Relatos cortos 9. Linda, mi esposa
Linda tuvo la culpa de todo.
Nota del autor. buen día a todos, le entrego este relato, quería escribir toda una zaga, pero solo apareció esto en mi mente, así que ahí se los dejo. espero lo disfruten como yo al escribirlo. Saludos, besos y abrazos.
atte adalberto 1979
Relatos cortos 9. Linda, mi esposa
Todo fue y es culpa de Linda. Tiene que ser. Ella tiene la culpa. Si no fuera por ella, nada de esto habría sucedido.
Todo comenzó cuando ella y yo decidimos unir nuestras vidas y nos mudamos a nuestra primera casa. Tenía un nuevo trabajo y no estaba haciendo una fortuna precisamente, así que compramos un pequeño apartamento de dos habitaciones.
Eso fue genial por un tiempo. Nuestra vida sexual era plena, frecuente y muy satisfactoria, eso nos dio 4 hijos. Cuando nació Jenny, adecuamos el dormitorio de invitados como guardería. Un año después, llegó Freddy. Él también entró allí.
Dos años después, cuando llegó Lisa, las cosas no habían mejorado mucho en el trabajo, así que tuvimos que arreglárnoslas. Jenny se quedó en nuestra habitación, tengo que decir que amo a mi hija y me era muy grato acurrucarme atrás de ella tipo cucharita, tengo que admitir que yo desarrollaba una erección refleja e involuntaria mientras dormía, ella se quedaba quieta, pues dentro de su inocencia no había nada malo en ello, por instinto mis caderas se movían, a veces cuando amanecía veía mi ropa interior toda llena de leche, en ocasiones mi pene estaba de fuera y la ropa interior de Jenny estaba más que empapada con mi semen, sin embargo así permaneció hasta que Linda me sorprendió con Jenny mientras yo dormido me movía atrás de ella.
- Mi amor… mi amor—Linda me movía con su mano para despertarme—despierta mi amor—decía con palabras suaves y en un tono tierno.
Cuando desperté vi mi verga enterrándose en las nalgas de Jenny que estaba despierta y alegremente recibía mis empujes como si de un juego se tratara.
- ¿Qué pasa Linda?—dije yo tratando de despertar
- Casi te coges a Jenny, mira
Señalo a donde mi verga estaba incrustada en las nalgas de mi hija, me iba a quitar, pero ella me agarró y me masturbo.
- Espera no te quites, te van a doler los huevos si no los vacías—dijo preocupada mientras se acercaba a ver la situación.
Me quedé quieto y Linda mi amada esposa me masturbó con mi verga en la proximidad del culo de Jenny, abrí mi boca de placer al sentir al suave mano de Linda masturbarme para que eyaculara, por reflejo tomé a mi pequeña hija y la sostuve del tórax para empujarle mi verga en su culito cubierto por su suave pantaleta, mi cadera se movió, Linda quitó la mano para bajar el calzoncito de Jenny y poner mi verga entre las nalgas de mi niña, antes de hacerlo escupió mucha saliva en su mano y la embarró en mi glande, eso facilitó la fricción, me moví más intensamente, Linda sentada y muy atenta con una hermosa sonrisa de paz vio como me moví y empecé a gruñir, mi verga estaba muy enterrada entre las nalgas de mi niña pequeña.
- Aaahhh, Linda estoy acabando… aaahhh—dije casi gruñendo moviéndome más intenso, tanto que casi la penetro con mis bruscos movimientos.
Cuando acabé ella sonriendo vio como mi leche estaba entre las nalgas de mi pequeña, Linda se acercó metió mi verga a su boca y la mamó para dejarla limpia, después puso a nuestra hija boca abajo, le abrió sus nalga y su lengua pasó entre las nalgas de Jenny y le limpió la leche que estaba en su culo, luego la trasladó a «la habitación de los niños», como ahora la llamábamos, yo me quedé respirando sobreexcitado con mi verga aún dura, Linda regresó me vio, me sonrió y me cabalgo como solo ella sabía, estaba muy excitada, ella sola se metió tres dedos a su culo ensalivándolo y dilatándolo y en esa misma posición se auto sodomizó, su orgasmo fue intenso entre gemidos, gruñidos y movimientos bruscos con mi verga muy enterrada en ella.
*****
Para ese entonces, ya teníamos a Jenny de 6, Freddy de 5, Lisa de 3 en la habitación de los niños y una nueva bebé llamada Amy la cual se quedó en nuestra habitación.
Y todo fue culpa de Linda, vuelvo a repetirlo porque eso me queda claro, ¿y cómo lo explico? Pues bien, a veces cuando cogíamos y ella me montaba (cabe decir que nuestros encuentros siempre fueron apasionados y muy intensos, cogíamos de mil formas y por todos sus huecos), se acerba a mi oído y me decía mientras sus caderas se balaceaban como una amazona con mi verga dentro.
- ¿Quieres que traiga a Jenny?—su lengua húmeda se deslizaba por mi cuello.
Yo me quedaba callado, ella se movía muy intenso volviendo a susurrarme al oído.
- ¿si la quieres verdad?—sus caderas imponían el ritmo—la quieres aquí desnuda para ti ¿verdad?
- Aaahhh—yo gemía imposibilitado ante tanta lujuria
Cuando estaba en mi punto máximo de placer, se quitaba y salía de la habitación, para después regresar con Jenny de la mano solo en pantaleta; la subía a horcajadas sobre mí y ponía mi verga en la entrada de su rajita, la pantaleta la protegía de ser penetrada, pero no evitaba que mis caderas se movieran de forma involuntaria y mis manos la sujetaran de sus nalguitas, Linda se acercaba a mí y mientras me besaba decía cosas que me hacía volar.
