Sólo estábamos viendo televisión.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Carlos, y esta es la historia de como pasó esto con mi prima Wendy.
Empezaré por describirnos, yo soy trigueño, mido cerca de 1.80 y soy delgado pero no mucho puesto que de vez en cuando salgo a correr. Pelo negro, ojos cafés oscuros.
Mi prima es trigueña también pero tirándole más a blanca, mide cerca de 1.60 pero tiene un busto que es inmposible de ignorar, no tiene mucho por atrás pero también es de notar, cabello muy largo, negro, ojos cafés claros.
Pues, era una tarde de Mayo, yo acababa de terminar mis deberes, tenía casa sola, en la mentalidad de un chico de 15 años sólo hay algo por hacer cuando hay casa sola…o no?
Total, me disponía a hacer lo mío cuando tocan la puerta.
Salgo a abrir y estaba mi prima, menos mal, alguien que me cae bien, porque para tener 21 años me entendía todo. La invité a pasar y todas esas formalidades.
-W: Y qué hacías?
-C: Pues iba terminando mis deberes, iba a ver televisión… -Já, gran mentira-
-W: Ahhh, pues pon algo bueno…
Encendí la televisión, ambos nos sentamos en el sillón de enfrente de la tele y comenzamos a pasar los canales, total, después de un rato dejamos una película que prometía matar el tiempo, al final sólo mato pudor ya que empezó a salir una escena erótica más explícita de lo normal. Me acomodé para que no se notase que estaba armando la carpa de circo. La volteo a ver y ella de manera un poco disimulada estaba rozando su vagina por sobre el pantalón.
-C: Voy por agua…
Sí, había planeado algo, fui, tomé algo de agua y cuando regresé me senté aún más cerca de lo que estaba, ella me volteó a ver de inmediato, una mirada que nunca antes había visto en mi vida, le sostuve la mirada, mientras hacía esto me empezó a tocar el pene por sobre el pantalón, levanté mi mano y la lleve a una de sus tetas. Ahí estábamos manoseándonos, ella quitó su mano y quitó la mía de su pecho, me decepcioné por un momento, helado por el miedo a lo que podía decir. Pero al contrario, me sonrió, la sonrisa más pícara de toda mi vida, se quitó su blusa y después su brasier.
-W: Qué esperas? Quítate el pantalón…
Mudo, así estaba, me limité a obedecer dándole aire a mi pene, por entonces quizá unos 15-16 cm. Ella ya estaba totalmente desnuda, le rebotaban esas tetas con unos pezones pequeños, finos, rosados.
La miré nuevamente, yo sabía lo que había que hacer, agaché un poco la cabeza, acerqué mi cara a la suya, la besé en la boca mientras con mis manos recorría su cuerpo, tocaba sus tetas, con mis dedos jugaba con sus pezones. Dejé de besarla.
-W: Qué pasa? Por qué te detienes?
-C: Ya vas a ver…
Empecé a besarle uno de sus pezones, con mi lengua lo sentía duro y con una suavidad inimaginable. Mi otra mano siguió recorriendo su cuerpo hasta llegar a su vagina, la toqué, húmeda, cerrada…cerrada?
-C: Wendy…eres virgen?
-W: Sí, soy virgen, he tenido mis novios pero no me he acostado con ellos.
-C: Pues yo no soy tu novio pero si que vas a ser mía.
-W: Sí primito, vas a ser mi primero, mi primer dueño….
No supe que responder, pero mis deseos si supieron como hacerlo. La tomé del hombro y la inqué, ella convertida en una puta sin pudor se metió mi pene en la boca.
Comenzó dándole unos lengüetazos, después lo besó y finalmente se lo metió en la boca, lo metía y lo sacaba de su boca llenándolo de su saliva, lo jugaba con la lengua, era la gloria, era delicioso. No pude con tanto, me vine, me vine a chorros.
-C: Tragatelos todos
-W: Sí, está delicioso
-C: Ahora te toca…
La levanté, se sentó en el sillón, la besé nuevamente mientras le habría sus piernas, hoy yo me fui al piso, me inqué y acerqué mi cara a vagina, despedía un olor hermoso, un olor a mujer, su vagina era rosada, cerrada…aún.
Abrí mi boca y saqué mi lengua, la pasé de abajo hacia arriba, estaba un poco húmeda con un sabor sin igual, un sabor salado acompañado de lujuria y morbo incestuoso.
Intenté meterle la lengua, pero no entraba mucho, su virginidad me lo impedía, me puse de pie.
-C: Ya es hora…
-W: Hazlo con cariño que dicen que duele.
-C: Tranquila, me avisas.
La volví a besar y tomándola de las piernas la acerqué a la orilla del sillón y acerqué la punta de mi pene a la entrada de la gloria.
Me acomodé, y empecé, la metí lentamente, sentí esa "bienvenida calurosa", sentí lo apretado y húmedo, era delicioso, llegó un punto donde ya no podía pasar.
-W: Qué pasa? Por qué te det…AHHHHHHHHHHHHHHHH QUÉ TE PASA?!
No me importó nada, la metí de un solo hasta donde mi pene daba.
-C: Shhhh, tranquila.
-W: Sacala! Sacala!
La saqué lentamente, mi pene salió vestido de color rojo, era su sangre, su sangre virginal.
Inmediatamente su sangre la metí nuevamente, despacio, pero más rápido que la última vez, la deje ahí por un momento.
-C: Estás bien?
-W: Sí, cogéme ya!
Empecé a sacarlo, sólo hasta la mitad y lo volví a meter, mi mete y saca era torpe, pero efectivo, estaba entrando y saliendo de un lugar de dónde a cualquiera le gustaría estar el resto de su vida.
Mientras hacía esto con una mano me apoyaba en el sillón, con la otra tocaba sus senos, y la volví a besar nuevamente, estuvimos así largo rato, mucho rato, un delicioso rato…
-W: Carlos! Ya! Ya me vengo…
-C: Creo que yo también…los dos…
-W: Los dos al mismo tiempo…
Empecé a soltar chorro tras chorro de semen pero luego fue expulsado junto con mi pene por su orgasmo, parecía poseída por un demonio…el demonio del incesto.
Cuando terminó su orgasmo quedó cansada, somnolienta, me senté a su lado y la volví a manosear, a besar por enésima vez.
-W: Gracias, muchas gracias.
-C: Gracias a vos por darme la mejor tarde que he vivido.
Nos vestimos, y justo iba terminando la película que inició todo, la película que hizo que nosotros empezácemos la nuestra.
Espero mi relato les haya gustado, si veo que les gusta mucho les podría contar lo que me pasó unos meses después con otra prima.
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