Sedienta de leche (01): El inicio.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, soy Tomas y hoy les contare como mi tío me inicio en este mundo y luego les contare como seguí en este mundo.
Tengo 26 años,soy de Colombia, soy bisexual, trabajo en un gimnasio, tengo cabello corto negro, piel clara, ojos cafés oscuros, labios carnosos, un muy buen físico, una verga de 19 – 20 cm (bien paisa) gorda y marcada con venas.
Mi estatura es de 1,85.
Muy alto.
A la hora del sexo con las mujeres me encanta darles duro oral, vaginal o analmente pero cuando se trata de sexo gay, soy una perra sedienta de leche.
Mi roll es pasivo, sumiso muy culón, unas nalgas gordas, paradas, redondas e incluso me han dicho que se parece a un culo de una mujer por la forma que tiene.
Bueno, todo inicio hace quince años.
En eso tenia 11 años, era un niño muy calmado, sociable e inocente.
Ya que un año antes haba tenido una "novia" y solo me había dado un pequeño beso con ella.
Me gustaban las mujeres en eso.
Hasta aquellas vacaciones.
Yo era en mi familia alguien muy solo, me mantenía en casa solo, me alimentaba solo, hacia tareas solo y de vez en cuando me cuidaba mi abuela.
Mi madre trabajaba mucho y cuando no, pues salia a pasear o de fiesta.
Mi padre se había ido a mis 3 años y nunca más supe de el.
En fin, en junio mi abuela enfermo y mi madre se iría a Cartagena un lugar con muchas playas e iría con sus compañeros.
Yo no podía quedarme un mes solo así que mi madre opto por mandarme con mi tío, su hermano.
El cual era un dueño de una finca muy hermosa.
El era alto, de 1,80 diría yo.
Cabello negro, piel morena, barba de varios días, ojos cafés claros, musculoso ya que su finca era su hogar y le encantaba cuidar sus caballos y otros animales.
Ademas que tenia piscina y cosas para jugar.
Había ido muy pocas veces a ese lugar y me encantaba.
Por cierto el tenia en eso 36 años.
Bueno, estaría un mes allí y el primer día mi madre me dejo y se marcho.
Recuerdo que el me mando a mi cuarto a organizar todo y luego me dejaría ir a la piscina.
Me puse una pantaloneta muy corta y debajo un traje de baño que no me servia y causo que mi culito resaltara.
Fui a la piscina y antes de tirarme el me paro y me dijo.
– Tomas, ¿ya no le sirve el traje de baño? le queda como apretado.
– Es que.
si tío.
Pero no importa.
– Me pasaba sus manos por mis nalgas reparándolo con una mirada rara.
– Vaya métase.
Pase como tres horas en el agua mientras mi tío estaba sentado tomando el sol y viéndome jugar.
El era alguien muy serio y poco expresivo, mujeriego a la vez, pero esa tarde me miraba extraño.
Al salir me fui directo a una ducha cerca de la piscina, hecha de piedra y al descubierto de todo, sin paredes ni nada.
Gire la perilla, me bañe con el agua fría y mis nalgas salieron a relucir como las de una hembra, pasaba mis manos por todo mi cuerpo pasando el jabón y sentía a mi tío verme muy detenidamente.
Ahora que pienso debía estar chorreando baba de verme así.
Me fui a mi cuarto a cambiarme cuando de repente escucho la puerta y yo ya tenia medio traje de baño apunto de quitármelo, se me veía toda la raja de mi culo y para ajustar mis nalgas apuntaban a la puerta.
De inmediato me asuste y mi tío entro.
– ¿Que paso tío? me estoy cambiando.
– Tomas.
era para decirle que se quite la ropa tranquilo, yo la pongo a secar, era para que me la entregue.
– Ah bueno, espéreme afuera.
– No.
Tranquilo desvistase y pasemela.
Somos hombres y es normal.
De inmediato me quite la pantaloneta y el traje de baño azul, mi culo con gotas bajando sobre el lo hacían brillar y eso excito de inmediato a mi tío.
Le pase la ropa mojada pero el estaba hipnotizado con mi cuerpo un poco gordito y muy nalgon.
