Secuestro Alien XXX 18
Todo se vuelve una locura sexual, un plan erótico sigue su curso, cuando Jou comienza a «preñar» a sus hermanitas….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
18
No podía creerlo el viejo abuelo, pero estaba seco, cansado, apenas podía respirar, era como si ese coño le robara la vida, convirtiéndole en una momia, logrando que se quedara tieso, agotado, pero aun consciente, para ver lo que jamás imaginó, realmente le sorprendía, y algunas de las palabras que escuchó antes, ganaban sentido, lo cual le hizo tener dudas, aunque aún mantenía rencor ante esa arpía que robó a su nieto, y el rostro de su media hermana. Ahora Jou no se había detenido en ningún momento, no solo llegó a cogerse a Cleo, dejándola en la silla escurriendo leche mientras la niña sonreía de manera viciosa, sonrojada, con las piernas abiertas, enseñando su coñito escurriendo, mientras su respiración dejaba ver sus tetillas crecer por instantes, pero no se detenía, miró a Lisa, Leila, Jousy, Naoko y a Josefina, todas parecían aguardar por algo, y lo entendía, todas estaban en celo, esperando por él, querían lo mismo que él deseaba.
Sin demora, Jou sabia de edades, tenía que seguir un programa, mismo que era comprendido por las mismas chicas, quienes se acercaban perdidas en el deseo, esperando que su semental las reclamara, sin importarle que alrededor todos estuvieran cogiendo como animales, perdieron la cordura, mientras una extraña vibración sonaba en la música, la luz parecía vibrar, estaban siendo controlados, pues aquello provocaba que todos movieran sus vergas de tal manera que buscaran los coños ajenos o las virilidades fueran lamidas con vicio. Sarai seguía descansando igual que Joanna, algo había pasado en esa faena sexual, gracias al enorme miembro de Jou, logró invadir su útero, llenándolo hasta escurrir, una cantidad anormal que inundo todo por dentro, pero eso había funcionado, sus cuerpos estaban alterados, seguramente quedarían preñadas, luego de eso se veía a Cleo también escurriendo, pero con una sonrisa perdida, disfrutando de su condición, mientras las demás esperaban algo cuando sucedería.
Esta putita me la tengo que anotar – dijo un idiota acercándose a la niña con una verga dura apuntando a su boca, esperando poder cogérsela, loco por la lujuria, pero metido en su idea de cogerse a la niña, quien no podría defenderse, aunque antes de eso sería impactado por una potente descarga eléctrica.
¿Qué hiciste? Estás loca – diría el viejo mirando a la mala copia de su hermana.
No queremos que ensucie el plan con su semilla mediocre, ella fue elegida, necesitamos que siga todo como lo planeamos, debemos probar las cuestiones genéticas con sumo cuidado, es parte del programa – dijo la mujer mientras sacaba, de quien sabe donde un arma eléctrica.
Justo en ese momento se notaba como Jou estaba embistiendo el pequeño útero de su hermana, dándole tan duro como podía, agitando su cuerpo, en especial sus pequeñas tetillas que se movían de manera viciosa, pero tan suave, que le hicieron sentir un calor impensable, así fue embistiendo a Lisa tomándola por la espalda, mientras la penetraba con una fuerza considerable, logrando que lo disfrutara, iba insertando su verga dentro con una lujuria absoluta, logrando que ella dijera:
Mm, si, hermanito, mm, como me gusta esto, eres mi único hombre, mm, dámelo todo, quiero tu leche dentro, mm, soy tu putita, mm – aseguraba la chiquilla con un gesto de perdición sexual.
