Secuestro Alien XXX 9
La Aventura Sexual llega a su Climax cuando Roy se da cuenta de lo sucedido, una demencia erótica esta desatada….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
9
Tras una larga noche de pasión total, un delirio de sexo duro, despertaba Roy apestando, mirando todo a su alrededor como si hubiera bebido mucho, le dolía la cabeza de manera espantosa, no sabía cómo es que había aguantado tanto, pero se sentía cansado, con su espalda acalambrada, aunque se hallaba tan contento, miraba como el coño de su esposa escurría su leche, igual que el de su prima, sintiéndose tal cual un semental, sabiendo que si tenía suerte, esta ultima quedaría preñada, como siempre quiso hacerlo, sentir que había triunfado, logrando que ella se volviera su propiedad para el resto de su vida, lo cual estaba esperando desde hace años. Recordaba como conoció a Carolina, siguiendo a su querida Janet, ambas iban vestidas como unas colegialas muy sexys en un evento de modas, nada que le importara tanto, pero en medio del ajetreo, la deseo con tanto morbo, quería romperle el coño, en especial cuando en un descuido notó que ella usaba una tanga de lencería tan sensual que no pudo contenerse, la forma en que esa prenda se amoldaba al cuerpo, dejando ver un vulva carnosa y abultada mientras el culo tragaba parte de la tela de manera sensual, era tan candente, se jaló la verga en un momento dentro del baño, deseando poder ser él quien le sacara esa prenda para cogerla como la guarra que era.
Sin embargo ese evento acabaría mal, no solo no podría acercarse a Carolina quien fue ajena a sus acercamientos, sino que también fue cuando un viejo vicioso logró lo que tanto deseaba, desvirgar a Janet, llegando a dejarla preñada, lo cual le enfureció a tal extremo, que pidió a su padre que se deshiciera de él, pues diciendo: “si no respeta una inversión ahora, que hará después”; palabras que ganaron fuerza en el viejo, tomándolo en cuenta para sacarse al socio de en medio, dejándole todo lo que tenía al mismo Roy, quien haría buen uso, aunque se hallaba tan molesto por perder en su momento cada oportunidad con su prima, viéndola con otros hombres y siendo peor, pues otras tantas mujeres, entre ellas Carolina, le serian imposible de poseer por un tiempo, teniendo que calmarse usando a las putas que pudiera. Aunque eso había acabado, ahora tenía a ambas hembras, las que más habría deseado poseer sometidas a su verga, a pesar que no lo dijera, o hiciera cosas cuestionables, ahora le pertenecían por completo, con tanto sexo, penetraciones profundas en un juego sexual intenso, debían habérsele fundido el cerebro, y se habrían vuelto dependientes de él, de su carne entre las piernas, lo cual le encantaba saberlo, las miraba con una mezcla de orgullo y deseo, cuando decidió dejar la cama, para ir por algo de comer, sabía que debía comunicarse con su padre, hacer varios arreglos, también necesitaba pasar tiempo con sus hijos, de lo contrario se vería como un mal papá frente al suyo, como fuera el caso, estaba muy tranquilo pensando en sus siguientes acciones cuando saldría, todo estaba tan iluminado que le daba gusto, era como si viviera un sueño hecho realidad.
