Sara y la reunión familiar – parte 2

Quedé en shock al ver la grabación, lo que mi tío estaba haciendo con mi prima de 10 años.
Llegué a casa, prendí la computadora, pase la grabación del teléfono y estaba todo listo para ver lo que pasó en ese baño, el corazón me latía fuerte, yo sabía que vería ahí pero aún así estaba algo ansioso por ver a mi pequeña prima siendo profanada por mi tío.

Al inicio de la grabación vi como Sara entraba al baño, de inmediato se empezó a desnudar, se bajó esos apretados shorts y dejó ver su hermoso culito, se sacó la blusa ordenó todo a un lado y para mi sorpresa ella empezó a tocarse su vagina, ella no me dijo nada de eso cuando le pregunté que pasó, pero supongo que era lógico después de todo ella estaba súper exitada después de todo lo que pasó ese día. Sus dedos recorrían su pequeña vagina mientras ella trataba de contener sus gemidos, masturbarse en el baño con la puerta sin seguro la tenía loca de lujuria y sus manos se movían más fuerte en busca de placer.

Paso poco tiempo hasta que vi como la puerta del baño se habría nuevamente y entraba mi tío Felipe, el audio del vídeo era de muy mala calidad después de todo era un vídeo grabado con mi teléfono, pero aún así logré escuchar que le dijo, «veo que me estabas esperando».

Sara se quedó callada y dejó de masturbarse, ella no esperaba que su tío Felipe entrara mientras ella estaba desnuda tocándose. El se acercó a Sara y tal como me dijo ella, Felipe empezó a chuparle sus pechos, Sara intentaba cubrirse su vagina pero poco después dejo de resistirse, ya estaba muy mojada y excitada lo que estaba haciendo.

– Felipe: jaja te gusta esto mi amor

Le dijo Felipe mientras seguía con la lengua en los pezones de Sara. Ella no hacía ni decía nada, por ahora todo era bastante similar a lo que Sara me contó, acto seguido una de sus manos se dirigió hacia su mojada vagina, mientras su otra mano empezaba a masajear sus nalgas.

– Felipe: mira lo mojada que estás Sarita, eres muy pervertida sabias… Venir con esos shorts apretados, con tu culito tentandome…

Sara seguía sin decir nada pero podía notar como empezaba a jadear. Felipe entonces empezó a besarle el cuello mientras seguía con sus manos pegadas a la vaginita de Sara, yo tenía el miembro a punto de explotar mientras veía un escena tan caliente, Sara no me dijo nada de eso y eso lo hacía más excitante. No podía distinguir bien por el ángulo de la cámara, pero parecía que Felipe tenía un dedo adentro de la vagina de Sara, algo que supuestamente no paso, pero eso era solo el comienzo de un par de mentiras que Sara me había dicho.

Felipe levantó una pierna de Sara para poder meter otro dedo más en su vagina mientras el la besaba masajeando su lengua dentro de la boca de Sara, mi prima empezaba a empujar su cuerpo en los dedos de su tío ella quería más.

Unos minutos después de recorrer cada centímetro de mi prima con sus manos, el tío Felipe le dijo a Sara que se acomode en el inodoro y que abra las piernas que se la iba a meter.

– Sara: no tío por ahí no, que me duele aún está muy apretada

– Felipe: bueno…. Pero entonces déjame hacer esto, ven apoya tus manos aquí y pon tu culito en dirección a mi

La vista era impresionante, Felipe le dijo que se apoye en la mesa de los productos de limpieza donde había ocultado el teléfono. Tenía una vista perfecta de su rostro y parte de su cuerpo, podía ver sus pechitos con los pezones erectos, y como estaba inclinada con su trasero apuntando hacia mi tío.

Cuando de repente vi como Sara soltó un leve gemido, mi tío tenía su cara pegada al culito de mi prima. El desgraciado le estaba lamiendo el ano y Sara no me había contado nada de esto.

– Felipe: te gusta esto mi amor?

– Sara: no se siente mal…

– Felipe: entonces esto te va a encantar mi bonita

Entonces Felipe metió su lengua dentro del ano de Sara, el rostro de mi pequeña prima era de placer, era el mismo rostro que yo había visto varias veces, ese viejo estaba haciendo sentir bien a Sara mientras la lamía.

– Felipe: puedo escuchar como gimes, eso significa que te gusta, puedo meter mis dedos?

– Sara: pero suave… No quiero que duela

Felipe entonces metió un dedo en el ano de Sara, ella debo salir otro gemido mientras se agarraba con fuerza de la mesa.

– Felipe: entra fácil en tu culito, creo que alguien más se me adelantó en usarte jajaja

Sara no dijo nada y solo seguía disfrutando del toque que le daba su tío.

– Felipe: mi amor… Puedo meter mi pene en tu culito?, Seré gentil contigo

Cuando Sara me contó lo que pasó, sabía que este viejo intentaría algo más, lo bueno es que sabía que Sara le diría que no y el solo se masturbaria, pero fue entonces cuando quede sin aliento.