- Cierra los ojos mi amor, sentirás como si la tuvieras dentro de ella—decía haciendo su pantaleta a un lado y mi verga rozara directamente su vulva infantil.
- Aaahhh—solo gemía cerrando mis ojos y sintiendo como si realmente estuviera dentro de ella.
- Pasa tu mano por aquí—dijo separando su calzoncito de la parte que cubría sus nalgas– y mete tu dedo entre sus nalgas—yo lo hacía fuera de mi voluntad— ¿sientes su culo? Es muy suave, con cuidado y buena lubricación podríamos ponerla dentro, ¿te gustaría?—decía empujando mi dedo medio que entraba hasta el segundo nudo.
- Aaahhh
- ¿te gustaría meter tu verga dentro de su culo?—acariciaba mis huevos mientras sus palabras penetraban mi zona límbica— ¿te gustaría partirlas en dos? ¿te gustaría romperle su culo mientras la haces llorar con tu enorme verga?
- Aaahhh—gritaba sintiendo mi eyaculación.
Mi leche salía explorando sobre la rajita y su pantaleta, la niña quedaba toda manchada, Linda primero limpiaba mi verga y después a la niña, mientras hacía eso Jenny, mi pequeña bebé, me besaba pasando su lengua por mis labios, mi verga muchas veces se erectaba de nuevo, pero Linda se llevaba a Jenny a su recámara y después regresa y me montaba como ella sabía que me gustaba, yo solo volvía a eyacular en su raja escuchando sus palabras que me elevaban, como íbamos a partirle el culo a mi hija.
*****
Con la recesión, los recortes y todo lo demás, mi trabajo no mejoró mucho, pero sobrevivimos. Y por eso mismo comprar un nuevo hogar más grande estaba fuera de nuestro alcance.
Cuando Amy creció lo suficiente como para notar las cosas que su madre y yo hacíamos (A veces con Jenny, porque tengo que mencionar que ya era una rutina en nuestra vida sexual), también tuvimos que trasladarla a la habitación de los niños. Todos se llevaron tan bien como era de esperar.
Una cosa que me desconcertó fue que mi esposa instaló dos camas dobles allí, en lugar de dos juegos de literas. Lo sé, lo sé, obtuvo una gran oferta cuando los compró, y no podíamos pagar nada más caro, pero estoy seguro de que podría haber encontrado algo más si realmente lo hubiera intentado; así que ahora Jenny dormía con su hermano menor Fredy y Amy con su hermana mayor Lisa.
Linda todas las noches iba a sus camas a arroparlos para dormir, se tardaba mucho, los niños siempre eran todo risitas con ella, a veces me desesperaba porque ella no regresaba rápido e iba a ver que hacía, la escena siempre fue la misma, todos ellos tapados y su mami sentada al lado de alguno de ellos, les daba besitos en la frente, en las mejillas, en los ojos, en su nariz, incluso en la boca y la mano de Linda estaba bajo las sábanas, se movía a nivel de la entrepierna, tal y como si estuviera masturbándolos, quien recibía los besos y caricias cerraba sus ojitos, los demás miraban expectantes como esperando su turno, me regresaba a mi cama y cuando Linda llegaba me besaba y masturbaba hasta lograr excitarme, me montaba y metía sus dedos a mi boca, yo los chupaba, su sabor era extraño… sabían a vagina.
Otras ocasiones Linda llegaba con Jenny de la mano y yo me dedicaba a saborear a mi pequeña hija, mientras mi verga era frotada en su raja, en su culo y a veces en su boca.
La primera vez que Jenny me hizo una mamada Linda estuvo presente, de hecho fue la misma Linda que la sujetó de su cabeza y se la metió, mi niña se asfixiaba, pero Linda oprimía mas su cabeza contra mi verga, mientras lo hacía podía ver su cara de lujuria con su suculenta lengua pasando por sus labios, como saboreando lo que mi niña se iba a tragar, la leche no tardó y ese fue solo el comienzo.
Si, lo vuelvo a decir, Linda tuvo la culpa.
*****
Bueno, hace unos tres años, la empresa para la que trabajo pasó por una gran expansión y obtuve varias promociones rápidas, con aumentos para acompañarlas. Finalmente pudimos permitirnos una casa más grande.
Cuando le comenté a Linda se le ocurrió una excusa tras otra de por qué no podíamos hacerlo:
- “No quiero alejar a los niños de sus amigos”
- “No quiero alejarme de mis amigas del vecindario”.
- “No quiero hacerlos cambiar de escuela”
- “Debemos ahorrar para comprar una casa más bonita”
No pudimos encontrar nada que fuera perfecto, y así sucesivamente. Como dije, excusas.
Estaba empezando a preocuparme porque los niños estaban creciendo y comenzando a sentir curiosidad por ciertas cosas, pero Linda hizo a la ligera mis preocupaciones. Trató de convencerme de que los niños eran solo niños y que nunca pasaría nada.
- Oye Jenny está desarrollándose y su hermano la mira más—decía yo preocupado viendo como mi niña iba desarrollando senos y mi hijo se saboreaba viéndolos
- Bah solo son niños inocentes, no pasará nada—decía ella agitando su mano en el aire como espantando mi idea.
Por supuesto que no presioné las cosas, porque cuando nos mudamos juntos acordamos que yo era el sostén de la familia y me ocupaba de las cosas fuera de la casa, y ella sería el ama de casa y se ocuparía de las cosas dentro de la casa.