Se quedaba pensando en sus hijos, Osvaldo era muy listo para su edad, siempre actuando de manera correcta, pues era algo estricto, o así lo veía él, sabía que por dentro era un mocoso mimado por su madre, que le encantaba salirse con la suya, debía enseñarlo para que no fuera patético, aparte que ahora podría contar a Damian como su hijastro, si bien que ahora poseía a su madre, no le importaba, ya cuidaba a todos las crías de su esposa, y solo le dolía ver a Jou, ese crio tonto que quizás pudo haber sido demasiado duro con él, pues al pensarlo un poco, era su primera victoria, y fue con una sirvienta demasiado deseable, la más joven y sensual que tenían en ese entonces, quienes muchos la deseaban, incluso su propio padre. Eso pensaba de sus hijos, cuando recordó a las niñas, todas eran preciosas, de carnes tersas, que resultaban irresistibles pese a su edad, pues Helga era muy parecida a su ex, seguro tendría unos pechos enormes, un cuerpo cuidado, gran culo, de seguro si la criaba bien podría entrar al modelaje, con su carita de princesa no sería difícil que muchos se dieran pajas mentales viéndola usando lindos vestidos, pasaba lo mismo con Jessy, quienes sin ser hermanas de sangre se podían ver como tal, siendo tan preciosas, era evidente que pronto se pondrían demasiado ricas para alejar a los idiotas, así se daba cuenta como incluso los maestros se les antojaba probar algo de esa carne suave y “virgen”, también vería a Joanna y Sarai, la primera era una niña demasiado llorona, siempre hacia un drama de todo, quizás era necesario meterla a hacer algo, con suerte podría quedar de actriz, aparte que igual era preciosa, si bien le quedó, estaba tan linda, que pocos se quedaban sin verla al pasear, y su hijastra, era la más sexy, a pesar de su edad, el mismo pensó en darle verga en su momento, quería romperle ese coñito delicioso, con su piel como chocolate, sería un placer probarlo si se diera el caso, aparte que tenía una forma bastante seductora pese a su edad, sabía perfectamente que varios trabajadores querían romperle el coñito, era de esas niñas nacidas para el sexo.
Estaba pensando en eso mientras caminaba por aquel lugar, sintiéndose un tanto perdido, por momentos su cerebro parecía desconectarse, como si un delirio le nublara todo pensamiento, pero se recomponía, pensando en Martina, no le había hecho caso en varios días, aunque eso era aceptable, estaba para someter a su esposa, y evitar problemas, lo había logrado, pero quizás ya era tiempo de buscarla para terminar de cogérsela como era necesario, incluso pensaba en llevarla con él, como una sirvienta, aunque de verla preñada, se llevaría a la cría, con su suerte seria una niña, pero no lo negaría, ese cuerpo delicioso era irresistible. Por segundos recordó cuando la cogió, su figura era tan seductora, le hizo babear, pechos grandes, cadera estrecha, irrumpir en su interior, carajo, era tan estrecha que no podría resistirse, ella se quejó un poco, seguro su hijo no pudo gozarla como una hembra así debería, sus ojos se abrieron completamente desde que lo hizo, sintiendo un calor que casi le quema, tan cargada de electricidad que casi explota al embestirla, en especial cuando al saborear esas tetas, creyó saberlas a chocolate, y sus gemidos mientras la iba penetrados resonaron en sus oídos haciéndole sentir un poco de placer sensual que le llegaba a la sangre que inundaría su verga en una calentura.
Seguiría pensando en sus hijastras o se regresaría a coger a sus hembras, pero él se quería creer un buen padre, al menos con ellas, Lisa era una buena niña, aparte que le recordaba mucho a esa mujer, le tuvo unas ganas terribles, por eso casi la forzó a cogerla pero lo logró, hacerle de todo hasta que escurriera semen, recordaba con gusto como la fue cogiendo, metiéndole la verga hasta el fondo, agitando sus carnes en cada embestida, y seguramente pasaría algo con la niña, si ella era ajena a todo por estar con su celular, pero no faltaban idiotas que le vieran fijamente, siendo igual con la pequeña Leila, que seguramente comenzará a llamarle papi, jajaja, se reía ante eso Roy. Con la niña de su prima tendría problemas, pues le recordaba demasiado a su madre de niña, en especial cuando usaba su uniforme de colegio, se notaba tan linda, aunque ella no usaba el cabella tan corto, Janet siempre lo tenía muy largo, pero eso no le quitaba lo que tanto le gustaba, pues tenía tentación por cogérsela cuando fuera más grandecita, idea que le estaba embriagando.
