Sexo con mi suegra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo 42 años, estoy casado y mi mujer tiene 40 años de muy buen ver. Vivimos en un pueblo cerca de Murcia donde también viven mis suegros a los cuales vemos casi a diario ya que al trabajar mi mujer y yo comemos en casa de ellos con frecuencia, mi suegra que tiene 66 años es una de esas mujeres que tienen ese encanto y ese atractivo que te llega a atraer con solo verla. Desde que empecé a entrar en casa de mis suegros ella me atrajo de una manera especial, normalmente cuando esta en casa suele llevar una especie de vestido muy suelto y de una tela fina además de que no se suele poner sujetador en su casa así que se le marcan mucho los pechos y no os digo cuando los pezones se le ponen de punta, cuando se agacha no pierdo la oportunidad de mirarle las tetas, que aunque pequeñas las tiene aun muy bonitas, cuando esta sentada en el sofá procuro sentarme en frente para verle las bragas y la entrepierna cuando se mueve o se va a levantar, ella sabe que la miro pero nunca me ha dicho nada. Cada vez que entra a ducharse hago algo de tiempo para ir detrás al baño y coger sus bragas y olerlas hasta el punto que mas de una vez me he tenido que hacer una paja y limpiarme luego con ellas.
Un día que fue a la capital a la consulta del médico, salí antes del trabajo y la recogí puesto que mi mujer no podía y mi suegro no tiene carnet de conducir, al subirnos al coche le dije que estaba muy guapa, ella se ruborizó y me dijo que eran tonterías y que ya era muy vieja, yo le insistí que realmente estaba muy guapa y atractiva y que me había percatado que muchos hombres se fijaban en ella y así fue como entablamos una conversación de vuelta a casa en la que terminó comentándome que se había dado cuenta que la miraba mucho, lo reconocí y le dije que me encantaba mirarla, pero que si le molestaba trataría de evitarlo a lo que ella me contestó que no le molestaba en absoluto, que incluso le gustaba por que la hacia sentir atractiva y deseada aun pero que tratara de no mirarla tanto en presencia de mi mujer o de mi suegro.
Empezamos un juego en el que cada vez que no había alguien delante y yo la miraba cuando estaba sentada en el sofá separaba mas las piernas para que la viese mejor, cuando se cambiaba de ropa en su habitación dejaba un poco abierta la puerta sabiendo que yo aprovecharía la ocasión para mirar, cada vez que pasaba junto a ella la rozaba sabiendo que ella no lo evitaba, a veces cuando se estaba duchando y mi suegro estaba en el patio entretenido con algo, salía de la ducha con una toalla liada hasta su habitación dejándome ver bastante de su cuerpo rellenito, un día en la cocina los dos solos estaba agachada cogiendo una sartén y le dije que tenia el culo muy gordito a lo cual me contestó que mas gordo tenia el coño, me quedé un tanto perplejo por la contestación pero tanto me excitó la respuesta que le dije que me lo imaginaba y que me encantaría verlo, ella me miró y me dijo que si solo quería eso lo podía ver cuando quisiera, le dije que ahora , ella me contestó que me esperara a que mi suegro se fuera al huerto ya que tardaría un par de horas en volver, le insistí tanto en que quería verlo ahora que aprovechando que mi suegro se estaba cambiando de ropa en la nave del patio se subió el vestido hasta la cintura, apoyó la pierna en lo alto de un taburete de cocina, se apartó a un lado las bragas y me lo enseñó un instante, los minutos restantes hasta que mi suegro se fue se me hicieron una eternidad, tal como salió mi suegro y cerró la puerta la coji de la mano y me la llevé al sofá, ella se levantó el vestido y le pedí que se lo quitara entero para poder verla completamente desnuda, pude ver sus pezones completamente erizados, al ir a quitarse las bragas le pedí por favor que me dejara a mí a lo cual accedió, le bajé las bragas muy despacio recreándome y acercándome para oler su coño, le pedí que se sentara, le separé las piernas y allí estaba su enorme coño sin pelos pero chorreando, le pregunté sabiendo que estaba muy excitada si me dejaba introducir un dedo me dijo que solo uno y un momento nada mas ya que tenia que terminar la comida, le introduje el dedo despacio y empecé a acariciar el interior de su coño y su enorme clítoris, cerró los ojos lanzó un gemido y se dejó caer para atrás, vía libre, empecé a meter los dedos, la lengua a comerme ese enorme mejillón que tanto ansiaba, entre gemidos y casi convulsiones se corrió, yo estaba a punto así que me quité los pantalones y los calzoncillos, le metí la polla en la boca y empezó a chuparla con delirio mientras le acariciaba los pechos
Estaba a punto de correrme y no quise hacerlo en su boca por temor a que le diera asco y se fuese todo al garete así que le pedí que se diese la vuelta y la penetré con fuerza, no tardé mucho en correrme como un adolescente ya que el corazón y la polla me iban a estallar de la excitación, cuando terminamos nos limpiamos, nos vestimos y me dijo que le había gustado mucho, que se había vuelto a sentir joven y viva y que si yo quería podríamos repetirlo otro día mas tranquilos, me preguntó si me apetecería penetrarla por el culo ya que una amiga suya le hablaba de lo que le gustaba que su marido se lo hiciera y a mi suegro eso le parecía una cochinada y no quería, le contesté que estaría encantado y que sería la primera vez para ambos, ya que a mi mujer tampoco le gusta lo del sexo anal, así que me encontré que había cumplido mi sueño de poder follar con mi suegra y además se había quedado con ganas de mas. Ahora no perdemos ocasión de meternos mano en cualquier rincón o momento que encontramos, algunos días sabiendo que me pone muy cachondo la muy golfa se sienta en frente mía en el sofá y cuando separa las piernas veo que no lleva bragas, otras veces cuando estamos en la cocina y le estoy ayudando a la comida aprovecha breves momentos en los que estamos solos para levantarse el vestido, introducirse los dedos en su coño y metérmelos en la boca para lamerlos, ni que decir tiene que hago verdaderos esfuerzos por no correrme en ese momento y aunque he de reconocer lo extremadamente excitante y comprometedora de la situación no voy a negar que ni en sueños podía imaginarla así. Un saludo.
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