SUSY, UNA INQUIETA Y TRAVIESA SOBRINA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MONTANA16.
Los encuentros con mi prima entre semana no son continuos, pero si ardientes, tanto así que en ocasiones los tenemos incluso antes de que se duerman las niñas, ya sea en la cocina o en el baño, cuando ellas ya están en su cuarto acostadas.
Llega un jueves del mes de noviembre, ya en la noche después de cenar, me dice mi prima que al día siguiente viernes Susy no tendrá clases, por lo que se quedaría conmigo en la mañana, mientras que Ali, si tendría clases.
No hay problema alguno, en eso, salen Ali y Susy de la recámara, venían vestidas con solo unas pantaletitas y unos corpiños, ambas en color blanco.
Sus prenditas revelan parte de sus ricos tesoritos, lo cual me excita de solo verlas.
-Mami ¿Por qué no me dejas dormir con mi tío, para que no me despierte cuando se levante Ali para ir a la escuela?- Le dice Susy a mi prima.
-Por mí no hay problema, ¿no sé si tu tío quiera que duermas con él?- Le contesta mi prima.
-Por mí no hay problema, ya sabes que se pueden dormir conmigo todas las veces que quieran.
– Contesto tranquilo.
-¡Ok! Duérmete con tu tío, pero pórtate bien y obedécele ¿ok?- Le dice mi prima a Susy.
Me sorprende un poco, pero me resulta súper excitante la idea de dormir con mi sobrina menor, quien es la que en cada juego u oportunidad, muestra sus “inquietudes”.
Ya sabiendo como dormiríamos, mi prima las manda ya a las camas, por lo que cada una se va a su respectiva recamara.
Unos minutos después terminamos de cenar y como las niñas ya estaban acostadas, levantamos todo y estando en la cocina se me acerca mi prima, pone sus manos sobre mis hombros y me dice:
-Es hora de bañarse.
– Dándome un suave beso en los labios, luego lame despacio mi mejilla izquierda.
Se separa de mí, se da la vuelta y se dirige al baño.
Ya ahí, después de lavarnos despacio uno al otro y de unos besos mi prima se pone de rodillas, toma mi miembro y comienza a chupármelo, despacio, lamiendo todo lo largo.
-¡Estas excitado! Mmm ¿Por qué?- Pregunta mi prima sin dejar de lamerme despacio mi miembro.
-Tú eres la que me tienes así.
– Le contesto.
-¿Nada más yo? Vas a hacer que me ponga triste.
– Me respondió mi prima.
A la calidez de sus manos y de sus labios mi miembro se puso más duro, eran sublimes, tiernas y suaves.
Devoraba más allá de la mitad, lo chupaba despacio, una y otra vez, lame la cabeza y la succiona, luego me mira.
-¿Crees poder dormir con Susy, porque nunca has dormido con ella? O ¿quieres que pase a Ali contigo?- Me pregunta mientras un brillo en sus ojos refleja cierta lujuria.
-Sí, sí creo poder acomodarme con Susy.
¿Por qué crees que no lo pueda hacer?- Le contesto.
-Te pregunto nada más.
Ella es más, inquieta, que yo y que Ali, para dormir.
– Me contesta mi prima mientras sigue devorando mi miembro.
Unos segundos después se levanta y me da un beso en la mejilla derecha.
-No te voy a cansar tanto para que puedas “dormir” primito.
– Me dice sonriendo.
Toma la toalla y comienza a secarme, recorriendo todo mi cuerpo, luego me da la toalla y hago lo mismo con ella.
Salimos del baño envueltos en toallas y nos dirigimos a nuestras recamaras, pero decido acompañarla a la suya, entramos sin prender la luz, donde se distingue en la cama la silueta de Ali, quien está dormidita boca abajo.
Al pie de la cama abrazo a mi prima, nos besamos despacio, los besos poco a poco van subiendo de intensidad, la despojo de la toalla que cae al piso.
Mi miembro aún sigue duro y erecto, estoy aun excitado y es con mi prima con quien voy a desfogarme.
Me despojo de mi toalla, mi miembro golpea el vientre de mi prima, lo presiona.
