría en aquel entonces casi 6 años, noté que un tipo nos siguió toda la plaza comercial, Selene vestía una minifaldita ajustada a su cuerpo.
Si, Dan seguía tan ciego, con esa horrible costumbre y le compraba esa clase de ropa, que la hacía lucir tipo “jódeme”; mi niña batallaba pues a cada rato se le subía su micro minifalda y tenía que tomarla del borde y bajarla, a veces se cansaba de tanto hacerlo (Y quien no) y dejaba arriba mostrando parte de su sexy pantaleta de encaje negro, suave y transparente que su papá le había comprado, como muchas otras pantaletas similares o peores. Siempre me molestaba con él por ese tipo de ropa interior que le comparaba, él solo me decía “pero se ve linda ¿no?”
Entremos al cine y el tipo no se separó de nosotras, me senté hasta el fondo (Siempre he sentido que ese es el mejor lugar para apreciar una película), la sala estaba casi vacía, para cuando acordé el tipo estaba sentado a mi derecha, era un tipo maduro, no sé algunos 50 años, la sala se apagó y la película comenzó, estaba disfrutándola cuando sentí la mano de él sobre mi muslo, al principio lo dejé pues pensé que había sido un accidente.
La mano de él subió por mi muslo, yo lo seguía dejando, pensé que estaba cansado de tener el brazo en una posición específica, de repente sentí como llegó a mi entrepierna y de ahí a mi raja, había olvidado mencionar que ya casi no uso pantaletas, el dedo del tipo entró en mi raja sin problemas, entró y salió, yo no sabía qué hacer, el muy bribón me estaba tocando sin siquiera haberme pedido permiso, lo cual era muy descortés de su parte, sin embargo eso no me evito sentir una descarga eléctrica en mi clítoris y vibre apretando mis piernas chorreando mi vagina.
El tipo al sentir esto sacó mi dedo, molesta lo miré por el atrevimiento de tocarme sin pedirme permiso, no lo quería a mi lado, así que le cambié el lugar a Selene, ella como que no entendió por qué, pero tampoco objeto, pensé que al ser Selene una niña él no se atrevería a tocarla, pero no contaba con algo… si adivinaron, el sentimiento paternal que ella despierta en los hombres.
Estaba emocionada viendo la película en su punto máximo cuando escuché un gemido de Selene, voltee a verla y ella tenía sus ojitos entrecerrados y su boquita que se abría y se cerraba con ansias, enfocando más vi sus piernitas muy abiertas (De hecho de una forma muy obscena) y la mano del tipo entre ellas se movía como si hiciera lo mismo que hizo conmigo, lo iba a interrumpir cuando note como él se abrió su bragueta y liberó su verga (Era hábil, pues solo usó una mano), Selene al instante la tomó y movió su mano de arriba abajo.
Comprendí lo que había pasado, Selene como acostumbraba, desarrolló el instinto paternal en el tipo desconocido y este sucumbió ante la necesidad de alimentarla, vi como Selene se agachó y metió la verga del tipo que, sin dejar de ver la pantalla, abrió su boca por el placer que solo da ese sentimiento paternal al estar alimentado a una niña; mi niña lo afianzó de los huevos y subió y bajo su cabecita para sacar la nutritiva leche, esta no tardó, el tipo cerró sus ojitos justo cuando le metía la mano entre las nalgas de Selene buscando su ano (Posiblemente también quería evitarle problemas de defecación con su dedo).
- Mmmggghhh
Gimió apretando su boca y cerrando sus ojos, Selene con su cabecita quieta recibió el nutritivo líquido, terminó y se levantó chupando sus dedos, el tipo estaba recuperando el aire, cuando tomé a Selene de la mano y la saqué de la sala
- Mami grande quiero ver la película—dijo Selene volteando a ver la pantalla mientras salíamos de la sala.
- No mi amor hay que irnos—le dije acomodándole el minivestido– no quiero que este tipo quiera alimentarte de nuevo.
- Pero mami si me gustó su leche
- Si mi amor, lo sé, pero no lo digo porque sea algo malo, es solo que ya comes mucha leche y no te quiero obesa, luego regresamos a verla tu y yo solas.
- Mami grande ¿Por qué los hombres siempre quieren darme su leche?
- Los hombres, por alguna razón que desconozco, desarrollan un sentimiento muy paternal e íntimo hacia ti y siempre quieren alimentarte, y está bien, si es prudente cómetela, es muy nutritiva para ti y te hará crecer fuerte y sana, pero recuerda que cuando pase esto debes contarme siempre.
- Si mami grande
*****
Después de eso nuestra relación aumentó, Selene me platicaba todo, me contaba como en su escuela ella juagaba con sus compañeritos en los baños a darse besos, prácticamente ella les enseñaba a besar, agradecí al cielo que ella tuviera un padre como Dan que desde muy pequeña le enseñó a besar con lengua y todo; Selene me contaba que mientras los besaba, les desabrochaba su bragueta y les sacaba su pitito y se los chupaba, alguno se asustaban y se iban, pero los más mayorcitos se quedaban a jugar esos inocentes juegos infantiles, también me platicó como su maestro de primer año de primaria, la hacía quedarse en el descanso y la alimentaba con su verga (Honestamente eso ya lo esperaba, que alguno de sus maestros desarrollara ese instinto paternal hacia ella), ella sabiendo de que se trataba tragaba con esmero, yo me sentía orgullosa de mi niña y en repetidas ocasiones fui a hablar con él para agradecerle, recuerdo como se asustó mucho la primera vez que llegué y hablé con él del tema, su cara se puso de mil colores, pero yo lo tranquilice.
- Tranquilo profesor, no hay ningún problema por mí, usted es muy amable y atento al hacerlo y yo sé porque lo hace
- ¿Si? ¿Por qué?—preguntó ya más tranquilo recuperando el aire.