Solo quedaban en su mente Naoko, su ultimo desliz, si bien que quería cogerse desde chico a una oriental, y no conoció a ninguna que le abriera las piernas hasta hace poco, siendo algo agridulce, no le terminó de agradar, le disgustaba ver a una tipa tan sumisa, le quitaba la emoción a poder coger como a él tanto le gustaba, sentir como se apoderaba de ese cuerpo, no era entretenido, y cuando se quedó con la niña, fue detestable. Ella solo bajó la cabeza vencida, lo odio, quería un poco mas de drama, el cual tuvo con su esposa cuando le sacó a Josefina, quien era hija de cierto socio, al cual se deshizo en su momento, lo mandó de promoción a otro lado, ahora debería tener nieve hasta en la garganta, vendiéndole helado a los osos polares, pero eso le serviría de lección, en especial cuando no le quedara de otra, se encargó de meterlo en problemas burocráticos, quedando exiliado de la central de su empresa, Roy no era estúpido para creerse la mentira de su esposa, y sabia que Josefina era muy parecida a una hija aparte que tenía ese infeliz, la vio en una de esas fiestas, podría tener unos 13 años, seguro se pondría preciosa, si su hijo le dedicó unas miradas, Jou, como si le gustara, y solo por la edad es que no la penetró.
Estaba muy perdido en sus pensamientos, cuando se fijo en el alrededor, la comida se estaba sintiendo rara, no podía creerlo, era como si estuviera congelada, pero no por frio, como si se volviera plástico, iba a calentar algo, de lo que los sirvientes le dejaron antes, ya ni se acordaba de esos nombres, si acaso de Martina, realmente quería volverla a coger, siendo una joven puta, le gustaba la forma en que se entregaba, como gemía de manera melodiosa, mm, sentía unas ganas terribles de romperle el coño, pero tendría que esperar, antes debía asegurar las golfas que tenía en su cama. Se sentía algo extraño Roy, como si las cosas no estuvieran bien, algo no le terminaba de gustar, era extraño, miraba alrededor desconcertado, quería calmarse, como si todo estuviera en su cabeza, y por segundos se quedó tranquilo, hasta que sonó el teléfono de la residencia, lo cual le asustó, pero después se fue a contestar, aun con un emparedado que le sabia a plástico.
(R: Roy / P: para el padre de este)
R: si, ¿Quién habla?
P: ¿Cómo quien habla? Hasta que contestas, dime que al menos traes puestos los pantalones, grandísimo idiota.
R: papá, tranquilo, estoy arreglando las cosas con Carolina, me está ayudando Janet.
P: ah, con razón no la encontraba, aunque eran sus vacaciones.
R: si todo tranquilo, no habrá escándalos, ok.
P: a quien quieres engañar, solo estas de puto, finalmente se te hizo con ella, la sobrina de tu madre, maldito, conociéndote ya la dejaste preñada, las emborrachaste para cogerte a ambas, si no creas que no me daba cuenta como la veías desde chico, por eso hiciste a Jou, mm.
R: si ya me conoces, de que te sorprendes.
P: cállate, al menos arregla un poco las cosas con tu hijo, siempre lo menosprecias.
R: como tú lo haces conmigo.
P: idiota, yo nunca te menosprecie, solo te probaba para que fueras mejor, siempre estuve orgulloso, solo no te daba muchas alas para tenerte en la tierra, o porque crees que tienes a todos tus hijos juntos, en los juicios te pudieron haber destrozado, y yo estaba encantado viéndote con cada tipa cogiendo como semental, a mi me quitaron muchos de tus hermanos, por eso te cuidé, te apoyé en silencio, incluso te quedaste con tu “Carolina”.
R: en serio, papá, eso yo no lo sabía, ah…
P: claro que no, tienes buen ojo para los negocios, eres como un cazador, pero nunca te fijas en tus aliados, ahora no conviertas a tu hijo en enemigo, lo pesaras si algo le ocurre, recuerda que nos pasó con tu hermano mayor, Roberto, fue muy difícil decirle “adiós”.
