soy la mujer de mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por silvitagua.
desde muy pequeña, viajaba al pueblo de donde es mi madre, mi tío solía mirarme morboso, cuando nadie lo miraba me sentaba en sus piernas y sentía como se le hinchaba, poco a poco le fui agarrando el gustito al asunto, hasta que a los 10 años lo descubrí masturbándose, me vio y se río con malicia, luego me empezó a llamar y yo lo miraba, pronto empezó a acariciarme, a tocarme las chichitas, que casi no tenía, el tiempo pasaba e iba incorporando mas cosas ricas, que me encantaban, me empezó a subir sobre su verga, pero no me penetraba, solo me sobaba encima de él, jadeaba y se reía, me preguntaba si me gustaba, cuando tenía diez años, invitó a una prima a la que ya se había descorchado, ella tenía 16, el 20, nos tocó a las dos, nos hizo que tocáramos nuestros cuerpos, nos lamiéramos, ella me metió la lengua, luego él la puso en cuatro, y se la metió despacio, hasta el fondo mientras yo los miraba sudar, ella gemía, el jadeaba mientras miraba como se la estaba clavando y yo estaba atenta, excitada, pero no me toco nada.
Yo quería que me lo hiciera, pero el solo jugaba conmigo, me la daba a mamar, me la restregaba por el culito y la panocha, pero no era capaz de hacerme su mujer, yo intenté que el vecino me lo hiciera, pero por la edad, creo que ninguno se atrevía, me dejé tocar por tres de los vecinos, así que decidí que me conformaría, cada vez las carias se hacías mas fuertes, siempre que terminaba me pedía que no se lo dijera a nadie, que era nuestro juego secreto, que si quería seguir jugando al caballito con él, tenía que guardarlo en secreto.
Cuando ya tenía 14 me la frotaba en diferentes posiciones y me me terminaba en las nalguitas o me hacia hincarme para meterla en mi boca y me tragara su leche caliente, a esas alturas ya ni me daba nauseas de que me la metiera toda en la boca, y embistiera mientras me agarraba la cabeza para que no se me saliera, ni la verga ni la leche. Me decía que a Sonia le gustaba coger bien rico, que también se la tragaba y que era una putita que le encantaba recibir la verga por todos lados, se reía y me decía que el se la había descorchado por primera vez, que ahora la tenía bien abierta, que le encantaba hacerlo con sus amigos por dinero y que estaba bien rica para chimarsela. Así te voy a hacer se reía, mientras me la rosaba y me terminaba en el estomago, me decía hasta allí te va a llegar y vas a moverte bien rico. Después terminaba y me decía que me fuera a bañar, y que era nuestro secreto, que solo los tres con mi prima podíamos saber que la pasábamos bien rico, A mi me comía por que me enseñara lo que le hacía a ella, pero en mi cuerpo.
Finalmente, llegó el día de mis quince años, el tenía ya 25, mi abuela sufrió un accidente y el aprovecho para hacer lo que quiso conmigo, todos viajaron a la capital y yo me quede con él, ese día me dijo, mejor no nos pudo quedar el cumpleaños, se quedo a dormir donde mi prima el día anterior, llegó y me dijo que había estado con ella, yo generalmente no decía nada, me gustaba pero me daba vergüenza, me dijo, ayer estaba bien caliente, pensando en lo rico que te iba a coger, así que decidí quitarme la calentura con la puta de tu prima, pero sigo con ganas, hoy te vas a hacer mujer, te voy a enseñar cosas bien ricas, continuó contándome, que cuando mi tía se fue a dormir, entro al cuarto de ella, estaba durmiendo y se la metió en la boca, ella se asusto y el le dijo que se pusiera de rodillas, ella lo hizo y el se la cogió un rato, luego la puso como su perrita, y se la embistió, me dijo que había estado con ella toda la noche, que luego de agarrársela por la concha, la había dado un buen empujón por el culito y le había terminado dentro.
Vieras como me para la cola, le encanta que se la claven, es bien puta y se mueve bien duro, siempre pide mas, empezó a quitarme la bata, pues acababa de bañarme y me dejó desnudita y me dijo, ya tenes pelo suavecito, te debí haber dado tu estrenón antes de que te hicieras mujer, yo no decía nada, el se quitó la ropa y se quedo en calzoncillos donde se le miraba la cosa dura y grande, yo estaba asustada, no sabía si me iba a doler o como lo iba a hacer.