- Sé que Selene despierta esos instintos paternos y hace que la quieran alimentar, pero no se preocupe, ella es una niña muy bien nutrida; pero mire, está bien, por mí no hay problema si la quiere alimentar, sólo recuerde que será solo una vez a la semana
- ¿De verdad? ¿puedo hacerlo?—noté ese brillo de emoción que Selene despierta en los hombres cariñosos y paternales
- Si, sólo le pido discreción y yo le daré permiso de alimentarla una vez por semana, no más—le advertí, pero de forma amable.
- Claro cuente con ello—noté al hombre muy entusiasmado por contribuir en la sana alimentación de Selene, no cabe duda que era un profesor ejemplar, recé porque la vida pusiera más profesores como él en la vida de Selene
Nuevamente hablé con Selene y le expliqué que algunos hombres desarrollan ese instinto paternal y hacía que quisieran alimentar a niñas tiernas como ella y ella lo entendió a la perfección, entendió por qué su padre y el vecino la empezaron a alimentar con su nutritiva leche desde muy pequeña, le dije que le permitiría ser alimentada por su profesor, pero solo una vez a la semana, y no porque considerara cosa mala que él la quisiera alimentar a diario (y varias veces al día), era solo que ya la alimentaba su padre y el vecino y yo no quería que Selene fuese obesa.
Cabe decir que yo respetaba y admiraba mucho el sentimiento paternal que el maestro despertaba por Selene, tanto que cuando fueron vacaciones escolares de verano y Selene no fue a la escuela, yo amablemente la llevé a la casa del profesor (eso sí, solo una vez a la semana), para que la alimentara, esto fue por las mañanas cuando su esposa no estaba, sabía que ella sería de mente cerrada y sucia y no entendería la preocupación del amable maestro por la nutrición de Selene.
Llegábamos, Selene siempre vestía con ropas de “Jódeme”
*****
Sí, tengo que repetirlo, Dan fue tan ciego con Selene como lo fue con Sandy y la vistió con ropa demasiado sugerente para una niña de esa edad, él nunca ha entendido y creo que nunca lo hará, el hecho de que una niña no debe vestir con esa ropa tan sugerente, pero él se regocijaba en las exuberantes curvas infantiles que Selene desarrollaba, el hombre sigue tan, pero tan ciego, que no ve más allá de su nariz, ni siquiera cuando la llevamos a la plaza y los hombre la miran sin disimulo, y él no vive el suplicio cuando vamos en el trasporte público y los hombre se ponen atrás de ella para rozarla, afortunadamente ya eh hablado con ella y comprende que a veces los hombre necesitan vaciar su próstata y ella puede ser muy estimulante para ellos, mi niña se deja hacer mientras me mira sonriente, para ella es solo un juego.
*****
Regresando a lo del amable y atento maestro, llegábamos y yo me quedaba en la sala, ellos subían a una habitación, no quise objetar, tal vez a él le daba pena hacerlo frente a mí, aunque a mí no me hubiera importado ver un acto tan puro y limpio como ese; pero igual lo dejaba que lo hiciera en la intimidad de su recámara, pues era un buen hombre.
Sentada en el sofá leyendo una revista escuchaba los gemidos de placer que daba el profesor al sentirse realizado alimentando a la pequeña, después los dos bajaban, Selene siempre toda desalineada de su sexy ropa, toda despeinada, muy sudada y con sus ojitos llorosos; eso sí, siempre con una sonrisa de oreja a oreja mientras chupaba de sus deditos los restos de la nutritiva leche, el profesor bajaba desnudo, era extraño, pues a él no le gustaba que presenciara la alimentación, pero no le importaba bajar desnudo, todo sudado y con un hilo de moco colgando del meato urinario.
Recuerdo un día que bajaban y Selene bajaba más despacio que de costumbre, como batallando para caminar, cuando llegó, Selene se me acercó y me dijo al oído
- Me la metió por la cola—me dijo despacio con una sonrisa y una mirada diferente
Pues bien, sabía que tarde o temprano pasaría, siendo este hombre tan bondadoso, atento y amable, al igual que Dan y el vecino, se preocuparía por la defecación de una niña tan bonita y tierna como Selene, así qué no me sorprendió que le dilató el culo con su verga para evitarle problemas de defecación, lo dicho, él era un buen hombre comprometido con el bienestar de su alumna favorita.
- Mi amor ¿Y te alimentó?
- No—dijo ella algo triste, pues si algo le gustaba era ser alimentada por los hombres
- Lo siento—dijo el profesor al ver nuestra cara de decepción, lo tuve que tranquilizar
- No te preocupes es normal al sentir tan estrecho agujero en tu pene; pero pues, ni modo, supongo que tu esposa no debe tardar ¿verdad?
- No, no debe tardar, ella llegará máximo en una hora
- Bueno que te parece si la traigo mañana para que puedas alimentarla—dije en un tono tranquilo
- Muy bien—contestó al instante– ¿Y puedo seguir con lo de su ano?
- Sí, creo que sí, sé que eso te preocupa mucho su bienestar digestivo y está bien, pero debes recordar que la intensión principal esa alimentarla, debes dejar tu leche en su boca, es para lo que venimos—le contesté amablemente a tan noble petición, mientras con mi mano le quitaba cariñosamente el sudor de su frente.
Pensé que sería bueno llevarla al día siguiente, pues nuestro vecino de enfrente estaba metido en sus “nuevos asuntos” (Ya les platicaré de eso) y ya no alimentaba a mi pequeña con tanta frecuencia y Dan, tan ciego como siempre, continuaba con sus arrumacos con Sandy (Sí, el sigue tan ciego sin ver la sexualidad que su hija desarrolla), así que mejor pensé en llevársela a este bondadoso hombre al día siguiente, el aceptó emocionado y más se emocionó cuando le dije que podía seguir trabajando en el culo de Selene, tanto que desarrollo una erección, pero no era prudente que la alimentara, pues esta rutina tardaba de dos a tres horas.
