Secuestro Alien XXX 12

Una especie de búsqueda se va formando, donde el incesto, la lujuria y el deseo son las unicas pistas de un misterio….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…

12

En la pantalla se veía como un crio estaba violando el culo de una chica, apenas se daba cuenta de lo que pasaba alrededor, incluso mostraba el coño escurriendo una mezcla de sangre con semen, prueba propia de haberla desvirgado, igual que el culo que se notaba totalmente carnoso, rojo, el cual era abierto por completo por la estaca de aquel chico que no dejaba de hacerle sentir un placer viciosos difícil de resistir, por el contrario la cría estaba totalmente perdida en ese vaivén sexual, gimiendo perdida, mientras su cuerpo era sobado con un desespero sexual casi doloroso. Sus formas se veían bañadas en una especie de perlado sudor que les volvía mas eróticos, incluso ganaba un olor deseable, aparte que se iban saboreando de manera desesperada, la pobre chiquilla estaba atrapada en ese ardor, se movía al ritmo del crio, quien iba penetrado ese hueco desesperado, acelerando sus caderas levemente, como si tratara de sentir mejor su interior, se hallaba como una fiera, tratando de gozar a la putilla que tenía contra la cama, diciéndole cuanta guarrada sabía, sonando como un puto crio tonto.

No obstante estaba totalmente pervertido, porque se correría en el interior de la cría, en un gruñido casi de animal, llegando junto a la chica, quien estaba gimiendo desesperada, le faltaba el aire, se sentía tan cansada, pero pronto fue puesta boca abajó, le comenzaron a nalguear para jugar con ese enorme culo redondo y carnoso, que se volvía difícil de resistir, estaba tan armado de lujuria, que incluso le darían un beso negro, jugando con el ano, que necesitaba de una buena usada, y la chiquilla chillaba algo inquieta, pero no le harían caso, se veía poseso. Entre ese juego bucal también usaría su dedo, tratando de hacerse entrar por ese hueco estrecho, aunque las quejas se volvieran a escuchar cuando un segundo dedo se hiciera cargo de ensanchar la entrada, por lo que una nueva serie de nalgadas se escucharía, junto a unos quejidos que resonaban por ese cuarto, que casi podía ser olido a través de la pantalla mientras los oficiales miraban todo eso, sintiendo algunos la humedad del momento en sus propios cuerpos.
Antes que pudiera reaccionar, el muchacho estaba metiendo su verga en ese enorme culo, ensartándolo de una sola vez, haciéndole gemir como una puta que no tenía derecho más que a recibir una buena verga, haciéndole sentir gozar de un placer tan duro, como irresistible, pues se vería como la concha de la cría estaría escurriendo por un orgasmo ante esa instrucción, y el mal muchacho, estaría sonriente de todo eso, embistiendo con mayor fuerza, sintiendo la presión que ejercía esa carne sobre la suya, pero al verla derrotada, no podría contener su vigor. Estaba dándole por el recto, cuando se volvería a correr, llenándole todo su interior con su leche de macho, que le sacó un suspiro, mientras estaba escurriendo, quedaba perdida “Amandita”, sin embargo ya no podía mas, pero en ese momento se escuchó algo, el chico estaba perdido en su malicia, y la agarró de los cabellos, para apuntar su verga en contra de la boca de ella, y le dijo:

Ahora sí, pequeña puta, me toca marcarte – dijo el crio antes de dejar su verga que apestaba un poco, parecía que tenía un olor a caca, pero antes de que se pudiera hacer nada, fueron interrumpidos por alguien más.

Justo en ese momento comenzó a correrse contra la cara de la chica, aunque lo quería hacer en la boca, solo que no pudo lograrlo, en ese momento llegaba un oficial para detenerlos, pues sus gruñidos fueron escuchados por los vecinos, quienes llamaron a las autoridades, quienes irrumpieron después de escuchar los gemidos, viendo como el malparido se corría en la cara de aquella chica, quien apenas podía seguir adelante atada, terminando la grabación. Después de eso el muchacho sería llevado fuera para ser juzgado, la grabación fue tomada como evidencia de una violación, por lo que no tendría muchas oportunidades de recibir un buen trato, de hecho se notaba que los vecinos le tenían en mala fe, pues de hecho era de lo peor.

