Tania con casi 10. Capítulo 12
Continua esme con los dos.
Capítulo 12
Nos habíamos quedado solos, Esme se había metido a bañar, tal vez con la esperanza de que el agua limpiara su pecado o la culpa que sentía, no importaba, eso era algo que resolvería con ella.
Tania y yo nos miramos, como nos habíamos quedado solos se antojaba hacer algo, ella miró mi verga que estaba manchada de mi leche.
- Hazlo—le dije adivinando lo que quería.
Se acercó a mí y se agachó en mi entrepierna, escuché a lo lejos la regadera, me relajé sintiendo como Tania mamaba mi verga, su lengua recorría todo mi tronco y se detenía en la punta, donde chupaba para extraer las últimas gotas, mi verga seguía dura, no con la firmeza de siempre, pero si con la suficiente para penetrar, así que lo aproveché.
- Ven Tania súbete—le dije jalándola, ella sonriendo brincó y quedó sobre mí, tomé mi verga y apretando la base, la guie a su rajita y la penetré sin ningún problema.
- Aaahhh, tío te amo—dijo Tania al sentirse toda empalada por mí, se acercó a besarme metiendo ferozmente su lengua.
Tania estaba lubricada, estaba excitada por lo que habíamos hecho y las dedeadas que le puse, me moví rápido, quería aprovechar lo que quedaba de erección y provocarle un orgasmo a Tania con un rapidín, mojé mi dedo medio y se lo metí en el culo.
- Tío… tío… tío… si, me viene… me viene… aaahhh… aaahhh—dijo Tania con el ceño fruncido, moviéndose como si quisiera romper mi verga con sus caderas
Apreté mis dientes y me moví muy rápido, Tania se vino con mi verga taladrándola como pistón y un dedo mío dentro de su culo
- Tío te amo—me dijo después de calmarse de su orgasmo, moviéndose lento con mi verga dentro de ella, escuché como la regadera se cerró.
- Ya Tania, tu mamá no tardará en entrar—le dije dándole un último empujón de despedida, sentí como le doble el cérvix con mi verga, Tania gimió abriendo sus ojos y su boquita, la besé con pasión oprimiendo su interior con mi verga y después sacársela lentamente—ve a la cocina, tendré que hablar con tu madre a solas.
- Si, tío—dijo y obediente se levantó y salió de la recámara, se cruzaron afuera.
- Voy a la cocina mami, me dio sed.
- Si, ve a tomar algo—la escuché seria, ahí venía la prueba de fuego.
Entró desnuda y mojada, no había toalla en el baño, por lo que caminó mojada por el pasillo, entró y se me quedó mirando, su mirada era seria, tenía que actuar rápido.
- ¿Estás bien?—le pregunté invitándola a que se acostara a mi lado, ella lo hizo.
- No paco, no estoy bien ¿te das cuenta lo que acaba de pasar?—dijo con algo de reclamo, pero no muy intenso.
- Sí, mi amor, Tania acaba de saciar su curiosidad, ya te había dicho, desde que te escuchó no ha dejado de preguntarme si lo íbamos hacer, ella ha visto todo lo que hacemos y no quería que lo viera de otra forma que no fuera como algo natural.
- Pero paco, me estuvo chupando el culo, mi propia hija, ¡una niña!—se veía angustiada, pero como lo dije, no era un reclamo intenso.
- Tranquila mi amor, manejémoslo como si fuera algo normal—la jalé para que se acercara a mí, ella se acercó y quedó a mi lado.
- Pero no lo es, esto de ninguna manera es normal, nunca será normal que mi propia hija, una niña, me chupe el culo después de que tú me metieras la verga y me dejaras la leche dentro—su voz ya no era tanto de reclamo, era más de angustia.
- Si, lo sé, pero ella ya ha visto demasiado, como para ahora privarla de cosas que quiere conocer, solo manejémoslo con prudencia, que no sienta que es algo malo, Tania es una niña muy inteligente y madura para su edad—la jalé más a mi lado.
Me puse boca arriba y pasé mi mano bajo su cabeza a modo de almohada, dejé mi mano en su hombro y la abracé, ella se puso de lado mirándome, su mano en mi pecho se movía, la sentía preocupada, pero no me saldría de mi línea, así se lo manejaría para tenerla tranquila.
- Ya mi amor, no estés preocupada, mírame—le dije tomándola de la barbilla, ella me miró—tu y yo lo hablaremos con Tania, le diremos que son cosas que no se hacen y solo fue una vez ¿Estás tranquila con eso?
- Sí, paco, eso quiero; yo confío en ti, lo hablaremos con ella, porque de verdad mi amor, no la quiero traumar o que cuando sepa lo que realmente hizo me vaya a llamar una puta pervertida.
- No mi amor, eso no lo permitiré nunca.
La tomé, la abracé con mí brazo libre y la besé, ella inmediatamente cerró sus ojos dejándose llevar por el beso, la puse boca arriba y ella abrió sus piernas, mi verga ya se había puesto más dura, no eyacule en Tania, solo la penetré para que tuviera su orgasmo, así que mis huevos ya se habían cargado de leche.
Esme sintió mi verga dura rondando su raja, abrió más las piernas y me besó con más pasión, la jalé para que quedara arriba, ella se montó en mí, mi verga apuntaba a su raja, empujé y esta entró, justo cuando mi glande doblaba su cérvix por el empuje de mis caderas para penetrarla, entró Tania, traía en la mano un vaso de jugo de naranja casi lleno, nos miró besándonos y con mi verga dentro de su madre de nuevo, nos saludó sonriente.
- Hola tío, hola mami, te traje jugo, pensé que tendrías sed—dijo poniéndoselo enfrente.
- Gracias mi amor—dijo Esme sentándose con mi verga dentro, tomando el vaso para después beberlo.
- Tania mi amor, ven, tenemos que hablar contigo tu mamá y yo—dije a Tania.
Aparte suavemente a Esme, la hacer se escuchó el chasquido del desacoplamiento, Tania no perdió detalle mirando mi verga toda mancha de moco vaginal de su madre.
- Si tío, ¿de qué quieren hablar?—dijo sentándose frente a mí en tipo buda, sus piernas quedaron abiertas y sus vulva también, se veía el interior, estaba abierta por la penetración que le di, recé porque Esme no lo notara.
Su vulva abierta frente a mí, hizo que mantuviera una erección, lo bueno es que nadie le dio importancia, los tres sentado en la cama nos mirábamos entre nosotros; los tres sentados, tipo buda, haciendo un triángulo.
- Tania, bebé, hay cosas que hacen los adultos y que los niños no deben hacer, tu mamá y yo somos adultos y por eso hemos hecho algunas cosas que nos has visto hacer.
Tania miraba atenta lo que decía, ya había hablado con ella desde antes para decirle que cuando me viera serio pusiera atención y aceptara todo lo que le dijera, era la forma de sobre llevar las cosas.