Mientras caminábamos a la puerta él se puso atrás de mí, yo llevaba un vestido corto y sin cintura, muy holgado (Algo así como un vestido hippie), si había viento, aunque fuera poco, era un calvario para mí, pues se elevaba casi hasta mostrar mis pechos (Pero ¿Qué puedo hacer? así es como el ciego de Dan nos viste a las tres), cuando puse mi mano en la perilla sentí la verga de él entre mis nalgas, todo fue muy rápido, levantó mi vestido e hizo a una lado mi suave pantaleta, su verga se perdió en mi raja, yo solo pude abrir mi boca y dejar salir un gemido.
- Aaahhh
Con sus dos manos me sujetó de mis caderas y se movió dentro y fuera de mí, lo hacía rápido, creo que su próstata le dolía y sabía que con Selene tardaría más tiempo, ¿Y qué podía hacer yo? El pobre hombre lo necesitaba; así que, como una buena y considerada mujer que soy, me deje hacer por él y apreté mi vagina para ordeñarle su próstata.
- Aaahhh
No pude evitar volver a gemir cuando una mano se posicionó en mi teta derecha, no sé cómo se las arregló el hábil hombre, pero metió su mano por dentro del vestido y llegó a mi teta derecha y pues fue tonto, pues mi escote era generoso y no hubiera batallado para llegar a mis senos por arriba del vestido, traté de no pensar en eso y concentrarme en mi vagina que exprimía su verga, Selene me miraba con atención, frunció el entrecejo cuando vio mi cara desencajada por el inminente orgasmo, abrí mi boca y mis ojos se pusieron en blanco, creo que hasta algo de baba salió de mi boca.
- Aaahhh
Temblando de placer pude sentir como chorro tras chorro se fue vaciando dentro de mí, mis piernas temblaban cuando el salió de mí, hasta ese momento noté que nunca solté la perilla de la puerta, por reflejo la abrí y salimos Selene y yo, para cuando acordé ya estaba afuera con mi vestido en mi cintura y mi pantaleta sobre una nalga destapando mi raja, tuve que ser muy rápida para acomodar mi ropa interior y bajar mi vestido.
El profesor cerró, pues estaba desnudo, creo que él fue el único prudente en esa situación. Agradecí al cielo que al menos uno de nosotros fue prudente.
Selene y yo caminábamos en silencio, yo luchaba por mantener toda la leche del profesor en mi raja y que no escurriera por mis piernas, rezaba por encontrar un callejón o un lugar apartado y escondido para meter a Selene bajo mi vestido que me que sacara con su boquita la leche y así evitar accidentes de manchas notorias, al mismo tiempo que la alimentara y nutriera, mi mente pensaba como resolverlo cuando escuche que Selene me hablaba
- Mami grande, ¿Por qué el profesor te la metió como mi papá Dan y el vecino te la meten?
- Bueno mi pequeña, los hombres necesitan vaciar su próstata, porque si no lo hacen les provoca dolor.
- ¿Dolor?
- Sí, dolor en sus huevos, es un dolor que se describe como más frustrante que doloroso, pero al fin dolor
- Pero ¿no es malo que te lo haga a ti?—preguntó preocupada– ¿no se enojarían papá Dan y el vecino si se enteran?
- Tal vez si mi pequeña, pero él es un buen hombre y como mujer amable que soy no lo podía dejar así—voltee a verla y le acaricié su mejilla– pero esos son secretos que las mujeres tienen y solo entre nosotras, no debes decirlo a nadie
- Si, prometido—dijo levantando su manita– Mami grande y si yo un día quiero hacerlo ¿Puedo?
- Tendrás que esperar, eres pequeña y aún no entiendes sobre las cosas sexuales, cuando seas más mayor te iré enseñando
- ¿de verdad mami grande?
- Si mi pequeña, pero deberás prometer no decirlo a nadie, no todos ven estas cosas naturales como son
- Prometido
- Si mi pequeña, sé que lo prometes y sé que…
En eso vi un callejón, caminé rápido hacia él y tras un contenedor de basura levante mi vestido, a Selene se le iluminó el rostro y cayó hincada frente a mí, movió mi pantaleta como ella ya sabía hacerlo y bebió la nutritiva leche, pensé si sería necesario llevarla al día siguiente con el profesor, pues ya había tomado su porción de leche del profesor, se lo comenté a ella, pero Selene inmediatamente me dijo que si la llevara y así lo hice.
Al día siguiente sentada en la sala noté que ya había pasado mucho tiempo, me preocupé porque llegara alguien, así que decidí subir.
Con pasos muy suaves (Pues no quería asustarlos e interrumpirlos bruscamente, pues no sería cortés) llegué a la planta alta, me pregunte en que habitación estarían, el profesor nunca me dijo y yo no pregunte, pues ese no era mi asunto, en silencio aguardé hasta que los gemidos me llevaron a la habitación correcta.
Cuando entré vi al profesor todo sudado sobre Selene, ella estaba boca abajo y miré como el profesor hacía un esfuerzo sobre humano para trabajar el esfínter de mi niña, apretaba los dientes, cerraba sus ojos, sus caderas se movían con intensidad, tenía un codo apoyado sobre la cama y el otro brazo sujetaba a Selene del tórax.
Mi niña también hacía un gran esfuerzo, apretaba las sábanas con sus manitas para afianzarse y resistir los empujes que le daba el maestro, luchando por trabajar su ano, sus dientes chimuelos eran visibles cuando abría su boquita al mismo tiempo que apretaba sus ojitos, me sentí sumamente orgullosa de ella.
Los iba a interrumpir para decirles que se apuraran, pero en eso vi como el profesor aceleró sus embates, se movió como loco y por un momento pensé que le inyectaría su leche como un enema en el colon de Selene y tendría que traerla al día siguiente (Otra vez), pero para mí sorpresa se la sacó y la cargó e hizo un movimiento rápido con Selene en el aire y la giró, dejándola con la cabeza al borde de la cama.
No sé cómo describir lo que hizo, pues se la metió por la boca y la jaló de los pies hacia arriba dejándola casi colgada de cabeza, su verga ansiosa de alimentar a Selene era metida y sacada por él, pero de repente se dejó caer sobre la cama quedando sobre mi niña, su boca se perdió en la raja de Selene mientras su verga entraba y salía asfixiándola.