El oficial sabía que aquel muchacho, el segundo hijo de Roy y hermano menor de Jou, Rob, estaría varios años en una institución mental, no tenía la capacidad de pensar con racionalidad, solo era una verga con patas tratando de violar a quien tuviera enfrente, si desde hace años se notaba toda esa locura tan propia de él, por lo que ahora no había escape, violó a su hermanastra, pero dejando eso de lado, se volvía evidente, que este igual se hallaba involucrado con lo mismo que el mayor de los hijos, pues se sabía que fue secuestrado en su momento. La madre de este crio era un mujer bastante toxica, lo descuidaba por varios días, dejándole a su suerte, pero eso se haría evidente que Rob no era nadie de fiar, de hecho era alguien difícil de tratar en cualquier forma.

Pasados unos días, tras empezar un proceso de investigación especial sobre el paradero de Jou, comenzaron a buscar en toda la familia, así reconocieron a mas hijos perdidos de Roy por lo cual fueron reuniendo datos, siendo el primer caso en verificar el de Rob, quien era un degenerado que incluso miraba a los animales, lo que lo sentenció a quedar en un manicomio, sin embargo parecía ocultar algo importante, por lo que recibió una visita en su momento de parte del oficial, durante las investigaciones, lo cual no sería nada agradable, siendo en una sala alfombrada, donde este fue esposado para evitar accidentes.

Buenos días joven Roberto M, se nota que has tenido mejores días, vengo – dijo el agente H para saludar al demente, quien incluso llevaba camisa de fuerza.

Usted viene a saber de mi, todas mis proezas sexuales, jajajjajaa – se burlaba el chico interrumpiendo todo lo que iba a decir el oficial.

Es una manera de decirlo, pero no vayas a decir algo como lo que ya se, tus juegos con los animales, no lo necesito – advertía molesto la autoridad.

Ah, pero sabes que tengo una receta especial para hacer un afrodisiaco, mm – dijo con un tono enfermo Rob y una erección en sus pantalones.

No me interesa, aparte que esa receta está muy sucia, es un coctel de químicos que volverían loco a cualquiera – aseguró el oficial aguantando la molestia de aquel chico loco.

Bueno, pero eso no detendrá un hecho, soy una maquina sexual, jajajajajajajajajaa – se burlaba el crio mientras trataba de mover su cintura como si quisiera coger a alguna puta invisible.

Eres asqueroso – aseguró el oficial perdiendo la compostura.

Si, lo soy, pero eso no detiene que he tenido varias proezas, como cuando convencí a mi vecinito, el jotito de al lado, Mike, de venir a mi casa, estaba contento pensando que le daría dulces, y si lo hice, pero lo engañé, un juego para ganarse unos chocolates, y untándole jalea, miel o crema, le metí la verga en la boca, logrando que luego de unos minutos me corriera, y este pensó que mi leche de macho era deliciosa, por eso lo fui enseñando, le jalaba la verga, hasta que finalmente, pudo hacer que me entregara el culo, y verlo pujar mientras se la metía hasta el fondo, y llenarle las tripas de mi leche, fue un gusto, hasta que alguien más lo descubrió, idiota – decía con malicia Rob mientras se notaba su locura.

Ah, ya sé de él, su caso fue triste, pero no sabía que tu lo iniciaste, porque el archivo mostraba que su tío fue quien comenzó a sodomizarlo, luego la madre los descubrió y pasó lo que se sabe, mm – dijo molesto el oficial no sabiendo si era real o solo un cuento de un loco.

También tuve mis aventuras con una perra, mm, como se me antojó desde que la vi, aparte que la vecina era muy celosa de esta – dijo un tanto loco Rob.

Ya basta, se de eso, no tengo ganas de oír algo así de desagradable – aseguró el agente H.