Ella se arrodilla y vuelve a chupármelo pero ahora con más intensidad, una, dos, tres, cuatro chupadas, la levanto y la giro de espaldas a mí, empujando su espalda hacia el frente, pone sus manos sobre la cama, le separo sus piernas, con una mano la agarro de la cadera izquierda y con la otra tomo mi miembro y lo centro en la entrada de su empapada y caliente puchita.
Se la meto despacio, poco a poco hasta que toca el fondo de ella, sin habérsela metido toda.
Suspira despacio, me quedo quieto por unos instantes para luego comenzar a bombearla.
No tarda mucho en contraer sus músculos pélvicos, señal de que está teniendo un orgasmo.
-Mmmmmmm.
Más primo más.
– Me dice despacio.
Arrecio mis embestidas, golpeando con fuerza el fondo de ella.
Es sublime la sensación y el momento, ahí, al pie de la cama con su hija mayor dormida, con las manos sobre la cama y nosotros cogiendo con fuerza, aguantando los deseos de poder gemir y jadear.
Ya casi para venirme, se la saco, la levanto del brazo y la jalo hacia abajo, ella se arrodilla, toma mi miembro y se lo mete a su cálida boca, lo chupa con intensidad mientras la tomo de su cabeza empujándola contra mí hasta que estallo dentro de su boca, una, dos, tres veces.
Mi prima hace un esfuerzo, pero no puede tragar toda mi leche, sigue chupando, hasta que me saca la última gota.
-Que rico primo.
– Me dice agitada en voz baja.
Termina tomando la toalla para limpiarse su boca.
-¡Ahora si te vas a quedar dormido como un bebe!- me dice mientras se levanta.
-Tengo que retomar fuerzas, mañana estaré solo con Susy.
– Le contesto.
Salimos del cuarto, ella se dirige al baño mientras yo con la toalla en la mano, voy a mi recamara a dormir donde me espera mi pequeña sobrina.
Entro y así desnudo como estoy me acuesto y me tapo con la misma sabana que Susy, quien al sentirme me abraza.
Fue una noche tranquila en la que ambos dormimos profundamente.
Un suave beso en la mejilla izquierda y un suave murmullo me despierta, es Ali quien se despide de mí, ya que se va a la escuela.
Mi prima detrás de ella se despide dándome un beso en los labios.
No da recomendaciones, ya que se lo que debo hacer, las conozco bien.
Se van, mientras sigo durmiendo un rato más al igual que Susy, quien después de un rato, siento como empieza a moverse en la cama.
Me abraza, se queda quieta, luego su manita traviesa rosa mis pestañas.
-¿Qué haces niña?- Le pregunto.
-Ya no tengo sueño- Me contesta.
-¡Ok! Vamos a levantarnos.
– Le contesto con todo el dolor de mi corazón, ya que yo deseaba seguir durmiendo.
-¡No! Mejor hazme caballito.
– Me dice, se levanta y levanta un poco las sabanas, se da cuenta que estoy desnudo, pero no dice nada, solo se sube arribita mi pelvis y comienza a moverse, así como yo comienzo a mover mis caderas de arriba abajo.
A cada movimiento, ella se va bajando, hasta llegar a poner sus nalguitas sobre mi miembro, su pantaletita azul cielo con dibujos de ositos, apenas si es capaz de contener la presión de mi duro y grueso miembro que se talla entre sus bellas nalguitas.
Al sentir mi duro miembro y su volumen, Susy baja más sus caderas y posa sus nalguitas sobre él, agitándolas más y más en nuestro juego de caballito.
Posa sus manitas sobre mi pecho y presiona más sus nalguitas sobre mi miembro, bajando la intensidad de sus movimientos, mas no deja de hacerlos, luego vuelve a arreciarlos, hasta que de golpe se detiene, su respiración es agitada, me mira sonriendo.
-¿Te gusta el caballito de tu tío mi amor?- Le pregunto.
Y con agitada voz me contesta.
-Si, mucho tío.
–
-¿Por qué?- Le pregunto.
-Es que ciento bonito.
– Me contesta sonriendo mientras empuja sus nalguitas contra mi duro miembro.
-¿Dónde sientes bonito?- Le pregunto.
-Aquí.
– Me contesta señalando su mojada puchita.
-¿Quieres sentir más bonito mi amor? Pero vas a tener que quitarte tu calzoncito- Le pregunte con cariño.
-Si tío, hazme sentir bonito.