- Ya te habíamos dicho que esto era secreto, nadie debe saberlo ¿verdad?—le decía yo acariciando su muslo.
- Si tío, lo sé, a nadie debo decirle todo lo que he visto—dijo Tania asintiendo atenta acariciando el muslo de su madre.
- Tenías curiosidad de hacer esto, te lo permitimos porque has demostrado madurez y entendimiento de lo que es, pero ahora que ya lo has hecho, debes saber que no se puede estar haciendo más, ya no lo haremos frente a ti, tú dormirás en tu habitación y tu mamá y yo dormiremos aquí y haremos cosas que solo los adultos pueden hacer y será secreto.
- Pero tío, me gusta dormir contigo y con mamá, no me dejen sola, de verdad prometo no decir nada, pero déjenme estar con ustedes—dijo juntando sus manitas en modo de súplica—háganlo si quieren, yo no diré nada, pero por favor, no me saquen del cuarto, por favor, por favor, por favor.
- Mi amor, debes entender que no puedes ver ciertas cosas—dije yo mirando a Esme que asintió a lo que yo decía.
- Pero ya los he visto y no he dicho nada, me gusta verlos, me gustó probar a mami, me gustó mucho todo eso, de verdad no diré nada de lo que hacen, por favor no me dejen fuera.
- Mi amor, no es correcto que una niña tan pequeña participe viendo o haciendo lo que tú has hecho, no lo podemos hacer, porque eres niña, aunque muy inteligente y madura, pero eres una niña.
- ¿Me dejan fuera porque soy niña? ¿O es que ya no me quieren? Snif, snif—hizo pucheritos, de verdad que debía darle un “Oscar” por esa actuación, el puchero conmovió a Esme que atenta miraba.
- Está bien Tania, ya iremos viendo dónde duermes, pero por favor bebé, no llores porque me partes el alma—le dijo Esme enternecida por su hija, extendiendo sus brazos. Tania fue a su lado y se abrazaron.
Me acerqué a ellas y las abracé, ya habíamos pasado la primera prueba, Esme me miró, su mirada era de tranquilidad, la besé y me correspondió, Tania nos miraba.
- Te dije que todo iba a salir bien—le dije a Esme tomando su barbilla con mi pulgar y su índice—te dije que confiaras en mí.
- Si mi amor, confío y confiaré en ti—me volvió a besar, nuestras lenguas se encontraron.
- ¿Mami?—preguntó Tania mirando nuestro beso.
- ¿Si mi amor?—dijo ella dejándome de besar para voltear a verla.
- ¿Puedo besar a mi novio?—preguntó mirándome, Esme sonrió pensando que su niña era incorregible.
- Mi amor, ¿Qué acabamos de hablar?—le dijo Esme en tono suave.
- Anda mami, no quites a mi novio también.
- Pero mi amor—dijo Esme sin saber cómo manejarlo—esto está subiendo mucho de nivel, no puedo permitir tanto.
- Anda mami, déjame tener novio, deja que el tío paco sea mi novio ¿sí?—nuevamente juntó sus manitas en súplica, Esme sonrió y termino accediendo.
- Si mi amor, pero recuerda que solo lo besas dentro de la casa y por favor, entiende esto, todo lo que pasa aquí es SECRETO—dijo abriendo mucho sus hermosos ojos verdes para darle énfasis a que debía ser secreto.
- Si mami, no diré nada—se acercó a mí se sentó a horcajadas con mi verga sobre su vulva, movió su cadera hacia adelante haciendo que mi verga quedara entre sus nalgas y puso sus brazos alrededor de mi cuello, incluso ahora ladeó su cabeza y me besó.
Esme abrió sus ojos sorprendida del apasionado beso que me dio, yo no me moví, para no alarmar a Esme, pero Tania vaya que se movió, abrió su boca metiéndome su lengüita, se giró a un lado, después al otro, su cadera se movía de adelante a atrás tallándola sobre su vulva y su culo.
Esme tenía los ojos abiertos de asombro mirando como Tania chupaba mis labios para después volver a pegar su boca y seguir metiéndome la lengua, finalmente se separó de mí, su boca brillaba de tanta saliva que tenía alrededor.
- ¡Pero Tania! ¿Dónde aprendiste a besar así?—preguntó sin parpadear, totalmente sorprendida.
- Pues mirándolos y… besándote a ti—Esme se puso roja como tomate recordando los besos que ellas se habían dado—y no sabes cómo ansiaba besar así a mi novio.
- Bueno ¿qué les parece si comemos algo?—dije yo para bajar la tensión que tenía Esme—bajamos los tres y preparamos algo.
- Si mi amor—dijo Esme levantándose y buscando su ropa.
- Bajemos así, ya nos hemos visto todo, así que esto no hará la diferencia.
No deje pensar a Esme, la tomé de la mano y caminé con ella, Tania brincó tomó mi otra mano y así bajamos los tres a la cocina.
Esme nos preparó el almuerzo, era una excelente cocinera, platicamos de mil y un cosas, reíamos de todo, a ratos Esme y yo nos mirábamos como dos novios enamorados, me acercaba a ella y la besaba o ella se acercaba a mí y me besaba, Tania no se quedaba atrás, me besaba con pasión, Esme ya toleraba mirar esas escenas, pero se desconcertaba cuando Tania se acercaba a ella y la besaba con la misma pasión con la que me besaba a mí.
Eran cerca de las 5 de la tarde, el sol empezaba a bajar, los tres sentados en el sillón mirábamos la televisión, yo estaba en medio y abrazaba a las dos que tenías recargada sus cabezas en mis hombros, estábamos desnudos, de hecho así estuvimos todo el día, solo me puse ropa para bajar las maletas, pero apenas terminé, Tania corrió hacia mí y me desnudo frente a su madre que sorprendida miraba la osadía de su hija.
- Mis amores ¿Qué es lo que quieren hacer?—dije yo abrazando a las dos, ambas sonrieron al sentir la fuerza de mis brazos en sus cuerpos.
- No sé mi amor—dijo Esme mirándome–¿tú qué opinas Tania?
- Vamos a lugar de las pizzas, ese donde podemos bailar.
- Si, Esme—le dije dándole un besito en los labios—tu hija quedó fascinada con ese lugar, hacen pizza artesanal muy deliciosa, pero lo mejor es el ambiente, es estilo americano y hay una pequeña pista de baile, a tu hija, al igual que a ti, le encanta bailar.
- Vaya, vaya, así que ya hasta tienen lugar favorito y toda la cosa—dijo a modo de reclamo, pero reía mirándonos.
- Mami, es que te dije que ya éramos novios, íbamos muy seguido ahí y bailábamos mucho, ya se bailar muy bien ¿Verdad tío?
- Si mi amor, bailas divino—dijo antes de darle un besito, así como se lo di a su madre.
Eran cerca de las 7 de la tarde y bailaba con Tania en medio de la pista, Esme sonriendo nos veía desde la mesa, ya habíamos comido y después de eso todo fue baile.