Jajajajaja, pues que quieres que te diga, porque ya viste como sometí a la puta de Amandita, esa es toda mi putita, me esperará hasta que salga para quedar bien preñada por mí, me aseguré de eso, siempre celándola, vigilándola, le estuve sometiendo desde pequeña, sabía que sería mía desde que la noté desnudita en una ocasión, mm, verla con solo 9 años, con ese cuerpito de tentación, sin chichitas, pero con un coñito carnoso que seguramente recibiría toda mi verga, y lo hizo, supe hacerla mía con todo, era una de las mejores delicias de mi vida, en serio que estoy tan cargado de ganas de cogerla, que no puedo resistir, ahora que me corrí dentro es mía – se burlaba Rob y se ganó una bofetada de parte del agente enojado.

No necesito que me digas estas estupideces, lo que deseo es saber ¿Qué pasa con el camión planteado? En el que una vez te perdiste hace años, y llegaste a casa 3 días después – dijo molesto el agente H mirando al chico.

Este por unos segundos palideció, como si aquello no fuera algo que quisiera recordar, miró al agente como si le hubiera insultado de con fuerza, aunque guardaría silencio, no pudiendo armar idea o parecido, le resultaba algo grato al oficial detener los arranques de locura del crio, pero agregó molesto:

Bien, ahora que entendiste, sigue adelante, quiero que me cuentes ¿Qué paso con el camión plateado? Ese donde te encontraste con 5 mujeres, no me hagas repetirlo – dijo molesto el agente, mientras clavaba su mira en el crio.

Por segundos guardaría silencio, pero sabía que algo estaba pensando, era como si su cabeza se rompiera por dentro, aunque su verga se hinchaba fuerte entre los pantalones de este.

Recuerdo que estaba regresando a casa, cuando me jalaron dentro, ahí estaban, una rubia, una castaña rojiza, una falsa pelirroja, una oriental, otra que no recuerdo, todas tenían lo suyo, estaban bien para pasar el rato, quería darles verga, aunque ellas estaban tomando el control, usaban ropas extrañas, como de cuero negro, me pasaron una luz para revisarme dijeron: este servirá, tiene el rasgo de ADN – diría el chico un tanto inquieto.

Bien, eso está mejor – aseguró el agente mirando al crio odioso.

Estaba algo inquieto, no sé porque, pero me sentía en casa ahí dentro, las mujeres se desnudaron, mm, todas tenían cuerpos perfectos, tetas con buenas formas, coños rasurados, unos tatuajes como de números, aunque no lo eran, solo parecían, y olían bien rico, el camión era algo raro, porque pronto me llevaron a un cuarto donde me acostaron, como solo tenía 11 años, fue sencillo, me pusieron sobre una mesa helada, me pegaron a ella, no sé cómo quedé desnudo, y mi cuerpo era estudiado por ellas, me pusieron una baba, que dentro de poco me hizo sentir caliente, mi verga se puso tiesa, pero no impresiono a nadie – se burlaba un poco entre lagrimas Rob.

Adelante – ordeno el agente H con frialdad.

Pues ¿Qué quiere que le diga? Que me empezaron a someter, tocaron mi cuerpo a sus anchas, cada centímetro con sus dedos, mm, metiéndome cosas en el culo o la boca, como vergas falsas, también un tubo jaló mi verga mientras vibraba, la hizo crecer un poco, también me untaron cosas en el cuerpo, olían bien, pero pronto ellas comenzaron a verme con otros ojos, una se puso a sentarse sobre mí, como si me cabalgara, para sentir mi verga dentro suyo, fue delicioso, porque veía como sus coños tragaban mi carne, y sus cuerpos, mm, eran deliciosos, parecían estar ordeñándome, y era masivo, cada una de ellas quería un poco de mi, moviéndose de manera que no dejaba de gemir, haciéndome que me corriera, mm, como dije en veces me metieron cosas por el culo para que pudiera aguantar más, porque me estaban dejando seco, se me iba la vida, pero seguían cogiéndome, el placer era increíble, sus vulvas estaban jugosas, escurriendo con cada vez que se dejaban caer sobre mí, estuve con cada una de esas tipas, disfrutando de sus cuerpos, incluso se inyectaban cosas para luego hacerme beberlas, en forma de leche materna salida de sus deliciosas tetas, que mm, eran tan grandes, como si fuera la gloria, jajajajaja – se burlaba un poco el crio, aunque se notaba lloroso ante algo que no le terminaba de gustar.

