SECRETOS DE FAMILIA PARTE 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Antes de morir y durante el tiempo que estuvo conmigo mi madre me infundio el respeto a la familia y a la figura del hombre como sustentador de la casa.
En nuestra familia el hombre representaba todo. Era una tradición antigua , un responsabilidad moral… solo de esa forma se puede entender lo que vivíamos en nuestra casa.
No era algo pervertido simplemente era la forma de vivir de nuestro pequeño mundo aislado. Una práctica tradicional, familiar, generacional.
Mi madre me había contado que de hecho mi padre era su primo hermano y que mi abuelo se había casado con su propia hermana. Que cada generación siempre existía un CABEZA DE FAMILIA, UN HOMBRE DE LA CASA, una posición como de macho alfa que ocurre en las manadas de bestias, pero en nuestro caso conllevaba responsabilidades y también privilegios.
Como hombre debía proveer el alimento para sustentar a nuestra prole , brindarles un techo , seguridad y enseñarles el respeto a la autoridad ( en este caso la del HOMBRE DE CASA) ,al trabajo y disciplina pero también podía gozar de los derechos de procreación. Como Hombre debía dejar descendencia y que nuestra familia siguiera subsistiendo. Por eso tenia intimidad con mujeres de lazos sanguíneos cercanos. Era practico así todas nuestras tierras quedaban en nuestra familia.
Llego la tradicional conversión de una niña en mujer, lo cual en nuestra familia se sellaba con la unión intima con el Varón de la casa. El desfloramiento conllevaba entrar en la edad madura y cumplir con el papel de DADORA DE HEREDEROS. Era el momento de hacer mujer a Mariana mi hija mayor.
En ese tiempo estaba en los 29 años, en plena edad vigorosa, físicamente fuerte aunque por la cantidad de hijos y de responsabilidades me sentía como de 40. Ya había engendrado 5 hijos. Dos con mi madre y 3 con Susana mi hermana y mujer. Los 5 en un lapso de 4 años. Les repito sus nombres: Mariana y Esperanza Hijas que tuve con la mujer que me dio vida. Juan mi único hijo varón, Luz y Raquel que tuve con Susana.
Yo ya había hablado con Susana, como Mujer principal en la casa que era, de que pronto seria el paso de Mariana de niña a mujer así que tenía que preparar todo. Susana ya sabía todo el ceremonial porque mi madre la había enseñado muy bien.
Un día , que yo sabía era el día especial, regrese a casa agotado por el trabajo. Mi esposa ya tenía preparada el agua para tomar mi baño para descansar bien después de un exhausto día. Entre sin perder tiempo y me sumergí en la bañera. Poco después entro mi mujer y Marianita, mi princesa mayor.
– Ayuda a tu padre a bañarse, toma la esponja y pásalo por su espalda -.
Mariana estaba nerviosa, vestía un vestido blanco , tejido por mi madre. Mi mujer la dejo sola y esa niña adorable tomo la esponja. Comenzó a tallar mi espalda suavemente con mucho amor, se notaba que sentía un gran afecto hacia mi.
Siguió dando movimientos circulares por toda mi espalda. Después comenzó a tallarme mi pecho y abdomen. Enjabono mi cabello y mis hombros dando leves masajes. Tenia una gracia divina con las manos.
– Gracias Princesa, ve a ayudar a tu madre-.
– Si papa -.
Antes de irse me dio un beso en la mejilla y se retiro. Todavía me quede en la tina unos 10 minutos más, me Salí de ella y me vestí. Era el momento de juntarse a comer en la gran mesa de madera. Se siente bien sentarse enfrente de toda tu familia, sabiendo que tú eres el SUSTENTADOR y el Hombre de casa que provees para que esas almas puedan sobrevivir. Te ven con respeto y admiración y tú te llenas de orgullo y Honra, virtudes olvidadas por los hombres de las sociedades modernas.
Una comida especial fue servida y alivio nuestros estómagos hambrientos. Juanito , mi hijo nos desestresó con sus platicas tan simpáticas y sus aventuras de un niño de 11 años.
Después de comer, un espacio para platicar sobre el comportamiento de cada miembro de la familia, sus aprendizajes y labores. Y ya posteriormente continuar con el ritual de Madurez.
Susana estaba en un cuarto aparte preparando a Mariana. Le puso una bata blanca, que delineaban su figura femenina, joven, virginal. Sus recién formados senos y sus caderas todavía cerradas por no conocer varón.
Peinaba sus cabellos rubios y ponía un labial carmesí en sus labios. Le daba consejos sobre la forma de comportarse en la intimidad, de hacer todo lo que pidiera y sobre todo hacerme disfrutar. Yo las veía por la puerta entreabierta.