Bailé algunas canciones con Esme, pero Tania me acaparó y ya no me quiso soltar, traía un vestido color claro, de cintura alta, Esme le había puesto un moño en una coleta alta que le hizo, se veía hermosa, angelical, la había maquillado finamente, sus labios brillaban por el labial que llevaba, sus mejillas con un leve rubor, la líneas del maquillaje iban acorde al tipo de cara que tenía Tania, Esme sabía alto maquillaje, había tomado un curso de 6 meses, solo para aprender a maquillarse ella misma.
- Estoy fundido—le dije a Esme mientras regresábamos a la mesa.
- Si, ya vi—dijo riendo—tu noviecita ya no te soltó.
- Ay mami, no te enojes—dijo Tania abrazándola—pero viste que bien bailo.
- Sí, mi amor, ya vi que bailas muy bien—dijo Esme agitando tiernamente su cabello.
- Es que tuve buen maestro—dijo abrazándose de mi brazo.
- ¿Qué les parece si nos vamos y caminamos un poco para bajar la pizza?—dije yo dirigiéndome a las dos.
- Si vamos a caminar—dijo Esme moviéndose para salir de la mesa.
Caminamos por el muelle, había muchos turistas, nos detuvimos en un muro rompeolas que sobresalía un metro del nivel del andén peatonal, y ahí nos recargamos mirando el horizonte, el sol ya se había ocultado poéticamente en el mar, comíamos un helado, Esme me abrazó y creo que fue el ambiente, la brisa marina, el sonido de las gaviotas y la tranquilidad que se respiraba, que la habían llevado a un nivel de paz que hacía ponerla romántica.
Se acercó y me besó, el beso fue más que apasionado, su lengua recorrió mis carrillos, se oía el chasquido que hacías nuestras bocas al separarse y juntarse una y otra vez, Tania nos miraba y en cierto momento puso cara de enojada y sus manos en puño en su cintura.
- Oigan, oigan, ¿quién les dio permiso de tanto beso?—tenía apretada la boca y el ceño fruncido en señal de disgusto
- Jajaja, bebé, no seas celosa, tu sabes que las quiero por igual—le dije yo acariciando su barbilla.
- Si amor, además sabes que no puedes darle besos a tu tío en público—esto último lo dijo Esme en un susurro para que solo Tania y yo escucháramos.
- Si puedo, si tú me ayudas—dijo mostrando su sonrisa.
- ¿Cómo?—preguntó Esme sonriendo divertida.
- Cárgame y abraza al tío, así no se notará
Esme sonrió y miró a todos lados, casi no había personas, después me volteo a ver a mí y me sonrió como preguntando, yo solo encogí de hombros, como diciendo “si hazlo, no pasa nada”, la cargó poniendo sus nalgas en el antebrazo derecho y con el izquierdo me abrazó, se cara quedó de lado mirando en una dirección y yo miré hacia la otra, Tania se pegó a mí y me besó inmediatamente metiendo lengua, se podía oír el chasquido de nuestras bocas, por reflejo pasé mi mano a las nalgas de Tania, Esme al tenerla cargada lo sintió, pero no dijo nada, pasaron cerca de 5 segundos y Esme nos detuvo.
- Ya mi amor, ya fue suficiente muestra de cariño en público, alguien puede vernos, en la casa le sigues—dijo Esme como recompensa para que Tania no discutiera.
- Bueno, pero en la casa si lo voy a besar mucho—dijo Tania reclamando su parte–¿oyeron?
- Si mi amor—dijo su madre riendo—en la casa lo besas todo lo que quieras.
Llegamos a la casa y nuevamente nos bañamos, lo hicimos juntos, solo que ahora nos lavamos unos a otros, mi verga dura como roca fue lavada varias veces, unas por Esme y otras por Tania, veía como Esme atenta no perdía detalle de lo que su hija me hacía, a pesar de lo que había dicho de no hacer cosas con Tania, lo permitió, porque Tania solamente me lavaba.
Salimos nos secamos y así desnudos fuimos a la sala, ahí miramos tele un rato, eran cerca de las 11 cuando Esme le dijo a Tania.
- Mi amor, es hora de dormir para ti, ya es tarde y no es bueno que te desveles.
- ¿Puedo dormir con ustedes?—dijo juntando sus manitas a modo de súplica, Esme me miró y yo sonreí asintiendo.
- Si mi amor, puedes dormir con nosotros, ve a la cama y te alcanzamos en un momento.
Tania se levantó y nos dio un beso de buenas noches a los dos, obvio que lo hizo de lengua, cuando me besó a mi le acaricié las nalgas, Esme no dijo nada, solo nos miró; Tania después de eso salió mirándonos, más a mí, creo que leyó mi pensamiento, porque me lanzó una sonrisa cómplice.
- Al fin solos—me dijo Esme recargándose en mi hombro.
- Si mi amor, al fin solos, aunque debes reconocer que si te la pasaste bien con Tania—dije apretando su mentón con mi pulgar e índice.
- Si paco, pero ya te había dicho, tengo miedo de que Tania se traume.
- No se traumará, si te fijas lo ha tomado con mucha madurez.
- Sí, eso sí lo noté y me sorprendió, noté como le gustó meterme dedos.
- ¿Y a ti no te gustó?
- Si paco, mucho, no sé por qué—se quedó pensando un momento–¿paco, crees que esté mal que me excite tanto con ella? No sabes cómo me ha dado vueltas tanto eso en la cabeza. ¿Te puedo confesar algo?
- Claro mi amor, dime—le dije acariciándola suavemente—sabes que a mí me puedes contar todo.
- Si mi amor, eso me gusta de ti, que puedo decirte todo, hasta lo que jamás le diría alguien, ni a tu hermano.
- Entonces dime—dije yo regresándola a lo que me quería contar.
- Cuando estuve en la ciudad me compre un consolador y me masturbé mucho pensando en ti, lo hice a diario, me lo metía en la raja y en culo—lo dijo con naturalidad, eso explicaba por qué estaba blando su culo cuando lo palpé, ella continuó—pero también me masturbé pensando en Tania, recordando sus besos, su lengüita en mi piel, sus manitas tocándome, sus deditos penetrándome y todas las cosas en las que participó ¿estoy enferma verdad?—a su mirada le regresó la angustia.
- Ya te dije mi amor que estas sana en cuerpo y alma, solo experimentas el placer que muchos hipócritas llaman prohibido, sin saber que el mayor amor y la mayor seguridad están en casa y es ahí donde se aprende todo de la vida, incluso esto—le dije tocando su vagina, ella abrió su boca—creo que todos lo deberíamos hacer como algo que no está mal, hacerse como algo natural y que solo sea malo cuando deje de hacerse con amor.