Su cuerpo precioso se entregaba si reservas, cuando alguien más llegaría, estaba sentado y darle la espalda Lisa, pero con una actitud de gatita mimosa aparecía Leila comenzado a chuparle el coño con gula, logrando que esta se sintiera mas perdida, si llegaría a correrse, soltando sus jugos en los labios de su prima-hermana, quien los bebería con una especie de sed absoluta, desesperada por disfrutar de aquellas formas, pero no los tragaría, luego en un juego sexual, iría subiendo de manera viciosa, hasta llegar a sus labios, donde los compartiría, haciéndole probar su propia corrida en un beso incestuoso tan cargado de delirio erótico, mientras pellizcaba las tetillas jalándolas un poco, pero sacándole un suspiro entremezclado con el beso sexual. Estaban tan calientes, que Jou se correría dentro de aquel coñito, pero lejos de soltar a su hermanita, la mantuvo dentro, y Leila sin demora comenzó a lamer con vicio aquel miembro que perdía fuerza, diciendo entre lamidas.
Mm, que rico sabe, no sé donde me lo vas a meter – diría como una broma, porque sin dejar que Lisa quedara fuera, esta se acomodó para que no escapara.
Le chupo con ahincó el coño, haciendo un esfuerzo bucal por tragarse es cosa, pues era demasiado grande, estaba inundándole la garganta, pero le encantaba el sabor a lujuria que soltaba aunque en su momento, cuando la vio lista se acomodó, ofrecía el coño de manera ansiosa, junto a su “hermana”, dejándose penetrar para dejar en medio a la otra, empezando a sentir como las embestidas la hacían gozar, al mismo tiempo las tetillas de ambas estaban chocando de manera irresistible, y para mantener su control las cargaba a las 2, cogiéndolas de una manera vigorosa, logrando que ambas lo estuvieran disfrutando.
Mm, no puedo más, esto es demasiado – diría Lisa mientras se aferraba a los brazos de Jou.
Aguanta hermanita, tenemos que seguir con el plan, mm – dijo Leila acomodando sus piernas para capturarla con ellas, y la besaría en los labios.
Jou no diría nada, estaba cargando por las nalgas a su prima, la hija de Janet, eran como maquinas sexuales, perdidas en la lujuria del momento, pues pese al esfuerzo estaba follando al mismo tiempo sostenía a las 2, haciendo una demostración de virilidad que encendía la sangre, que solo remarcaba el buen amante en que se había convertido, haciendo gala de un vigor sexual tan impresionante, que estaba llamando la atención de todos los presentes, quienes seguían cogiendo de manera compulsiva.
Aunque la situación era demasiado intensa, a un lado una pareja de toda la vida disfrutaba, el penetraba ese coño con un poco de lujuria, pues con 30 años de vida juntos sus cuerpos no estaban al clímax, mientras que por otra parte un niño de apenas 12 intentaba satisfacer a un madura de 35, que ofrecía su cueva peluda que estaba escurriendo, mientras sus tetas estaban colgando por hallarse en posición de perrito, por otra parte en una silla un hombre de unos 29 años intentaba penetrar a una nena de 5, abriendo su culito, porque su coño era algo imposible, demasiado estrecho a pesar de las lamidas, aceite o demás intentos, estaba enrojecido, haciendo un esfuerzo ahora por entrar detrás. Era una tremenda orgia de al menos 100 personas, la sala comedor del crucero, eran como animales, todos pensando en solo coger, movido por un sonido que afectaba las terminaciones cerebrales, asegurando que cada pasajero fuera como animales en celo, intentando fornicar, mirándose varias corridas de un lado a otro, llenaban el ambiente al olor a leche de macho o mieles de hembra, todo propiciado por algo que realmente no era humano.
Prepárate Jousy, tú sigues – dijo Jou finalmente y en ese momento soltaría una nueva carga dentro de aquel delicado coñito, llenándolo hasta escurrir.
La niña se quedaría quieta, sonrojada, no esperaba ver aquello de primera cuenta, pero se sentía deseosa, un calor dentro de su cuerpo le invadía de manera viciosa, haciéndole sentir una necesidad de ser penetrada, lo sentía en su pequeño coño y cuando la vio el muchacho, con la verga entremezclada con los fluidos de otros, no pudieron evitarlo, Naoko y Josefina se lanzaron a chupar aquel miembro de manera golosa, usando sus pequeñas lenguas para darle fuerza o dureza. Para la chiquilla su hermano era su ideal, se veía grande, atlético, rudo, ya lo había sentido antes, su cuerpo respondía al suyo con ardor, deseándole dentro, se veía desesperada, sin embargo se quedaba quieta, dejándole a su macho que tomara el control total, se notaba en su mirada, dándole una especie de gusto inesperado que encendía su sangre.