R: cierto…
P: supongo que no te dijo, Jou, que te necesito de vuelta antes, pero estoy seguro que estabas cogiendo como un animal, ya veré como arreglamos, juntos, lo de Janet, espero que sepas comportarte, pero ahora regresa, un negocio de “billones” esta esperándote…
Después de eso solo cambiaron algunos detalles, Roy no estaba del todo contento, pero un calor en su verga empezaba a regresarle ese deseo de seguir adelante, pues casi podría ver que muchas cosas saldrían como él quería, un gusto malicioso se formaba en su cara, pues no podía dejar de pensar que Janet quizás acabaría en su cama como una clase de segunda esposa, lo cual le encantaba, quizás Leila y Damián lo llamarían Papi, lo cual le dio tanta gracia, sentía su pantalón hacerse más pequeño, aunque era porque se estaba calentando, haciéndole querer buscar a sus hembras para darles más leche de macho. Estaba en ello cuando colgó y notaria que todo estaba iluminado, aunque no era normal, poco le había importado, estaba adormilado, cansado, necesitaba comer, su cerebro no le funcionaba bien, aunque con la charla de su padre y un poco de comida, a pesar que supiera a plástico, su mente reaccionaba, notando algo que no pudo creer, los niños más pequeños estaban ahí perdidos viendo la televisión como un par de zombis, y al fijarse mejor en ellos tenían unas largas ojeras, aparte que se hallaban desnudos, con sus vergas inmaduras de fuera, que apenas eran como pequeños dedos apuntando al cielo.
Niños ¿Qué hacen? – dijo el hombre alarmado mirándolos.
Papá – dijeron los 2 al unísono.
Eso le dio un ligero gusto, pues Osvaldo por lo general era muy peleonero, pero que lo dijera Damian, le daba un ligero gusto por lo que apuntaba, aún así la situación era anormal, no le terminaba de agradar, estaba inquieto viendo todo aquello, por lo cual se quedó mirando.
Váyanse a vestir, tenemos que devolvernos, en serio que paso con ustedes – dijo con alarma Roy mientras miraba la escena, notando algo que no prestó atención.
Enfrente de sus ojos se veía una escena bastante excitante, un hombre cogía con 2 mujeres, terminaba de correrse dentro de una, cacheteando ese culo blanco, mientras dejaba sus dedos rojos marcados, dándole un gusto salvaje que seguían firme, sacaba su verga, una buena herramienta dejando ver como escurrían sus jugos, la mujer estaba gozándolo, suspirando tan perdida en el deseo, apenas jadeando, tras disfrutar de aquel placer, mientras desfallecía, quizás tuvo un orgasmo múltiple, y quedaba en silencio sobra la cama, respirando agotada, solo para que la otra tomara su lugar. Esta prácticamente ofrecía el coño, mismo que estaba escurriendo una mezcla de leche de macho con mieles femeninas, pero se notaba perdida, deseosa de seguir cogiendo, ofreciéndose de manera tan sexual, su cara descompuesta por el placer, que no se resistió en ensartarla de una sola estocada que la haría chillar de gusto. La golfa sería cogida con una fuerza brutal, agitando sus redondas tetas con cada embestida, haciéndola pedir más de aquel amante, mientras la segunda, se quedaba quieta, restregando su cuerpo contra las sabanas, y las tetas se movían de manera casi hipnótica, lo que hizo al amante ir a chuparlas, saborearlas de manera viciosa, jugando con ellas, buscando ahogarse en ese sabor tan delirante, que le hizo sentir un placer compartido, mientras esas carnes no dejaban de sobarse por todo ese cuerpo, generándole un calor imposible de resistir.
Niños son demasiado pequeños para, eso, apenas se les para, pero no tienen leche – señaló un tanto inquieto Roy mirando aquello con gusto.
Que los niños mostraran ese interés no le molestaba al hombre, de cierta forma se sentía orgulloso, si bien que él desde niño sintió ese interés por las hembras, un calor surgido por querer tener a su disposición los cuerpos de las mujeres, sin embargo sabía que no era del todo correcto, por lo que pretendía “corregirlos”, cuando sucedería.
¿Qué she sente? Es tan buno – dijo Damian con dudas.
Así se hacen los bebes, cierto – añadió Osvaldo sonrojado.
Te llamo papi, tito – volvió a decir Damian.
Solo lo hacen los que tienen leche – ahora cuestionaba Osvaldo.