Noté lo inteligente y hábil que era, pues al mismo tiempo que la alimentaba la higienizaba de su raja, no cabe duda que este hombre era una bendición en la vida de mi niña.
- Aaahhh, me vengo… aaahhh
Gimió muy intenso cuando su verga escupió la nutritiva leche en la boca de Selene, mi niña aguantó con ese enorme trozo de carne en su faringe y tragó todo como niña buena que era.
Cayó a un lado de ella una vez terminada la alimentación, estaba sudado, respiraba muy rápido, su verga aún tenía hilos de semen, Selene lo notó y se hincó a un lado de él absorbiendo los restos del nutritivo líquido biológico
- Aaahhh
El profesor volvió a gemir al sentir la tibia lengüita de Selene lamiendo todo su tronco, el hombre volvió a la realidad y me miró ahí, creo que no había notado mi presencia
- Hola—le dije saludándolo con mi mano—pensé que no acaban por eso vine, espero no te hayas molestado por eso.
- No, para nada—dijo aun agitado– ¿vendrán mañana?
- ¿No?
- No, por favor no te enojes, no por nada malo, sé que tú la quieres de una forma paternal, pero es solo que no quiero que Selene sea obesa—dije con palabras suaves para que no se enfadara o mal interpretara la situación—creo que demasiada leche la harán engordar
- Bueno, si eso te preocupa puedo dejar mi leche en otro lugar y no en su boca
- Mmm no sé—le dije con duda
- Por ejemplo puedo ponérsela en la cara como una mascarilla, la leche tiene muchas propiedades benéficas sobre la piel— me dijo el profesor, su argumento parecía tener lógica—Anda por favor tráemela—miré sus ojitos suplicantes y ya no pude decir que no
- Bueno ya veremos, yo te aviso si podemos venir
Creo que el pobre hombre se sentía solo y rogaba por nuestra compañía, al escuchar que si había posibilidades de que lo visitáramos, se emocionó mucho, tanto que se levantó y me abrazó, me empujo hasta quedar recargada en la pared, sentí la dureza de su carne, creo que la emoción fue mucha, para cuando acordé estaba entrando y saliendo de mí, sosteniéndome la pierna con su mano en mi corva, sentí mi inevitable orgasmo al percibir como su verga se endureció más a punto de eyacular, en el casi clímax el me gritó.
- Voy a acabar, ¿dónde lo quieres?—grito desesperado dando a entender que no podría aguantar mucho.
- En Selene—alcancé a gritar entre jadeos ya perdida en la excitación (si, lo sé, soy débil)
Él se quitó de mí y Selene corrió y cayó hincada, abrió su boquita esperando su platillo favorito, el profesor me hizo sentir tan, pero tan orgullosa, pues no eyaculo en su boca, rápidamente la cargó ya acostó en la cama con sus piernas colgando, su verga se perdió en el culo de ella
- Aaahhh
Selene gimió cuando se sintió toda dilatada por él hombre que comenzó a moverse como loco y bramó cuando eyaculó todo dentro de ella, quien después agradecida por el enema que le dejo en su recto, se la lamió un rato hasta dejarlo totalmente limpio, yo toda despatarrada caí en una silla, mirando la escena, no cabe duda que él era un comprometido en la salud y nutrición de Selene, pues en lugar de dejar su leche en la boca se la dejo como un enema en su recto, obviamente que me había escuchado y tampoco quería que la niña fuera obesa. Mil gracias di al cielo y rogué porque este buen hombre permaneciera en la vida de Selene por muchos años.
Salimos las dos, el pobre hombre se quedó en su cuarto, casi desfallecido, creo que necesitaba reunir muchas fuerzas si quería que lo visitáramos al día siguiente.
La visita fue más de una vez a la semana, todo durante el verano, cuando ella regresó a la escuela, cambió de maestro, pero iba a visitarlo a su oficina y ahí jugaban al papá y a la hija.
El problema fue cuando su maestro de segundo año desarrollo el mismo instinto paternal, ahora tenía dos maestros paternales, durante el verano los visitábamos de forma alterna, creo que el uno nunca supo la existencia del otro y viceversa, pero cuando entró a tercer año, tuvo 3 maestros que la alimentaron, eso sí fue un problema y obvio se enteraron, se andaban peleando entre ellos.
Tanto fue el problema que tuve que intervenir e invitarlos a mi casa y ahí aclarar el asunto, primero los llevé a mi recámara y les vacié la próstata a los 3 al mismo tiempo (Es la ventaja de ser mujer, tienes 3 agujeros a disposición); ya con la cabeza fría y la próstata vacía, hable con ellos y le dije que nadie se pelearía con nadie y si querían tener parte en la vida y nutrición de Selene sería de forma pacífica, los 3 entendieron y para evitar fricciones futuras tuve que hacer un roll de alimentación, aunque creo que de vez en cuando alguno brincó ese roll. Se despidieron de mí regresándome a la recámara y vaciándose en mí por segunda ocasión, aunque creo que fue la tercera para dos de ellos, en fin, solo me dije a mi misma mientras sentía mi inevitable orgasmo con sus eyaculaciones simultáneas
- “Todo sea por el bienestar de mi pequeña Selene”
*****
Caminaba con Selene como muchas veces lo hicimos, la llevaba de la mano paseando por el parque, nos gusta mucho hacerlo, nos sentábamos por horas y platicábamos de cualquier tema, me gustaba aclararle sus dudas, enseñarle lo que es sexo y lo que no lo es, su desarrollo sexual y el hecho de que tarde o temprano (Creo que más temprano que tarde) tendría que conocer plenamente su sexualidad.