Eres preciosa – apenas diría con un tono calmado Jou, logrando sonrojarla.
Soy toda tuya – dijo bastante cohibida la niña, tratando de mantener la compostura.
El chico al verla tan quieta la decidió desvestir sin pensarlo ni un instante, estaba que hervía por dentro, mirando a la cría con ganas de sentir esa carne sabrosa, que iba ganando un aspecto cada vez mas seductor, y entre caricias seductoras, en que palpaba coño, tetas, el ombligo y cada centímetro de su piel que podía, esta empezaba a suspirar dejando ver las ganas de sentir aquella verga partiéndole por dentro, se fue mordiendo el labio, mientras la acercaban para sentir mejor aquellas manos, y después su lengua. Con un beso cargado de deseo, el joven comenzó a seducir a la nena, quien empezaba a jugar bucalmente con su amante, haciéndole sentir un deseo irrefrenable, su cuerpo ardía, su conchita escurría por culpa del deseo, miraba como era convertida en un objeto de placer, cuando la alzó un poco, decidió dejarla sobre el filo de la mesa, le abrió las piernas y comenzó a chupar sus exquisitas piernas para llegar a su vulva, que casi sacio su sed, pero solo era de momento, aunque ella lo gozaría.
Mm, si, ábreme el coñito con tu lengua, me encanta – dijo Jousy con un aire seductor, casi como una pequeña ramera que se entregaba deseosa.
La cría estaba perdida en ese deseo carnal, disfrutando como esa lengua irrumpía hasta el fondo, dándole un gusto, como jamás esperó sentir, estaba tan deseosa de seguir gozando aquello, que no llegaba a gemir porque su respiración se aceleraba, pero con sus manos aferraba el rostro de Jou, para seguir con ese juego, en especial le encantaba verse entre los ojos de su amante, quien le sacó un fuerte gemido, que le haría saber que se corría. No habría problema, antes de poder continuar, este se acomodaría, apuntando su verga a ese coñito delicado, que parecía perfecto, y se la fue clavando con sumo cuidado, metiendo hasta el fondo mientras abría los pliegues con un movimiento lento, el cual estaba gozándolo, la chica estaba perdida en aquella sensación, se entregaba por completo, entregada en aquel placer tan delicioso, logrando empezar a gemir en un sonido tan estimulante, que propiciaba que Jou comenzara a embestirle.
¿Por qué no la rompe? Jejejeje – dijo casi burlona la copia de la hermana a medias.
Solo es una niña, pero – decía desconcertado el abuelo mirando como esa niña que apenas comenzaba a tratarlo bien se convertía en mujer frente a sus ojos.
No podía creerlo, pero una cría de apenas 10 años comenzaba a volverse mujer ante los ojos del viejo hombre, pues una enorme verga, casi como la de un animal, le abría sus carnes de manera solida, notándose como se estiraba aquel coñito, pero lejos de causar dolor, ella lo estaba gozando, disfrutando del placer sexual que debía ser para los adultos, solo que en ese momento la criatura, era sometida a esa clase de placeres. Antes que se dieran cuenta empezaba a gemir de manera rítmica, motivada por el deseo que su amante despertaba, notando como es que la niña se convertía en un objeto de lujuria, mientras se aferraba a los fuertes brazos de su semental, quien iba embistiendo con firmeza, sin detenerse, empujando hasta llegar al fondo de su ser, donde gozaba, sacándole mieles antes de volver a irrumpir, estaba tan perdido en su placer que no notaba nada, y es que aparte las niñas restantes esperaban su oportunidad.