Me miró con esos ojos verdes puros, su mirada era de un “gracias”, la había tranquilizado con mis palabras, me besó con pasión, nuestras lenguas nuevamente se juntaron, su mano derecha bajo a mi verga que ya estaba dura, la masturbó suavemente, se separó de mi boca, pero no de mi cuerpo, se fue bajando besando mi tórax, después mi tetilla derecha, luego mi abdomen y finalizó en mi entrepierna, tomó mi verga y esta se perdió dentro de su boca.
- Aaahhh—gemí recargando mi cabeza hacia atrás en el respaldo.
La felación de una mujer que ama a su hombre, había comenzado. Esme lo hacía con una devoción inigualable, lamía todo el tronco, después se la metía, lo hacía lento pero no se detenía hasta que mi verga llegaba a su garganta, ahí se quedaba quieta, tomaba aire y se agachaba más hasta que mi glande atravesaba su garganta y llegaba a su esófago.
Esme a ojos cerrados me mamaba la verga, la metía toda lentamente y así la sacaba, cuando sentía que mi líquido pre seminal salía dejaba sus labios en mi glande y con su mano exprimía suave y lentamente mi uretra hacia arriba, para después atrapar esas gotitas con su boca.
El amiente olía a mi verga y su saliva, ella estaba feliz de sacarme mi leche sin siquiera tener un orgasmo, no la había tocado, ella estaba empinada con sus nalgas abiertas, pero no la había masturbado ni nada, mis dos brazos seguían en el respaldo, era todo para mi placer, solo mío, eso me excitaba más.
Esme era ya una experta en darme placer oral, sintió que mi líquido aumentaba en salida, dejo su boca en mi glande chupándolo y se mano derecha me masturbó rápidamente, su lengua en mi frenillo era un remolino, quería hacerme eyacular y no tardaría mucho en conseguirlo.
- Esme mi amor, que rico me haces, que rico me puñeteas la verga, siento que mi leche va a salir en cualquier momento…aaahhh—dije yo a ojos cerrados.
Esme se movió más rápido, sentí como se esmeró más en conseguir mi eyaculación, casi lo logra cuando los dos escuchamos la voz de Tania.
- ¿Qué hacen ustedes dos?—preguntó de forma retórica, estaba parada desnuda frente a nosotros, ni cuenta me di cuando llegó.
Esme brincó del susto, traía mucha baba en su boca, tanta que un hilo grueso de su saliva y mi líquido pre seminal quedó colgando desde su barbilla, obvio que mi verga quedó toda brillosa y erecta, estaba en su punto máximo de excitación.
- Tania ¿Qué haces despierta?—dijo Esme intentado guardar la postura—te dijimos que era hora de dormir.
- Si mami, pero tenía mucho calor y no me podía dormir, vine para acompañarlos—Tania miró mi verga–¿Qué le hacías al tío? ¿Por qué su tilín esta así de grande? ¿Esto es lo que le haces en el auto?
La llenó de preguntas, Esme parpadeaba con su boca abierta, no sabía que contestarle o cómo actuar, así que hizo lo más fácil, regresarla a la habitación.
- Tania, por favor vete a la cama y ya no hagas preguntas—dijo Esme algo seria—ya mañana hablaré contigo de todo esto.
- Pero mami…
- A la cama dije—dijo voz autoritaria señalando hacia mi habitación.
- Mi amor, obedece a tu madre, ve a la cama—le dije yo a Tania, ella agachó su cabeza y se fue.
Esme se quedó seria nuevamente, estaba roja de la cara y pensativa, la jalé hacia mí, ella se dejó hacer, su hombro quedó en mi pecho.
- Esme ¿estás bien?
- Paco, otra vez—dijo refiriéndose a que Tania la había visto en primera fila haciéndome una felación de infarto—esto ya se está saliendo de control.
- Mi amor, es de lo que acabamos de hablar, tu amas a Tania y yo también, ella es muy perceptiva y curiosa, ya vio cosas que han despertado preguntas en ella, ¿de verdad quieres que resuelva esas dudas con otra persona? Porque créeme, no creo que se vaya a quedar con la duda.
- No mi amor, eso nunca—dijo entendiendo que Tania podía preguntarle a la persona equivocada y acabar abusada sexualmente y realmente traumada.
- Entonces ¿Quién mejor que nosotros para aclararle sus dudas? Y enseñarle lo que es hacerlo con amor.
Esme se quedó seria, pensaba mil cosas, lo podía ver en su mirada, sus dedos se movían inquietos lo mismo que sus labios, finalmente me miró.
- ¿Y qué debo hacer?—dijo angustiada al sentir que todo se salía de control y no sabía cómo actuar.
- Déjala participar, que vea lo que es, lo manejamos con ella como algo natural, que vaya aprendiendo poco a poco, le vamos aclarando sus dudas.
- O sea que ¿quieres que también te mame la verga?—volteo a verme con su mirada de angustia.
- No lo digas así—dije minimizando el hecho de que participara—piénsalo más como resolverle todas las dudas que trae en su cabecita.
- Paco, prométeme que lo que hagamos será por Tania y que será porque realmente la amas y la cuidas, prométeme eso por favor.
- Mi amor, te prometo que jamás haré algo para traumarla o dañarla, todo será para su bien y el tuyo obviamente—le dije, ella se volteó y quedó frente a mí.
- ¿De verdad lo prometes?—dijo con su mirada de alivio que ya conocía muy bien—porque sí, tienes razón, Tania ya ha visto y hecho muchas cosas sin saber lo que son realmente, creo que debo explicarle y que sepa lo que es, pero por favor, por favor, por favor, nuevamente prométeme que no la traumaremos, que tú me ayudarás y que será secreto.
- Por mi vida—dije yo con firme convicción.
Esme repitió el “por favor” muchas veces, como dando a entender que no quería traumar a su pequeña hija con lo que íbamos hacer, se separó de mí y se puso de pie, su cuerpo desnudo brillaba sensualmente por el sudor en su piel, se fue a la planta alta, la seguí con mi mirada mientras me acariciaba la verga, regresó con Tania de la mano. La hincó en el piso a un lado mío y ella se hincó del otro lado.
- Tania, creo que ya has probado muchas cosas—me volteo a ver y le asentí para que continuara—pero debes saber lo que estás haciendo; tu tío y yo hemos hablado al respecto y creemos que es importante que estés aquí y sepas que es esto que hacemos, responder tus dudas, hasta saciar tu curiosidad, pero debes prometerme, por lo que más quieras, que esto será secreto, aún más secreto que el que tu tío sea tu novio.
- Si mami—dijo mirando mi verga—no diré nada.
- Muy bien bebé, lo primero que debes saber es que cuando los hombre y las mujeres se aman, lo comparten de forma física—dijo Esme tomando mi verga—se siente muy agradable compartirlo…
- ¿aunque no estén casados?—preguntó Tania interrumpiéndola con toda la alevosía, yo solo sonreí.
