Siguiente paso sin culpa
Enseñando a mi hija como me cojo a su madre. .
Después de una cacería muy buena en el manoseo y arrimones a niñas de secundaria y preparatoria llegué super caliente a la casa.
La cama de nosotros y su litera de ellos, (Ana dormía arriba y Andres abajo) solo la dividía un pequeño espacio muy pequeño, muy pegada una a la otra. Mi esposa tenia la bata de baño sin nada abajo.
Acaricie sus chichis y me dice, esperate qué apenas se acaban de dormir, pero me valió y seguí, manoseando y baje a su vagina.
Aun no se duermen bien los niños me recriminó.
Pero mi pinche mente perversa quería idear algo enfermo.
Le desamarre la bata y salieron sus pequeñas chichitas de mi mujer, casi no tiene pero aún así le empecé a mamar sus chichitas.
Se empezó a calentar y dejo que mamara sus chiches.
Se paro e hice qué se quitara su bata.
Apaga la luz me dijo, mi idea era despertar a Ana como pudiera, sin ser muy obvio, que su curiosidad le ganara.
Quiero verte así encuerada, casi lo hacemos solo en la noche, quiero verte toda desnuda, le respondí.
Pero no hagas ruido para que no se despierten fue su respuesta.
Uf, si supiera que esa era mi intención.
Siempre la ponía de a perrito pero del lado del pasillo qué daba a la cocina, esta ocasión la puse apuntando su culito y anito a la litera de mis hijos.
Ella no sospechaba nada.
Empecé a pasar mi lengua en su ano, cosa que la volvió caliente y loca, empezó a gemir muy quedito.
Ya metemela me dijo en voz baja.
Me levante para materle la verga pero mi espalda pegaba con la litera, esa era mi oportunidad, empecé con mi espalda a mover la litera hacia atrás, quería despertar a Ana, voltee a ver Ana pero no lo lograba, mi esposa estaba con la cabeza pegada a su almohada para que no se escuchara sus gemidos, ahí vi la oportunidad. Con mi mano derecha destape a Ana, uf, su camisón de niña la cubría, pero como la iba a despertar.
Me la jugué, y la empecé a mover con mi mano derecha, un movimiento brusco en su hombro y medio entre abrió los ojos, yo inmediatamente baje mi mirada y pegue mi cara en la espalda de mi esposa.
Ya te veniste. Me preguntó.
Le dije que no, que casi, solo quiero durar más. Pero mientras estaba recargado en su espalda, entre cerré lo ojos y mi plan había funcionado.
Mi hija estaba con sus ojos bien abiertos.
Me levante de su espalda y le quite la almohada para que se inclinara más en la cama y a la vez gimiera más fuerte.
Uf, entre cerraba los ojos para voltear a ver a Ana, que se acerco más a la orilla de la litera.
Ana veía con claridad como le entraba mi pene a su mamá en su jugosa vagina.
Lo hacía rápido y despacio, lo sacaba por completo y se lo volvía a introducir.
Mi esposa levanto su cara de la cama y Ana inmediatamente se tapo con su cobija, volvió a bajar su cara mi esposa al colchón y Ana hizo un tipo cueva con la cobija.
Sabía que ya estaba de curiosa mi niña.
Uf.
La levante y le dije a mi esposa que me la mamara.
Obvio mi esposa volteo a ver Ana y no vio nada sospechoso.
Me puse mero en medio de la cama y empezó a pasar su lengua por mi verga, después se la metía toda, mi esposa nada que sospechaba qué Ana nos estaba espiando.
Le dije que se acostara boca arriba y fue cuando puse sus piernas en mis hombros y se la metí despacio, que Ana disfrutara el espectáculo.
Mete saca rápido y lento.
Cuando ya me iba a venir le dije que me quería venir en su cara.
Me pare en la cama, apunte a su cara y me empecé a masturbar muy despacio, imaginaba a Ana viendo mi pene, cuando ya estaba apunto de estar en su cara empecé a gemir más fuerte.
¡Oh! ¡Si!
Que rico.
Uf, brote mucha leche qué el primer disparo salio más allá de su cara y fue a parar al colchón.
Terminé con el objetivo de que Ana me hubiera visto.
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