Renata, mi sobrina me entrega su virginidad
Renata está en primer año del secundario. A sus 13 años ya es toda una mujercita y se comporta como tal, sin darse cuenta de lo que genera en los hombres.
Renata es una pelirroja muy sensual, rellenita pero no gorda. Sus pechos llenos llaman la atención, ya que a su temprana edad parecen los pechos de una mujer adulta. Pesados y con unos pezones agresivos. Sus nalgas son rellenas sin ser gordas, firmes y sus piernas son dos columnas musculosas. En definitiva ya estaba en edad de merecer cuando esto sucedió.
Yo, su tío, soy hermano de su madre. Por lo que siempre hay mucho trato en la familia y mucha confianza también. Mi esposa se lleva muy bien con mi hermana Luisa, por lo que siempre andan juntas para todos lados. Justo se dio que ese sábado había una gran barata en un famoso shopping de la zona donde vivimos. Algo irresistible para las mujeres, van, miran, revisan y terminan comprando un par de medias. jajaja. Nosotros no tenemos hijos, llevamos recién tres años de casados y por nuestra fase laboral estamos siempre muy ocupados.
Suena el teléfono en casa y es mi hermana llamando a mi esposa para arreglar la ida al shopping. Pero hay un tema, Renata no quiere ir y mi hermana no quiere dejarla sola en casa, hay mucha inseguridad en el barrio. Finalmente acuerdan con el consenso de la niña que se quedará en casa conmigo. Acepto ya que no tenía planes para esa tarde. A las 15:00hs llega Luisa y mi sobrina Renata. Para mi sorpresa, Renata vestía una calza de lycra de pierna corta que obviamente remarcaba muy bien su figura, principalmente su culito y ni hablar que para la alegría de mis ojos, mostraba sin tapujos la abertura entre sus gorditos labios vaginales. Me impresionó que ya fuera toda una mujercita y eso me predispuso diferente. La remera de algodón que traía puesta apenas contenía sus hermosos senos, y otra cosa en la que fijarme, sus pezones delataban que no traía sujetador, por lo que sus tetas se bamboleaban al caminar. Bueno, todo eso me puso ya un poco cachondo. Pero hasta ahí no había intenciones oscuras.
Nos saludamos y la primer sorpresa, Renata me abraza con fuerza y me da un beso en la comisura de los labios, cosa que hasta ahora nunca había echo. Pero aprovechando el abrazo, me apoya su pelvis directamente sobre mi verga, y me refriega suavemente sus tetas en mi pecho, al mirarla a los ojos noto cierta picardía e intenciones raras en ellos. Se sonríe y se separa de mi, camina hacia la cocina moviendo exageradamente su culo. Para eso yo ya me fui preparando, algo raro estaba pasando.
Finalmente mi hermana y mi esposa se fueron al shopping con la premisa que no las esperáramos al menos por unas tres o cuatro horas. Mi sobrina se acomodó en el sillón del living a ver TV. Yo tengo un pequeño gimnasio montado en el garaje de casa, que es amplio, entran tres autos y solamente tenemos dos. Aprovechando que mi esposa no estaba, me puse un short y me fui a ejercitar. Renata seguía en el living. Pasó aproximadamente una media hora cuando veo que mi sobrina entra al garaje, y me pregunta donde tengo los CD’s de películas famosas, que quiere ver una. Le indico que busque en el mueble del comedor. Ni cuenta me di que también allí están los CD’s pornos que solemos ver con mi esposa.
Otra media hora y decido ya terminar con mi sesión de entrenamiento, y cuando voy pasando camino a mi pieza para luego ducharme, siento gemidos en el living. Me acerco despacito y descubro a mi sobrina viendo una porno donde un muchacho muy dotado El, está perforando el culo a una japonesita diminuta, pero que se traga toda la verga por el ano sin chistar, y al momento de acabar el tipo retira la verga, la japonesita se la mete a la boca y se toma toda la lechita. Y descubro también a Renata algo acalorada, masajeándose por arriba de su calza la vagina con ganas. Y vieron cuando el diablo mete la cola no hay nada que hacerle, solo seguir sus pasos. Al verla así tan calentita decidí que había que ayudarla, fui a mi pieza, tomé el gel lubricantes, y despacito sin hacer ruido me acerqué desde atrás hasta el sillón donde mi sobrina se estaba masturbando. Me bajé el short y mi verga ya estaba semi dura por la imagen vista. Convengamos que tengo un buen pedazo, son 21x6cms de lomo. Bastante gruesa por cierto. Lo bueno es que no es cabezona, más bien en punta de flecha lo que facilita siempre la penetración. Me acerqué bien con la pija en la mano a su cara, le rocé la misma con la verga, mi sobrina sobresaltada da vuelta la cara y se encuentra con mi pija a dos centímetros de su boca. Simplemente le ordeno que la chupe. Sorprendida en su intimidad mi sobrina no sabe qué hacer. Vuelvo a insistir, dale, proba una de verdad. Toda acongojada estira su mano y toma mi pija por el tronco, la sacude un poco, luego la olfatea y finalmente con desconfianza abre su hermosa boca de labios gruesos y toma en ella la cabeza de mi tripa. No sabe bien que hacer, por lo que le digo que haga lo que la japonesita le hacía al muchacho en la película. Que se sienta ella la actriz de la película. Toma coraje y comienza a mamarme la verga, y la verdad que mal no lo hacía. Pronto ya se metía tres cuartas partes de mi poronga a la boca, le llegaba hasta la garganta. Comencé a pellizcarle los pezones y a masajear