– Me contesta.
Entonces la bajo de mí y la acuesto sobre la cama, ella agarra su calzoncito y se lo quita rápido, dejándose solo él corpiño.
-También quítate eso.
– Le señalo el corpiño.
Se lo quita sin chistar nada.
Le doy unos besos en sus tetitas rosadas y pequeñas.
-Jijijiji se siente bonito tío.
– Me dice mientras me acaricia la cabeza.
Se las lamo una a una, dándole pequeñas y suaves succionadas a sus pezoncitos.
Me bajo un poco y le digo que separe las piernas y ella obedece, me acomodo entre medio de ellas y le lamo despacio, ella sonríe y me pide más.
Vuelvo a lamer toda la rayita de su puchita tierna, rosadita y fresca.
Que rica, que deliciosa sabe esa pequeña frutita.
Meto mi lengua entre sus diminutos labios íntimos, recorriendo uno a uno, primero el lado derecho, luego el izquierdo, alternándolos, hasta que paso mi lengua entre ellos y encuentro su pequeño botoncito que presiono y hace contraer sus muslos a Susy, apretándolos contra mi cabeza, luego los relaja y me pide que siga.
-¡Más tío, más! Se siente bonito.
– Me dice entre suspiros.
La complazco y vuelvo a meter mi lengua, presiono de nuevo, luego lo lamo con fuerza.
Bajo a la entrada de su pequeña cuevita, la recorro, saboreando las mieles que emanan de ella, luego despacio meto mi lengua en ella, esta apretadita.
La saco y vuelvo a meter, como si la estuviera follando solo que es con mi lengua.
El placer que siente mi sobrinita es sublime, agita sus caderitas, me jala con sus manitas contra ella como queriendo que me funda con su tierna fruta.
Mientras mis manos acarician sus aterciopeladas nalguitas que es una delicia acariciar, mi miembro esta duro como piedra goteando líquido seminal sobre la cama.
Meto y saco mi lengua de su cuevita hasta donde puedo alcanzar, esa cuevita dulce, caliente y apretada, mientras su pequeño cuerpo se agita de placer que lo plasman sus suaves gemidos.
Saboreo y bebo sus dulces y ricas mieles de su tierna frutita hasta que explota en un suave orgasmo que la hace agitar sus caderas con fuerza, aprisionar mi cabeza con sus piernitas y manos…
-¡Que rico tío, que rico!- Grita de placer.
Luego de unos segundos afloja sus piernas y suelta mi cabeza, baja la intensidad de sus caderas y gime suave.
Me levanto un poco para ver la cara de extremo placer que tiene, se ve tan exquisita.
Me recuesto a su lado y la abrazo, sus ojitos están cerrados y solo suspira.
Tomo su manita derecha y la llevo a mi miembro, el cual abraza y sin abrir los ojos comienza a acariciar, la tomo de su manita y le voy guiando para que aprenda como acariciarlo.
Susy aprende rápido y lo hace bien, comienza a subir y bajar su manita por todo lo largo de mi miembro despacio y con cariño, luego abre sus ojitos y me mira, me sonríe y lanza un beso, luego baja su vista y mira mi miembro, mira como me lo acaricia.
-¿Te gusta tío?- Me pregunta con su dulce voz.
-Si mi niña, me gusta mucho.
– Le contesto mientras le doy un beso en la frente.
-¿Lo hago bien?- Sigue.
-Si mi amor, lo haces bien.
– La motivo.
Mira con ternura y entusiasmo como acaricia mi miembro, cuando comienza a brotar más líquido pre seminal de la punta, levanta su cara y lo mira con curiosidad, paso mi dedo medio y lo embarro un poco, luego se lo pongo en sus labios, ella me mira con sus ojos alegres y lo saborea.
-¡Sabe rico tío!- Me dice mientras sigue saboreándolo.
Con mi mano, guio su mano y la embarro del resto del líquido y la vuelvo a colocar en el tronco para que siga masajeándolo, su entusiasmo es notorio y lo hace así.
Luego lo suelta y se lleva su manita embarrada a la boca para volver a probarlo, luego la regresa y sigue al mismo ritmo.
-¡Hazlo un poco más fuerte mi amor!- Le digo cuando ya siento la sensación de querer eyacular.
Susy obedece y no pasa mucho tiempo hasta que me hace venir.