Esperen un momento, bueno, si se siente muy bien, es como volverte un rey, por eso los hombres nos cogemos a las mujeres, y son pequeños, pero si así se hacer los bebes, porque nos sale leche, que es cuando maduramos, pero no del todo, solo miren a su hermano Jou, que no da, espera, ¿papá? A que te refieres – preguntó un poco confundido Roy cuando volteo a ver la pantalla.
Roy jamás lo esperó, sin embargo los niños no estaban viendo una película de adultos, por el contrario, era una grabación de lo que estuvo haciendo él con Carolina y Janet, incluso en medio de eso le estaría diciendo: ahora eres mía, y ella respondía, si cariño te pertenezco; palabras antes de que se fundiera en un beso con su prima como reclamándola, haciéndola suya, de tal manera que daba gusto, como si fuera una de las mejores escenas de lujuria vistas. Pero Roy no estaba contento, ¿Cómo los habían grabado? Ese preguntaba algo molesto mientras miraba a todas partes, pero no dudó en creer que era culpa de Jou, y quería golpearlo, aunque en eso resonaban las palabras de su padre, lo había convertido en su enemigo, aunque seguía siendo un crio de 14 años, por lo que preguntaría:
¿Dónde está su hermano? Ah – dijo con voz molesta mirando a todas partes.
Hace un momento estaba aquí, nos enseño algo, como coger con niñas pequeñas, la tiene muy grande, pero logró metérsela, le metió la lengua en la boca a Naoko, ella se dejó, cerró los ojos, se puso roja de todo eso, luego mientras la desnudaba, la acomodó, le abrió las piernas, para empezar a metérsela, ella pujo un poco, se quejó, pero no se escapó, solo quería que no fuera tan rápido, el hizo caso moviéndose con lentitud, aun así se lo fue abriendo, metiéndole la verga hasta el fondo o cuanto pudo, porque solo le puso la punta antes de que sangrara – dijo Osvaldo inquieto como si perdiera sentimientos.
Dele ¿vedad? Papi – añadió Damian infantil.
Jou se empezó a coger frente a nosotros a Naoko, nos dejó ver como se la iba metiendo, su conchita se abrió mientras la sujetaba de las tetillas, ella se aferraba para que se la pudiera meter mejor, gemía, cerraba sus ojos, nosotros vimos todo, mientras ella parecía disfrutarlo, se le notaba, hacia lo necesario para quedarse fija, aunque eso lo lograba mi hermano, mientras le decía que ahora ella le pertenecía, la hizo suspirar, jamás se quejó, estaba pero si bien metida en el papel de putita, recibiendo verga, aunque le hizo caso, Jou, no se la encajó como tú a mamá, o a la tía, era más lento, pero estaba contenta, en especial cuando se corrió, que le llenó hasta escurrir el coñito – agregó Osvaldo con frialdad.
Maldito mocoso – dijo con furia contenida Roy mientras pensaba en eso.
También fue por Josefina – agregó Damian un poco inquieto.
El hombre se le quedó mirando con incertidumbre, como si no creyera lo que acababa de oír, no esperó que le dijeran eso, pero dadas las circunstancias, se sintió paralizado, su verga se le paró, en especial cuando su hijo dijera:
Después de dejar con el coñito lleno de leche a Naoko, sonriendo como queriendo mas, fue por Josefina, también le sacó toda la ropa, le molestaba, la dejó desnudita, pero a ella la puso de pie, y comenzó a empujarla con su verga en el culito, estaba bien metido haciéndole eso, ella se quejaba porque no le entraba, estaba ansiosa por ser su putita, eso fue al principio, estaba bien caliente mi hermano, en un principio creímos que se la metería por el culo, como es tan chiquita, pero no fue así, solo se estaba preparando, la iba calando para lo que seguía, luego se la empezó a meter por entre las piernas, se la frotaba con ganas, tratando de hacerla más fácil de encajarla, y lo hizo, antes que se diera cuenta se la dejó ir dentro a Josefina, ella no dejaba de pujar, se le agarraba, ya quería ser suya, luego se la metió, aunque solo la punta, pero fue suficiente, empezó a bombearla, estaba cansado el bruto, se estaba corriendo con solo eso, hablo de josefina, se notaba que gozaba con ser sometida igual que hiciste con las mamis, sonreía de gusto mientras le daba tan duro como podía, suplicando por mas, como todas las otras, estuvo dándole tan duro, pero siendo chiquita, no podía, era más ligera que con Naoko, aún así le hizo correrse como una putita mas, daban ganas de metérsela también nosotros, pero apenas se nos para.