Aprendí a mantener la boca cerrada y respetar esa regla de oro. Jenny ya estaba cerca de los 9 años y Linda la seguía trayendo a visitarnos, le dejaba en la cama y se iba a arropar a los niños, Jenny se acostaba a mi lado y daba la espalda, acercaba su culito a mi verga desnuda llena de mocos vaginales Linda y se movía hasta conseguir enloquecerme, yo la tomaba de la cadera y me movía frotando mi verga entre sus nalgas, una ocasión ella sola se bajó su calzón y jaló mi verga y la puso entre sus muslos sobre su raja, pero sin penetrarse, dejó su pierna levantada y se quedó quieta, esperando mi reacción, la cual obviamente fue moverme como loco, mis dedos pellizcaban sus pezones en desarrollo, sus senos prometían ser grande y suculentos como los de su madre.
- Aaahhh papi—gimió cuando sintió mi excitación al moverme y rosarla
- Te amo bebé—dije yo mientras sostenía su piernita por su corva y frotaba mi verga directamente en su rajita, en ocasiones intentando penetrarla
- Y yo a ti papi, aaahhh… si, muévete más rápido, quiero sentir tu verga… aaahhh
Eyaculé mucha leche ese día, era la primera vez que ella plenamente me decía la palabra “verga” y que se lo hiciera más rápido; después se hizo rutinario, cuando Linda me la traía, Jenny se quitaba su pantaleta y la dejaba en el buró, se hincaba en mi entrepierna y me mamaba con esmero, después se acomodaba para que le frotara mi verga, a veces se ponía de frente a mí, cuando eso hacía podía ver su cara descompuesta de placer, estando de frente ella me besaba el cuello y hacía voltear mi cara hacia ella y la besara, yo le correspondía.
Otras ocasiones ella se ponía en cuatro como una pequeña perra y yo desde atrás le ponía mi verga en su introito, esta posición me gustaba más, pues mi glande se quedaba atorado en su vulva y podía sentir como podía entrar un poco.
Linda regresaba y solo nos veía como estábamos abrasados frotando nuestros genitales, espera a que yo acabara y me limpiaba con su boca, una ocasión hizo que Jenny lo hiciera, la niña lo hizo con asco la primera vez, pero al paso de los días le agarró el gustó, tanto que ella me limpiaba muy bien antes de que llegara su madre para llevarla con sus hermanos.
*****
Algo extraño pasaba en la casa, pues nunca hablamos del tema, solo lo hacíamos, no había charla siquiera de si me había gustado o no, aunque eso era obvio.
Hace aproximadamente un año y medio, comencé a sospechar aún más cuando noté que pasaba bastante tiempo rondando la puerta del dormitorio de los niños, como si algo vigilara. Ella dijo que no pasaba nada y que era toda mi imaginación, por supuesto. Mi nariz me dijo lo contrario. De vez en cuando, mis oídos también. Linda lo negó todo. Si, definitivamente todo fue culpa de Linda.
Cuando insistía en saber que pasaba en la habitación, Linda me llevaba a nuestra recámara y ahí me masturbaba con su mano, sus tetas o usaba su boca hasta hacerme eyacular, me dejaba tranquilo y ella regresaba a la habitación de los niños. El coro de gemidos de buenas noches, cada vez fue mas intenso.
Así era nuestra rutina, Linda me traía a Jenny para que me frotara en ella y Linda se iba de inmediato al cuarto de los niños, entre gemidos de Jenny, podía escuchar las risitas de los niños, frases de exclamación de sorpresa y gemidos de todos ellos, yo solo aceleraba mis movimientos en mi niña y eyaculaba, Jenny me limpiaba con su boca, me masturbaba un rato para que me erectara de nuevo y sacarme la leche con su boquita o frotándome su rajita, pero si no conseguía erección mía, simplemente se levantaba y se iba a su habitación.
*****
En una ocasión Linda no trajo a Jenny, venía con Lisa.
- Jenny está cansada y se quedará en su recámara, pero te traje a Lisa ¿Está bien así?
- Si—dije mientras asentía como bobo viendo a mi pequeña Lisa con su pantaleta a medio poner
- Solo apúrate mi amor, porque Lisa tiene que descansar, es más pequeña que Jenny y tiene que dormir más, ¿de acuerdo?—dijo sacando el KY del buró y poniéndolo a mi lado.
Yo solo asentí con cara de bobo viendo a mi tercer hija solo en pantaleta, Linda se fue y Lisa se acercó para subirse a la cama, me destapé mostrando mi erección, Lisa se quedó un momento mirándola y después se subió, se acercó a mí y metió su lengua en mi boca besándome con gran maestría y pasión; yo estaba muy elevado esa noche, la puse de muchas formas, de lado, ella arriba de mí, de espaldas a mí y otras de frente, finalmente la puse boca abajo y le unté lubricante en su entrepierna y me subí en ella mi verga se deslizo sobre su raja, mis empujes eran intensos, Lisa se defendía empujando su caderita hacia arriba, terminé eyaculando, acabé exhausto, Lisa se puso a mamarme, me sorprendió eso.
- Jenny me dijo como hacértelo—me dijo antes de meterse mi verga a su boquita—me dijo que esto te iba a gustar—dijo mientras me masturbaba y su legua se deslizaba de arriba a abajo sobre mi frenillo, si definitivamente eran los consejos de Jenny
Cuando sintió que ya no había leche se acostó a mi lado y se quedó profundamente dormida, yo me levanté por un vaso de agua, cuando pasé por la habitación de los niños, Jenny estaba montada en su hermano menor, las sábanas los cubrían, pero podía ver el movimiento de cadera de Jenny, Linda estaba sentada en la cama dándole besitos a mi hija menor, su mano se movía bajo las sábanas a nivel de la entrepierna.