Se acerco a mi, tiro mi ropa y me ordeno ponerme en cuatro a la cama.
– ¿Que? pero.
¿para que tío Jorge?
– Solo hazlo, jugaremos algo.
– Bueno.
Fue cuando sentí su lengua pasar sobre mis nalgas.
De inmediato le encontré un gusto a lo que hacia, era increíble.
Su lengua pasaba sobre mi ano, mis dos cachetes y a la vez con sus manos las apretaba.
Mi pene se había parado un poco y yo estaba agitado.
Fue cuando metió su lengua en mi ano y lo dilataba con saliva.
Metía y sacaba su lengua una y otra vez, su lengua llegaba hasta el fondo.
Yo gozaba, no exigí nada, el gusto iba en aumento.
Era mi primera experiencia sexual, por lo cual solo me entretuve.
El me dio la vuelta y me puso de rodillas.
– Mira .
– Se quito el pantalón y luego su boxer, dejando a ver su verga cabezona, un poco gorda y con venas.
Con un poco de olor a orina y a macho.
– Este es mi pene, obviamente.
Chupalo, igual que una paleta.
Te gustara.
Al final tendrá.
un final feliz.
Es rico.
Pero no lo muerdas ¿bueno?
– Pues bueno.
¿No sabe raro?
– No, es muy delicioso.
– Bueno, pues.
Abrí mi boca y de inmediato sentí el pedazo palpitante de carne latir en mi boca.
El me guiaba, la sacaba y la metía lentamente de mi boca, yo pasaba mi lengua por la cabeza igual que una paleta y luego la introducía en mi boca y succionaba un poco, el se excedía y la metía hasta el fondo, me daban ganas de vomitar y mis ojos comenzaban a sacar lagrimas.
El ritmo de la follada vocal aumento y al sentir el pene un poco hasta el fondo la cubría de saliva junto con algo raro, un sabor extraño.
(Pre-cum) y sabia bien.
El estaba gimiendo demasiado.
– Aaaaaahhhgg.
Ufff sii.
traguela.
uf.
aaaaaaaaahhhggg que ricoooo.
Mi perrita linda.
uffff.
aaaaaaaahhhh.
Con sus manos en mi cabeza succionaba su pene rápidamente, cuando metía sus 18 o 19 cm hasta mi garganta le hacia con las manos en sus piernas que retrocediera, pero el con fuerza lo impedia.
Yo provocaba ruidos de arcadas: Gmmmaaajj.
gggmmmmmaaaj.
ggmmmmaaahtiooespere.
aagagaagammm aaaaah.
– aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhggggg ahhhhhhhhhhhhhggg sisisisisi uffff hay vaaaa el.
aahgg final feliiiiiiizzz
El movió su cuerpo de manera extraña y de la nada sentí algo raro en mi boca.
Espeso, salado y dulce a la vez, sus chorros de semen eran largos y seguidos.
Casi que diez chorros de leche de hombre.
El metió hasta el fondo su pene impidiendo que respirara y a la vez obligándome a tragar su semen.
En eso no sabia lo que era más que posiblemente orina.
Así que tuve que tragar.
Su semen fue directo a mi estomago junto con la saliva y el pre-cum.
Saco su pene y pude respirar.
– Gah, tío.
¿se orino en mi boca o que?
– Jaja.
No, Tomas.
Es semen, leche de hombres.
No me diga que no le supo rico.
– Pues, sabia bueno.
Como algo dulce o salado.
¿Podemos sacar le leche?
– Es una especie de leche.
Las mujeres si sacan de las tetas cuando tienen un hijo y los hombres pues.
cuando tienen su "final feliz"
– Ahh.
oiga tío ¿esto no es malo?
– No, Vea que usted le gusto.
Para algunos si lo es, para otros no.
Es mejor guardarlo en secreto.
Yo lo hago con algunos vecinitos de por aquí y con los del barrio de mi mamá.
También con otros primitos suyos.
Bueno, sigamos con lo bueno.
Ponte en cuatro en la cama.
– Bueno.
Mi cabeza apuntaba a la pared y mi culo hacia la nada.