La primera erupción salpica sus mejillas y cabello, pero no cesa, la segunda igual, pero esta vez también su boquita.
Su manita se embarra más y más de mi leche.
La tercera cae sobre mi abdomen, así como las siguientes.
Pese haber eyaculado, mi miembro aún sigue duro y erecto y los ojitos de Susy siguen clavados en él.
-¿Quieres chuparlo?- Le digo con cariñosa voz.
Ella asienta con la cabeza y así, sin limpiarse lo que cayó en su cabello y mejillas, acerca su cara y comienza a chupar la cabeza.
Que rico lo hace, chupa despacio toda la cabeza como si fuera un helado que está apunto de derretirse, ya que lo chupa y succiona lo que lleva en los labios una y otra vez.
Mi prima decía que Susy era inquieta y traviesa, que era más que Ali, yo creo que hasta más golosa que su hermana y mamá juntas.
Luego levanta la cara y me mira sonriendo, con su carita aun con mi leche escurriendo por sus mejillas y cabello, pero feliz.
-¿Quieres volver a montar caballito?- Le pregunto y ella contenta me dice que sí, entonces se levanta y se acomoda sobre mí, pero antes agarra mi miembro y lo acomoda entre su puchita y se sienta.
Siento como mi miembro presiona sus tiernos labios íntimos y los abre.
Comienza ella a mover sus caderas de adelante hacia atrás con fuerza, la cabeza de mi miembro acaricia la flor de su culito a cada movimiento deliciosamente.
Luego de unos minutos, me incorporo y la abrazo, me hago a la orilla de la cama con ella, así sentado y sujetándola de sus aterciopeladas nalguitas, muevo mis caderas como si estuviéramos follando, haciendo mas delicioso todo.
Ella se abraza a mi cuerpo, embarrándonos de mi leche.
Gime y su agitación es una bella melodía para mí.
Ahora nuestras caderas se coordinan, mi miembro recorre su caliente y empapada puchita, hasta la flor de su culito.
Luego me levanto con ella en brazos, la deposito sobre la cama, le separo las piernas bien rectas y con las caderas muevo la punta de mi miembro, tallándoselo por sus labios íntimos, haciendo presión por momentos en la entrada de su cuevita.
Baja su mano derecha Susy y agarra mi miembro, para dirigirlo, tallándoselo por toda su puchita.
Dejo quietas las caderas y dejo que ella la dirija.
Gime, jadea, suspira fuerte, retuerce sus caderas y espalda.
Luego lo dirige a la entrada de su cuevita y lo talla ahí con fuerza, me lo jala como queriendo metérselo ella misma.
Siento deseos de volver a venirme, de explotar, por lo que suelto su pierna izquierda, agarro mi miembro y se lo tallo con fuerza en su empapada puchita, lo dejo quieto, junto sus piernitas y las abrazo con mi brazo izquierdo, ahora comienzo a moverme como si la estuviera penetrando.
Sus piernas juntas hacen una rica presión entre mi miembro y sus labios íntimos.
Susy hecha sus manitas a los lados y agita sus caderas, está teniendo un sublime orgasmo, al tiempo que estallo en una segunda venida que salpica su pecho y abdomen.
Mete ella su manita derecha entre sus piernas y agarra mi miembro y comienza a masturbarme como le había enseñado, tallándose la cabeza de miembro en su cuevita que baño con mi leche y ella se embarra aún más por toda su puchita.
Poco a poco va retomando la calma y la respiración, le bajo sus piernitas y ella se sienta, agarra mi miembro y comienza a chuparlo, chupando lo que resta de leche, cuando termina me mira sonriendo.
-¡Que rico tío!- Me dice con su carita angelical.
Me abraza y mi leche se mezcla entre nuestros sudores y nuestros cuerpos.
Luego de un rato, la levanto y la llevo al baño, a lavarnos mientras jugueteamos un poco más.
Salimos de bañarnos y así desnudos nos fuimos a la cocina a desayunar, ya cerca del mediodía, fuimos por Ali a la escuela.
Las lleve a la casa y las deje para irme a trabajar, unos minutos después llegaba mi prima.
Mi recamara quedo apestosa a sexo, aun olía en la noche que llegue de trabajar, recibiéndome mi prima con un apasionado beso.
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