– Sara: si… Puedes meterlo

El pene se me quedó más erecto que nunca, Sara me mintió sobre algo así, no podía creer lo que estaba viendo, pero ahí estaba mi tío se levantó con el pene recto y se puso detrás de Sara, poco a poco a acomodo hasta poder penetrar a Sara.

– Sara: ahhh…

– Felipe: estás muy apretada mi niña, que rico se siente

Entonces Felipe empezó a moverse, Sara no hacía más que gemir cada vez que mi tío empujaba su pene dentro de su ano. El viejo no tenía compasión por mi pobre prima se la cogía con pasión, empujaba sus caderas con fuerza como si no hubiese tenido sexo en mucho tiempo y Sara disfrutaba cada segundo del acto, ella no paraba de gemir cada vez más fuerte.

– Felipe: hay mi amor me gusta mucho tu colita, eres muy sexy

– Sara: ahh… Sigue… Hazlo más fuerte

– Felipe: claro mi pequeña voy a abrirte ese culito con todas mis fuerzas

Apenas dijo eso mi tío aceleró sus acometidas, y con una mano empezó a masajear la vagina de Sara.

– Sara: ahh tío que rico…

Podía ver como el rostro de Sara de derretía de placer mientras mi tío la usaba como un juguete sexual, sus piernas temblaban y apenas si podía sujetarse de la mesa.

– Felipe: ay mi amor… Creo que estoy apunto de llenarte la colita con mi leche

– Sara: ahhh! Tío!

Entonces Felipe empujó sus caderas con fuerza y lleno de semen el culito se Sara, ella se agitaba con fuerza sintiendo un intenso orgasmo.

– Felipe: te dije que te gustaría mi pequeña, sentí como exprimias hasta la última gota de mi leche con tu colita

– Sara: si tío se sintió muy rico, pero por favor no le digas a mi primo

– Felipe: el también te coge verdad?, No creo que le moleste que yo también pudiera disfrutar de tu cuerpito

– Sara: tengo miedo de lo que puede pensar de mi, tal vez ya no quiera hacerlo conmigo otra vez

– Felipe: tranquila mi niña si él no quiere yo siempre estaré dispuesto para hacerte sentir bien

– Sara: por favor tío prometelo

– Felipe: está bien, pero a cambio prométeme tu a mi que la próxima vez me dejaras meterte el pene a tu linda vagina

– Sara: gracias tío, lo prometo pero ten cuidado de no hacerme doler, ok?

Después de eso el tío Felipe le ayudo a limpiar el semen del ano de Sara y la vistió, luego le dijo que volviera al jardín antes de que se preocupen.

– Felipe: que suerte que tengo, para haber podido probar esa colita

Dijo y luego el también salió del baño.

Termino la grabación y yo tan solo pude masturbarme mientras veía como mi tío le partía el culito a mi prima, sentía una mezcla entre calentura y enojo por lo que había pasado, lo que más me molestaba era que Sara me mintió según ella Felipe jamás se la había cogido pero pude ver como el tenía su pene adentro de ella y también pude ver como Sara gemía como toda una puta, cuando ella me aseguraba que no lo había disfrutado, tenía que hablar con ella sobre esto, no podía solo dejarlo pasar.

A la mañana siguiente, ella actuaba normal, pero yo no podía dejar de ver a mi tío con el pene clavado en ella. La acompañe a su habitación y no tarde en preguntarle sobre lo que había visto.

– Yo: Sara quiero que me digas la verdad, que pasó con tu tío en el baño ayer?

– Sara: pero ya te conté que pasó…

– Yo: no me dijiste todo lo que pasó, deje mi teléfono grabando y ahí pude ver como tenías sexo con el tío Felipe

– Sara: eso no paso el solo me metió su dedo…

– Yo: no mientas Sara, tengo el vídeo en el que estás gimiendo mientras el tío mete su pene en tu culito

– Sara: perdón primo, no quería que lo haga, pero me sentía muy bien y me deje llevar… Perdón

– Yo: no te disculpes, está bien que disfrutes del sexo cuando y con quien quieras

– Sara: entonces no estás enojado?, Aún harás esas cosas conmigo?

– Yo: claro que sí, eres mi pequeña primita y estaré aquí para hacerte sentir bien cuando quieras, solo no me vuelvas a mentir

– Sara: no te volveré a mentir te lo juro

Ella tenía una gran sonrisa y parecía aliviada después de nuestra pequeña charla, ahora solo tenía que pensar en cómo conseguir que algo así pase otra vez, ver como gozaba tanto mientras alguien más se la cogía me demostraba lo puta que era Sara en realidad y yo quería explotar ese lado suyo todo lo que pudiera, tal vez si hacía que se exhibiera en público de una forma más descarada podría conseguir algo igual de intenso.