Me quedé mirando un rato, creo que Linda sintió mi presencia, volteo a la puerta y me miró, se levantó tranquilamente y cerró dejándome sin visión de lo que hacían ellos dentro, fui a la cocina tomé mi vaso de agua y regresé a mi habitación, decidí mejor cerrar la boca y no preguntar, después todo había desarrollado otra erección y tenía a mi otra hija Lisa para disfrutar, termine eyaculando con ella medio dormida y mi glande enterrado en su ano infantil, solo metí la punta, pero fue suficiente para que le deje un pequeño enema.
*****
Bueno, los niños se volvieron más aventureros, con Jenny liderando el grupo nos espiaban cuando teníamos sexo Linda y yo, traté de decirle, pero ella negaba todo moviéndose y gritando con mi verga en su culo como si quisiera dar un espectáculo; los niños empezaron a ponerse sus pijamas cada vez más temprano, como queriendo ir a la cama desde temprana la noche, a veces apenas eran las 6 de la tarde y ellos ya insistía en que Linda los llevara a la cama, sobre eso Jenny comenzó a usar camisones más sexys y pronto Lisa comenzó a seguir su ejemplo.
Un día, Jenny salió a cenar con una camisa sin bragas. Podías ver sus pezones hinchados y los pocos pelos que habían comenzado a crecer en su coño calvo, pero Linda nunca dijo una palabra. Por supuesto, la noche siguiente, Lisa tuvo que copiar a su hermana mayor.
Freddy, naturalmente, se dedicó a deambular con nada más que su bóxer. Sé que Linda vio sus frecuentes erecciones, porque la vi mirándolas cuando pensó que nadie la estaba mirando. ¿Qué estaba pasando por su mente? No tengo idea.
Mi nariz y oídos me avisaban que algo pasaba en el cuarto de los niños, sonidos similares a gemidos, frases muy bajitas de placer salían de la boca de mis hijas ¿Y Linda? Ella solo me decía que eran alucinaciones mías, que ella vigilaba de cerca a nuestros hijos para prevenir hechos lamentables, eso nunca me tranquilizó.
*****
En una ocasión llegué más temprano que de costumbre y cuando cerré la puerta vi a Linda saliendo apresuradamente del cuarto de los niños, se acomodaba su vestido holgado, trataba de lucir tranquila ante mí, pero el rubor de sus mejillas delataban que algo pasaba.
- Vaya, llegaste muy temprano– Dijo mientras se metía a nuestra recámara.
Cuando pasé frente a la de los niños vi a nuestro hijo tapándose rápidamente con las sábanas, pero antes de hacerlo pude ver su erección, tenía un pene de buen tamaño, se parecía a mí. Su pene brilló como si estuviera mojado.
- Linda ¿pasó algo?
- Nada mi amor
- ¿Qué hacían tú y nuestro hijo en la habitación?
- Solo platicábamos
- Pero estaba desnudo
- Si, se estaba cambiando de ropa ¿Hay algún problema con eso?—arqueó su ceja en inminente enojo.
- No ninguno mi amor—decidí mejor dejar la discusión pues sabía que no era buena idea hacer enojar a Linda
Al día siguiente nuevamente llegue temprano y al cerrar la puerta de entrada, escuché como se cerró rápidamente la puerta de la recámara delos niños, fui a tocar para ver qué pasaba, solo escuche la voz de Linda.
- Estamos ocupados—la voz de Linda era agitada.
- ¿Ocupados con qué?—pregunté yo intentando abrir, pero tenía seguro
- Que estamos ocupados, ve a cambiarte, en un momento salgo
Pegué mi oreja a la puerta y escuché el rechinar de la cama, como si alguien se moviera muy rápido en ella, yo conocía a Linda, conocía sus gemidos, agudicé más mi audición y escuche los gemidos de Linda tapados por una boca o una mano, la conocía demasiado bien para saber cómo ella ocultaba sus gemidos. Escuché golpes de una mano sobre una nalga, decidí irme a mi habitación a esperar, A los veinte minutos Linda entró a nuestra recámara.
- Estábamos haciendo ejercicio—dijo algo agitada
- Si ya veo, pero ¿ejercicio con esa ropa?
Linda traía una minifalda que hacía lucir su escultural figura, la minifalda estaba toda arrugada, su blusa solo tenía un botón abrochado, su cabello todo desalineado, su boca hinchada y sobre todo sin pantaleta, un líquido blanco se mezclaba con el sudor y se deslizaba sobre la parte interna de sus muslos
- Si ¿por qué?—dijo arqueando la ceja– ¿hay algún problema?
- No mi amor, ninguno—dije yo, sabía que no debía pelear con ella
Me dejo de mirar y empezó a desnudarse, estaba toda desalineada, solo quitó un botón de su blusa y su falda ya estaba casi desabrochada, al quitarla comprobé que no traía pantaleta, sus nalgas estaban rojas, como si alguien la hubiera nalgueado, toda sudada del cuerpo.
- Vaya que hiciste mucho ejercicio—dije yo mirándola
- Sí, me gustó hacer ejercicio con Freddy, fue muy reconfortante, creo que lo haré todos los días, así que si llegas y ves la puerta cerrada, no nos interrumpas hasta que yo salga, ¿de acuerdo?
- Si mi amor, no te interrumpiré.
Ya no era sorpresa para mi llegar y ver el cuarto de los niños cerrado, ya ni me molestaba en tocar la puerta, solo me metía a mi habitación y escuchaba el ajetreo de la cama con Linda y todos mis hijos dentro, a veces eran mi hijas quienes gemían.