Me dirigí a mi lecho, donde dormía. Y espere recostado en la cama. La puerta se abrió y entraron las dos. La mujer y la niña que pronto dejaría de serlo.
Yo me levante de la cama y me puse frente a ellas.
Susana tomando de su mano a la niña me la entrego a mí. Le dijo:
– No olvides hacer bien tu tarea. Complacer al hombre de esta casa.-
Se retiró. Mariana estaba nerviosa, sentía su mano temblorosa y su mirada que veía el suelo. Levante su rostro:
– No tengas miedo princesita, no te voy hacer daño… Hoy es un día especial para ti y para esta familia, porque te convertirás en mujer y podrás dar Hijos que harán feliz esta casa… ten tranquilidad y disfruta el momento.
Comencé a bajar su bata desde sus hombros, la cual se deslizo hasta caer a sus pies y pude admirar ese bello cuerpo mujeril. Sus senos con pezones erizados, su pelvis con bellos dorados y hermosos que cubrían su intimidad, su piel dorada, suave delicada que comencé a acariciar con mis manos.
– Acuéstate en la cama-.
Ella me obedeció y se recostó en la cama. Yo comencé a despojarme de mi ropa hasta quedar desnudo. Mariana se quedo viendo mi cuerpo y mi pene totalmente erectado y babeante. Me dirigi hacia ella, subiéndome a la cama y poniéndome encima de su cuerpo.
Comencé a chupar sus pezones, sus senos recién formados, su abdomen. Esa piel tan delicada era de mi niña, mi princesa hermosa. Tambien baje a su vagina rosada y la humedecí con mi lengua. Mariana solo dio un gemido , señal de placer . Subcione esa intima parte, mojándola con mi saliva.
Mi pene estaba listo para entrar. Lo coloque justo enfrente de su vagina. Y comencé a penetrarla.
El Himen se rompió y mi pene se abrió paso dentro de ella. Mariana solo suspiro de placer. Comencé a moverme de forma rítmica mientras veía la cara a mi retoño . Yo su padre la estaba haciendo mujer y ella solo gemía y cerraba sus ojos hermosos para no verme. A veces mordía sus labios .
Yo a la vez que la penetraba una y otra vez, besaba sus labios o sus senos. En ocasiones quería articular palabras pero solo salian gemidos de su boca.
-te gusta mi amor?-.
Siiiiiiii ahhh con un gemido grande lo afirmó.
-eres muy hermosa princesa-.
Segui haciéndola mia hasta que el esfuerzo puesto en ella, la delicia de penetrarla conllevo a que mi pene descargara mi semilla dentro de su vagina.
Yo solo producía sonidos quejosos de placer de mi boca. Y pude liberar mi esperma en Marianita. La llene de mi néctar .
Como las ultimas embestidas fueron más fuertes ella también gemía fuertemente hasta que la fuente de mi semen se agoto.
Estaba cansado pero había cumplido mi tarea. Y ella también.
– Ya termine mi amor-.
Le di un beso en sus labios rojos. Y saque mi pene de su vagina , levantándome de la cama.
-ve a bañarte hermosa, gracias por acompañarme esta noche-.
Ella se paro y se vistió con la bata saliéndose de mi habitación.
Me vestí y fui a tomar aire fresco. Había echo mujer a mi hijita.
Ahora pasaría a formar parte de mi cama junto con Susana.
Las tenía a las dos y gozaba de ellas por turnos. Eran las mujeres del hogar y yo el Hombre.
Después de eso, comencé a preparar a mi Hijo Juan para su papel de Hombre. Desde los 12 años comencé a llevarlo al campo a trabajar, a curtir su cuerpo y su voluntad para convertirse en Hombre.
Tenía que aprender a trabajar, a padecer fatigas y cansancio por el bienestar de la familia. Lo volví un muchacho trabajador, honrado y responsable. Aunque para ser un hombre completo debía tener su primer intimidad con una mujer.
Pensé que Susana era la indicada. Era la mujer de más años y además su propia madre. ¿Quién le iba a enseñar mejor los placeres de la cama que ella?
Se lo comente a ella y pues tuvo que hacerlo. No podía romper con el ciclo.
Juan ya tenía 15 años, Susana 30. Ya habían pasado 4 años desde que Mariana se volvió mujer aquella noche especial que la desvirgue.
El ritual para varones era idéntico. Al regresar del campo mi hijo, cansado y adolorido por el esfuerzo, mi mujer había preparado su agua caliente para bañarse. Entro a la tina y Susana ayudo a enjabonar su espalda y su abdomen dándole masajes para disminuir el dolor.
Después venia la cena en familia. Para posteriormente pasar al cuarto de Juan. Yo estaba con él y tenía que aconsejarlo.