Se besharon y le metó en dedo en las pompis – dijo Damian algo inquieto.
Roy se quedó helado ante aquello, estaba molesto quería romperle la cara a su jou, pero se daba cuenta, todo eso lo propicio él, entre sus múltiples locuras, el no se metería con niñas, seguro quería algo para el mismo, aunque eso no justificaba y en cuanto lo viera le iba a dar una fuerte golpiza, aunque muy a su pesar, se daba cuenta, estaba tieso por lo que se enteró, su verga apuntaba al cielo, con ganas de coger, y por segundos deseo volver con sus hembras, mas no era el momento, necesitaba detener a su hijo. Sin embargo notaria algo, un olor extraño, casi como una especie de narcótico, el ambiente estaba alterado por ello, pero de donde salió, se preguntaba cuando pudo percibir un sonido, con una clase de alarma se movería para buscar, encontrando en el cuarto de Jou algo inesperado, ahí estaban todas las niñas capturadas por alguna clase de juego morboso, sometidas con curiosas esposas, mientras sus vulvas eran controladas con extraños aparatos, que iban estimulando cada parte de su ser, hacían alguna clase de vibración potente que iba desencadenando una reacción sexual, era como si las estuviera penetrando en todo momento, sacándoles fuertes orgasmos, al imitar una penetración doble, pues igual sus culitos estaban siendo profanados.
¿Qué demonios? – acertó a decir Roy mientras miraba aquello con la sangre caliente.
Mm, que rico, pero quiero su verga – diría Helga mientras se retorcía, cerraba sus ojos, se notaba tan a gusto con un gesto de placer, aparte que su figurita cambio, era como la de una mujer en miniatura, sus tetillas eran redondas, como manzanitas, un culito redondo que sobresalía de manera irresistible, daba gusto verla.
AH, yo también quiero verga, mm – ahora decía Jessy que su cuerpecito se iba acercando al de su hermanastra, con pequeños limones cuyos pezones estaban puntiagudos, tentando a chuparlos, aparte que su culito estaba igual de caliente, perfecto para seducir, era tentador.
AAHHH, me voy a volver a correr, pero quiero, AHHH – se quejaba Sarai, quien pese a su edad, le hacía competencia, sus tetillas eran como duraznos, su culito grande y redondo, acostada en la cama, daba la tentación de irla a coger y reventarle el coñito con una buena verga.
Yo también, mm, AH – decía Joanna quien se notaba de manera deliciosa, su cuerpo iba ganando sensualidad, sus tetillas se despegaban de la piel en una presencia deliciosa, tomando forma inquietante, su cinturita, y su culito, eran demasiado sexuales, parecían estar listos para recibir una buena verga que les abriera los coños, en especial por la forma en que se movía, agitándose como si estuviera cogiendo.
Roy estaba con la verga tiesa, jamás vio a las niñas así, le daba dolor de cabeza, no quería hacer alguna estupidez, él prefería a las putas adultas, pero no podía quitar la mira de encima, sintiendo un deseo por tocarlas.
AHH, me corro, no dejo de hacerlo, mi conchita arde, mm – diría Lisa mientras se agitaba, su pequeño cuerpo estaba igual no tenia formas, era demasiado joven, pero sus curvas, tenían cierta sensualidad inesperada, no era la niña flaquita de antes, sino que sus piernas lucían torneadas, su cintura estrecha, sus nalgas tan redondas, e igual sus pezoncitos se estaban marcado de manera deliciosa, mientras se agitaba en un placer total que cegaba sus sentidos.
Ah, yo también, mm – decía Leila, que estaba a diferencia de otras boca abajo, enseñando el culito por completo, viéndose tan delicioso, como si se ofreciera a esas maquinas que le estaban violando, pero no le importaba, por el contrario, lo gozaba luciendo como si estuviera de a 4 siendo penetrada con una intensidad considerable, ahogando gemidos contra la almohada.