- Por eso debe ser secreto—dijo Esme haciendo énfasis en eso—tu tío y yo no debemos hacer estas cosas, porque yo estoy casada con su hermano, así como tú no puedes ser su novia, porque él es tu tío, pero no pudimos evitarlo, así como no pude evitar que presenciaras la forma en la que nos amamos, que me tocaras, que me besaras y esas cosas no se deben hacer, pero ya las hicimos.
- Pero mami, a mí me gustó mucho tocarte y besarte.
- A mí también mi amor y eso es porque te amo y tú me amas, así como las dos amamos a tu tío y él nos ama—Esme casi conjugo todo el verbo amar entre nosotros.
- Si mami, yo lo amo y ti también
Yo no participaba, solo miraba a una y a otra, Esme no soltaba mi verga mientras hablaba, me masturbaba suavemente, no quería que perdiera erección.
- Has hecho cosas que solo los adultos deben hacer—miró mi verga, Tania también la vio—pero ya lo has hecho y creo que aún no comprendes lo que has llegado hacer, no quiero que te confundas y alguien que no te ame pueda aprovecharse de ti, vas a aprender lo que realmente hiciste y voy a permitir que pruebes algunas cosas; pero recuerda, secreto.
- Si mami, secreto—dijo Tania levantando su mano en promesa.
Esme miró mi verga, la apretó un poco y la masturbó frente a Tania, ya lo hacía más pleno, la pequeña ponía atención.
- Pon tu mano aquí—dijo señalando mi verga, Tania la tomó–¿cómo se siente?
- Bien dura.
- Así es, cuando un hombre se siente excitado se pone muy duro de aquí y tu tío está muy excitado conmigo y ahora… contigo.
- ¿Conmigo también? ¿Por eso está así su tilín?—dijo Tania con su carita inocente.
- Si mi amor, pero ya no lo llames tilín, ya no más, le debes llamar verga, a estas bolas las llamaras huevos y a este líquido que sale de aquí, leche—dijo señalando el líquido pre seminal que salía—pero solo cuando estemos solos y sobre todo cuando tu tío esté así de excitado.
- Si mami, verga, huevos… leche—lo dijo como memorizándolo—ya me lo aprendí.
- Ahora mueve tu mano así—dijo guiándola para que me masturbara— ¿sientes cómo se pone más dura la verga de tu tío?
- Si mami, la verga del tío se puso más dura ¿Es por lo que le hago?—Tania ponía la cara más inocente del mundo.
- Si mi amor, a tu tío le encanta esto, hazlo más rápido y verás cómo sale lechita de aquí—señaló mi meato urinario donde una gota empezaba a formarse.
- ¿Lo hago bien tío?—la cría se burlaba de la situación conmigo, me preguntó con su carita inocente mordiendo su meñique, era una diablilla–¿Te gusta como acarició tu verga?
- Divino mi amor, aprendes rápido.
- Bueno Tania—continuó su mamá—a esto se le llama masturbación, pero es más agradable llamarla puñeta o paja.
- ¿Cómo?—preguntó Tania, de verdad que tenía que darle un premio por su actuación.
- Masturbación, puñeta o paja mi vida; son juegos de adultos, pero como te dije voy a permitir que hagas algunas cosas, es agradable preguntarle si le gusta cómo le puñeteas la verga, mira hazlo—Tania me miró y sonriendo me dijo.
- Tío, ¿te gusta como puñeteo tu verga?—dijo mirándome a los ojos
- Si mi amor, me puñeteas divino—dije yo mordiendo mi labio inferior.
- Mueve más rápido la mano y vuélvele a preguntar—dijo Esme incitando a su hija.
- ¿así tío? ¿así te gusta que te puñetee la verga?—dijo Tania moviendo su mano más rápido.
- Si mi vida… si—mi mente ya empezaba a volar.
- Muévela lo más rápido que puedas, hazlo—dijo Esme en su oído. Tania movió su mano cuán rápido pudo—vuélvele a preguntar.
- ¿Tío te gusta? ¿te estoy puñeteando bien tu verga? ¿Así rápido?
- Si mi vida… aaahhh, sí, me puñeteas muy bien… aaahhh… aaahhh—dije yo ya en un punto muy alto de excitación, abría mi boca y la cerraba del placer que sentía.
- Para mi amor—dijo su madre, Tania lo hizo desconcertada.
- ¿Lo hago mal?—preguntó preocupada.
- No mi amor, lo hacías muy bien, demasiado bien diría yo—dijo Esme—pero aún no debemos sacarle la leche a tu tío.
- Mami ¿por qué puñeteamos al tío?—preguntó como si estuviéramos en clase.
- se hace por muchas razones, desde estimular para que se ponga dura la verga para poder coger, hasta hacerlo eyacular con tu mano solo por placer, como hace n momentito caso lo haces.
- ¿coger? ¿eyacular?—preguntó Tania moviendo su mano de arriba abajo.
Al parecer la clase iba a ser teórica y práctica, yo estaba temblando de placer, casi eyaculo con la mano de Tania, pero creo que fue más el morbo que le puso Esme a la situación.
- Bueno te explico mi amor, se le llama coger cuando la verga de tu tío entra en tu vagina.
- ¿En la mía?—Tania volteo hacia abajo a ver su rajita.
- Bueno, no, no precisamente la tuya, en una vagina, tu tío la mete y saca cada vez más rápido y eso se siente muy bien, muy placentero y en el punto de máximo placer tu tío suelta leche por este agujerito, a eso se le llama eyacular.
Tania ponía una atención indescriptible, asentía a todo lo que Esme le decía, cambiaba de mano para no dejar de masturbarme.
- Mami ¿y el tío me va a meter su verga?—preguntó Tania mirándola.
- No lo sé mi vida, a estas alturas, no lo sé—dijo Esme algo resignada.
- ¿Y solo eso se puede hacer con la verga del tío?—preguntó Tania moviendo más rápido su manita.
- Jajaja, no mi amor, se pueden hacer muchas cosas, hay muchas formas de dar y recibir placer, tú lo masturbaste, pero podemos usar nuestras bocas para hacerlo sentir placer. Observa.
Esme se agachó y metió mi verga a su boca, Tania la miró sonriendo, me volteo a ver y pasó su lengua por sus labios, me miró cómplice, estábamos logrando las cosas más rápido de lo que habíamos imaginando.
- Entonces ¿Esto es lo que le hacías al tío en el auto?—preguntó Tania moviendo su mano mientras su madre me chupaba.
- Si mi amor—dijo Esme sacando mi verga de su boca—a tu tío le encanta que le mamemos la verga y a mí me encanta darle placer—ya empezaba hablar sucio, eso significaba que se estaba excitando.
Regresó a mi verga, Tania me masturbaba la base y Esme chupaba metiéndose la verga hasta llegar a la manita de Tania. Pase mi mano por al espalada de Esme y cuando llegué a su nalga levanté mi mano y la deje caer, el chasquido retumbó en la sala.
