Susana

Enseñé a mi hija de 12 años a masturbarse, y termine cogiendomela.
Hola me llamo Alberto tengo 38 años y tengo casi 4 años de que mi esposa falleció en un accidente automático, desde ése día yo me hice cargo de mis 2 hijas, una de 8 años y otra de 12, las dos muy lindas parecidas a mi esposa, tuve que tomar el trabajo de mi esposa con respecto a mis hijas, entre llevarlas a la escuela y el trabajo casi no tenía tiempo para mi, yo trabajo en una consultoría, por lo regular yo era quien ponía mis horarios, porque podía atender a mis clientes vía zoom o llamada, muy rara vez mi trabajo era presencial, por eso podía atender a mis hijas con todas sus necesidades, también había contratado a Lucía, una joven que atendía las cosas de la casa, ya saben , lavar ropa, quehacer, comida y atender a mis hijas mientras yo hacía homeoffice.

De vez en cuando tenía relaciones con Lucía, sin nada de compromisos, pero la mayor parte me la pasaba masturbándo, en mi cama , en el baño, sala, obviamente cuando las niñas o no estaban o estaban durmiendo, en una ocasión estaba viendo una película medio exótica pues me dieron ganas de masturbarme, pero mi hija de 12 años estaba dormida en el sillón conmigo, traté de moverla para llevarla a su cama pero ella abría sus ojos y sa volvía acomodar, mi excitación era grande y deja que mi hija su sueño fuera profundo para poder continuar con que había comenzado, acariciaba mi verga sobre el pantalón, pero sin moverme mucho para que mi hija no se despertara y viera masturbar a su papá, cada vez el bulto de mi pantalón crecía más, hasta que ya me estaba poniendo incómodo y tuve que sacar mi verga de su envoltura, al tenerla fuera de mis pantalones, empecé a masturbarme con mi mano derecha y con mi mano izquierda le tapaba los ojos a mi hija, para prevenir que ella me viera por si se despertaba, mientras yo subía y bajaba mi mano derecha sobre mi verga, mi aliento empezaba a acelerarce y salían gemidos fuertes , eso hizo que mi hija abriera sus ojos, y ante tal espectáculo solo se paro muy espantada y corrió a su cuarto, yo al ver esa acción me metí mi bulto a los pantalones, y traté de seguirla, pero no la alcance y ya no quise hacer más grande el problema y también me fui a mi cuarto.

Al otro día como todos los días les prepare el desayuno a mis hijas antes de llevarlas a la escuela, (hago una pausa aquí, se me había olvidado decirles el nombre de mis hijas la chica se llama Andrea y la mayor Susana), cuando bajaron las 2 Andrea muy contenta como siempre se sienta a desayunar a lo que está Susana todo lo contrario, no alzaba la mirada ni para verme y estaba muy callada, le sirvo su fruta una quesadilla y licuado de fresa, después de que terminaron de desayunar les dije que subieran por sus cosas se lavaran la boca y se subieron al carro para irlas a dejar a su escuela, primero dejé a Andrea en su escuela se bajó le di su bendición y le dije que pasaba por ella cuando saliera, Susana se disponía a bajar y la detuve diciendo que quería hablar con ella, se quedó sentada en el carro con la cabeza agachada le dije que que tenía, ella me dijo que tenía mucha pena por lo que yo estaba haciendo en el sillón, le dije que son cosas que hacíamos los adultos cuando teníamos la necesidad y que eso era muy normal con las personas que como yo no teníamos pareja, le pedí una disculpa le dije que no volvería a pasar y que si tenía alguna pregunta o alguna duda me la dijera para yo resolverle esa duda, ella ya un poco más calmada lo vi en su rostro salió del carro me dio un beso y me dijo que lo iba a pensar que después hablábamos, asentí con la cabeza y le di su bendición le dije que pasaba por ellas en la tarde.