Se sentó a la orilla de la cama frente al espejo y me dijo, mira que pija mas buena tengo yo lo vi, me dijo ven aquí y siéntate sobre ella, me abrazo bien fuerte contra el mientras yo la sentía en mi culo, y el me pedía que mirara al espejo, me abrió las piernas y empezó a jugar con mi clítoris, me preguntó si alguien mas me había hecho cositas ricas, si alguien me había jugado al caballito como el, le dije que no que nadie, me abrió el hoyo con los dedos y se río, mientras me susurraba al oído, hoy se te va a abrir bien rico, te voy a hacer caballito de verdad, quiero dejarte bien abierta, empezó a jugar con su dedo en la orilla mientras me besaba el cuello y se reía morboso, empecé a sentir muy rico y mis jugos empezaron a lubricar, me dijo, saliste bien putita también, te voy a dar lo que quieres hace mucho tiempo, un macho que te monte bien rico. me levantó a la orilla de la cama, me abrió toda y seguía riendo bajito, como burlándose.
Me dijo que buena clavada me voy a dar aquí, me paso la cabeza de su su vergota por mi hoyo y luego clítoris, yo sentía muy rico, luego se subió encima de mi cuello y me la dio a tragar, después me la lamió yo estaba desesperada, ya necesitaba un macho que me quitara las ganas, me puso la cabeza en la orilla y poco a poco fue presionando, pero no fue tan fácil, me dolía mucho, el estaba sobre mí, con todo su peso, me presionaba la cabeza hacia abajo y trataba de meterse, pero no lograba y jadeaba, yo tenia unas lagrimas, no me movía no hacía nada, solo aguantaba el dolor, me asfixiaba su peso, trataba de levantarme, pero el me tenía bien prensada, con su verga ansiosa de romperme, poco a poco fue abriéndose, yo gritaba de dolor y el se reía me preguntaba eso querías? te gusta? que puta eres, te voy a romper aunque pase aquí todo el día, a cuantos le abriste las piernas para que te cogieran putita¨? yo le dije a ninguno, me dijo nadie te la ha querido meter la verga? le dije no, me dijo mentirosa, a quien le abriste las piernas? yo le dije a ninguno, me dijo eres bien puta, no te hagas que estas llorando, porque eso querías, como no pudo abrirme, se retiró, entonces me abrió y me metió el dedo, al principio sentía dolor, pero con el dedo volví a lubricar, ay perra, te gusta coger desde chiquita ya te me abrías, saber a cuantos los dejaste que te metieran mano
Me acostó en su cama, bajo las sabanas y luego se metió el me dijo ahora si mamita abrí bien la concha porque si no te la voy a meter de un solo empujón, yo me abrí todo lo que pude y empezó a penetrarme, hacía calor, empezamos a sudar, empujó despacio hasta que sentí como me rasgaba y como me iba entrando la verga poco a poco, eso no era lo que esperaba, me la metió hasta adentro, yo seguía llorando, luego se quedó allí un rato y me dijo te gusta mi talega allí dentro? te gusta que te den verga? que buena estas, ahora todos van a saber que ya tenes dueño y de ahora en adelante, vas a tener que abrirte cada vez que yo tenga ganas de meterla, si no te abrís, te voy a violar, voy a hacerte sufrir, y me dio un tirón hacia adentro, grite de dolor y el se reía, ahora si mamita, te voy a dejar bien cogidita, entonces empezó a moverse en ruedita, y yo traté de quitarlo, pero el seguía, mientras yo me moría de dolor, seguí peleando, que te mueves bien rico y me gusta mas, me quede quieta, entonces se hincó, me subió las piernas a los hombros y me la metió bien fuerte, yo gritaba y le pedía que me la sacara, pero el me decía no yo te voy a hacer un hijo y entonces sus embestidas fueron menos rapidas pero mas profundas, te voy a dejar un hijo adentro, me dijo que llores me pone mas caliente, me puso en cuatro frente al espejo quiero ver como te la meto, como te la comes, me embistió varias veces, mientras me jalaba el pelo para que lo viera como me estaba dando y finalmente me dijo prepárate mamita ahora si vas a ser mi puta, empezó a moverse mas fuerte y a jadear mas y sentí el chorro caliente dentro de mi, caí en la cama, el me soltó, me dio vuelta y me dio a chuparla, se le puso flasida y dormimos el resto de la mañana.
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