- Mami, el tío te nalgueó, Jijiji
- Si a mi amor, eso también le gusta, cuando lo hace su verga se pone más dura ¿la sientes?
- Si mami, parece de piedra la verga del tío—lo dijo mirándome con lujuria, esa mirada que tenía ella cuando quería coger—tío a mí también me puedes dar una nalgada si eso hace que tu verga se ponga más dura.
Levanté mi mano izquierda y la deje caer sobre la nalga de Tania, ella dio un quejidito, pero después sonrió feliz.
- ¿Viste mami? Al tío también le gusta nalguearme—dijo toda emocionada—su verga se puso muy dura.
- ¿te dolió?—preguntó Esme con un hilo de baba colgando de su labio inferior.
- No mami, me gustó, sentí cosquillitas aquí abajo—dijo señalando con su mano libre su rajita.
- Si mi amor, las nalgadas de tu tío pueden ser muy estimulantes.
- Mami, dijiste que podía hacer más cosas—dijo Tania mirando mi verga.
- Si mi amor, las estás haciendo—ahora fue Esme la que miró mi verga como diciendo ya estas participando.
- Pero ahora quiero hacer lo que tú le haces al tío, pero como hace rato—dijo refiriéndose a la mamada que me estaba haciendo.
- ¿Quiere meter la verga de tu tío a tu boca?
- Si mami, lo quiero… quiero mamarle la verga como tú lo haces—dijo Tania moviendo su mano con un buen ritmo—por favor mami, anda, déjame hacerlo, prometo no morderlo.
Esme se quedó un momento mirándonos, no sé qué pasaba por su mente, sus pupilas estaban muy dilatadas, me miró y me besó, sentí la suavidad de su boca, después se separó de mí y por primera vez besó a su hija por iniciativa propia, antes lo había hecho, pero fue porque Tania la besaba y ella solo seguía el beso, tenía una mano en mi verga, había quitado la de Tania.
- ¿es problema para ti que Tania te mame la verga?—me preguntó masturbándome.
- No mi amor, no es ningún problema.
- Está bien, hoy vas hacer algo que ninguna sobrina le debería hacer a su tío, ni a ningún adulto, pero te prometí que te dejaría participar más y lo voy a cumplir—con su mano libre tomó la cabeza de Tania y la jaló hacia mi verga—Ven Tania, vas a hacer lo que yo hacía, vas a probar la verga de tu tío ¿Estas segura que es lo que quieres tú?—preguntó cómo dando la opción de que ella dijera que no.
- Si mami, si quiero—dijo Tania casi en un grito—es lo que quiero hacer desde hace mucho tiempo.
Eso fue suficiente para todos, Esme la fue bajando, al mismo tiempo Tania fue abriendo su boca, todo fue como en cámara lenta, mi verga latía como si fuera la primera vez que Tania me la mamara, sentí su tibia boquita que fue atrapando mi glande, la cerro cuando tope en su garganta.
- Aaahhh—gemí yo sintiendo la boca de Tania.
- Chúpala mi amor, chúpala fuerte, si eso es lo que quieres hazlo—le dijo Esme incitándola a que me chupara— ¿sientes el líquido que sale por el agujerito de la verga de tu tío?
- Si mami—dijo paladeando el sabor de mi líquido pre seminal—sabe cómo a tus besos después de haberle chupado la verga al tío, ahora sé porque.
Tania regresó a mi verga, la metió hasta donde pudo, Esme la miraba atenta, no la quise despejada de mente, así que la jalé hacia mí y la besé, sentí su lengua en mi lengua, mi mano se fue a su vulva, ella se acomodó para facilitar mi manoseo, gimió en mi boca, su raja estaba más que mojada.
- Te amo mi amor—le dije separándome un poco de ella.
- Y yo a ti mi amor, como nunca ame a nadie—sus pupilas dilatadas marcaban el no retorno, ya era mía y podía hacerle lo que quisiera, a ella y a Tania.
- Aaahhh… aaahhh… Tania me mama la verga de forma divina, no cabe duda que sacó tu talento—le dije a Esme que volteo a ver a su hija que ya cabeceaba en mi verga como toda una profesional.
- ¿Te gusta lo que te hace mi niñita?—preguntó lamiéndome la cara–¿te gusta cómo te mama tu verga? ¿te gusta la mamada que te da mi hija sin siquiera cumplir los diez añitos? ¿Quieres sujetarla de la cabeza y cogértela por la boca?—la voz de Esme ya era ronca de excitación, yo no dejaba de masturbarla, la quería muy elevada para que ella misma hiciera locuras
- Sí, eso quiero mi amor—dije machacando su clítoris—quiero joderme a tu hija por la boca.
- Tania, tu tío te va sostener de la cabeza, no te asustes, te va a meter y sacar su verga, puedes sentir nauseas, pero aguanta tantito, para que tu tío sienta rico con tu boquita, ¿si te dejas hacer eso?—nuevamente preguntó.
- Si mami, si eso le gusta a mi tío, me dejaré hacer eso—dijo Tania con valor.
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh—Esme gemía con la estimulación que le daba—hazlo paco, cógete a Tania por su boquita.
Con todo el cuidado del mundo sujeté el cabello de Tania con una mano, haciéndole una coleta a nivel de su nuca, mi otra mano sujeto sus parietales, moví mi cadera suavemente, sentí como llegué a su garganta, la saqué y la metí suavemente, pero lo hacía profundo, fui aumentado poco a poco mis estocadas hasta lograr un ritmo aceptable.
- Mmmggghhh—Tania hizo un sonido gutural, Esme miraba y me besaba a ratos, ya no la estimulaba, su estimulación era visual, mirando cómo me cogía por la boca a su hija.
Pegué la cabeza de Tania a mi abdomen y ahí me moví, Tania en total abnegación puso sus manitas atrás en su espalda como si estuviera esposada, se dejaba hacer por mí, miré a Esme que a mi lado derecho miraba todo, algo me llegó a la mente.
- Esme, mi amor, no es justo que Tania no sienta placer en este momento, demuéstrale el placer que una lengua puede dar—ella me miró y miró a Tania, una duda pasó por su mente.
- Pero paco, como crees—sus ojos verdes estaban más que abiertos.
- Hazlo, no la dejes sin que ella experimente eso—le dije en tono más autoritario.
- ¿Pero cómo lo hago?—ella cedió ante mí, pero preguntó no sabiendo cómo hacerlo.
Yo estaba sentado en medio del sillón y Esme sentada a mi lado derecho, Tania hincada en el piso de mi lado izquierdo recibiendo estocadas en su boquita, porque eso sí, nunca me deje de mover.
- Esme, párate—le dije ayudándola a levantarse.
Ella lo hizo y yo me moví más hacia la derecha para dejar más espacio de mi lado izquierdo, subí a Tania para que quedara en cuatro sobre el sillón, tomé la cabeza de Tania y la regresé a mi verga, me volví a mover como lo estaba haciendo.
