Segunda vez con mi nieto
La segunda vez después de iniciarlo solo fue lujuria. Pero lujuria mía. Esa virilidad unica de un joven de 14.
Después de este hermoso comienzo, la vida me sigue mostrando que la energía de la juventud es única, y ver como mi nietito de 14 estaba lleno de vitalidad y recuperación inmediata me transformo en una viciosa de su presencia.
Teniendo en cuenta que ya había acabado dos veces seguidas, imagine que tardaría en poner su falo a disposición para continuar con esa hermosa y lujuriosa tarde, pero el solo comenzar a acariciar mis pechos hizo que se herramienta comenzara a crecer.
Nada mejor que tomarla con mi mano y sentir como crecía rápidamente, sus manos recorrieron mi cuerpo conociéndolo al detalle, demorándose en cada agujero que encontraba, sus dedos llenaron mi colita y conchita para sentirlas mojadas y deseosas.
El escucharlo jadeante y diciéndome: Abu que rica que estas, me pajeaba todas las noches pensando en vos, en cómo te cogería y te chaparía estas hermosas tetas, soñaba con metértela por la cola y que me la chupabas hasta acabarte en la boca tragándote toda mi leche, hacían que mis jugos me bañaran la entrepierna.
Al poco de estar tocándonos me decía: que puta sos Abu, decime que si te gusta, enséñame a cogerte y a culiarte bien culiada, quiero que me dejes seco, ahhhh! Como me pajeas Abu… me sacas toda la cabeza afuera, Ahhh!!
Ya bien dura la metí en mi boca para sentir ese instrumento palpitante, exquisita sensación, envolví su falo con mi lengua y recorrí cada centímetro, baje a sus huevos que estaban hinchados, hablaban de mucha leche, y le dije que me gusta todo todo, pero siempre me deleito de una manera especial para sentir la pija bien adentro, cambiamos de posición a un 69 perfecto, su lengua comenzó a jugar y hurguetear mi conchita, mordisqueaba mi clítoris con sus labios y me hacía ver las estrellas.
Ya bien lubricados los dos, quise que supiera cual es la pose que mas me ha hecho gozar, entonces lo lleve para que aprendiera: puse una silla contra la pared y le dije que se sentara , yo me subí a su pija dejando mis tetas para su deleite y el mío y me la enterré todita, comencé a cabalgarlo y sentir como me enterraba ese palo duro bien al fondo, sentía la base de su tronco chocar con mi ranurita y su boca chuparme las tetas; le pedí que metiera su dedo en mi colita para que se dilatara, era el momento para que me culiara.
Subí y baje a placer por ese tronco joven duro y gigante para la edad de mi nieto hasta que sentí que me venia, comencé a temblar y de repente acababa como hace mucho no lo hacía, nos mojábamos todo y el empezó a gritar, su leche chocaba con la mía y éramos un río desbordado de sexo; pese a terminar con fuerza quise sentir mas ese tronco y seguí cabalgando, su pija volvía a crecer y el me decía: … Abu me duele los huevos y la cabeza de la pija.
Tuve que frenar un poco, me levante sin dejar de asombrarme al verla dura como piedra, no pude con mi genio y le pase la lengüita, nos fuimos a la pileta para que se enfriara todo el paquete, para que… mejor después … se los cuento.
exquisitooooo