Nos gustaba sentarnos en el parque y admirar a las personas y niños que corrían y jugaban, el problema era que Dan la vestía peor que a Sandy, la hacía poner minifaldas de “jódeme” que hacía resaltar sus hermosas nalguitas de niña y cuando se agachaba o brincaba, mostraba toda su ropa interior (Que no era nada normal), siempre me preguntaba donde él la compraba, era de encaje suave o con dibujos obscenos bordados, tenía una que era un dibujo de una diana para disparo, y el centro quedaba justo a nivel de su ano, tenía otra pantaleta que tenía una flecha apuntando también a nivel de su ano con una leyenda en inglés “By here ever” (Siempre por aquí).
*****
A veces Dan nos acompañaba y muchos hombres se la comían con la mirada, Selene lejos de asustarse o enojarse les sonreía muy alegre (O más bien coqueta) saludándolos agitando su mano, me preocupa ese hecho, pues era pequeña y no conocía los temas sexuales, muchos hombres se ofrecieron a llevarla a los columpios y mecerla, ella encantada decía que sí antes de que yo pudiera siquiera abrir la boca para objetar, ante la aprobación de su padre.
- Dan la está manoseando—decía yo preocupada al ver como ponían sus manos en las nalguitas de Selene
- No que va, mira solo la empujan en los columpios—decía Dan fascinado viendo como la niña gritaba emocionada cuando bajaba abriendo sus piernitas y mostrando su pantaleta con un dibujo poco infantil.
Creo que él era tan ciego que no veía esos pequeños detalles, como el que pasaban sus manos por los muslos, las nalgas y algunos más atrevidos la posaban sobre su raja o de plano el “pequeño detalle” (En algunos hombres un gran y enorme detalle) de la verga erecta de ellos bajo el pantalón mientras la mecían.
De igual forma cuando ella y yo íbamos solos, no podía objetar porque Selene ya estaba tomada de la mano de quien se ofrecía a llevarla a los columpios, algunos muy descarados la jalaban hacia atrás estando en el columpio, y cuando su culito infantil quedaba a nivel de la verga de ellos, se frotaban un buen rato sin mecerla, Selene sonreía divertida sostenida con sus manos de las cadenas del columpio, pues eso le encantaba, mas de uno termino de mecerla en los columpios, con una mancha húmeda en sus pantalones; creo que el rumor se esparció de que Selene era una niña que le gusta ser llevada a los columpios por los hombres, porque nunca faltó un voluntario que la quisiera llevar a “mecerla” a los columpios.
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Tengo que decir que Selene antes de los 9 años ya tenía novio, lo conocimos en el parque y desde que se conocieron hubo mucha química entre ellos, ya sabía yo que ella desarrollaría la necesidad de tener un novio ya fuera de su edad o adulto, por alguna razón opto por la última opción, su novio tenía 38 años, tuve que explicarle que él le pediría sexo, siendo novios serían una de las responsabilidades y obligaciones que tendría para con él.
Tengo que admitir que su noviazgo fue algo difícil, pues al principio él tenía miedo y yo tuve que intervenir para que se pudieran dar las cosas entre ellos dos, todas las tardes o bueno casi todas, solo aquellas en las que Dan quería compartir momentos íntimos padre e hija, no salíamos al parque, pero frecuentemente salíamos y de la mano la llevaba a la casa de él, que vivía justo frente del parque.
Las dos entrabamos a su casa y nos sentábamos a ver tele con él, era hermoso verlos como se besaban y como las caricias subían de tono hasta que irremediablemente sentían la necesidad de compartir su sexualidad, él la cargaba y con mi mirada de aprobación subían a la planta alta y ahí se demostraban su amor, como novios que eran, de una forma muy intensa, siempre terminaban todos sudados, súper exhaustos, yo tenía que llevarles algo de beber y algo ligero para comer y así pudieran recuperar la fuerza necesaria y seguir con su sesión sexual.
Los gemidos de Selene retumbaban en toda la casa, él se lo hacía muy duro ¿Y quién no? con una niña tan tierna y dulce como Selene, pero sobre todo tan sensual con las ropitas que le ponía para esas ocasiones especiales que lo veía, mi niña como campeona aguantaba todos los golpes de verga que recibía por todos sus agujeros.
- Si dame, más… más—escuchaba los gemidos de Selene
- Si bebé ahí va todo—él decía mientras se escuchaban los chasquidos del golpeteo de caderas
- Si, dámela, la quiero—gemía mi niña desesperada por hacerle tener una buena eyaculación
Él bajaba todo sudado, solo vistiendo su bóxer, se sentaba un rato conmigo y platicaba de cualquier cosa, como el clima o cuanto ejercicio había hecho ese día, después me hacía mamarle la polla, la primera vez me sorprendí, de hecho pensé que me quería besar cuando me tomó de la nuca y me acercó a él, pero afortunadamente solo me bajo hasta su verga y me la metió en la boca, se la mamé hasta que desarrollo una erección, me la sacó y se levantó acariciándome la mejilla, yo amablemente le sonreí y miré como el entró de nuevo a la habitación, donde Selene lo esperaba (Seguramente abierta de piernas), apenas entraba y se escuchaban los gemidos de mi pequeña al ser penetrada por esa hermosa carne, no cabe duda que me sentía muy afortunada por haber encontrado a tan buen novio para mi pequeña.
Me sentaba en el sofá y siempre recordaba con bella nostalgia como lo había conocido y como se dieron las cosas.
*****
Ese día especial en que se conocieron, yo estaba sentada frente a la caceta de policía del parque esperando a que saliera Selene; ella de rato salió algo despeinada, arreglándose su ropa al mismo tiempo que se chupaba los dedos, mientras la puerta se cerraba alcancé ver al noble policía todo sudado abrochándose la bragueta, Selene a veces iba y platicaba con él y siempre terminaban en sesión nutricional, bueno algunas con un enema de semen en su recto, Selene se sentó a mi lado y mientras la peinaba platicábamos de muchas cosas, planeábamos su cumpleaños pues Selene pronto cumpliría 9 años, cuando ella me dijo que quería ir a los columpios
- Llévame a los columpios, anda mami grande, di que sí—me decía Selene suplicante
- Pequeña estoy cansada, ¿no puedes esperar a mañana?
