Santi mi bebe continuacion de nuestro hermoso pecado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola de nuevo, gracias por publicar mi relato de como jugamos con mi cuñadito Santi, el muy pendejo arrechon no deja ni un momento en descargar su semen en mi cola, en cada encuentro que tenemos nos guiñamos un ojo y escapamos a buscar algún escondite para poder pajearlo con mis pompis a ese hermoso y caliente pito, es muy exitante cada situación, cada momento de peligro me hace saltar el corazón a mil y me deja tan loca que no paró de pajearme si es que mi bebé no me hiciera correrme a su lado.
Así fue que una tarde mientras estabamos en familia nos fuimos hacia el fondo de su casa simulando buscar algo para arreglar la moto y así fue que empezó de nuevo este juego loco y caliente, – te inclinas para alcanzarme eso?
Me pidió el pícaro pendejo
-Si Santi como no, le dije. Y fue como que me agachaba en cámara lenta sin flexionar las piernas para así poner mi trasero bien en punta para sus ojos que ya me lo comían con su pensamiento.
-Mmmm que rica que estas.
Y sentí sus manos agarrar mis nalgas levantandola hacia el techo al las vez que me apoyaba su miembro ya duró y pidiendo ser liberado de ese short ajustado que tenía puesto.
-Así quiero tenerte, mmmmm siii que rico
-Correme el corto y verás algo amor mío
-Ahhh que hermosa tanga tenes puesta mmmmm siii quiero mamarte ese culo.
-No doy más Santi, un nudo tengo en la garganta quiero ser tuya ya ya por favor haceme tuya bebé.
Fue así que gire locamente y lo empuje al piso, escondidos en el cuarto de las herramientas para desnudarlo con mi boca y empezar por primera vez la chupada más fenomenal que nadie podrá darle jamás en su puta vida, sentirlo gemir y murmurar al tiempo que con una mano le tapaba la boca para que nadie lo escuche, y con la otra agarraba fuertemente sus bolas, y mi boca mmmmm siii mi boca tenía la tarea más hermosa jamás soñada de tragarme lo más que pueda a ese bello, caliente, duro y curvado pingo, si se curvaba bien para arriba y sabía que dentro mío podría hacer estragos de placer esa anatomía.
-Ahh siii no puedo más aguantarme mi am. No terminó esa palabra que fue que sentí que me ahogaba con tanta cantidad de semen que desparramo su bolas, yo no estaba en mis cabales, estaba endemoniada tragandome, lamiendo, chupando lo más fuerte que podia y tratando de no perder una gota de su leche que caía por los costados de mis labios no deseaba dejar nada caer al piso y usaba mis dedos para untarme la cara, las mejillas y así quedar empapada con tanta miel pegajosa que me dejaba un sabor a dulzura y olor especial de mi bello, apasionado y pecaminoso amor.
– mmmmm que rico le decía mientras no lo soltaba y con mis lengua en círculos lámia la cabezota morada y gruesa que aún no terminaba de expulsar las ultimas gotas de leche.
-Quiero más bebé, quiero más, no puedo vivir sin ti, le decía al tiempo que seguía fregando su miembro que aún seguía duro por toda mi cara, no quería soltarlo era mío, sólo mío y deseaba más.
-que rico lo que me has hecho, sigamos tenemos toda la tarde para seguir, quiero tu culo, tu boca, tus manos, todo todo y más. Me repetía sin parar, quede inmensamente arrecha pero sólo pensaba en darle a el sólo placer y así en ese estado aún no terminaba la tarde para encontrar otro lugarcito para nuestros juegos sexuales, ya contaré otro encuentro de lo que más me gustaron, son muchos y cuál más hermosos.
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