sus tetas. Ella seguía entusiasmada con la pija en la boca. Pronto no aguanté más y sin aviso cuando tenía la poronga bien adentro la tome de las orejas, le incrusté la tripa hasta la garganta y le acabé con fuerte chorros. Hizo algunas arcadas y finalmente se tragó todo con ojos llorosos. Quedó toda compungida. Pegué la vuelta al sillón, me acerqué a ella, me mira y no sabe que hacer. Le pido se pare y lo hace. Acepta todo lo que yo le digo. Por lo que simplemente le pido que se saque la ropa. Me mira algo asustada e indecisa, pero simplemente le digo que tenemos que terminar lo iniciado y que no le disgustará. Es más, luego estará agradecida. Finalmente se convence y se saca toda la ropa. Y puedo apreciar sus hermosas tetas con los pezones duros. Su vagina apenas tiene unos finos vellos rubios, y se nota que está ya lubricada, pues está brillosa. Me le acerco, la tomo entre mis brazos y la beso con ganas, ella primero está tensa pero luego se afloja y acepta las caricias, para esto mi verga se está poniendo dura de vuelta. Me arrodillo frente a ella y acaricio su culo mientras con mi boca busco su vagina, mi lengua la penetra y encuentra su clítoris, mi sobrina gime y suspira fuerte. En cinco minutos me toma de los pelos y me quiere meter dentro de su conchita de lo caliente y excitada que está. Es momento del plato fuerte, la hago acostar a pierna abierta, me arrodillo frente a ella y estamos a la altura justa de penetración. Mi verga está pletórica, hasta creo que más gruesa que otras veces. Pongo sus piernas por sobre mis hombros, Renata solo atina a mirar mi tripa con grandes ojos. Tomo mi verga por el tronco, la posiciono entre sus gorditos labios vaginales y suavemente comienzo a entrar en la virgen vagina de mi sobrina. Gime un poquito y toma aire al sentir como mi tripa la va invadiendo hasta que llego a su himen, no la perdono y firmemente sigo entrando en ella, cuando quiso reaccionar al dolor, ya tenía la concha llena de carne en barra. Gritó y lloró un poquito pero lentamente se relajó cuando el dolor fue pasando. Yo sentía la verga muy apretada dentro de esa conchita ya no virgen. Pero es muy estrecha. Lentamente comienzo a cogerla, luego voy subiendo en intensidad y pronto ya es ella la que participa con ganas y esta vez es ella que sin aviso siento como su orgasmo caliente moja mi verga. Ella llora un poquito, pero yo sigo penetrándola. Ella vuelve a tomar ritmo. Veo que está disfrutando la cogida. Decido cambiar de posición, le saco la poronga, la hago ponerse de perrito en el sillón, ella obediente lo hace, y me encuentro frente a ese hermoso y rotundo culito que más de una vez había observado. Le abro un poco las piernas y desde atrás la penetro, la voy llevando lentamente otra vez al máximo nivel de excitación y logro que acabe nuevamente, entonces tomo el gel lubricante, pongo la punta del pico vertedor dentro del ano de Renata que se sorprende al sentir el frío del gel, pero no dice nada. Vierto bastante lubricante, luego suavemente, mientras sigo cogiéndola, meto un dedo en su ano. Obviamente muy cerrado, pero el gel ayuda y pronto se lo tengo todo adentro, siento como mi sobrina aprieta su esfínter alrededor de mi dedo, pero luego afloja, es momento del segundo dedo, este ya entró más fácil, lo que sí noté que mi sobrina aceleró sus movimientos, y con dos dedos en el culo acabó entre largos gemidos y suspiros, yo aproveché y le clavé la verga hasta su útero. En medio de esa calentura aproveché y metí el tercer dedo en su ano que ya estaba bien dilatado y ella luego de los tres orgasmos que había tenido estaba receptiva, saqué mis dedos de su culito, saqué mi verga de su conchita y sus jugos corrían por el interior de sus piernas, puse bastante gel en la cabeza de la verga, apoyé el glande en su ano y lenta pero firmemente se la fui metiendo, al principio solo aceptaba pero al ir llegando a la parte gruesa de la pija comenzó a sentir algo de dolor y me lo hizo saber, yo ya estaba lanzado así que sin hacerle caso seguí penetrándola hasta que los 21 cms estaban dentro de su ano. Me quedé quietito por un momento y luego comenzó la fiesta, su aterciopelado túnel trasero es un guante para mi pija, ella se queja suavemente, pero a mi me está generando un tremendo placer, me entusiasmo y tomo ritmo, cada vez le doy más fuerte hasta que simplemente en medio de un torbellino demociones le llené el culo de semen. Mi sobrina al sentir mi acabada se desmoronó y terminó de panza en el sillón con toda la verga metida hasta el fondo. No atinaba a moverse por el dolor. Cuando mi tripa se achicó se la pude sacar. Ella lloraba, acusadoramente me mira y me dice, tío, me gustó mucho. Gracias, pero me dolió mucho también. Mirando esos hermosos ojos le lanzo la siguiente pregunta: Te gustó, lo volverías a hacer? Y Renata sonriendo me contesta con otra pregunta: Te gustó cogerme? Lo harías de nuevo? En definitiva dentro de un rato mi esposa y mi hermana se van a la peluquería y Renta vendrá por otra sesión de buen sexo. Todo queda en familia.
Ojalá nos sigas contado más de esta historia, está muy buena.
Me encanto me gustaría saber de ti sobrina más relatos son muy calientes
Menuda paja me he echo me salió chorro de semen alguien quiere hablar de este tema mientras nos damos gusto. Privado por favor
Qué rico!