Me dolían las piernas y las caderas porque nuestro vecino de enfrente me había pedido vaciar su próstata, y la sesión duró mucho y cabe mencionar que estuvo sobre mi espalada (Yo boca abajo) mucho tiempo, yo hacía esfuerzo para levantar mi cadera y poder vaciarle la próstata adecuadamente con mi culo, lo cual me dejó toda adolorida y fatigada de mis caderas
- Si quiere yo la puedo llevar
Las dos volteamos al instante al escuchar la voz de quien estaba sentado en la banca atrás de nosotras, era un hombre alto, fornido, de tés morena, sus manos lucían callosas, como de alguien que pelea mucho o hace mucho levantamiento de pesas.
- ¿Podrías?—preguntó Selene más que emocionada
- Claro, bueno, solo si tu mamá te da permiso
- Es mi abuela y si nos deja, ¿Verdad mami grande?—dijo Selene brincando hacia él.
No esperó mi aprobación, lo jaló de la mano hacia los columpios, el tipo me miraba preocupado, así que tuve que darle una sonrisa de aprobación; la estuvo meciendo, pero contrario a lo que todos hacían, él lo hizo con mucho respeto y cuidado.
Tomaba de la cadena el columpio y la jalaba hacia atrás para después empujarla, lo hacía suave para no asustarla, era muy cuidadoso al hacerlo; regresaron después de un rato cuando Selene se cansó, ella lo traía de la mano y lo invitó a quedarse a platicar con nosotras.
Resulto ser un ex marine del ejército americano, peleó en Afganistán y en una emboscada fue herido en la rodilla izquierda, perdiendo parcialmente la movilidad, por lo que fue pensionado, regresó a este país con una pensión en dólares, cosa que era buena por el cambio de moneda.
Era un tipo muy respetuoso y amigable, las dos atentas escuchábamos sus historias de guerra, de repente se oyó el camión de los helados.
- Mami grande, quiero un helado—gritó Selene
- Si quieres yo la llevo—dijo el militar
- ¿No hay problema por ti?—pregunté buscando indicios de incomodidad
- No, yo la llevo con gusto
Fueron de la mano hasta el camión de los helados, pero regresaron con las manos vacías, Selene traía cara de decepción
- ¿Qué pasó pequeña?
- No había de pistache—dijo Selene con un puchero al no tener su sabor favorito
- Bueno hubieras comprado otro sabor
- No, tu sabes que solo como pistache
El ex militar nos miraba atento y comentó
- Bueno hay una heladería grande a 7 cuadras de aquí, podemos ir en mi auto, ahí si debe haber de pistache
- Mami grande, ¿me dejas ir?
El tipo se me quedó mirando, creo que la invitación era para las dos y se sorprendió cuando Selene me excluyó de la salida a la heladería, me miró esperando mi reacción.
- ¿Puedo confiar en ti?—pregunte al hombre que abrió su boca al no saber que decir– ¿eres en verdad confiable?
- Este… si… si soy confiable
- ¿Cómo sé que no eres un secuestrador de niñas?—pregunté con mirada intrigante
- Bueno esta es mi licencia, puedes ver la dirección, mira vivo en esa casa de enfrente
Vivía frente al parque, era una casa grande de dos pisos, no me gustaba el color verde, pero el diseño era bonito
- Está bien, pero por favor cuídala mucho, aquí los espero
De la mano caminaron en dirección al auto deportivo del tipo y subieron a él, me llamó la atención que él le abrió la puerta a mi niña, no cabe duda que era un caballero.
Regresaron a la hora, mi niña venía muy contenta, consiguió su helado y creo que algo más, el tipo se despidió rápidamente y se alejó a su casa, de regreso mi niña me dijo que se habían besado.
- ¿Te beso?—pregunté muy intrigada
- Si mami grande, fue muy tierno conmigo
Me contó que cuando compraron el helado él le dijo que regresaran, pero mi niña se lo impidió, le dijo que tenían tiempo, ella comía el helado y se manchó la comisura de la boca, él tomó con su dedo la parte que manchaba y la probó diciéndole
- Sabe delicioso
- ¿Te gusta el pistache?
- No, pero sabe muy rico viniendo de ti
Mi niña tomó helado con su lengüita y se acercó al tipo que se asustó al verla tan cerca de él, y más se asustó cuando ella le dio helado directo de su boquita, su lengua llena de helado se enrosco en la del tipo, se besaron por unos momentos, él se retiró y encendió su auto, mi niña se sintió decepcionada porque él ya no la quería besar, pero se emocionó cuando él se estaciono en un callejón apartado y la jaló para besarla.
- Mami grande, él me besó tan rico, me acarició de una forma tan tierna como nunca nadie lo había hecho.
- ¿te metió dedos?
- No
- ¿intentó desnudarte?
- No
- ¿Sólo te besó?—pregunté con intriga
- Si
- Bueno creo que estamos ante un verdadero caballero
- ¿de verdad mami grande?
- Si mi pequeña
- ¿podré verlo después?
- Si mi amor, pero sólo nosotras sabremos, nadie más, ni tu mamá ¿entendido?
- Si mami grande
Vi la emoción en la cara de Selene y en ese momento supe que algo especial había pasado entre ellos dos
*****
Pasaron varios días, una semana talvez, en que no pudimos ver al atento y caballeroso hombre, Selene siempre me preguntaba porque no lo veíamos y yo le contestaba que no sabía posiblemente estaría ocupado en sus asuntos.
Tengo que contarles lo que pasó en esa semana en la que no vimos al militar. Una tarde de un día normal, terminábamos de comer y Dan tomó de la mano a Sandy quien tomó de la mano a Selene y juntos los tres se metieron a una habitación para tener un momento íntimo entre padre, hija e hija y después tomar una siesta.