- Ven Esme, siéntate atrás de Tania y hazla sentir el cielo, sé que puedes hacerlo.
Esme se sentó obedientemente, Tania se empinó mamándome la verga, movió su culito de un lado a otro, ansiosa al saber lo que venía. Esme me miraba con sus ojos angustiados, la jalé para besarla, ella se dejó hacer nuevamente, tomé su mano y la llevé a la rajita de Tania que estaba muy mojadita.
- ¿Sientes eso? Es porque tu hija siente y disfruta más cosas de las que tú te imaginas, no la prives de este placer que ya está experimentando, demuéstrale lo mucho que la amas, hazla venir con tu lengua.
Tomé la cabeza de Esme y la guié a las nalgas de Tania, ahí la bajé y ella pegó su boca a la vulvita de Tania, la pegué más, ella mirándome sacó su lengua mintiéndola en la rajita de su hija, lo supe por como Tania gimió con mi verga dentro de su boca, incluso intensificó su succión.
Esme empezó tímidamente, no sé si ella en algún momento de su vida había lamido una raja, ahora lo hacía y para colmo era la de su pequeña hija, miré como se fue concentrando, cerró sus ojos y tomó ambas nalgas con sus manos separándolas para meterle más la lengua a su hija que empezó a gemir.
- Mami…–dijo Tania en un susurro volteando a su madre.
Esme pegó más su cara a la rajita infantil de su hija, creo que el simple hecho de chuparle la raja la estaba excitando, vi como movía su cara para rasparle la lengua, lo hacía desde el clítoris hasta el culito de Tania, se detenía ahí y lo chupaba, intentaba meterle la lengua, así como yo se lo hacía, en ese momento comprendí que esa era una de las fantasías que ella tenía con su hija, no necesitaba decírmelo, se podía ver como disfrutaba hacérselo a su hijita así.
- Mami… mami… siento muy rico, no pares… aaahhh… aaahhh… aaahhh.
Tania tuvo un orgasmo provocado por la lengua de Esme, quien no se retiró hasta que adsorbió toda la humedad emanada de esa rajita infantil.
- Bebé, sigue chupándome la verga—le dije a Tania que se la había sacado de la boca para poder gemir su orgasmo, aunque su manita nunca dejo de moverse en mi verga.
Volví a sostener la cabecita de Tania para poder moverme libremente y cogérmela por la boca, había avanzado bastante con Esme, todo fue cuestión de calentarla para quitarle todas las dudas y miedos que tenía y poder hacer locuras y que ella liberara esa bestia lujuriosa que llevaba dentro.
- Esme, voy acabar—dije sintiendo el cosquilleo en mis huevos de la inminente eyaculación.
Esme se enderezó y quedó hincada atrás de Tania, se mano derecha fue a la vulva de su hija la masturbó, la izquierda se fue a su propia raja y se masturbó ella solita.
- No se la saques—dijo con la mirada nublada de excitación—acaba en su boca, que pruebe tu leche, que pruebe la leche de su tío, de novio, de su… hombre… aaahhh… aaahhh
Dijo teniendo su orgasmo mirando como yo aceleraba en la boca de su hija y movía mi cabeza hacia atrás abriendo mi boca y gritando mientras eyaculaba en la garganta de Tania.
- Aaahhh… aaahhh… Tania, mi amor, te dejo la leche dentro—gemí sintiendo mis chorros depositarse en la lengua de Tania, que se quedó quieta recibiendo mis lechazos, que cabe mencionar fueron muchos.
Terminé de eyacular y solté la cabeza de Tania, quien se quedó pegada succionando las últimas gotas, Esme la masturbaba suave lo mismo que se hacia ella, yo voltee a verla y nuestras miradas se cruzaron, no sonrió, pero tampoco mostró señales de arrepentimiento y como no quería sacarla del nivel que estaba la jalé hacia mí, ella dócilmente se dejó llevar, se puso de pies y se acercó a mi sentándose en el descansabrazos derecho del sillón, la jale y la bese apasionadamente, Tania seguía prendida a mi verga.
- Te amo—le dije cuando me separé de ella.
- Y yo a ti—dijo volviéndome a besar, después se separó de mí y preguntó, en su cara había angustia–¿qué pasará ahora?
- ¿Qué pasará? Pues que seremos los tres seres más felices de este mundo.
- ¿Lo seremos?
- Si mi amor, lo seremos.
Nos volvimos a besar, Tania seguía mamándome la verga, movía su cabecita suavemente, degustaba la esencia que tenía, Esme la miró, vio que no se quería separar de mi verga, se acercó a ella y suavemente la retiró, al levantarla Tania siguió succionando, al sacarla totalmente se escuchó el chasquido de sus labios.
- Ya mi amor, deja descansar la verga de tu tío—le dijo Esme a su hija acariciándole tiernamente el cabello.
- Es que siento que aun sale leche—Tania se relamía los labios.
- ¿Cómo te sientes?—preguntó Esme a su hija–¿te gustó?
- Si mami, mucho—dijo Tania mirándome, después regresó la mirada a su madre—más cuando pusiste tu lengua en florecita.
- Se me había olvidado decirte eso, no la llames florecita, llámala raja o panocha, bueno en tu casa rajita o panochita.
- ¿Panochita?—dijo Tania pensándolo—sí, me gusta más así ¿vamos a seguir?
- Ya está bien así por hoy, ya probaste la verga de tu tío, ya saciaste tu curiosidad, ahora debes dejarlo descansar, ahora si mi amor, vete a la recámara, te alcanzaremos en un momento—lo dijo seria, pero no de forma autoritaria.
- Está bien mami—dijo Tania resignada—solo deja me despido de mi novio.
Se subió a horcajadas en mí, su vulvita que completamente pegada a mi verga, movió sus caderas de adelante a atrás, con sus dos manos tomó mi rostro y me besó metiéndome lengua, por mero reflejo mis manos fueron a sus nalgas y las acaricié mientras no besábamos apasionadamente.
Nos estuvimos besando cerca de un minuto completo, Esme de lado nos veía, tenía su brazo flexionado sobre el respaldo del sillón y en su mano recargaba su cara, no sé qué pasaba por su mente, tal vez para ella el que nos besáramos ya era algo mínimo a todo lo que habíamos hecho.
- Mmmggghhh—gimió Tania en mi boca sin dejar de mover sus caderas, incluso lo hizo más intenso, tuvo su orgasmo tallando mi verga semidura en su encharcada rajita—Mmmggghhh… Mmmggghhh…
Tania se dejó de mover y me besó suavemente, metía su lengua despacio, jugaba con mi lengua, abría sus ojitos para verme, después los cerraba para meterme su lengüita nuevamente, Esme solo nos miraba.
Cuando Tania se sació de mí se despegó con una sonrisa de oreja a oreja, miró a su madre y se levantó de mí para sentarse en ella, así como lo había hecho conmigo, de igual forma la tomó con ambas manos y ladeando la cabeza la besó, creo que ese beso duró más que el mío.