Entonces te violaron entre 5 – dijo un poco cruel el agente H.

En esa ocasión tragué coños, cada uno sabia diferente, me bebí toda la leche que tenían, era delicioso, aparte que pude coger con todas, cada una se movía de una manera increíble, tratando de sentir como es que llegaba cada vez más profundo de ellas, se movían algo bruscas, pero era tan increíble, que no me importó cuando quede en 4 siendo penetrado por un aparato que me estaba metiendo algo, también se sentía tan delicioso, ser bombeado, eso mientras le comía a esa tipa que me tenía atrapado con la cara contra su coño, haciéndome disfrutar de su deliciosa corrida, que demonios, era como una fuente, seguía y no se paraba con nada, estaba tan fuerte que casi me ahoga, mm, y todas gemían de tal forma que tenía un eco bastante ah, bueno, no dejaba de sentirme caliente, la sangre me hervía, no podía parar, la verdad, no quería que me sacaran del camión, pero al final me dijeron que no servía, no era una muestra apta, por eso me soltaron, jajajjajajaaaa – se reía de manera enfermiza el chico mientras perdía la consciencia.

El agente H no estaba del todo contento, miraba al crio tonto con un ligero dolor de cabeza, no sabiendo que hacer o decir, pero era evidente que algo no estaba bien con este, aunque se daba cuenta que ahí había una pista importante, pues en Rob no había algo que si en Jou, por eso fue elegido para lo que fuera que hiciera falta, era imposible de saber para las autoridades, o quizás no para algunos cuerpos especiales. Sucedería en los siguientes días, cuando llegara un reporte, una jovencita de algunos 14 años había sido violada hace poco, lo cual despertaba indignación, pero eso no era lo peor, pues el agente H se daría cuenta que según los reportes que la mamá estaba jurando que ella era hija de Roy, por lo que se volvía evidente la razón por la cual fue atacada y por quien, pues la chiquilla casi se ahoga en semen después de una sesión de sexo intenso. No parecía lo mejor, pero se volvía un problema grave, tendrían que peinar el área, reunir a todas las hijas de aquel gigoló con dinero, revelando parte de sus secretos, la imagen sería dañada un poco, mas no tenían opciones, aunque antes de eso, el agente H, quería saber qué pasó con la última víctima, y al verla, se sintió inquieto.

Kimberly era una niña preciosa, con largo cabello pintado de rosa, le quedaba de maravilla, se veía tan linda, aparte sus formas sexuales estaban en desarrollo, aunque le daban un toque tan sexy que resultaba difícil de resistir, pues sus pechos eran grandes para su edad, sus piernas torneada, parecía que jugaba voleibol, apenas llegaría al metro con 56 centímetros, haciéndola ver tan deseable cuando usaba ese traje de licra ajustado a su cuerpo. Además de eso tenía una carita de muñeca difícil de ignorar, labios gruesos, rosados, unos ojos color jade, y unas facciones suaves que en un degenerado le harían querer meterle la verga hasta hacerla tragar tanto semen como se pudiera, quizás por ello y lo de su supuesta relación con Roy fue que Jou la habría abordado, o eso contaría al agente H que fue a interrogarla.

Hola señorita, sé que no es buen momento, pero el tiempo es crucial, necesito que me responda unas preguntas – dijo el hombre con toda la empatía que podía en ese momento.

Si, ya me lo dijo otra señorita menos rígida – respondería la mujercita, quien usaba un camisón, porque le hicieron una revisión.
Mira, sé que es difícil puedes sentirte sucia, pero es necesario para detener todo lo que está por suceder – decía el agente pero en ese momento la chiquilla comenzaría a burlarse en una sonora carcajada que molestó un poco.

Usted cree que me siento sucia, que estoy llorando por lo que me pasó, perdón, pero es tan ingenuo como mi mamá, ella quería enlazarme con el tal Roy, ese joven magnate, para colgarse de su fortuna, solo que la verdad es muy diferente, y me da pena decirlo, cuando ella se ha encargado de soltar esa mentira, tantas veces que esto me pasó, me cogieron con unas ganas que mm, mi cuerpo quiere más, aunque por idiota me asusté cuando me salió sangre y lo hice huir, que tonta, como estaba en un colegio de monjas, no me dijeron que duele, sangra la primera vez, ahora me quedé sola, cuando hubiera querido seguir con semejante hombre – se burló Kimberly.