No los quise interrumpir, me dispuse a limpiar la mesa, escuché los gemidos de Sandy y los golpes de la cama contra la pared mientras era amada por su padre de una forma que pocas hijas podrán disfrutar, suspiré aliviada, sabía que ella estaba consciente de que no podía haber sexo entre padre e hija, así que solo eran momentos íntimos entre ellos, escuché cuando Dan llamó a Selene y después se escucharon pujidos y gemidos de la pequeña, para después volver a escuchar el golpeteo de la cama, solo que ahora con más intensidad, no cabe duda que Dan amaba en demasía a sus hijas y ese día se los demostraba con todo su corazón, bueno, al menos es día a Selene con mucho más intensidad, la pequeña no paró de gemir.
Limpiaba la mesa y vi que había sobrado mucha comida, supuse que fue porque Sandy no quería “accidentes” en la cama si Dan le trabajaba el culo. De cualquier forma sobro mucho, bueno está bien, no sobró mucho, prepare demás para llevarle al atento vecino de enfrente; tomé en un plato porciones de los alimentos y salí de la casa para llevarle un poco a nuestro amable y atento vecino.
Entré, pues él me dio una copia de la llave, era tanta la confianza entre los dos que me dio una copia; la sala estaba desierta, deje el plato en el comedor, pensé que no estaba, cuando escuché ruidos en la recámara de él, me acerqué y me dio un sentimiento muy grato al verlo a él desnudo y todo sudado compartiendo un momento íntimo con su hija menor.
*****
Recuerdan que les comenté que nuestro vecino estaba en sus “nuevos asuntos”, pues sí. Le había enseñado a compartir momentos íntimos de arrumacos con su hija y le hice ver que no sería sexo bajo algunas reglas, nos costó 6 meses, pero logré que ella lo besara, Susan era una niña muy tierna y seguido nos abrazamos y acariciábamos, le enseñe como dar besos, al principio se asustó, pero después cada que me veía y se lanzaba sobre mí porque quería que continuáramos con las lecciones, le enseñe a besarnos usando nuestras lenguas mientras nos acariciabas nuestras partes íntimas; nos sentábamos por horas besándonos ella a horcajadas sobre mí y yo le estimulaba con mi dedo en su clítoris, se lo hacía rápido y fuerte, quería que ella se acostumbrara, mientras se lo hacía ella movía sus caderitas sin dejar de besarme, su papá siempre atento nos miró.
Un día estaba su papá viendo y yo lo invité, él se acercó y yo la senté a horcajadas en sus piernas, ella medio se incomodó pero me sonreí y le di besitos en su carita ella entendió que no era nada malo, aproveché el momento en que los dos se abrazaban y puse las manos de él sobre las nalgas de ella; se mecieron abrazados sintiendo el amor del uno por el otro, los deje solos no sin antes acercar la cara de ella al rostro de él y dejarlos con las bocas juntas, ella abrió los ojos, pero después los cerró fundiéndose en un beso de amor entre padre e hija.
*****
Regresando al momento, miré como mi vecino estaba entre las totalmente abiertas piernas de Susan, tenía su enorme verga dentro de ella, pero tal y como se lo había enseñado no la metía ni la sacaba, solo la dejaba dentro y empujaba cada que quería, pero sin ser metidas ni sacadas, solo la dejaba lo más dentro de su hija para demostrarle su amor y que los dos podía compartir momentos íntimos sin ser sexo.
*****
Recuerdo cuando él y yo tuvimos esa plática, estaba confundido, no entendía la diferencia entre tener sexo y un momento íntimo padre e hija
- O sea ¿Qué si se la meto no sería sexo?
- No tonto, ya te expliqué, no hay sexo entre padre e hija, solo momentos íntimos de amor puro
- ¿Cómo es eso?
Le explique todo lo que sabía sobre sexo e incesto, le dije sobre la basura del mal llamado incesto, le hice ver que por la boca y usar la mano no cuenta, además después de todo él era el mejor indicado para prevenirle problemas de defecación al metérsela por el culo y también él era el indicado para enseñarle sobre lo que sería su sexualidad en un futuro.
Fue un momento hermoso cuando él se puso sobre ella (Ella boca abajo separando con sus manos sus nalguitas) y con mi ayuda le metió la verga en el culo, Susan pujo, gimió hizo muecas de dolor, pero aguantó todo y con eso ella sabía que ya no tendría problemas de defecación nunca más.
Ya no era sorpresa para mí verlos en arrumacos por toda la casa, ella era muy amada, el sillón fue testigo de cómo su padre la alimentó después de trabajarle su culo, era un padre amoroso y ejemplar.
También aprendió que si quería ser efectivo en el trabajo del culo de una niña, este debía ser en muchas posiciones, la ponía de lado, de frente, boca arriba, boca abajo, de hecho tuve que comprarles un libro de posiciones sexuales (Si, sé lo que piensan, pero no fue para sexo, no hay sexo entre un padre y una hija) para que aumentaran su repertorio.
A veces mientras comíamos los tres, él recordaba trabajarle el culo, la jalaba y la recargaba en la mesa, le levantaba su falda (Cuando traía) y le quitaba la pantaleta (También cuando traía), se la metía por el culo y la trabaja fuerte ahí en el comedor, yo sabiendo que ya no comerían, me levantaba y lavaba los paltos, a veces los miraba, como Susan toda desencajada de la cara era prevenida por su padre de problemas de defecación, la niña se afianzaba con sus manitas de los bordes laterales de la mesa.
A veces soltaba su leche ahí en el comedor, otras veces se la sacaba y se la llevaba a la recámara y algunas otras (Mis favoritas) me invitaba a mí, era hermoso el colabora con ellos y recibir mi prevención también, nuestras nalgas rebotaban como gelatina mientras él desde atrás no trabaja nuestros culos, sosteniéndonos de las caderas, los hombros o a veces del cuello con ambas manos, haciendo arquear nuestra espalda.
*****
Regresando a donde estábamos… (Perdón, me perdí platicándoles)
- Bebé te amo
Decía mi vecino mintiéndole la verga muy adentro; pero eso sí, no la sacaba ni metía, solo empujaba para mantenerla dentro, Susan me vio cuando yo entré y me sonrió para después cerrar sus ojitos, apretarlos y abrir su boquita para gemir y continuar su momento de íntimo amor entre padre e hija.
