Soy un buen padre (Cap 6 FINAL)
Por fin la fase dos!.
Me imagine muy a futuro… me duche y me acosté desnudo. Detrás mío se acostó Nancy, el día había sido largo y tenía mucho sueño, le di un beso metiendo un poquito mi lengua, ella me correspondió y nos acomodamos cada uno para su lado.
Antes de dormir pude sentir claramente que Nancy tenía las dos manos entre sus piernitas y se estaba pajeando.
Me tenté en darme vuelta y abrazarla o ayudarla, pero opté por dormir.
No sé cuánto habrá pasado y me despertó su mamada, estaba chupando y lamiendo desesperadamente, quería despertarme así. La pija se me endureció al instante,
Se sentó sobre mis piernas, me masajeó y me hizo señas del número dos con los dedos.
Se fue arrastrando hasta que mi pija quedó en la puerta del agujero de su concha, puso su cabeza a mi lado y me susurro al oído.
“Pá, en realidad soy virgen, no te lo quería decir” Me senté en la cama, la aparté de mi lado, ahora que ella me lo confirmaba ¡no me la podía coger!
Ella enseguida me recordó que yo le había dicho que aun virgen la haría mía.
M cabeza iba a cien por hora, tenía ganas, pero había vuelto a ser mi hija.
Mi pija se desinfló, le dije; “no puedo mi cielo, no puedo”
Ella se vistió totalmente, podía escucharla sollozar, nos fuimos temprano y no hablamos Durante el viaje…
Una vez en casa empezó a preparar sus valijas, le pedí que no empaque, le pedí que me diera tiempo, ella me abrazo fuerte, sin sexualidad, solo un abrazo de cariño y me dio besos en las mejillas y en la frente.
Le dije que tenía que ir a hacer un trámite, tomé el auto, busqué la dirección de la ginecóloga de Nancy, mientras viajaba la llamé, me presenté y le dije si me podía dar una breve cita.
Me pregunto el motivo, le dije que era delicado, que si lo podíamos hablar personalmente y accedió.
Cuando entré justo salía una paciente, me hizo pasar y le dije que iría directamente al grano.
Le comenté que mi hija me dijo que había sido violada, aclaré que por delante y por detrás
Puso cara de terror la pobre.
Cuando le comenté que su mamá me aseguraba que eso era mentira y que la ginecóloga aseguraba de que era virgen, me interrumpió.
“Jamás constato la virginidad de una paciente, ni me interesa ni es ético”
“Pero mi ex esposa dijo que vio el himen”
“En mi consultorio no! ¡Tampoco lo hubiera permitido!”
Le dije que le haría una última pregunta y si no quería responder yo lo entendería.
“¿Usted piensa que mi hija puede haber tenido relaciones?”
Con dulce paciencia me dijo:
“¡Mire papá, aunque suene molesto hay muy pocas chicas a los trece que sean vírgenes!
Le agradecí y me retiré rumbo a la casa de mi ex, la llame en el camino para asegurarme que estuviera.
Me hizo pasar, estaba con un muchachito mucho ms joven que ella, me lo presentó como un amigo. Le pedí hablar en privado y el tipo se fue medio enojado.
“¿Qué pasó’” me preguntó ansiosa?
En poca palabra le dije que nuestra hija no era virgen, ella tenía el rostro desencajado, balbuceaba diciendo que la ginecóloga le había dicho, pero la interrumpí sabiendo que me mentía…
“¡La ginecóloga te mintió y el himen que vos viste (jamás había visto) no existe!”
“Te juro que no sabía” dijo casi llorando.
“Bueno ahora lo sabés y me haré cargo de ella hasta la mayoría de edad”
No protesto, solo quería decirme que su novio no la había violado, la ignoré como si tal cosa fuera obvia, le dije: “sí, si claro, no la violo, la violo el espíritu santo boluda” y me fui dando un portazo.
Escuche su llanto detrás de la puerta.
Me fui a un bar y tomé un whisky doble, creo que quería tomar coraje…
Entré en casa y abriendo los brazos grité:
“¡donde está el amor de toda mi vida!”
Vino corriendo y me abrazo, tenía puesto un vestido suelto muy cortito y estaba descalza.
