Sofía II
Segunda parte de las vacaciones con la familia de mi hermano.
Cuando desperté fui a desayunar, había pasado una muy mala noche, casi ni dormí por la sensación de culpa que sentía. Cuando llegué a la cocina me encontré con mi hermano y su esposa que desayunaban. Conversamos y alrededor de 1 hora después apareció Sofi mmm preciosa, hermosa, dulce Sofi… se acercó corriendo y me abrazó contenta, llevaba una remera y un shorcito corto, la abracé yo también, ufff sentir su cuerpito pequeño entre mis brazos hizo que desapareciera toda culpa o duda, quería dejarme llevar y disfrutar de todas las sensaciones que estaba descubriendo me despertaba mi sobrinita hermosa, así que al momento de soltarnos aproveché para rozar su colita con mi mano.
Por la tarde la misma rutina del día anterior, la piscina y ver a mi cuñada con otro bikini en ese cuerpo de infarto. Y por su puesto a mi sobrinita, otra vez usando su sexi mallita que por los movimientos mientras jugaba se le metía entre esas apetecibles nalguitas, podía observar también en ocasiones como se le marcaba esa rayita por delante mmm de más está decir que mi erección era importante jajaja.
Por la noche acostado en mi cama empecé a recordar esas imágenes de mi sobrinita en la piscina así que empecé a masturbarme para apagar un poco el deseo, cuando de pronto escuche como un golpe, luego otro y otro, así que acomodé como pude mi verga en el boxer, me puse un short y salí a ver qué pasaba. Cuando llegué a la puerta de la habitación de mi hermano escuche de nuevo el ruido, era allí dentro, se escuchaba a mi cuñada gemir y por momentos tratando de ahogar sus gritos, imagino con la almohada, a la puta se la estaban cogiendo duro como se merecía jajaja era capaz de pagar para poder entrar y ver ese espectáculo.
Como estaban ocupados se me ocurrió algo… fui hasta la puerta de la habitación de Sofi, golpeé despacito, no hubo respuesta así que entré. Ella dormía boca abajo tapada con una fina manta, así que me acerqué y se la quité, tenía puesto un camisón casi hasta las rodillas mmm mi verga ya luchaba por escapar del short… tomé el borde de su camisón y lo subí hasta donde empezaban sus nalguita, me quedé allí admirando esas piernitas acariciándome la verga por sobre el short, pasé suavemente mi mano por sus piernas, seguía dormida… así que decidí ir más allá, levanté todo su camisón casi hasta la espalda, esta noche traía una bombachita blanca, que delicia de vista… por la calentura saqué mi verga del short y empecé una buena y lenta paja mirando la colita de mi sobrina, con mi otra mano volví a acariciar suavemente sus piernas, luego su colita mmm apoyé mi mano con un poco de presión sobre una de sus nalguitas, y ella nada, seguía profundamente dormida mmm yo estaba que explotaba… con mi dedo acaricié los bordes de su bombachita, y luego lo metí entre sus piernas ufffff solo una tela se interponía entre mi dedo y su vaginita mmm me la imaginaba abultadita, pequeña, dulce, súper cerradita mmm el paraíso. Estaba al borde de manchar toda la habitación así que me detuve jajaja. Crucé la habitación de la nena con la verga durísima por fuera del short (jamás me hubiera imaginado el morbo y la calentura de esta situación) fui hasta el placard y abrí un par de cajones hasta que encontré lo que buscaba… el cajón de las bombachitas, había de todos los colores y dibujos mmm pero ella debería de usar solo tanguitas pensé. Tomé un par y me las pasé por la verga dura, quería que les quede mi olor cuando se las ponga jaja volví a acomodarlas y busqué bien al fondo del cajón y encontré lo que buscaba, una bombachita ya bastante desgastada de color amarillo con dibujitos casi despintados, si se «extraviara» no se darían cuenta. Así que para no arriesgarme mucho más volví a acomodarle el camisón a Sofí, la tapé con la manta y salí de prisa de la habitación con mi trofeo.
En mi habitación me desnudé todo, tomé la bombachita robada, la puse en mi nariz y me hice la mejor paja desde que tengo memoria jaja por suerte tenía bastante papel así que pude borrar las pruebas. Mi trofeo lo guardé en el cajón de mi ropa interior, la iba a seguir usando…
Y básicamente así fue casi toda la semana, por las tardes piscina con la familia de mi hermano, por las noches me escabullía a la habitación de Sofi un momento para verla dormir, pero en ninguna de esas ocasiones me animé tanto o la volví a tocar como a la noche que me llevé un suovenir.
Pero llegó el primer fin de semana de mis vacaciones….
(Mi correo [email protected] por opiniones, sugerencias, críticas, etc)
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