Como todos los días de escuela yo pasaba por ellas al terminar sus clases, nos íbamos a casa, ellas hacer tarea ,comer y yo seguir trabajando, después de la cena subí a Andrea a su cuarto para acostarla mientras que Susana terminaba su tarea en la sala, después de arropar Andrea me bajé a la sala y me senté al lado de Susana, dejé que terminara su tarea y le pregunté que si tenía alguna duda de lo que había pasado la noche anterior, ella dejó su lápiz y con un suspiro me preguntó que porqué lo hacía, y le volví a reiterar que me perdone que eso no y va a volver a pasar, qué es lo que hacemos las personas que no tenemos relaciones sexuales y que era muy normal para todo el mundo, entonces ella me miro a los ojos y me digo que si ella también podía hacerlo, yo le dije que claro que con el tiempo ella va a tener esos deseos y que era muy normal, entonces ella me dejó boquiabierto con lo que me dijo, que ella tenía esos deseos desde hace tiempo pero el día que me vio le había dado muchas ganas de hacer lo mismo pero que ella no sabía cómo hacerlo que si yo le podía decir cómo o enseñarle, yo obviamente le dije que no que eso era muy particular e íntimo de cada persona que ella tendría que descubrirlo por sí sola, vi que puso su cara te viste y con una mueca en la boca cómo de disgusto, le dije que lo iba a pensar y que en estos días le decía cuál era mi resolución, ella se conformó con mi respuesta acabó su tarea y se subió a dormir.

Pasaron varios días y no le había dado una respuesta concreta a Susana, pero tampoco ella me había insistido hasta que el viernes por la tarde me preguntó que qué había decidido y yo que ya lo había pensado toda la semana le dije que le iba a mostrar algunas imágenes de cómo se hacía para que ella tuviera la información para cuando la necesitara, al día siguiente Andrea mi niña pequeña tenía una fiesta con una amiguita de su salón, después de dejar a mi niña con tus amiguitos retorné a la casa llamé a Susana a la sala para platicar con ella, yo traía varias ilustraciones ver imágenes de partes del cuerpo femenino para poderle explicar a detalle cómo era o cómo se debería de tocar para masturbarse.

Cuándo Susana bajó a la sala pues le empecé a contar de las necesidades que tienen las personas por masturbarse,le empecé a enseñar imágenes y fotos del cuerpo femenino, le enseñe que las tetas y la vagina eran los lugares que ella debería de manipular para sentir rico, ella muy atenta a las imágenes las veía una y otra vez, después de un rato y pregunté que si tenía alguna duda, ella me preguntó que si le podía enseñar donde tocarse para que ella sintiera mejor, dude mucho pero le señale por encima de la ropa pero ella quería que fuera más allá, sus insinuaciones me empezaron a calentar mucho, entonces empecé a pellizcarle sus pequeños pezones que para sus 12 años ya estaban crecidos, todo esto por encima de la ropa, veía que ella apretaba sus manos contra el sillón y cerraba los ojos, yo le preguntaba si quería que siguiera y ella me decía que sí, entonces le quité su blusa y la dejé con su corpiño, agarré una de sus manos y la hice que se la llevara a sus pequeñas tetas qué hice que la sobara y las apretara para que ella aprendiera cómo se debería de hacer, yo ya estaba bien caliente y con mí verga electa, 9 para menos esas imágenes me hacían fantasear mucho, me dejé llevar mucho por el deseo y empecé a besarla, empecé por su frente, cachetes y cuello bajé hacia sus tetas, le quité su corpiño y le pasé mi lengua por sus pezones que para esa hora ya los traía bien parados, sentí cómo se aceleraba su respiración subí mi cabeza y le plantee de eso en sus labios me la quería comer y ella respondía a mí beso, jugamos con nuestras lenguas ella como si supiera hacerlo, mientras yo la besaba le bajaba mi mano hacia la falda y metía mi mano bajó de ella, mi mano llegó hasta su ropa interior, y empecé a acariciar desde sus nalgas hasta su pequeña vagina, ella al sentir mis manoseos habría más las piernas, todo esto lo hacía sobre la ropa nada por debajo, mientras continuaba besándola y acariciándole su vientre sentí mucha humedad en su ropa interior, el suqué día decir que ella lo estaba gozando al igual que yo, paso seguido sin dejar de besarla y acariciarla con mi otra mano lleve su mano a mi bulto para que ella lo apretara con su pequeña mano, ella no se resistió a hacerlo, en un momento de respiración le dije que sacara mi pene y que lo siguiera agarrando, y así lo hizo, con su mano guiada por la mía lo masturbaba de arriba abajo, y ya se imaginarán qué lo traía bien parado y dejaba caer unas gotas de líquido seminal, y yo hacía que me la embarrara por toda la verga para que lubricaba la misma, después de un rato me despegué un poco de ella y la miré a los ojos y le dije.

-¿ quieres ayudarme también a acabar?