La besé apasionadamente y le pregunté si se quedaría a vivir conmigo para siempre. Con lágrimas en los ojos me decía que sí una y otra vez.
Tomándola de las mejillas, mirándola directamente a los ojos le dije:
“¡Vamos a hacer el dos, pero vos dirigís toda la obra!” “jamás desvirgué una hija” ella se rió y me trató de tonto.
Cenamos al rato, nos bañamos por separados, ambos estábamos nerviosos.
Cuando entré a la habitación, habia puesto …Había puesto una porno de adultos, me dijo que cual prefería, hacía zaping con grabaciones, pasó una en donde habia un viejo gordo y peludo haciéndose chupar la chota por una nena de la edad de Florcita, “¡dejá ahí!” le grité y empezamos a ver un poco esa escena.
Estábamos como indecisos, le pregunté qué hacer y se sentó en la cama y me dijo enérgicamente: “Pá! Quiero que me desflores vos, soy tuya, haceme lo que quieras, incluso si queres puede ser el tres primero, quiero sufrir, ¡quiero gritar de dolor quiero sangrar por lo que me haga tu pija!”
Fueron palabras mágicas, busqué un lubricante sexual que guardaba en la mesa de luz, unté su conchita, evitando mojar su orto, unté bastante, ella me sacó el pomo de las manos y se hecho bastante en la palma de la mano y me embadurno el tronco y la cabeza, le quedaba bastante en las manos así que me paso por los huevos diciendo que a lo mejor querían entrar en su argollita.
Mientras nos reíamos la senté sobre mi pija, ella la sobo un poco con su concha, se levantó un poco, la acomodamos entre los dos, y comenzó a entrar, primero como muy rápido y fácil, había además del lubricante artificial, mucho lubricante de nuestros cuerpos. De pronto encontré resistencia, quedamos en ese punto unos segundos, acaricie las hermosas tetas de Nancy, ella elevó un poco la cola, antes de que se salga del todo, abrió las piernas dio un salto hacia arriba, se dejó caer y la pija entro hasta el fondo, ¡me dolió hasta a mí!
Se apoyo sobre mi pecho, puso su rostro al costado de mi cara, estaba llorando suavemente… le pregunte si quería que la sacara, porque la pija habia quedado ahí inmóvil en su fondo.
“Lloro de felicidad, no de dolor” mintió…
Estuvimos mucho tiempo así, varios minutos, mi pija se empezaba a achicar, “¡No, no, no!” dijo cuando se dio cuenta, y se empezó a mover, al instante se me paró de nuevo y ella literalmente me empezó a coger, cada vez más rápido, se tiraba para atrás y sus tetas saltaban, gemía, jadeaba y decía cosas de placer, estaba gozando realmente y a punto de acabar.
“Me voy papiiiiii” dijo y mientras ella me chorreaba su líquido en mi vientre yo le llenaba por primera vez en su vida toda su concha de leche.
Nos quedamos así quietos de nuevo, hasta que mi pija se salió de por sí sola, nos apartamos, yo la tenía roja de sangre, ella emanaba un poco de semen que todabia tenía adentro, era rosado…
Me levanté y fui al baño, directo a la ducha, ella me siguió y se sentó en el bidet, se notaba que los chorros de agua le hacían doler, cuando salí, se metió ella a bañarse. Yo busque una bolsa y la llene de hielo, la lleve al dormitorio.
Cuando se acostó a mi lado le fui poniendo hielo entre las piernas hasta que no soportaba el frio y después de un rato le volvía a poner, ella jugaba con mis tetillas, cada tanto las chupaba y las mordisqueaba, un rato una otro rato otra hasta que me dijo que ya no le dolía abajo.
“¿Pá, te gustó? me pregunto dulcemente, le dije que sí, besándola por toda la cara, nos dimos un beso apasionado, y nos quedamos quietitos con los labios pegados. Así nos dormimos.
Cada tanto me despertaba y miraba que estuviera bien, al fin y al cabo
SOY UN BUEN PADRE
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Y por qué este es el último capítulo? Estaba la historia muy buena como para acabar ahora.
Saludos