Las manos de Tania tomaron la mano derecha de Esme y la bajo a su rajita, ella por mero reflejo la movió, Tania tomó el rostro de su madre para besarle, después sus manos bajaron del rostro de Esme hasta llegar a sus pechos, los acarició y después tomó los pezones a modo de pinza y los apretó al mismo tiempo, escuché el gemido de Esme, quien también la abrazaba con su brazo izquierdo, acariciando todo el largo de la espalda de su hija, lo hacía desde los omoplatos hasta llegar a las nalgas.
- Mmmggghhh—gimió Tania estimulada por la mano de su madre—Mmmggghhh… mmmhhhggg.
Tania tuvo un nuevo orgasmo y al igual que conmigo se quedó un rato más besando a su madre, fue Tania quien rompió el beso.
- Te amo mami—le dijo mirándola a los ojos—gracias por dejarme estar aquí con ustedes.
- Yo también te amo mi amor, pero recuerda, esto es secreto.
- Si mami—dijo mirándola y sonriéndole, después volteo a verme a mí—te amo tío, eres el mejor y tío y novio del mundo que una niña pueda tener.
- Y yo a ti también te amo mi amor—le dije acariciándole el rostro—eres la mejor sobrina y novia que un hombre pueda desear.
Tania sonrió sonrojándose por mis palabras, después se levantó de su madre y caminó desnuda hacia nuestra recámara, la seguimos con la mirada hasta que se perdió de nuestra vista, abracé a Esme, ella se recargó en mi pecho.
- ¿Cómo te sientes?—pregunté acariciándola.
- ¿Por qué?
- le dije a mi hija que te masturbara, que te mamara la vera, yo misma le chupé la raja y la acabo de masturbar como nunca lo había hecho, aun no lo digiero bien—dijo volteándome a ver para después regresar a mi pecho.
- Pero te gustó ¿verdad?
- Mucho, nunca antes había hecho esto, lo sentí con otra mujer; bueno, con una niña, mi hija, aún siento mi vagina palpitar—sentía su voz agitada.
- ¿Lo ves?—le acaricie la espalda suavemente mientras le decía—no reprimas lo que sientes ni lo que deseas.
- Lo sé, pero aún me siento extraña, fui criada de forma muy tradicional y muy religiosa.
- Pero ahora te despierto de tu sueño dogmático, ahora podrás ver el mundo desde tu propio punto de vista, quitándote todos esos velos de tabúes hipócritas que nos cubren, cegándonos a mirar el mundo y diciéndonos lo que debe ser bueno y lo que debe ser malo.
- Si mi amor, te agradezco eso y sí, ahora veo muchas cosas diferentes—me dijo volteándome a ver— y todo estará bien con Tania ¿verdad?
- Si mi amor, será la niña más feliz del mundo—le pellizqué un pezón, ella frunció su entrecejo excitado.
- ¿Sabes algo?—preguntó con voz ronca de excitación.
- ¿Qué mi amor?—le dije acariciando su pezón, para después volver a pellizcarlo.
- Hace un momento te quería sacar la leche para que tu disfrutaras, no me interesaba sentir placer, pero después de lo de Tania necesito un orgasmo, aaahhh—gimió por mis estímulos– ¿podrás darme uno antes de dormir? Con tu verga, con tu mano, con tu boca, con lo que quieras, pero dame uno por favor mi amor, lo necesito.
- Si mi amor, yo también quedé excitado con Tania—le dije jalándola a que se subiera en mí, mi verga seguía dura, la tomé y senté a Esme en ella y se le enterró completa.
- Aaahhh, si mi amor, es lo que necesitaba, hazme venir con tu verga, dame fuerte, quiero sentirte muy dentro mío, aaahhh… aaahhh… aaahhh…
- Te voy romper—le dije con mi voz ronca, ella sabía que le cumpliría eso.
- Si mi amor, soy tuya, rómpeme, las dos seremos tuyas… aaahhh… aaahhh… aaahhh—gimió al sentir mis fuertes penetraciones.
- ¿Tania también?
- Si mi amor, las dos seremos tuyas, solo tuyas.
- ¿Me entregaras a Tania?—le dije metiéndole dos dedos en el culo mientras le taladraba la raja.
- Si mi amor, harás mujer a Tania… aaahhh… la harás mujer con tu verga… aaahhh… aaahhh.
Nos fundimos en un apasionado beso, sentí como se entrega en mí, tenía solo un día y había avanzado mucho con ella, y aún quedaba el resto del verano.
Continuará.
Ufff ,tremendos relatos este y el 11 . Muy buenos ,a seguir asi ,esta historia tiene mucho material y si me das a elegir tiene varios capítulos de locuras entre todos y remataria con un final tragico donde se entere el hermano y se pudra todo para mal. un beso ,no dejes de escribir.
Se me ocurre que al hermano le pasa algo o lo descubren en algo ilegal o prohibido y tiene que huir, dejándole la familia a su cuidado, pero antes de que se vaya se entera de que esme y Tania están embarazadas, sin olvidar a su otra amiga y su mamá que también lo estarán, por último enseñan a su hermano menor a ayudarle con las pequeñas que están por nacer
Ufff ,tremendos relatos este y el 11 . Muy buenos ,a seguir asi ,esta historia tiene mucho material y si me das a elegir tiene varios capítulos de locuras entre todos y remataria con un final tragico donde se entere el hermano y marido de esme y termine todo para mal. un beso ,no dejes de escribir.
Erevuz , Creo que lo de los embarazos seria algo de ciencia ficción sobre todo el de Tania ,pero si en algún momento de la saga seria lindo que Esme le de un hijo. Con respeto al marido de Esme me gustaría algo mas tragico ,pero sin perder la cordura ,con que los descubra y sea un poco humillado por esme seria suficiente. un beso saludos.
Pd : esta saga da para muchos relatos, espero que nuestro amigo adalberto nos siga sorprendiendo .
Excelente sublime muy excitante, erotico,sensual y mucho morbo, espero la continuación pronto.
Me gastaría sabre si subirás el capitulo 13
Me gusta mucho esta saga, me intriga como Esmeralda le seguirá enseñando a Tania a disfrutar de su tío, posterior a eso me encantaría que terminara en un encuentro Esmeralda-Tania y Toña-Lupita, las mamis haciendo cosillas a las hijas y luego intercambiándolas, con Paco como director de orquesta interviniendo por todos lados. Un abrazo al autor y felicidades.
Buen día, primero que nada muy interesante, podría alguien decirme a donde encuentro más relatos de este tipo o qué se le asemejen? Gracias.
bucate estos relato super interesantes
Pervirtiendo a una nena inocente
bucate estos relato super interesantes
Pervirtiendo a una nena inocente
son 23 capitulos
Hola mi estimado espero estés bien y para preguntarte si prontamente veremos la continuación de esta seríe que cautivo a todos