Naoko se había puesto preciosa, nalgona, con bonitas piernas, sus tetillas apenas resaltaban en su ropa, y su cara era preciosa, de aspecto tan inocente, que resultaba tentadora, poseía ese tipo de labios que despertaban el deseo por verles con una verga metida hasta el fondo, haciendo un verdadero desastre en cada corrida, aparte que el viejo ya la escuchó antes gemir, cuando se tocaba ella misma por las noches, cuando creía que nadie la veía. Por otra parte Josefina igual poseía unas nalguitas deliciosas, tan carnosas que eran una tentación, aunque curiosamente su coñito estaba gordo, sobresalía en cualquier prenda, en especial los bañadores, que tomaban una forma tentadora, e igual sus tetillas apenas eran 2 puntas que sobresalían de manera inquietante, pues debido a su edad, ella no debería despertar aquella lujuria, pero lo conseguía, llamaba la atención de los hombres, quienes querían alcanzar su cuerpo con deseos carnales indebidos.
Ahh, me voy a correr – dijo Josy, escuchándose como si fuera alguna clase de señal para Naoko.
Antes que se diera cuenta, al mismo tiempo Jou se comenzaba a correr, empezando a moverse con más fuerza y velocidad, agitando el pequeño cuerpo de la nena caliente, quien gemía a todo pulmón, recibiendo la carga de su amante, con un gusto que nadie comprendería, y con una sonrisa que apenas podría creer, esta decía:
Jijijijijijii, me vas a preñar – decía mientras se retorcía, pero se tocaba el coñito para no dejar que la leche de macho dejara su cuerpo, aunque era tanta que escurría.
No puedo creerlo – dijo casi perdiendo la razón el viejo.
Pues Jou no había perdido mucha firmeza, seguía puesto para seguir con su faena sexual y eso le gustaba a Naoko, quien usaba un vestido que semejaba un uniforme escolar de marinerito, el cual fue sacándose, desabrochándose unos botones por la espalda, para que suavemente la tela cayera de manera seductora, ella sonreía como si fuera una broma, pero su amante solo se sentaba, sobándose la verga para recuperar un poco de firmeza, y dejaba ver su punta como si todo eso fuera parte del juego, uno que solo ellos comprendían. La nena se fue acercando, al estar cerca Jou jaló la prenda intima hacia el suelo, llegando a sacarla, para lanzarla lejos, no sin antes olfatear un poco, en especial la zona púbica, que tenía una manchita que era culpa de la excitación, pero no importaría, porque antes que pudiera hacer nada, ya estaba siendo penetrada con una sola embestida, pues la cargaría para acomodarla, su coñito pareció escurrir en cuanto sintió aquel miembro, pero en medio de todo, mientras se aferraba a las piernas, este empujó para abrir la vagina de un solo movimiento, irrumpiendo de manera potente.
Mm, si quería que me dieras duro, mm – decía Naoko mientras sus ojos se llenaban de lagrimas, pero se marcaba una sonrisa de placer total.
Eres una putita que le gusta ser violada – dijo con cierta frialdad Jou, mientras comenzaba a embestir de manera furiosa, con menos cuidado que con otras, empezando a agitarla imponiendo un ritmo furioso, dominando todo su cuerpo, con tanta potencia que le sacaba gemidos que se confundían con gritos de placer sexual.
Mm, sí, quiero esto, mm, dame con todo, mm, rómpeme el coño, soy tu putita, mm, tu juguete, mm, tu esclava, mm, dámelo todo, mm, préñame, ah – decía con una voz que no podía ser cierta, mas parecía alguna clase de broma que no podía ser verdad, pero lo era, el abuelo miraba como su nieta era reducida a un objeto sexual, pero eso lejos de enojarle, empezaba a calentar su sangre.
La nena comenzaba a moverse por iniciativa propia, haciéndole gozar de tal manera que la pobre chiquilla estaba escurriendo como si fuera una cualquiera, incluso parecía que se estaba orinando, haciendo una escena bastante caliente, sus nalguitas se movían a un ritmo precioso, notándose tan redondas que daban la tentación de morderlas o mejor, meter algo por el ano, pero no sucedería, estaba algo por suceder, más allá de lo que la copia femenina esperaba. En un momento inesperado, alguien ayudaría al viejo, noqueando a la extraña mujerzuela, instantes antes de hacer lo mismo con Jou, quien ni se daría cuenta de la cercanía de su padre, hasta que este lo viera, y pensando en lo ocurrido, no se le ocurrió una mejor idea, que dejarlo inconsciente, pues todo el lugar era una verdadera locura, apenas podía tolerar semejante ambiente promiscuo, aunque antes de parar vería a su niña, Naoko agitarse.