Mira papi, yo también puedo hacerlo – diría Naoko sobre un sillón, donde el aparato estaba profanando sus pequeña vulva, sacándole jugos que no deberían salir, se notaba perdida en el deseo sexual, jamás pensó verla así, aparte que su figura, era mejor, sus piernitas torneadas, sus formas ganaban cierta sensualidad, era la misma, pero con un aire erótico irresistible, que le despertó un sentimiento de culpa, pero igual una erección.
Veía a su niña como si estuviera cogiendo con sus piernitas abiertas sobre los reposabrazos del sillón, asegurando que pudiera ver todo, también estaba esposada, cualquiera podría sacarle ese objeto para cogérsela, cuestión que era demasiado tentadora, quería meterle todo, pero antes de eso buscaría a Josefina, y la hallaría acostada boca abajo, con sus piernitas atadas, esposada, recibiendo el mismo tratamiento sexual. La nena recibía alguna clase de estimulación sexual, que la hacía gemir de placer, como si fuera una hembra adulta, aunque solo tenía 3 años, seguía siendo una bebe, pero su gesto era de deseo, cerraba los ojitos, se mordía el labio, estaba gozando de todo aquel desenfreno mientras su vulva escurría, parecía estarse corriendo, incluso olía como si lo hiciera, despertando una sensación de lujuria que se marcaba en su cara.
Me guta – decía la nena mientras simulaba estar cogiendo.
No era posible, pero Roy se estaba calentando por ver a las niñas así, listas para coger, profanadas por maquinas sexuales, pero como si esperaran a tener un macho apasionado que quisiera darles verga con todas sus fuerzas, quería empezar a gozarlas, todas lucían irresistibles, como pequeñas zorras que deseaban explotar en el furor sexual, un calor dentro de su cuerpo, visto por su verga, se veía listo para darles con todo, solo que en un arranque de cordura, se detuvo, y comenzó a liberarlas, con unas pinzas que guardaba cerca de la puerta. En pocos segundos fue liberándolas, dejando a todas desnuditas en esa cama, sacándoles los juguetes sexuales, que le parecían tan extraños, aparte que al revisar, les iba inyectando algo a su culito, aunque eso quedaba de lado, pues con cada aparato que sacaba, un fuerte orgasmo sacudía a las niñas, haciéndolas escurrir, como si se orinaran, solo que en vez de ello, se trataban de mieles de lujuria, casi suplicando por sexo, lo que estremeció al hombre, quien miraba a las pequeñas ninfas con ganas de coger, pero no se dejó tentar, y algo enojado se fue a revisar que pasaba con Jou, eso no era normal, algo pasó, aun quería golpearlo, pero se daba cuenta que las cosas no eran normales.
¿Dónde te metiste pequeño cabrón? Ah – se quejaba el hombre con severo disgusto.
Estaba molesto, quería golpear a su hijo, había hecho algo a las niñas, todas estaban desnudas en ese cuarto, lo que era más intenso, lo esperaban como si fuera su amante, e incluso se veían cambiadas, eso no era agradable, realmente necesitaba pararlo, pero no entendía ¿Qué demonios ocurrió? Se movió para ver a los niños, preguntándoles, donde se metió, pero estos le dijeron.
Va mucho al bosque, pero ahorita se metió y no viene solo – dijeron con una voz carente de cordura, perdidos en una escena sexual donde estaba cogiendo él con ambas hembras, en la bañera le chupaba la verga Carolina, mientras le mamaba las tetas a Janet.
Ante aquella idea, solo se quedó rojo de la cólera, y saldría corriendo para buscar a su hijo en su habitación, pero no lo hallaría, todo estaba en calma o casi, pues encontraría a Martina, y lo que era peor, una imagen bizarra, se hallaba a mitad de parto, era imposible, hace unos días se hallaba como si nada, tan sensual que no se resistió, pero en segundos estaba pariendo a un niño que lloraba vigoroso, dejando que este quedara en una pequeña toalla, mientras empezaba a chillar.