Un día llegué y para mi sorpresa Jenny estaba apoyada en el respaldo del sillón de la sala y Fredy atrás de ella, cuando me vieron llegar mi hijo brincó del susto y corrió a su recámara cubriendo con sus manos su entrepierna, Jenny sonriéndome coqueta acomodó su falda de la parte de atrás, se acercó a mí y con sus manitas se colgó de mi cuello
- Papi, llegaste—su boca se prendió de la mía y su lengua jugó dentro de mí, se separó y me jaló a mi recámara, al pasar por la habitación de los niños vi a Linda toda sudada, solo en ropa interior cerrando la puerta
Jenny literalmente me empujó en la cama y me bajo el pantalón, su boca con maestría impropia de una niña de esa edad, provocó un fuerte erección en mí, se montó levantando su falda de mezclilla, no llevaba pantaleta y su raja estaba más que mojada, intentó meterse mi verga, pero la detuve con mi mano, ella me sonrió y escupió en mi verga dejándola mojada, una vez conseguido su objetivo se sentó en mi verga y se frotó sin penetrarse, gemía muy intensamente.
- Papi… aaahhh
Se bajó la blusita que traía y me jaló de la nuca obligándome a mamarle un pezón y así lo hice, incluso loco de lujuria por el movimiento de ella, mordí su pezón, ella gimió, pero me apretó más contra ella
- Papi… aaahhh—gimió de placer cuando yo le maltrate su pezón con mis dientes.
Me enloquecí cuando ella solita cambió de pezón y metió el otro, mi pequeña gimió cuando lo mordí más fuerte que el anterior, pero sus caderitas se movieron muy intensamente.
- Mi bebé… aaahhh
Eyacule sobre su rajita y pubis, esa lubricación extra ayudo a que ella literalmente patinara sobre mi verga, gimiendo a cada movimiento.
- Aaahhh papi
Se levantó, limpió mi verga con su boquita, me sonrió mientras acomodaba su blusa tapando sus pezones en desarrollo y bajo su falda planchándola con sus manos, me aventó un beso que atrapé con mi mano y me lo llevé a la verga como un juego perverso entre padre e hija, mi niña sonrió y salió de mi habitación para entrar a la otra, donde sus hermanos y madre hacían “ejercicio”.
Insisto, todo fue culpa de Linda.
*****
Los niños se volvieron cada vez más atrevidos. Empezaron a dejar abierta la puerta de su dormitorio. Comenzaron a hacerlo frente a su madre, Freddy pasaba cerca de sus hermanas y aprovechaba para acariciarles las nalgas, ellas lejos de enojarse solo se reían entre ellas. Algunas ocasiones Freddy agarraba a Jenny desde atrás por su cadera con ambas manos y frotaba su verga descaradamente de arriba abajo, Jenny se sostenía de donde podía entre risas y caras de placer. Sé que Linda sabía de eso, porque ella también los veía, pero solo callaba.
Los niños Empezaron a ir y venir desnudos al baño. ¿Y Linda? Solo mantuvo la boca cerrada.
Sé que ella habló con las dos niñas mayores de los pajaritos y las abejas, al igual que yo con Freddy, para que supieran cuáles podrían ser las consecuencias.
- Si papá, ya se todo eso—dijo con algo de fastidio—mamá ya nos platicó todas esas cosas que debemos saber—me resigné y deje la plática.
Cuando le pregunté a Linda sobre cuándo sería prudente hacer que las niñas tomaran la píldora, ella dijo que tan pronto como cumplieran dieciséis años y no un día antes y sólo si ellas querían. De alguna manera dudo que ellas lo hagan.
*****
Un día Linda me sorprendió, pues llegó con Jenny y Lisa, las dos desnudas con sus bellos púbicos empezando a crecer, me sonrió y me guiño el ojo, salió sin decir palabra después de eso, mis hijas caminaron y se subieron las dos al mismo tiempo a la cama, me colmaron de besos y caricias, me mamaron la verga y los huevos al mismo tiempo, me besaron hasta que nos dolieron los labios, y cuando más duro estaba yo, Jenny se levantó y lentamente se sentó a horcajadas de mí, tomó mi verga y la puso en su vagina, la iba a detener, pero Lisa detuvo mi mano y mirándome muy pícara llevó mi mano a su rajita, mi dedo se perdió dentro haciendo que ella abriera su boquita y cerrara sus ojitos; nadie habló, Jenny en un sentón la enterró en su rajita infantil, pujó cuando lo hizo, pero la enterró hasta que mis huevos tocaron su ano.
- aaahhh
Me cabalgó como yo nunca hubiera imaginado se movía de arriba abajo, hacia los lados, de adelante hacia atrás y viceversa, su pancita abultaba cuando se encorvaba sobre mí.
- Papi… papi… aaahhh
Gimió fuerte con su orgasmo, yo seguía anonadado con lo que mi hija mayor me hacía, estaba en un punto de no retorno, dónde la cordura abandona la mente, tomé a mi pequeña recargándola en mi pecho, mi mano derecha la sujetó de su zona sacra para afianzarla, una vez hecho esto mis caderas se movieron como pistón
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh
Mi niña gemía muy intenso, su cabeza casi vibraba por la velocidad de mis metidas y sacadas, no pude evitar eyacular por primera vez en ella, llenado su pequeño cérvix de mi fértil leche.
- Papi… papi… aaahhh— decía mi niña titiritando de placer.
Me desacoplé, estaba demasiado excitado, mi verga no perdió dureza, Lisa se acostó con su cara cerca de mi verga y como un pequeño becerro me mamó, vio que seguía duro como roca, me puso boca arriba y repitió la misma maniobra que su hermana mayor, mis huevos tocaron su ano y la operación fue la misma, sujetándola contra mí me vacié en su rajita gritando de placer al mismo tiempo los dos.
- Aaahhh
- Aaahhh… papi—solo alcanzó a decir eso recuperando el aire
Mis dos niñas se acostaron cada una a mi lado, mis brazos las rodearon al mismo tiempo y así desnudos y abrazados dormimos profundamente, las rajitas de mis hijas chorrearon mi leche por sus nalgas, el cuadro realmente fue hermoso y enternecedor.