No, yo sigo – dijo la chiquilla de rasgos orientales, moviendo sus caderas para activar aquella reacción, se movería de manera viciosa, agitando sus caderas aunque su madre quería sacarla, pero antes de lograrlo, ella conseguiría el orgasmo compartido, el cual agitaría su cuerpo y le haría tener un orgasmo candente, antes de relajar todo su útero, solo así serian capaces de quitarla.
La nena estaría satisfecha, pero Roy no podría creerlo, todo había sido una locura, o quizás una trampa, el bote seria encontrado por la guardia marítima, había estado navegando sin rumbo, se encontraría al capitán en la sala de maquinas, con su esposa y amante, quienes como un par de golfas habían montado una escena digna de una película XXX, en especial cuando vieran que una era pelirroja de cuerpo atlético, con pecas en la espalda, pero la otra fuera una morena de cuerpo voluptuoso, y ambas habrían exprimido a su pareja hasta dejarle seco, si el lugar tenía un olor a sexo rancio que calaba. Por suerte habían podido dar la señal de alerta, e igual acabaron desconectando la música, aparte que la desaparición del barco no fue tomada a menos, por lo que atraería a las autoridades federales, quienes llegaron en pocos minutos, haciendo todo un despliegue de fuerzas, lo cual llamaría la atención de muchos medios, aunque como de costumbre los oficiales poco ayudarían para mantener una especie de privacidad.
Fuera de las vistas de los metiches, la familia regresó a su hogar, y solo se dijo que un grupo de criminales secuestró el bote, usando drogas los obligaron a hacer cosas extremas, pero que no serían presentadas al público para evitar daños morales, lo cual no fue alentador, sin embargo atrajo muchas miradas. Por su parte el agente H, apenas podría creerlo, pero realmente pudo tomar en vista que capturaron a una de las responsables, una mujer que realmente se parecía a quien fuera la media hermana del viejo, quien terminaría en el hospital, estaba demasiado cansado, su cuerpo fue llevado al extremo, lo cual le fastidiaba, hace años eso no habría sido nada, pero ahora estaba al límite, al punto de haber terminado en un infarto.
Entonces mi papá no va perecer – dijo Roy un poco inquieto, en la sala de su casa.
Descuide, se repondrá, pero estuvo a punto de colapsar – aseguró el médico que hizo visita a domicilio para evitar rumores.
Eso es bueno, doctor – diría con desespero el hombre.
Pero ya que están aquí, querríamos hacer unos estudios – añadió el especialista de la salud.
Claro que no, ya sé lo que quieren y NO – dijo con voz tajante el padre de familia.
Mire, sé que no estamos en buenos términos pero – estaba diciendo el doctor.
No, quiere que les hagan estudios a las niñas, por su condición, la cual es rara, lo admito, pero no las vuelvo a dejar con ustedes, hasta las enfermeras estuvieron a punto de violarlas la última vez que se quedaron, y solo porque firmé un contrato de silencio, de lo contrario les habría demandado, aunque eso no evita que retire todos mis fondos o los de mis socios – diría con rabia contenida el hombre, pues poco le faltaba para golpearle.
Mm, se que cometimos un error, pero es que era parte de todo, parece que sus niñas tienen alguna clase de feromona sexual que las hace más atractivas que otras, atraen las miras de la mayoría, lo que las hace, realmente irresistibles, pero tenga paciencia, esto es por el bien de ellas, no deben seguir como están – aseguró el doctor algo apenado y ansioso.
No se preocupe, los cuerpos de medicina federal se harán cargo de ello, si incluso por fin recuperé a mi primogénito, quien no se encuentra bien – sentencio un poco molesto el hombre.