Mi tío saco algo de un cajón y procedió a ponerlo en mi ano.
Metía sus dedos cubiertos de crema en mi ano.
Lentamente lo iba dilatando.
Yo estaba en la excitación total.
– Ohhhhhh, tio.
uuuy se siente muy bueno.
aaaaahhhh.
ohhhhhg
Luego me introducía más dedos con más crema y un poco de saliva, me dolia y me ardia un poco, pero era raro porque sentia la excitación al mismo tiempo.
Luego de unos 10 minutos o 15.
Empezó a insertar lentamente su pene en mi ano, su pene era muy cabezón así que dolería.
El fastidio aumentaba pero para evitarlo acariciaba mi pene con sus manos, aun si era un poco insoportable.
– Ay.
duele, duele.
pasito.
– Tranquilo, esta bien dilatado.
No, le, va a.
doler.
– Metió de inmediato medio pene, así de golpe.
– ¡Aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyy! ¡Me dueleee! ¡Tio espereee!
– Espere usted, ya va a pasar el dolor.
La otra mitad paso a introducirla lentamente, luego el mete y saca inicio muy despacio.
Fue cuando el dolor iba pasando poco a poco.
Pero sentía que me había roto algo cuando la metió de golpe, tal vez estaba sangrando.
Mis ganas de hacer popo eran frecuentes tal vez.
Apuesto que en su pene debió ver sangre y un poco de caca con crema a la vez.
El metía y sacaba, metía y sacaba una y otra vez.
El calor entre nuestros cuerpos y los gemidos rodeaban la habitación.
– Aaaahhgg, aaaahggg, aaaaaaaaaaaahggg.
uffff siii.
Que rica que estas.
ahhhhg.
– Aaaaay, aaaay, mmmmmm, aaaaaaaaahhhhh aaaahhhh, aaaahhhh, aaahhhh, ayyyy, mmmmm.
tiooo.
– aaaahhgg, aaaahgggg,, ufffff, que perrita más buena.
¿duro? ¿más duro?
– mmmmm, pues, si.
ahhhhg, aaayyyyy.
Follábamos como conejos, yo estaba en cuanto mientras el me cogia y me agarraba mis caderas y mis nalgas.
Me nalgeaba al mismo tiempo.
El sexo era duro, mi culo estaba tan abierto que ya entraba toda su verga de golpe.
Era delicioso.
Desde ese momento comprendí que lo que me hacia me encantaba.
– Usted.
, aaaaahhhhhgggg.
es mi niña ¿entendido?
– mmmmmm, ayyyyy.
Bueno, tio.
Si, si lo, aaayyyy, si lo soy.
Así fueron 20 o 30 minutos hasta que comenzó a temblar demasiado y de la nada volvió a correrse, pero dentro de mi.
– Tomaaaaaaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaaaaaaaaaaahhgggggg, mi leche en tu culito.
Ahora te la tomas todita.
Salio de mi y fue cuando toque con mi mano mi culo, estaba muy mojado, sudado y del ano salían los chorros de leche, sangre y un poco de caca.
Con mis dedos saque lo más que pude y me los metía a la boca.
Sabían bien, muy ricos en realidad, Un gusto para mi paladar.
El se puso su ropa, me dio una pequeña nalgada y dijo: – Nos vamos a bañar juntos.
– Bueno, tío.
Bueno, al finalizar junio el y yo habíamos cogido varias veces.
Cuando tenia ganas follábamos en mi cuarto, en el suyo, el baño, en la piscina, en el observador, en el bosque y una vez que fuimos a un pueblo en el baño publico se la chupe.
Todo eso durante un mes.
Me volvi una puta con ganas de leche.
Pero al terminar volví a casa y esas ganas quedaron, paso un año y jugaba con mi mejor amigo a tocarnos las nalgas y los penes pero no paso de hay.
Hasta tres años después cuando nos mudamos y me tuve que cambiar de colegio, donde mi vida sexual aumento.
¿Quiere que les cuente cuales fueron mis experiencias en ese colegio? porque tengo muchos más que contar.
Qué rico que te cojan así