Supongo que pensar que eras una niña inocente queda como una estupidez – dijo el agente H.

Correcto señor oficial, he visto a mi mama meterse en la cama con cada prenda de golfa, que no me sorprende nada, usa trapos de mata santas, que asustarían a las monjas, la he visto coger hasta con 10 tipos a la vez, recibiendo cargas de leche hasta escurrir, quedando bañada, siempre mirando eso desde un rincón, sin entender mucho porque nadie me explicaba, y cuando lo preguntaba me regañaban por ser una niña sucia, o eso decían, pero me daba tanta curiosidad, que cuando se me acercó ese muchacho, alto, atlético y con cara de pocos amigos, mm, no me pude resistir – aseguró Kimberly con un gesto coqueto.

Era curioso pues pese a no saber casi nada del sexo, por lo que era ingenua, había visto escenas tan fuertes de su propia madre, penetraciones dobles, que hiciera mamadas a varios tipos, se notaba que esta era una ninfómana, que le gustaba recibir verga por todos sus huecos, haciendo más fácil para ella haber podido quedar con Roy para disfrutar de una noche de pasión sin límites, aunque este sabiendo la reputación de esta joven, no se quedaría tranquilo prefiriendo evitarse problemas usando preservativos con ella. Por su parte Kimberly era una chiquilla preciosa, con formas adecuadas a su edad, que llamaban demasiado la atención, de hecho en medio de la estación, le verían con un toque de deseo, queriendo sentir ese cuerpo con su verga, o lenguas, por lo que prestarían atención cuando ella fuera comentando lo que sucedió hace poco.

Estaba en la escuela, tiene un internado, así que no tenía que estar en mi casa para ver a la golfa de mi madre, era molesto para mí, siempre viéndola desfilar con atuendos demasiado sexuales, soy su única hija, pero me detesta porque cree que le voy a quitar los clientes, aunque hasta hace poco no me interesaban esas cosas, siempre fue molesto, no me dejaban dormir, desde mi cuarto escuchaba como le daban duro, agitando la cama, gimiendo como animales, al principio iba porque pensaba que le hacían daño, pero luego me di cuenta que no era el caso, lo estaba pasando tan bien, ah – dijo con enojo Kimberly.
Bien, pero que te pasó a ti, preciosa niña – preguntó un poco ansioso el hombre.

Ah, que quiere que le diga, estaba cansada de eso, pensé en intentarlo también, saber que sucedía, pero tenía algo de miedo, aparte que no había hombres cerca, solo las monjas que eran tan molesta, me miraban con cierto coraje, porque era la única que les preguntaba sobre esas cosas, que no eran buenas, así que me gané varios regaños o castigos, solo que en eso, cuando estaba en el salón, se me apareció, era un joven como de 18, alto fornido, con cara de pocos amigos, pero me gustó, me preguntó si era hija de Roy, yo le dije que eso me dijo mi madre, aunque no era seguro, porque siempre mentía, aunque eso le bastó a él para acercarse – dijo con toda calma la chica, y en eso se notó un cambio.

Estaba reviviendo una imagen mental que le calentaba la sangre, mirando a todas partes como buscando algo, y sus mejillas se sonrojaron mientras comenzaba a palpar su vulva sobre lo poco que traía puesto, sintiendo un deseo más fuerte, que se marcaba en la respiración, pues su mente traía de vueltas esas penetraciones, un ritmo cargado de lujuria que le hizo calentarse.

Yo estaba sorprendida, no esperé que alguien fuera a aparecer, menos un chico tan atractivo, pensé que podría ser un error, pero él se mantuvo firme, me pregunto que si Roy era mi padre, yo no sabía, aunque estaba dispuesto a averiguarlo, así que trabó la puerta, para que nadie interrumpiera, eso me dejó inquieta, yo usaba el uniforme, unas medias blancas con falda escocesa, un chaleco y camisa, pero poco importó – decía con una voz que se cargaba de lujuria la preciosa kimberly.