Toda la culpa fue de Linda.
*****
Muchas cosas pasaron, pero lo que finalmente me convenció de que Linda sabía exactamente lo que estaba pasando, pero que intencionalmente se estaba haciendo de la vista gorda a las actividades, fue el hecho de que cada vez que los niños hacían algo particularmente escandaloso, ella me excitaba todo lo que podía hasta que pudiera arrastrarme al dormitorio. También comencé a relajarme al cerrar la puerta de nuestra habitación en esa época.
Bueno, particularmente Jenny y Freddy siguieron empujando los límites, creo que ellos lo hacían solo para ver hasta dónde podían llegar. ¿Y qué tan lejos llegaron? Pruébate esto para ver el tamaño.
Un día, después de la cena, estábamos todos sentados viendo la televisión. Linda y yo estamos en el sofá. Freddy está en un sillón con su bóxer. Lisa y Amy están en el sillón reclinable, una con su camisón corto y la otra sin nada más que bragas. ¿Y Jenny? Ella está acostada en el suelo boca abajo, de cara al televisor, con nada más que una camiseta pequeña, con las piernas bien separadas. Por supuesto, todos pueden ver su trasero desnudo y su coño, pero los ha estado mostrando durante meses sin que Linda diga nada.
Durante un comercial, Jenny fue a la cocina, se sirvió una bebida y, cuando regresó, se sentó en el sillón con Freddy. Bueno, en realidad, ella se sentó en su regazo. Se retorcieron un poco, luego se acomodaron y continuaron viendo la tele.
No me preguntes qué estaba pasando, porque no tengo ni idea. Yo los estaba mirando. Verá, la forma en que se sentó sobre él, se veía casi exactamente como si estuviera sentada sobre su polla. Unos minutos más tarde, supe que ella se sentó en su polla porque sus piernas se abrieron un poco y podías verlo clavarse en el coño de la niña.
- Aaahhh—Jenny gimió descaradamente
Linda lo vio todo, por supuesto, y nunca dijo una palabra. Ella no lo haría. Fingía que no pasaba nada. Incluso cuando los niños comenzaron a retorcerse, ella no dijo nada. Cómo se las arregló para fingir no darse cuenta de sus gruñidos y gemidos, no lo sé.
Y cuando Freddy llenó el estrecho coño de su hermana con su leche, Linda tenía que saber qué estaba pasando. Demonios, estaba en el extremo más alejado del sofá y podía ver las ondas que subían desde la parte inferior de su polla, y la materia blanca rezumaba por los bordes.
- Niños, es hora de ir a la cama—fue lo único que dijo Linda.
Todos salieron corriendo riendo divertidos, hasta Jenny, solo que ya la leche escurría por sus muslos
La noche siguiente, fue el turno de Lisa. Se sentó en el regazo de Freddy mientras todos estábamos viendo la televisión, se aseguró de que todos estuvieran mirando cuando ella abrió las piernas y metió la polla en su coño, y luego se deslizó arriba y abajo sobre la polla de su hermano hasta que este arrojó millones de esperma en su vientre joven sosteniéndola firmemente contra él. Después de eso, cuando nadie dijo nada, fue casi un hecho nocturno.
A veces, Jenny iba primero, pero por lo general era Lisa: tenía la hora de acostarse más temprano. Cada uno de ellos hizo un gran espectáculo cada vez, subiéndose al regazo de su hermano, sacándole la polla de los pantalones cortos, recostándose contra él, abriendo las piernas para que todos tuvieran una buena vista, luego lentamente y ruidosamente retorciéndose hacia abajo hasta su polla estaba tan lejos en sus pequeños conos como podía ir.
Ambos se estaban asegurando de que su padre, madre y hermanas supieran que estaban teniendo relaciones sexuales vaginales completas con su propio hermano. Por supuesto, Linda fingió no darse cuenta; aunque no entiendo cómo pudo ignorar los gruñidos, gemidos y jadeos frenéticos, mientras la polla de nuestro hijo se hinchaba con semen incestuoso y el chico llenaba el sexo sin protección de su propia hermana con esperma.
La pequeña Amy solía tener la nariz a unos cinco o siete centímetros de distancia de donde se unían sus hermanas y su hermano. A veces, Linda tenía que hacer que se moviera porque le estaba bloqueando la vista; no con tantas palabras, por supuesto. A Linda le bastó con decir el nombre de Amy.
Posteriormente, las chicas volvían a ver la televisión como si nada. Ninguna de las dos se molestó nunca en limpiar tampoco; simplemente yaciendo allí con grandes gotas pegajosas de la potente semilla de su hermano que rezuma lentamente en gruesas gotas blancas de su pequeña y bien utilizada vagina. A ambas chicas parecía gustarles estar ahí con las piernas abiertas para que toda la familia pudiera ver el charco blanco y viscoso de la semilla de su propio hermano empapando lentamente su vientre desprotegido.
*****
Las noches se volvieron con esta rutina, aunque un día para mi sorpresa eso cambió, sentado en el sofá vi como Linda de paró y fue ella quien se sentó en el regazo de su hijo, traía una falda holgada que se extendió cubriendo los detalles, su blusa también era holgada, pero a pesar de eso mostró las manos de mi hijo acariciando las tetas maternas por debajo de esta.
- Aaahhh
Un gemido de Linda, abriendo su boca y cerrando sus ojos, me hizo salir del trance intenté intervenir y detener ese acto, pero Jenny me detuvo y sacando la verga de mi short hizo lo mismo que había hecho su madre y lo miso que había hecho ella con su hermano el día anterior, sentarse hasta enterrarse mi verga.
