ser una joven complaciente 3
encaro a pedro.
cuando llegaron mis hermanos, salí de mi cuarto simulando llegar con ellos, mamá salía del baño después de darse un baño, después de semejante batalla librada, tenía una cara de felicidad, relajada y su carácter era otro,
Merendamos, y compartimos una sobre mesa muy amena, chistes, anécdotas, historias; yo estaba allí físicamente, pero mi mente al ver frente a mí a mamá y a Pedro impactaba como flash en mis pensamientos imágenes de como Pedro cogía a mamá, ver a Pedro desnudo em esas imágenes me ponía muy cachonda. –
Después de la merienda, nos ordenamos en los preparativos de todo para iniciar la semana, ordenar la casa, cuando Pedro tenía que ir al mercado a comprar para la cena y algunas provisiones para la semana, pregunto ¿Quién lo quería acompañar? Mamá se justificó que tenía que poner la lavadora de ropa, mis hermanos que tenían tarea, y bueno quedé yo como última alternativa, y me ofrecí. –
Hicimos el listado con mamá, y partimos hacia el mercado con Pedro, los primeros minutos de viaje fueron medios tensos, pero como teníamos casi una hora de viaje, se tenia que romper en algún momento,
Pedro, ¿Mayra vos nunca fuiste a la plaza? ¿estuviste siempre en casa?
Mayra, nunca fui, y si siempre estuve en casa
Pedro, si escuchaste o viste algo, quiero pedirte disculpas, pensé que estábamos solos. –
No te hagas drama, fue la mejor clase de sexo que puedo haber tenido, je je, solo es que despertó algo en mí. Le respondí
Pedro-¿Qué te despertó?
Yo – una envidia terrible,
Pedro- ¿envidia de qué?
Del pedazo de cogida que le pegaste a mamá, te soy franca y si te molesta que lo sea, pero me calentó mucho. Y como te tengo confianza te lo puedo decir, espero que sepas entenderme, y no te vi como la pareja de mi madre, si no como un macho, y por momentos me hubiese gustado y mucho estar en esa cama con vos.
Uff , Mayra me alagas con lo que me dices, sabes que soy un tipo de mundo y con la mente abierta, pero es muy fuerte lo que me dices, y como hombre yo también te veo con una bella y atractiva mujer, pero eres hija de mi mujer.
Yo – ¿y que tiene que ver eso? Yo no soy tú hija.
Pedro – ¿Qué, no piensas en tu madre?
Yo – Pedro dime la verdad, ¿si se te regala una pendeja, en la calle no le bajas caña?
Pedro – y si…je je
Yo – ¿y entonces? ¿Cuál es la diferencia?
Pedro – ¿y entonces, ¿qué? Mayra
Yo – que podrías ser mi instructor sexual je je
Pedro – estas locas, y te pido que no juegues con fuego, soy de carne
Yo – dale sería el mayor secreto, aparte si busco en cualquiera que lo haga, el riesgo es mayor a que me suceda algo o que se divulgue que soy una pendeja calentona. –
Pedro – no estas loca, los riesgos que se descubra nos destruiría como familia, no
Yo – vamos Pedro… si vos debes tener tus trampas y nadie las descubre
Pedro – si las puedo tener, pero no dentro de casa
Yo – ¿o acaso me tienes miedo? Je, je
Pedro – ¿miedo, yo? Paro el auto y me dio un beso terrible
Yo me abalance sobre el, besándolo apasionada, metiendo mis manos entre su camisa acariciando su pecho. Y montándome sobre él
¡¡¡Para pendeja!!! ¡Acá no, nos puede ver alguien para!
Vamos a algún lado, por favor… vamos
Mayra, no tenemos tiempo nos esperan en casa
Dale, Pedro, vamos hay un parquecito camino al mercado, quiero hacerte algo que mamá no te quiso hacer
Llegamos al parque, buscamos un lugar apartado, y nos empezamos a besar frenéticos, Pedro levanto mi remera y desbrocho mi corpiño con una mano acariciaba mis tetas, mientras besaba mi cuello, bajaba a mamar una de mis tetas jugando con su lengua con mi pezón, con la otra mano desabrochaba mi short, metiendo su mano a mi vagina ya mojada sobando suavemente mi clítoris, en segundos estaba en el cielo
Yo con mi mano busque su bragueta, la abrí y salto su enorme pija que estaba muy dura, la tome con mi mano, mi dios lo que se sentía tener en mis manos semejante trofeo,
Corrí su cara de mis tetas, y busqué con mi rostro hacia su pija, le dije te voy a dar lo que mamá no te quiso dar abrí mi boca al máximo, pero solo pude meter la cabeza de su pijote en mi boca, lo lamia como a un helado y con mis labios lo succionaba
Pedro decía esto es una locura, mi dios esto es una locura…
Reclino todo para atrás el asiento, me saco mi short y mi tanga, tomo mis piernas las puso sobre sus hombros, y con su boca busco mi vagina y la empezó a mamar su lengua exploraba mi interior, y yo trataba de meter mas su pija en mi boca, estábamos en un casi perfecto 69, los dos gemíamos, a no poder mi calentura me llevo a nuestro primer orgasmo y el termino dentro de mi boca y yo en la suya. –
Nos besamos mesclando nuestros néctar, nos acariciamos como explorándonos , me decía sos hermosa pendeja y terrible, estamos locos los dos y me beso
Nos arreglamos un poco y fuimos sl mercado,
Dios mio , como me calienta tu relato , tu historia, ya quiero saber mas de ti. Me haz traído demaciados recuerdos a mi mente de mi vida
que te recuerda
quem rico todo eso sigue contando mas