Te lo arrancó – cuestionó el agente H.

Si, lo hizo de un jalón, me sacó el chalequillo ese para verme las tetas, y luego me abrió la camisa de un solo movimiento, yo apenas usaba un sujetador deportivo, mis chichitas no son grandes, pero si tenían buena forma, si notaba como algunos clientes de mamá estaban mirándome en las mañanas, pero el chico no se quedó quieto, me miraba con unas ganas que las sentía en mi coñito caliente, me daban ganas de tocarme, nadie me hizo algo parecido, estaba ansiosa por sentirme invadida por aquel joven, recordaba lo que hacía mamá, así empezó a palparme y luego me dijo: este es un gel de activación celular, te hará más sexy; estaba sacando una botellita de metal de la que sacaba algo azulado, no entendí nada pero me comenzó a amasar las tetillas con esa cosa, pellizcando mis pezones, que se pusieron duros, pronto sentí como se me hinchaban, pero eso no era todo, me dejó apenas con las medias, la falda y zapatillas, mientras yo solo podía pensar que se me antojaba mucho que me la metiera hasta el fondo, me hallaba bien caliente, quería que me diera con todo, mm, en serio estaba como fuego, antes que me diera cuenta estaba jadeando – decía la niña mientras se sonrojaba deseando tener al chico de vuelta.

Ah, que más te hizo – cuestionó el hombre mirándola, sabiendo que la chiquilla estaba caliente, pero también notaba como las tetillas no eran tan pequeñas, parecían más a las de una adolescente que a las de una chiquilla de su edad.

Ah, ah, es que luego de hacerme sentir así, de hecho míreme, estoy por correrme, huelo a puta en celo, pero no puedo evitarlo, es que luego me hizo algo tan sexy, me arrancó las bragas tallándomelas en la conchita, me hizo correrme por esa presión, que fue tan, mm, cargada de calor, en serio, estaba deseosa de seguir así, siendo trabajada para ser cogida por ese chico, quien me sobaba de esa manera tan malvada, pero eso no fue todo, antes que me diera cuenta me estaba arrancando el calzón, para guardarlo, aunque antes lo olio como si tratara de asegurarse de que estuviera dispuesta, tonto, en verdad me había corrido, mi ropa estaba empapada de ahí, aunque seguían puestas mis medias, pero estas fueron desechas de una manera que me hizo calentar tanto, comenzó a comerme la vulva con estas puestas, lo cual no pudo evitar que me sintiera más caliente en especial cuando las fue rasgando con los dientes, logrando que me estuviera por correr en breve, aunque ya estaba súper puesta, mm, solo quería que me la metiera, porque finalmente entendía todo lo que mi mamá hacia, era lo mejor – aseguraba la muchachita mientras su cuerpo seguía respondiendo.

En ese momento algo dentro del Agente H, estaba por romperse, la imagen de la niña era demasiado sexual, por segundos quiso abrirla para cogérsela él también, apenas se contuvo.

Antes que me diera cuenta, ya estaba lamiendo directamente mi conchita con su lengua, aunque me diría algo más, pero eso no lo entendí, aunque lo sentí como si fuera lo mejor del mundo, pues me fue metiendo algo en el culito, que me hizo enloquecer, en verdad, como pude vivir sin eso dentro, mm, estaba perdiendo la cabeza, solo quería tener esa verga entrando y llenándome el coño hasta el fondo, lo quiero, lo necesito, y cuando finalmente me la ensartó, bueno, una vez que se acomodó en medio de mis piernas, viendo como su boca escurrían mis jugos, se preparó, se sacó la ropa, mm, me dejó verlo por completo, era un cuerpo magnifico y su verga, mm, era como un brazo, me iba a romper, lo deseaba, en especial cuando fue forzando su entrada en mi interior, ninguno de los putos de mi mamá estaba tan dotado como ese joven, era como si tuviera una cosa de caballo, y me gustaba, lo deseaba, mm, me fue abriendo de tal forma que sentía que me rompería, el dolor con el placer se mezcló en mi cabeza como jamás lo soñé – decía Kimberly con un tono cada vez más cargado de lujuria…