Madre e hija se movieron, podía sentir la humedad en la raja de mi hija, Jenny estaba extasiada cabalgándome, buscó mi boca y al hacer contacto con ella metió su lengüita y movió sus caderas con más intensidad, sentía demasiada excitación, sabía que de un momento a otro explotaría en mi hija mayor.
- Aaahhh— gimió Jenny
- Aaahhh— gimió Linda
- Aaahhh—gemí yo
Eyacule en las entrañas desprotegidas de Jenny al ver como Linda entregada a su hijo abrió sus piernas y se movió en un orgasmo intenso, la falda cubría el evento, pero el movimiento de las caderas de Linda de adelante a atrás con su cabeza mirando el cielo y sus manos auto estimulando sus tetas por encima de la blusa, demostraron lo mucho que disfrutaba.
- Aaahhh… hija mía—alcancé a decir abrazándola para moverme dentro de ella
- Papi, si… así… aaahhh… aaahhh
Fue un orgasmo simultáneo, antes de eyacular sentí como la vagina de mi pequeña chorreo justo antes de que la llenara de fértil leche.
Nos quedamos abrazados, Jenny recargo su cara en mi pecho y desde ahí vio cómo su hermano continuó trabajando en su madre, Linda estaba en un orgasmo tras otro, al parecer mi hijo no eyaculaba rápido, eso hablaba de gran experiencia y auto control, a decir verdad más que el mío que me llevo a una rápida eyaculación.
- Aaahhh—gimió Linda
Mi hijo continuó estrujando las tetas maternas, lo podía ver por debajo de la blusa que además de holgada era semitransparente, mi hijo finalmente gruño, eso indicaba solo una cosa, eyaculaba en su madre, Linda se movió más intenso para darle más placer al eyacular en ella.
Gruñido tras gruñido mi hijo aventó mucha leche dentro de su madre, mi verga se erectó aun dentro de Jenny, ella lo percibió, volteo a verme y me besó metiendo lengua, se desacopló de mí y trajo a hermana, Lisa se montó en mí, era más pequeña, tardó más en meterse mi verga, cuando por fin lo hizo, volteo a verme y me sonrió orgullosa, se acercó y me besó igual que su hermana, mis caderas respondieron por reflejo y la nueva cópula empezó.
- Papi… papi… si… que rico, me voy a hacer pipí… aaahhh
Sentí como mi pequeña mojo mi pubis con su tibia orina, yo solo pude aumentar mis movimientos, la orina sirvió como lubricante, voltee a ver a Linda que de cuclillas entre las piernas de su hijo mamaba hasta lograr erectarlo de nuevo, una vez hecho esto se volvió a sentar en su vástago, solo que ahora lo hizo de frente, esto permitió que ella pudiera agachar su cabeza y besarlo.
Nuevamente las parejas se sincronizaron y nos movimos casi al mismo tiempo, esta vez sí pude aguantar más y el momento del orgasmo fue simultáneo para los cuatro, en cuanto las dos hembras empezaron a gemir mi hijo y yo eyaculamos al mismo tiempo.
- Aaahhh— gimió Linda
- Aaahhh—gimió mi hijo
- Aaahhh— gimió Lisa
- Aaahhh—gemí yo
Este fue otro parte aguas, si definitivamente Linda tuvo la culpa de todo
*****
Ya no era sorpresa entrar a la casa y ver la puerta de la recámara de los niños abierta, ahora podía ver el ejercicio que hacían, Linda cabalgando en la cama a su hijo y mis hijas besándose mientras esperaban turno con él, una que otra vez alguna de ella se metió con migo en mi recamara y me cabalgo un rato hasta hacerme eyacular, solo que ahora ellas preferían que se las metiera en el culo, no sé porque, incluso Linda me embarraba la verga con lubricante y se sentaba ensartándose por su culo y me cabalgaba hasta sacarme la leche.
A veces mientras leía el periódico en las mañanas mi hijo estaba atrás de alguna de sus hermanas bombeándoles por su raja hasta que gruñía y eyaculaba en ellas, ellas mientras eran ensartadas ingerían su cereal platicando entre ellas como si nada pasara.
Le comenté a Linda de darles anticonceptivos a las niñas pues ya menstruaban, Linda me dijo que aún no era edad para darles, que ella vigilaría y de ser necesario lo haría o de igual forma ya años posteriores lo volveríamos a discutir.
Ella tuvo la culpa, Linda fue la culpable.
*****
Definitivamente mis hijas no estaban protegidas ¿Cómo sé que estaban desprotegidas? Créanme, no estaban protegidas, eso lo sé bien. Verán, esta mañana, cuando los niños se estaban preparando para la escuela, estaba dándole por el culo a Lisa, como había dicho anteriormente ellas solo lo querían por ahí, eyacule inyectándole un enema a mi hija que agradecida se hincó y me mamó hasta dejarme limpio, les tomé algunas fotos para poder recordar este momento para siempre.
Primero tomé la foto de Jenny. A estas alturas, han dejado de usar ropa hasta que tengan que prepararse para la escuela. Generalmente andan desnudas en la casa y siempre dispuesta a vaciar los huevos de su hermano o los míos.
Jenny está en secundaria y todo lo que puede usar es ropa realmente holgada. De frente se ve tal y como es, una adolescente delgada, pero si la volteas de lado, como lo hice yo, parecerá que se tragó un melón. Su pequeña barriga sobresale y sus pechos diminutos parecen dos mitades de un limón pegadas su tórax pequeño y delgado. Se parece a su madre: baja y delgada.