Rápidamente el doctor querría hablar del caso, pero en ese momento llegaría el agente H, quien irrumpía con algunos cuerpos médicos, quienes impondrían en ese hospital, tomaban control de una sala para hacer lo que quisieran, logrando imponer su autoridad, a pesar que los demás no se quedaran contentos, mas no podían hacer nada ante la situación. Así pasarían varios días, en la que los medios estuvieron en un circo mediático, por desgracia a un mocoso con fetiches de voyerista se le ocurriría compartir el video que tomó, lo que le acarrearía varios problemas, ya que pocos querrían que se descubriera la verdad, aunque los medios, al menos los mas morbosos, estarían enloquecidos con las imágenes presentadas en horario nocturno. El problema tomaría varios días, pero en medio de eso sucedería algo mas, llegaba una figura a la residencia, para dar un mensaje importante, se trataba del agente H, quien no se veía contento, quizás incomodo, pero de alguna manera se hallaba satisfecho, empezando a decir algo que pocos comprenderían, en especial cuando viera a Roy, quien seguía con sus 3 mujeres, aunque diría.
En serio, siguen los 3, pensé que ahora que todo terminó acabarían con ese juego morboso – dijo el oficial federal con una ligera envidia.
Ya quedamos marcados – dijo Janet un poco inquieta.
Bueno, eso es comprensible, pero tengo noticias que darles – aseguró el agente.
Es sobre Helga y Jessy – preguntó Carolina un tanto inquieta.
Ya encontraron al resto de implicadas – casi gruño Roy desesperado.
Algo de todo eso y mucho mas, pero antes, quería comprobar algunas cosas – dijo con un tono algo inquieto, pensando un poco lo que haría.
Ahí mismo se hallaba Martina, trabajando como sirvienta, incluso traía puesta la ropa que le hacía ver tremendamente erótica, el vestido de criada con delantal, todo ajustado a su deliciosa figura que resaltaba, además que usaba un liguero fácilmente visible, lo cual encendía la sangre de cualquiera al verle caminar. Aquello era bastante tentador para el agente, quien la vería con ganas de violarla, pues casi parecía estar rogando por una buena verga metida entre sus piernas destrozando su vulva con fuertes embestidas, pero de alguna manera el oficial se contuvo, para preguntarle de manera profesional.
Señorita, usted fue víctima de lo que paso hace 5 años, de las “mujeres” esas – preguntaba el oficial con un tono sereno, mientras la hacía pasar.
Era difícil tratarla, pues al caminar la falda parecía hacerse más corta, dejando ver esos muslos carnosos, además que las tetas se movían de manera lujuriosa, dejando a la vista su entrepierna apenas cubierta por una fina tela casi transparente que moldeaba a la perfección la forma de su preciosa vulva, que incluso parecía un poco húmeda, se notaba por el olor irresistible, pero contrario a todo se sentaría cerca de su amante, como si fuera una posesión.
Recuerde que esas mujeres no son cualquier cosa, tenían cualidades que yo no comprendo – dijo con cierto desespero Martina antes de sentarse, y cruzar la pierna, exhibiendo parte de sus muslos que se notaban ardientes, casi como si fueran una tentación.
Lo sé, pero es algo que necesitaba indagar antes señorita – aseguró con calma el hombre mirándola con sumo cuidado.
Espero que recuerde que yo no soy una criminal – agregó con algo de miedo en su voz la criada.
Lo sabemos, esas tipas, no sabemos cómo, pero tienen habilidades de control mental, usted es víctima, por ello necesitamos saber que ocurre, para saber cómo actuar – agregó el oficial federal dándole razón a la mujer permitiéndole calmarse y hablar.
Mire, tampoco creo que el culpable sea Jou, pues a él lo agarraron y le hicieron cosas antes que a mí, pero fue él quien me llevó con ellas, me violó de tal manera que, mm, puedo sentirlo – antes de poder continuar un recuerdo despertó dentro de Martina, sintiendo un calor invadir su cerebro, y explotar a cada parte de su cuerpo, haciendo que se sonrojara levemente.