Es tuyo, me dejaste preñada, pero ellas adelantaron todo, aun así tendrás que hacerte cargo – dijo finalmente Martina mientras algo pasaba, su vientre regresaba a la normalidad, como si estuviera lista para volver a coger, y se ofrecía a tener sexo intenso.
Antes que pudiera reaccionar, su cerebro se apagó, Roy comenzó a bombear una vez más, sintiendo ese coño como si fuera lo más delicioso del mundo, tan estrecho, aparte como si le estuviera chupando la verga igual que unos labios, le estaba dando un placer sin igual, logrando que este se sintiera en la gloria, moviendo las caderas dentro de esa golfa, olvidando todo lo que estaba ocurriendo, mientras sentía esa vulva o los labios de su nueva ramera besándolo, aparte que quería tener las gordas tetas, a su alcance, mismas que se restregaban contra su pecho de manera sensual, logrando que perdiera un poco la cordura, así estaría embistiendo con todas sus fuerzas, perdiendo sentido del tiempo, solo escuchaba gemidos, pero en ese momento se dio cuenta, un eco sexual estaba alrededor de ese cuarto, algo ocurría, aunque se perdía en la lujuria de aquel coño estrecho, pero en ese instante recordó, su hijo, y al voltear a buscarlo, sin dejar de cogerse a Martina, la vería, una mujer de cabello castaño rojizo, vestida como ejecutiva, lo estaba viendo, cruzaba la pierna, dejando ver que no traía nada debajo, sus tetas se apretaban contra la camisa, dándole un aire sexual, cargaba al bebe, que se veía como de un año de edad o parecido.
Así no estará tan indefenso, bien, ya me notaste, en verdad eres un ejemplar básico, tanto tiempo aquí y ni nos notaste, pero tu hijo si lo hizo, los hemos visitado todas las noches – decía la mujer con un tono frio de voz.
¿Quién eres? O ¿Qué eres? Responde – dijo sin dejar de cogerse ese coño con una fuerza que demostraba su virilidad, haciendo gemir a Martina.
No tienes porque saberlo, eres un hombre lamentable, atrapado por el placer, pero tu hijo es más útil para nuestros planes, este no, te lo dejaremos, y quien sabe lo que suceda, ese vientre esta susceptible, podría volver a preñarse – dijo apuntando a Martina.
Pero en ese momento Roy sacaría su verga, pues se iba a correr, no quería hacerlo, iba a atacar a la tipa, solo que le daría un fuerte mareo, cayendo en el suelo desorientado, mientras la mujer le haría ver algo, no era de día, sino que las luces que siempre molestaban en la noche, estaban activadas, haciéndole creer otra cosa.
Eres lamentable, pero necesario, por suerte ahora tenemos una muestra mejor – dijo y apuntaría a la cama, viendo lo que temía.
No supo cuando, pero Jou estaba cogiéndose a carolina, metiéndole la verga hasta el fondo, haciéndola gemir cono una guarra, iba con todas sus fuerzas, sacudiendo su cuerpo, haciéndole revolverse en esa cama mientras trataba de recuperar el aliento, le chupaba las tetas, le iba perforando con ganas, enterrándole los dedos en las nalgas haciendo que gimiera de manera sonora, pidiendo piedad, la cual no recibiría, era agitada por dentro, el hombre sabia que algo se hallaba demasiado mal, en especial cuando se corrió dentro, pero no fue posible para Roy hacer algo. No estaba quieto, agarró a la tía Janet, la iba a penetrar, dándole una sensación de horror, de hecho la mujer se notaba complacida, la extraña que usaba el traje corto, y esta diría algo que no comprendió, una lengua extraña, pero sabía, no debía penetrarla, pero su verga ya estaba entrando, cuando un disparo detuvo todo.
En buen momento llegaba el abuelo, quien no comprendía nada, pero sabía que las cosas estaban mal, el tiempo se encontraba enrarecido, y fue a revisar, hallando aquella orgia, y por un instinto que no comprendió, sacó un arma y disparó, momento en que las luces se apagaron, y tanto Jou como la mujer, ya no estaban, todo parecía una especie de pesadilla.
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