La chica se perdió en sus memorias, recordando cómo le fueron cogiendo con vigor, abriéndole los pliegues con una serie de embestidas fuertes, metiéndole esa verga que más parecía la herramienta de un caballo, dándole tanto gusto, por el ritmo con el que le estaba dando, que no supo cuanto tiempo duró moviéndose, recibiendo esas embestidas feroces contra su coñito que se abría al máximo, mientras gemía como una puta en celo, aferrándose al escritorio donde estaba, en el cual chillaría de pasión mientras le hacían una golfa adicta del sexo. Sin embargo las cosas no terminarían del todo bien, al terminar de cogerla ella estaría tan satisfecha, casi en un delirio sexual, escurría semen, se había llenado en una corrida potente que le hizo delirar, miraba a todas partes, intentando comprender lo que sucedía, no era sencillo, pero ella estaba contenta, hasta que le dijo un tanto molesto:
No eres mi hermana, te mintieron, perdí mi tiempo, o eso fue lo que me dijo, justo en ese momento llegaba el conserje a tratar de ver qué pasaba, hicimos un escándalo, una de las monjas estaba furiosa, intentando abrir, pero la puerta estaba atorada, y cuando lo logró, fue golpeado por el joven, que se escapo después de dejarlo noqueado, no se quedó a revisar que sucedía, la tipa solo pudo ver que me abusaron, o eso dijo, pero parte de ella está en lo cierto, la verdad es que me hizo sentir mujer, y quiero volverlo a ver, no sé en qué me equivoqué, pero lo necesito dentro de mi – terminaría de decir la chica visiblemente caliente, como si un orgasmo estuviera atorado en su útero, haciéndola sentir atrapada en una lujuria enfermiza.

La chica quedaría en vigilancia, mientras que intentaban dar con la ultima posible hija, por suerte otros casos parecidos, pues Roy demostró ser un puto de primera, había cogido con cuanta hembra pudo para sentirse como un macho poderoso, parte de su ego, sin embargo no todas las tipas con las que se acostó quedaron preñadas, algunas intentaron mentir, otras amenazaron de hacer escándalos, sin embargo ahora todo quedaba claro, de todos los posibles hijos que tenía el hombre solo quedaba una niña más, aunque había otro chico, pero este apenas tenía 10 años, y no estaba contemplado en los planes, por lo que irían por la pequeña antes que fuera tarde. Su nombre es Joselyn, pero le decían Jousy, vivía en una ciudad algo lejana, una niña bastante común de cabello negro, piel ligeramente tostada, apenas con 10 años, no se le veía una gran figura, para su suerte estaba muy parecida a su madre, incluso usaba unos lentes que ocultaban parte de su belleza natural, por lo que era difícil, o imposible confundirla con su padre, quien ni la había visto en toda su vida, si acaso el abuelo le mandaba algunos regalos o apoyos para mantener las apariencias, aunque eso no era lo más importante, estaba saliendo del colegio, tomaría el camión del lugar, pues estaba en un importante instituto local, subiría a un transporte privado que la llevaría a su casa. La niña usaba su uniforme, unas calcetas hasta la rodilla, zapatillas negras falda con overol azul oscuro con camisa, un moño rojo, aparte que tenía un par de trencitas, en si era una niña preciosa, aunque pocos podrían ver su encanto natural por sus gafas, sin embargo eso poco le importaba a Jou, quien estaba vigilando, viendo como bajaba del camión, a unos metros de la entrada de la casa, una residencia donde solo hacía falta oprimir un botón para que le abrieran, y así lo hizo, la chiquilla timbraba para que le dejaran pasar, y una vez dentro, se daba cuenta, el lugar estaba extraño, un olor que no conocía se sentía en el aire, sin imaginar que era, aunque se asustaría un poco al ver en la sala a un extraño, por suerte este se mantenía tranquilo, como si fuera una visita.

Buenas tardes joven – dijo Jousy con mucha educación.

Eres Jousy, o Joselyn, lo sé, ven acá, tu mamá está en su cuarto arreglando unas cosas, pero venía a verte, es importante – dijo con una voz serena que relajaba un poco.