Desde la distancia se escucharía aquel gemido sordo, llamando la atención de varios sirvientes que sabían, esa mujer que metieron a la casa, una golfa cualquiera, que era favorecida por sus exuberantes curvas, estaba gozando del trato especial, pero en medio de todo aquello llamaría la atención de los niños: Osvaldo, Damian, Fernando y Pedro; quienes poco intervenían en todo, pero eran testigos de cada cosa que sucedía, siendo los más enterados de las faenas sexuales, pues aquellos fisgones se movían sin que nadie los notara, viendo como sus padres coger como animales, incluso sonaban como ellos.
Adelante, continúe con su explicación – solicito el agente federal.
Lo siento, pero debe comprender, no estuve en mis 5 sentidos, usaron mi cuerpo a entero gusto – señaló la mujer, justo en el instante en que un poco de sudor recorrió su cuello, haciendo que su figura ganara mas sensualidad, pues sus formas eran demasiado seductoras, deseables para cualquiera que las viera, provocando que incluso el oficial quisiera lamer hasta llegar a los redondos pechos que se asomaban como si fuera a romper la tela del escote.
Fui llevada, después de ser violada, aunque ya el joven amo, Jou, no era quien parecía antes, un chico desesperado por sexo, casi me dio lastima la primera vez que lo vi, o que lo tuve en la cama, pensé que era solo un pobre crio que no tenia opción, aun le faltaban años para poder satisfacer a una mujer como yo, al contrario recordaba a mi hermano, quien fue quien me desvirgó, mm, aun recuerdo como prácticamente me violó, yo apenas tenía 15 años, era una cría ingenua, el me llevó consigo, estábamos en el bosque, esperando hallar algunos hongos, pero lejos de eso, me agarró y me amarró para ponerme el culo libre, luego me la ensarto, no fue gentil, me hizo llorar, luego me diría entre sus embestidas que era su putita, que me iba a entrenar para tal cosa, así empezó todo, y yo fui aprendiendo, incluso empecé a disfrutar ser sometida por este – dijo un tanto inquieta, pero sin controlarse, empezando a sujetar su cuerpo la Martina.
Sin duda usted es una mujer vulgar – dijo carente de empatía el Agente.
Oiga, respeto, que será muchas cosas pero ella es mía – dijo Roy un poco ofendido.
Perdón, no quería que sonara como insulto, es solo la verdad, y de cierta forma es para ser envidiado – sentenció un poco inquieto el oficial.
Descuida Roy, es solo que no puedo controlarme, tanto tiempo siendo violada por mi hermano me hicieron dependiente a él, pero cuando se fue, yo me quede mal, deseando que alguien me hiciera suya, solo que mi papá era demasiado celoso conmigo, así que tenía que escaparme al rio para poder gozar un poco, jugando con mis dedos, así fui descubierta por Jou, y pasó lo que debía, solo que en su momento, este me llevaría al camión plateado, donde todo fue extraño, esas mujeres eran más fuertes de lo que pensé, me ataron a una cama, y comenzaron a hacerme cosas, antes que me diera cuenta todo fue tan delicioso, que mi mente se nubló en sensaciones que solo con tu verga puedo revivir, haces ver a mi hermano como un puto maricon, mientras que tu eres todo lo que adoro, mm – decía la mujer con un tono cargado de erotismo que erizaba la piel.
Mm, preciosa, luego le tengo que dar las gracias a Jou por traerte a mi vida – dijo con un tono más afectuoso, pero no bien aceptado.
Señor, se que adora mucho a sus hembras, pero no vengo por eso, dígame señorita ¿Qué le hicieron? Luego de atarla a la mesa, necesitamos saberlo – insistió el agente H.
La verdad fue como tener sexo con todos los hombres que conocía, incluso desde toda clase de edades, por segundos me vi en la cuna, siendo penetrada por mi padre, quien rosaba con fuerza su verga en mi coño, usando su baba para irme penetrando, aunque eso sería complicado, pues ¿Cómo me la iba a meter? Estaba tan chiquita, pero se esmeraba tanto que se perdía, incluso me metía su lengua en la boca como si fuera a reaccionar como una amante o me chupaba las tetillas, también veía como un hermano de tantos se bañaba conmigo, pero me ponía los dedos ahí adentro como si fuera un juego, también me pellizcaba las tetillas, jalándomelas porque de esa forma se me harían más grandes, yo solo tendría como 4 años, y cuando fueron 5 otro comenzó a sobarme las nalgas cuando estábamos en el estanque, divirtiéndonos – decía un tanto caliente Martina, notándose como su respiración se aceleraba.