Lisa es igual de esa manera, bajita y delgada. Solo que todavía está completamente calva entre las piernas y sus senos no son más que dos pezones hinchados. Sin embargo, no sé cómo se las arregla para encajar en su camisón; porque su vientre abulta como si se hubiera tragado una pelota de softbol. Supongo que está dos meses por detrás de su hermana mayor. La suya vence antes de que termine el verano, por lo que nuestra hija del medio ni siquiera estará en secundaria cuando tenga el bebé de su hermano mayor.
¿Y Linda? Ella todavía no ha dicho una maldita palabra sobre ninguno de los dos. Todo lo que dijo fue que estaba contenta de haber decidido finalmente tener otro. Si, Linda también esta embarazada, Ella parirá unos tres meses después de Lisa.
No estoy seguro de que sea mío pues solo me la cojo por el culo. Linda no comenta una palabra de los vientres abultados de nuestras niñas ni de ella, Bueno, anoche Lisa se sentó con ella en el sofá y Linda pasó la mayor parte de la noche frotando la barriga grande y gorda de nuestra hija de diez años. Luego me arrastró a la cama y me hizo bombear tres cargas de semen en el culo de nuestra hija y no me dejó hasta ver que nuestra pequeña hija estuviera satisfecha.
Ahora me pregunto cuándo nuestro hijo atrapará a Amy. Nuestra niña puede que solo tenga siete años; pero anoche, mientras Linda frotaba con una mano la gran barriga de Lisa y masturbaba con la otra, Amy tomó su primer turno en el regazo de Freddy.
Sí, todo dentro en el coño, mi niña menor jadeando, jadeando, gimiendo y terminó con una carga de esperma de su hermano mayor tan arriba de su pequeño y apretado coño como su polla puede alcanzar. Las grandes manchas que brotaban de su coño esa noche eran todas de varios tonos de rosa; para que todos supieran que era la primera vez de la niña.
Linda lo vio todo, por supuesto, pero nunca dijo una palabra; ni siquiera cuando Freddy gruñó y empujó su polla hasta la raíz en el vientre de la niña, mientras que por el celo frenético de los dos niños y la mancha blanca alrededor de la base de su polla, sabías que el adolescente estaba haciendo todo lo posible para engendrar un niño en el pequeño coño de 7 años de Amy; como ya lo había hecho con las dos hermanas mayores de la niña y sospecho que también con su madre. Incluso desde donde estaba pude ver que el pene de mi hijo se abultaba al menos tres o cuatro veces, mientras se vaciaba en el vientre de su hermanita.
Casi acabé en mis pantalones cortos; ya que la visión obscena de un adolescente haciéndole un bebé en su propia hermana pequeña de 7 años era demasiado erótico para creer. Por supuesto, (como dije antes) Linda nunca dijo una palabra; o pareció notar algo, a pesar de que estaba mucho más cerca de los dos niños y tenía una visión mucho mejor de la «acción» que yo.
Entonces, con su hermano mayor cachondo bombeando su esperma en su linda barriguita también, es solo una cuestión de tiempo para que Amy comienza a hincharse, al igual que sus hermanas mayores y su madre. Y si se parece a su madre, puede que lo haga antes de cumplir nueve años que fue a la edad que yo la embaracé.
*****
Si, se me olvidó mencionar que yo embarace a Linda cuando ella tenía 9 años y yo 15, decidí ser responsable y casarme con ella, ponerme a trabajar y mantener a mi familiar.
*****
Retomando el tema de Amy, Me la puedo imaginar hinchada de su barriga, como sus hermanas mayores, mucho antes de que termine el cuarto o quinto grado. Con suerte, tal vez incluso antes; cuando Amy comenzó a tener calambres en su matriz (en realidad todavía no tenía períodos) hace aproximadamente dos meses, sospeché que sería igual de fértil y precoz que su madre, mientras que Linda no comenzó a tener ni siquiera eso, hasta que tuvo casi un año más.
¿Van a cambiar las cosas después de que nazca el nuevo grupo de niños? No mucho, eso lo apuesto.
Verán, estamos comprando una casa nueva, Linda ahora no tiene excusas, la nueva casa es más grande, pero solo tiene tres dormitorios, y Linda dice que es suficiente: uno para nosotros dos, uno para los nuevos bebés y otro para los niños.
Tengo la sensación de que voy a tener encima de mis caderas a jóvenes niñas antes de que nuestros primeros cuatro hijos terminen la escuela secundaria. Para ese momento, quién sabe qué estarán haciendo sus hijos, con los niños mayores. Sé que Linda no planea comprar camas separadas para ellos, como tampoco lo hizo para Freddy y sus tres hermanas.
Como dije, todo es culpa de Linda. Ella es la que dejó que las cosas se salieran de control. Después de todo, ella dirige la casa. No tengo nada que decir sobre lo que hacen los niños entre ellos o incluso conmigo. Si ella no se opone a lo que hacen nuestros hijos, ¿qué puedo decir? Linda es quien comenzó todo en primer lugar, haciendo que los niños durmieran juntos, arropándolos, estimulándolos, llevando a las niñas a mi recámara, etc. y ella es la que no parece importarle que Freddy trate a sus tres hermanas y a ella como si fueran un semental. Él se las coge todo el día y a todas horas, a veces casi las veo haciendo fila para ser cogida, mi hijo termina eyaculando y apenas se la saca a la chica en turno llega otra a mamarle y erectarlo de nuevo, como dije antes yo solo tengo que conformarme con sus culos, aunque no me la paso tan mal, pues Linda le encanta que mientras nuestro hijo le bombea la raja, yo haga lo propio en su culo A estas alturas no sé qué pensar, solo puedo decir que de todas mis hermanas, Linda es definitivamente la más extraña, pero a la que más amo. Fin
Excitante como siempre!.
Extrañaba tus relatos, cuando continuas los de pervirtiendo una nena inocente
Increible.