Ella me dijo que así, la tomé de la cabeza y se la dirigí hacia mi verga dura, le dije.

-! Abre la boca,amor ¡

Te lo voy a meter lentamente, ¡no me vayas a morder, solo chúpala!

Y así como le dije lo hice le empecé a meter nada más la punta, para que no se espantara o se sintiera incómoda, pero ella le empezó a mamar como si ya tuviera experiencia, entonces yo dejé de tocarla por debajo de la falda y me concentré en enseñarle a mamar la verga, ella sacaba y se metía la verga a la boca como un experta, no necesitaba más enseñanzas que los instintos naturales de una mujer, dejé que ella solita lo hiciera a su modo, mientras yo me dejé llevar, después de un ratito la parte de mi verga y la recosté sobre el sillón, le levante su falda, empecé a admirar su ropa interior que era un bikini azul mojado de tanta excitación, le metí mi mano bajo su bikini y empecé a pasar los dedos por su panochita, sentía la humedad de su parte y también sentía que ya le habían salido los vellos, mientras yo la tocaba llegaba a mi esa imagen de una pequeña vagina con sus vellos púbicos apenas creciendo, no aguanté más y con mis 2 manos le bajé su bikini, al ver esa linda imagen agua se me hizo la boca, era una vagina cerradita y una mata poblada cubriendo esa exquisito panocha, empecé con abrirle los labios para poder chuparle su clitoris, un botón pequeño y rosado qué háblarlo pasa mi lengua por él botón hacia estremecer y gemir a mi hija, ella al sentir mi lengua me agarraba de la cabeza y con sus 2 manos me jalaba el pelo para ella era una experiencia única, seguí abriéndole con mis manos sí vagina y pasándole mi lengua hasta que con mi dedo índice. Traté de introducirlo para poder desvirginar a mi hija, ella gemía y su respiración era muy profunda.

-¡ así papá así!

-¡ Ay qué rico!

-¡ quiero más papi, quiero más!

Seguí metiendo mi dedo para que se abriera más su vagina.

Después de unos momentos creí oportuno sacar mi dedo.

-¡ no papi todavía no!

– espera de mi amor qué ahorita viene lo bueno

A darle mi verga y la dirigí hacia su vagina, empecé a meterle la cabeza y Susana al sentirla vi cómo se sorprendió abriendo los ojos, y vi que su rostro era de preocupación, cómo si le hubiera dolido había cuando le había metido la punta de mi verga, vi cómo bajaba su mirada hacia su vagina y con sus manos trataba de apartar mi cintura de la de ella , yo trataba de tranquilizarla diciéndole la cabeza y besando otra vez todo su cuerpo.

-¿ qué te pasa amor?

-¿ te duele?

-¿ quieres que pare?

-¡ dímelo con confianza!

Ella no dejaba de ver cómo le metía la puntita y negó solo moviendo la cabeza.

Seguí metiendo y sacando la punta de mi verga y ella cada vez más excitada gemía con más fuerza, con cada metida de mi cabeza abría cada vez más su vagina, ya llevamos un rato con ese ritmo de meterle y sacarle la puntita que yo sentí que ya me iba a venir así que le saqué la punta y empecé a bombearle rozándole solo su clitoris con toda mi verga, así que en lo que yo descargaba los chorros de leche a ella la estimulaba con el roce para que pudiera llegar al clímax, llegó el momento en que su respiración era fuerte y sus gemidos sonaban por toda la habitación.

– ¡ ya papi, ya papi!

-¡ quiero acabar,quiero venirme, tengo ganas de hacer pipí!

-¡ amor déjate llevar, así se sienten los orgasmos!

Mi hija Susana echó unos gritos de satisfacción y quedó súper empapada entre sus jugos y mi leche, los 2 caimos rendido ahí en la sala, ya después de un rato me senté al lado de ella y le dije que eso era lo que la gente hacía para satisfacer sus deseos pero que lo que nosotros habíamos hecho estaba mal visto por la gente, porque somos familia y qué esto lo dejáramos para nosotros 2 que es un secreto que a nadie se lo debemos decir, por qué sinón iba a perjudicar nuestra familia, dijo ella que sí, que a nadie se lo iba a contar, para que lo pudiéramos seguir haciendo, le dije que sí que estaba bien.

Entonces me paré la agarré de la mano y nos subimos a bañar y quitarnos todo esos fluido.

Continuará…