Uf, entonces le sometieron a una especie de lavado cerebral, con imágenes sexuales, entiendo – dijo el agente H, aunque de reojo vería a la sensual criada, cuyo cuerpo casi parecía exigir sexo, pues con sus 24 años, era una hembra deliciosa.
Ahora debo decir que no se si eso fue real o son recuerdos reprimidos, no soy tan tonta como creen, pero lo que sí puedo decir es que estaba muy perdida en las imágenes, y es que aparte, mi hermano mayor siempre fue celoso y posesivo conmigo, cuando pequeña, con apenas 7 años, que mi culito ya tomaba forma redonda, en el lago empezó a tallarme su verga como si fingiera estarme cogiendo, fueron mis primeros contactos sexuales, me hizo quejarme por lo torpe, aunque por dentro me gustaba, y por ello seguir haciendo eso, quería seguir cogiendo con gusto, eso era delicioso, disfrutar de cómo me picaba ahí con su puntita, en mi culito, haciendo un esfuerzo, pero también me agarraba de la conchita, apretándomela tanto que era doloroso, aunque también tan agradable, eso se fue repitiendo en cada oportunidad que tuvo, era un gusto, así fui entendiendo que no podía hacerlo siempre, solo me agarraba cuando no había nadie con nosotros 2 – confesaba Martina algo caliente.
Mm, siga señorita – pidió el agente al notar que la mujer dejaba de hablar por su lujuria.
Perdón, pero debe entender, yo no pedí nada de eso, solo me ocurrió, estaba siendo tratada por mi hermano, quien luego comenzó a espiarme, cuando tenía 10, estaba mirándome cuando me bañaba, me comenzó a besar en la boca, mientras me sobaba la conchita o las nalgas, estaba más puesto a meterme la verga cuando pudiera, pero papá era celoso, creo que se iba dando cuenta que las cosas no eran así, como pensaba, aunque pronto otro de mis hermanos metió la pata, lo encontraron tallándose la verga con mis calzones, también recordé cuando me la metieron por primera vez, cada momento en que fui cogida, era un deleite doloroso, lo reviví en esa mesa extraña, mi cuerpo igual volvió a sentir, mientras me iban metiendo ordenes – señalaba Martina que empezaba a sudar caliente.
Está bien, señorita – cuestionó por respeto el Agente H.
Sí, pero no solo eso, también parecía que las fantasías de mis otros hermanos fueron tomadas de sus cabeza de chorlito, esas donde me violaban contra la roca cerca del rio, o detrás de la casita de nuestros padres, o con diferentes ropas, me enterraban sus vergas, ensartándome incluso en una fantasía donde todos estaban encima mío, penetrando cada uno de mi huecos, llenándome de leche de macho, hasta que quedara embarrada, pero eso pasaba en mi mente, porque mi cuerpo tenia encima tubos, que ayudaban todo lo que me hacían, pronto perdí la cordura, y en medio de aquello mi vientre se hinchó aceleraron mi embarazo, no puedo creerlo, en un día usted jefe, hizo lo que nadie de mi casa pudo, por eso me regresaron, además que nació Pedro, y ellos querían una niña nueva , es parte de su plan, tiene que ver con preñar, eso de tener incesto, es la clave – dijo Martina inquieta.
Perfecto, un plan ¿Cuál es? Señorita – insistió el agente H.
Lo siento pero no lo sé, pero tiene que ver con que preñe Jou a todas sus hermanas, esa es la clave de todo, quieren eso, luego lo robaran, deben estar pendientes, no sé como las puedan detener, ellas no son normales – dijo un tanto inquieta la mujer.


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