Tania con casi 10. Capitulo 13
Continua el avance con Esme.
Nota del autor: este es el relato, de esta saga, que más he tardado en publicar una vez que lo terminé, la verdad me daba miedo hacerlo, pues tanto lo han pedido, que creo los va a decepcionar, las expectativas se han puesto muy altas y fue larga la espera, pero entre el trabajo, la falta de imaginación y en ocasiones hasta la falta de motivación, han hecho que escriba mas lento de lo que normalmente lo hago. Pero bueno, aquí esta, espero disfruten leerlo, tanto como yo escribirlo.
saludos besos y abrazos.
adalberto1979
Capítulo 13
Abrí mis ojos y sentí un poco de dolor de piernas, la noche anterior había cogido con Esme durante un rato después de que Tania se fue a dormir, y un rato es “un decir”, porque fueron casi dos horas que cogimos en la sala, la cambie de posición en varias ocasiones, ella se dejó hacer de todo por mí, acabamos fulminados y su culo todo maltrecho.
Miré a mis dos lados y Tania y Esme estaba a cada lado mío, las dos dormían desnudas y abrazadas a mí, su respiración era lenta y suave, dormían con una paz que solo una conciencia tranquila puede dar.
Suavemente me moví para no despertarlas y me levanté, me fui a lavar los dientes y a bañar, mientras lo hice sentí mi verga toda babosa por la cogida anterior, pensando en eso desarrollé una erección, pero no me masturbé, pues en ese momento era más placentero profanar un hueco que tirar la leche al suelo.
Salí de la ducha solo en toalla, me dirigí al vestidor y tomé un short, así bajé a la cocina, me topé a Esme que ya estaba preparando el desayuno, no la había escuchado cuando se levantó, caminé despacio hacia ella, la quería sorprender.
- Hola mi amor, buenos días—la saludé abordándola por atrás.
- Ay, me asustaste—dio un brinquito al sentir mis manos en su cintura—no te escuché.
- Es que no me puse calzado—dije dándole un besito en el cuello—¿cómo amaneciste, mi amor?
- Adolorida, confundida y con culpa—dijo contundente y sin voltear a verme.
- ¿Por qué, mi amor?—la seguí besando en el cuello, ella se dejaba hacer por mí, incluso movía su cabeza de lado para facilitar mis besos.
- ¿Pues cómo que por qué? Anoche estaba excitada, dije e hice muchas cosas que nunca imaginé que hiciera—me volteo a ver—pero ahora que ya es otro día me siento mal por lo que hice, siento mucha pena, no sé cómo voy a poder mirar a Tania a los ojos.
- ¿Por qué lo dices?
- Pues yo siempre quise ser para mis hijos una madre ejemplar, que ellos admiraran y respetaran, que se sintieran orgullosos de mí por mis logros, pero en cambio me estoy convirtiendo en una que se los quiere coger y saciarse sexualmente con ellos.
- Amor, ya habíamos hablado de ello—le dije volteándola para mirarla de frente—Tania es muy madura para su edad, ella sabe perfectamente que es cada cosa y el roll que ella desempeña en esos momentos, pero también sabe que eres su madre y te ama con locura.
- Si, lo noté anoche—dijo con algo de sarcasmo mirando hacia un lado y abajo, noté tristeza en ella y en sus palabras—me amó con locura, con sus manos, con su boca, con…
Hizo una mueca de llanto, no estaba yendo por donde yo quería, tenía que actuar.
- Bueno, debes aceptar que lo disfrutaste mucho—le dije acariciándola suavemente, yo estaba aún atrás de ella.
- Sí, ese es el punto, que disfruté lo que no debo disfrutar, ya cuando lo vuelvo a ver noto que no soy una buena madre, solo soy de lo peor, yo soy…
Sentí que iba a llorar, eso no era bueno, había logrado que venciera sus principios y tabúes inculcados desde la infancia, pero esta no era una guerra de una sola batalla, tendría que vencer y avanzar de a poco y con el tiempo lograr que brincara ese muro que no la dejaba ser libre completamente. La acerqué a mí y la abracé.