-Juan eres un hombre y los hombres deben de tener intimidad con las mujeres, para poder dejar descendencia… claro que también es algo muy delicioso entrar en una mujer y hacerla tuya, pero la principal cosa es que tengas descendencia -.
El muchacho solo me miraba con ojos de duda y nervios.
Le explique un poco de las reacciones que tenía que experimentar y para hacerlo entrar en confianza hablamos de las veces que se masturbaba pensando en chicas lindas de los alrededores.
Hasta que me Salí para que Susana hiciera su labor.
Ella se había puesto una bata y por ser mayor debía de ser atrevida, seductora para que de esa forma lograra su cometido. Para evitar cualquier sentimiento de culpa de parte del niño. Debía comportarse no como madre sino como mujer. Yo podía ver lo que pasaba en ese cuarto por un agujero que había hecho para tal fin.
Susana entro moviéndose sensualmente y se despojo de su bata quedando desnuda ante el adolescente. El cual por timidez agachaba la cabeza y trataba de no verla.
Pero ella se acerco a Juan que estaba sentado al borde de la cama. Comenzó a desabrochar su camisa y se la quito. Despues comenzó a besar su cuello mientras le decía.
– No te preocupes mi amor, disfruta tu noche-.
Susana se introdujo entre sus piernas abriéndolas y comenzó a sobar por encima de su pantalón el miembro de Juanito. Hizo que se pusiera de pie y comenzó a desabrochar su pantalón bajando su cierre y tirándolo hasta sus rodillas.
– Mira que gran pene tienes-.
Le dijo tomando su pene con las dos manos. Acariciándoselo. El muchacho solo cerraba los ojos. Susana comenzó a besar su pecho y us pezones bajo hasta su ombligo y de nuevo subió.
-. Tocame, esta noche sere tuya-.
Tomo las manos de Juan y las llevo a sus nalgas y lo repego a ella. Su pene quedo justo enfrente de su vagina. Mientras ella lo besaba .
Susana lo fue empujando hacia atrás, hacia la cama. Para luego acostarse y abrir sus piernas invitando a su hijo a venir.
– Ven mi amor -.
Lo jalo de la mano e hizo que se pusiera entre sus piernas.
-. Besa mis pechos mi amor-.
Juan cuyo pene ya estaba muy erectado comenzó a besar los senos de su madre. Los besaba delicadamente. Besaba su estomago.
-asi Juan, eso mi amor-.
Despues subia para besarse en los labios.
Cuando Susana sintió que el pene de su hijito rozaba ya su vagina lo insto a penetrarla.
– Que rico bebe se siente tu pene mojadito…mételo dentro de mi, hazme tu mujer, quiero ser tuya-.
Mi hijo comenzó a tratar de meter su pene pero al faltarle bríos, su madre con la mano lo guio perfectamente. Dirigio el pene del adolescente dentro de su vagina .
-. Ahí es mi amor, empuja tu pene-.
Y Juan lo hizo, haciendo que su madre gimiera de placer. Comenzó a penetrarla y ella se movía al compas de las penetraciones de su niño.
De echo ella lo guiaba.
– Muévete mas mi amor, eso asi….-.
Lo empujaba hacia dentro de ella.
Yo estaba observando todo eso y mi pene estaba erectado y me masturbaba viendo tal escena.
Juan comenzó a penetrar cada vez mas rápido a su madre. Una y otra vez movía sus caderas dentro de ella. Susana gemía y le pedía mas.
-“ eyacula dentro de mi…quiero tu semen dentro de mi…ándale mi amor… dame tu semen-.
Con esas palabras hizo que el muchacho vertiera su espeso líquido dentro de ella y al mismo tiempo yo también eyacule.
Mi hijo estaba sudoroso y cansado pero había cumplido su tarea. Susana lo saco de su vagina y se despidió de el con un beso en la boca.
– Lo hiciste muy bien, ya eres todo un hombre-.
Se salio del cuarto a bañarse. Mi hijo se quedo en la cama.
Yo me dirigi a dormir.
Meses después Susana estaba preñada. No había duda que la semilla de Juan había germinado en ella. 9 meses después dio a luz un varón.
Les contare más de estas relaciones en nuestra familia.
Gracias por leer.
( respondiendo a los comentarios que hicieron a mi primer relato; Soy de México, de alguna parte de ese país. Sobre como escribí estos relatos sin contar con tecnología bueno la explicación es sencilla…eso paso hace mucho tiempo y ahora la penetración de los medios electrónicos es tan grande que llega a los lugares más alejados.
Ahora bien si el relato es real o ficticio eso lo deberán de decidir ustedes.
No queda en mi. Saludos y sigan comentando).
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