Sobando la panochita de mi sobrina Ale
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace unas semanas se quedó a dormir mi sobrina Ale, es una chaparrita de buena nalga y unas tetas 34D deliciosas, en la casa la regadera está en el baño de mi recámará así que Ale pasó sólo en panties a bañarse, pude admirar sus ricas nalguitas y sus tetas grandes bajo la camiseta de dormir, se regresó y me preguntó donde estaban las toallas, así que pude ver de frente su mata peluda oscureciendo la entrepierna de sus panties.
En la cena de año nuevo me acompaño a la tienda a comprar más vino para la cena, nos llamó mi esposa y nos pidió que fuéramos a su casa por un jamón que estaba en el horno y lo lleváramos a la casa pues no iba a alcanzar lo que teníamos (llegó un primo de mi esposa con su familia), le dije que iríamos de inmediato y me pidió mi esposa que no usara el atajo pues por la noche se pone fea esa colonia.
Yo muy obediente utilicé el atajo y en vez de tardarme 40 minutos por el tráfico llegue a la casa de mi sobrina en 10, en el camino ella se quejó normalmente de sus padres (no conozco ninguna chica de 19 años que no se queje de sus padres), así que mientras le daba consejos le acariciaba la pierna para "tranquilizarla".
En su casa sacamos el jamón del horno y con el pretexto de buscar algo para envolverlo me agaché para ver mejor la alacena y su culito me quedó a la altura de mi vista. Ella se dió cuenta, se puso de perfíl y me dijo: "te gusta cómo quedé ahora que bajé de peso"…claro, quedaste hermosa, como para comerte… "y qué esperas?"
En ese momento le dí un beso en cada nalga y la voltee para besarle la panochita por encima de la malla que traía puesta. Tomo mi cabeza en sus manos y me dijo: "si me vas a hacer algo, mejor vamos a mi recámara porque me voy a mojar más y se va a notar"
Así que tomados de la mano llegamos a su recámara, la subí a la cama, le dí un beso de lengüita y procedí a quitarle las mayas y la tanga roja que traía puesta.
Para mí no hay nada más exitante que una panochita con una mata de pelos bien arregladitos y así exactamente es como la tiene Ale, además tiene unos labios gordos ideales para chupárselos, además se veía que ya estaba húmeda.
Aproveché para subirle la blusa y sacar del brasier esas tetotas tan ricas que tiene, sus pezones estaban erectos y comencé a besarlos y chupárselos rico mientras mi mano se deleitaba acariciando su panochita.
Mientras más le mamaba las tetas más sentía como se mojaba su panochita, cuando sentí que comenzaba a apretar más los dedos que le estaba metiendo procedí a besar su panochita, primero toda por fuera, después a succionar cada uno de sus labios, mientras sentía cómo su exitación crecía y sus gemidos aumentaban. Para cuando llegué a su clítoris y le metí nuevamente un dedo sentí como se vino inmediatamente, pegó un grito muy fuerte y me separé un poco para ver cómo se contraía su panochita con el orgasmo.
Cuando termino me dijo: "déjame mamártela, hace mucho que te veo la entrepierna y ya ví que la tienes muy dura"… me bajé los pantalones y le puse mi verga en su boca… es una experta mamadora, me dió una mamada muy rica y mientras mis manos siguieron jugando con sus tetas y su panochita. Hizo que me viniera muy abundante y se tragó todo mi semen.
Acabábamos de terminar y de recuperar el aliento cuando le habló su mamá y le dijo que si ya habíamos llegado, que una amiga le dijo que había mucho tráfico. Le dijo que sí y que ya salíamos para allá.
Nos limpiamos y nos vestimos, pero quedamos de acuerdo en hablarnos para ahora sí ponernos una cogida rica en algún motel de la ciudad.
Les reseñaré ese encuentro.
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