No los quise interrumpir, los dejé solos, pues no era correcto que yo parara ese momento tan puro y limpio de amor. Mientras salía de la casa, por mi mente pasó la primera vez que le enseñe amarla por su vagina sin que fuera sexo
*****
- ¿Cómo debo hacerlo?
Preguntó mi vecino mientras Susan lo esperaba en la cama con las piernas abiertas toda ansiosa por sentir el amor de su padre
- Mira, vas a poner la cabeza sobre la apertura y ahí la dejarás—le expliqué con toda la paciencia que el momento ameritaba.
- ¿sólo eso?—preguntó algo decepcionado.
- Si, solo eso puedes hacer, mira hasta a aquí la puedes meter—dije señalando el cuello del glande—pero nada más, si necesitar soltar leche, lo puedes hacer
Él le puso su glande en la entrada y miré como Susan cerraba sus ojitos, creo que ella no estaba interpretando el momento como padre e hija, más bien creo que lo veía sexual, tendría que hablar con ella después de eso para explicarle que eso no era sexo y tendría que demostrarle la diferencia.
Fui a la cocina, pues ver tanto amor me dio calor y sed, mientras me servía un vaso de agua escuché un grito desgarrador de Susan, rápido caminé a la habitación los vi a los dos, mi vecino todo dentro de ella, temblando por contener su leche y Susan con cara de mil colores.
Supuse que mi vecino quería ver si ella era virgen, y creo que lo había comprobado, Susan era virgen… era; él se movió la sacó y luego se la metió, no entendía que hay cosas que no se pueden hacer.
- Espera, no puedes hacer eso
- ¿Qué?
- Meterla y sacarla
- ¿Entonces?
- Solo déjala adentro, no la muevas y solo empuja cada que sientas la necesidad de hacerlo.
- ¿empujar?
- Si, empujar sin sacar, así no será sexo
- Entiendo y ¿puedo besarla mientras lo hago?—preguntó con cara de súplica.
- Claro—sonreí por la carita de súplica que puso– todo lo que quieras, esa es una forma de demostrarle cuanto la amas
Sus lenguas se enroscaron y mi vecino le levanto las piernas sosteniéndola por sus corvas, empujó y empujó, lo hacía con mucha intensidad, en ese momento vi cuanto amaba a su hija, le besaba el cuello, le lamía toda la cara, abría su boca para besarla y esta abarcaba casi la mitad de la carita de Susan, que feliz recibía las paternales muestras de amor.
- Aaahhh
Gimió mi vecino cuando sintió la leche salir a través de su meato hacia el cérvix infantil de su hija, fue tan intensa la eyaculación que elevó su cara y abrió sus ojos, pero los puso en blanco, cuando acabó cayó fulminado a un lado de ella, un hilo rojiblanco salió de la rajita de ella.
- Creo que eso no fue prudente—mirando el desastre en la rajita de ella—abra que llevarla a la regadera y lavarla
De la mano la llevé, mi vecino tambaleante nos siguió, entramos y le dije que él la lavara como padre responsable, pues él la ensució de leche con su verga.
Mi vecino le metía un dedo y lo sacaba con la leche de él, pero creo que no era suficiente, era necesario usar algo más grueso para sacar la leche de forma más eficiente, creo que inconscientemente él pensó lo mismo pues desarrolló una buena erección.
- Mira por qué mejor no usas tu verga, la metes lento y la sacas rápido para sacarle toda la leche
- Muy buena idea—dijo él relamiéndose los labios.
Se puso atrás de ella y le metió la verga, lo hizo lento y cuando esta topó en el fondo la sacó como una cuchara, ahora sí, mucha leche salió de esa rajita. Susan apoyada con sus manitas en los azulejos del baño colaboró como niña buena que era, abriendo sus piernitas y parando su culito.
Repetidas ocasiones hizo lo mismo sacando gran cantidad de leche, pero el muy bobo se equivocó en el movimiento y termino metiendo igual de fuerte que sacando, lo hizo tan rápido y fuerte, Susan comenzó a gemir, al parecer la higiene era muy emocionante para ella, mi vecino ya la sostenía de sus caderas mientras le “sacaba” la leche.
- Aaahhh
Gimió el pobre hombre, creo que al estarla higienizando su estimulación fue demasiada, y quien no, con una rajita tierna, dulce y apretada como la de Susan
- Aaahhh
Susan gimió con la misma intensidad que su papá, no cabe duda que la genética hablaba por si sola.
La rajita de la niña quedó peor llena de leche que al principio, sin embargo, a pesar de las objeciones que yo les puse, a los dos les gustó mucho la técnica, tanto que en repetidas ocasiones la hacían, en la sala, el comedor, durante la merienda, mientras veíamos una película, a veces yo me confundía, pues no recordaba que hubieran tenido momento íntimo antes y sin embargo él hacía la técnica de higiene, ya no sabía si era sexo o higiene, pero rápido despejaba mi mente y la aclaraba, después de todo un padre no tiene sexo con su hija ¿verdad? ¿O sí? No, definitivamente un padre no tiene sexo con su hija, pues eso no sería correcto.
Ya era una rutina, primero hacían su momento íntimo y se besaban como pocas hijas podrán ser besadas por su padres y después de eso, venía la higiene, creo que eso los emocionaba más, pues Susan se prendía de la verga de su padre con su boquita hasta que desarrollaba una buena erección para poder ser limpiada de su raja, ahí gemían más y se decían cuanto se amaban, lo malo es que la raja de ella quedaba peor de encharcada, creo que nunca los pude convencer que hacían mal la técnica de higiene.
Eres mi autor favorito y un verdadero artista del tema, me gustaría contactarte para compartir varias ideas que tengo, por último quisiera saber cuándo vas a continuar la saga de «pervirtiendo a una nena inocente»?