La niña se acercaría lento, un poco asustada, pero el olor alrededor de aquel joven le haría quedar más tranquila, como si se perdiera en una clase de hipnosis que no podía resistir, por lo que se acomodaría casi enfrente de él, pero este le invitaría a quedar a lado, como si fuera una invitación para algo mas, y la chiquilla no pudo resistirse, quedando cerca de ese hombre que le despertaba una sensación desconocida.

Mm, lo veo, sin duda eres hija de Roy, dime ¿Qué sabes de tu padre? Es por eso que estoy aquí – dijo Jou con una calma inesperada.

Ah, mi papá es un hombre importante, y yo soy una hija ilegitima, por eso estoy aquí, ups, eso es algo que no debía decir – dijo apenada la niña mirando al joven con dudas.

Tranquila, esa es la respuesta correcta, porque hay cosas que debes saber, jejejejee – se reía con algo de malicia el joven mirando a la niña, pues al sentarse su falda se levantó un poco y se le veía un poco mejor sus pequeñas piernas, las cuales sobaría levemente.
La niña se le quedaría viendo, callada por la impresión, pues antes de que pudiera reaccionar el joven estaba sobre ella, sobando sus piernitas, tomándola del hombro para que no se pudiera alejar, lo cual le asustó un poco, aunque un olor en el aire le mantenía relajada.

Espere, joven ¿Qué está haciendo? Mm – decía Jousy mientras el chico no dejaba de sobar sus piernas, e iba subiendo levemente por estas.

Tranquila, te estoy seduciendo, no con palabras, sino con actos – dijo con una especie de astucia Jou mientras alcanzaba el coñito de la chiquilla, con unas caricias suaves.

Ella quería replicar, pero antes de decir cualquier cosa, el chico se acercaría a darle un beso en los labios, que callaría cualquier queja, sintiendo aparte como le introducía algo en sus labios que no pudo resistir, sintiendo que aparte era como un suero amargo pero delicioso, que le haría sentirse embriagada, al punto que permitiría todo lo que estaba por suceder, dejándole perderse en las manos de este como si fueran algo irresistible. No podría hacer nada, tampoco su madre llegaría, pues se hallaba en el cuarto, desnuda y atada, con juguetes en sus agujeros, que vibraban para hacerle sentir un placer absoluto, uno tan potente que ya llevaba 5 orgasmos, y las sabanas estaban empapadas de sus jugos sexuales, no podía pensar en nada que no fuera placer, así que no reaccionaria ante la llegada de su hijita, y una parte de ella quería verla empalada por aquel semental que la había sometido en la cama.

En la sala, antes que pudiera reaccionar, el joven ya estaba besando a la nena mientras penetraba con su dedo ese pequeño coñito, la chiquilla estaba gozándolo, disfrutando de aquella sensación de lujuria que le nublaba la mente, estaba tratando de jadear, pero no lo conseguía, la lengua de este llegaba al fondo, intentando mas, de hecho una mano le fue sacando todo el uniforme primero el vestido, luego la camisa, era furtivo, llegó a las bragas, no le interesaba sacarle las medias, de hecho le gustaba como se veía con estas. Así desnuda con solo sus calcetas, le fue comiendo el coñito de manera desesperada, intentado que llegara su lengua hasta el fondo, pero en cada lamida iba intentando alcanzar más dentro de Jousy, quien gemía de manera perdida, aunque algo asustada por el deseo, la nena miraba sorprendida a ese joven, quien jugando con sus nalguitas, le fue metiendo algo en el culito para asegurar sus planes, momento en que se alejó para desvestirse, lo cual le asustó un poco a ella, pero no tenía fuerza para escapar, solo miraría la tremenda verga que dejaba a la vista, con la cual iría a abrirle el coño de una vez.

Vez esto, voy a hacerte mi hembra con toda esta verga, hermanita, y lo vas a gozar, te voy a preñar – le advirtió mientras acercaba esa cosa tan grande como su brazo o más, y empezaba a apuntar a su coñito con la intensión de abrirlo, haciéndole sentir un escalofrió que le haría orinar mientras sentía una oleada de calor vicioso.