- Ya mi amor, no pienses demasiado—le dije dándole besitos en su cara—si piensas que es malo, así lo será y se lo trasmitirás a Tania, como te dije antes, sigámoslo haciendo de tal forma que lo sienta natural, confía en mí mi amor, ¿confías en mí?
- Sabes que si, Paco. No sé qué me está pasando contigo, influyes en mi de tal forma que no puedo negarte nada, te estoy entregando lo que nunca pensé le entregaría alguien, a mi propia hija… una niña.
Se me quedó mirando y entreabrió su boca, entendí el mensaje y la besé, al principio tranquilo, pero después con mucha pasión, mi mano se fue a su teta por encima de la camisa que traía, ella gimió, mi otra mano se fue por debajo de su camisón directo a su raja, que estaba húmeda por los jugos de sus orgasmos y el semen de la noche anterior.
- Aaahhh… paco—fue lo que dijo correspondiendo mi apasionado beso—para por favor, me estás excitando mucho.
- Sabes que te quiero mucho ¿verdad?—le dije lamiendo su cuello, ella abrió su boca cerrando sus hermosos ojos.
- Si, paco, yo también te quiero mucho… aaahhh—gimió sintiendo mis caricias en su vulva—te amo… mi amor, te amo… mucho… aaahhh
- Entonces confía en mí, no tengas preocupación—le dije besando su rostro y su cuello, quería saborear toda su piel.
- No, mi amor… aaahhh—ella abría su boca entregada a mí—haré todo lo que tú me digas… aaahhh.
- Di que seguiremos igual—le metí dos dedos en su raja para excitarla más.
- Si, paco… aaahhh… seguiremos igual, pero por favor prométeme que no dañaremos a Tania, es muy niña aún… aaahhh
- Quiero demasiado a Tania para hacerle daño, nunca la lastimaría, ni física ni mentalmente, así como a ti tampoco, pero pienso hacerla sentir mucho placer y juntos le enseñaremos todo sobre sexo. ¿De acuerdo?
- Si, paco… aaahhh… le haremos todo lo… lo que tú… lo que tú quieras… aaahhh… aaahhh—gimió más fuerte con el estímulo intenso que mis dedos le daban.
- ¿Lo haremos juntos?—movía mis dedo en círculos sobre su clítoris.
- Si, mi amor, juntos lo haremos… aaahhh
- ¿Le ensañaras como mamarme la verga?—movía mis dedos dentro de ella mientras le preguntaba.
- Si… aaahhh… le enseñaré a que se meta toda tu verga en su boca, aaahhh… hasta sacarte la leche… aaahhh… aaahhh.
- ¿La dilatarás para mí?
- Paco… Aaahhh—un gemido provocado por mis dedos y posiblemente por mi petición, impidió su respuesta.
- ¿Lo harás?—le dije al mismo tiempo que mi mano se movía más intenso dentro de ella.
- Sí, mi amor, le meteré mis dedos en su rajita y la dilataré para ti… aaahhh
- ¿Para que yo se la meta?—mi mano estimulada su raja ya a velocidad luz.
- Sí, mi amor, aaahhh… aaahhh… aaahhh—gimió y casi se le doblan las piernas del intenso orgasmo que tuvo—la prepararé para que la cojas, hasta que te sacies de ella.
- ¿Le dilataras el culo también?
- Sí, mi amor, pero lo dilataré poco, quiero oírla gritar cuando se la metas, quiero que le duela hacerse tu hembra, para… que te valore, aaahhh—ella ya le ponía de su propio ingenio
- ¿si, mi amor?
- Si, si quiere ser tu hembra, tiene que pagar el precio… aaahhh… que le duela como me dolió a mi… aaahhh… aaahhh… que siente tu hombría como la abre… por dentro… aaahhh
- Te amo—le dije metiéndole más los dedos
- Yo también te amo… aaahhh—dijo entregándose de lleno a mí—no me dejes nunca.
- No te dejaré nunca—mis manos ya eran un remolino.
- Nunca, prométemelo, es más, aaahhh… si quieres me separo de tu hermano, pero no me dejes nunca… aaahhh… por favor… aaahhh… aaahhh…
Mi mano se movía a un buen ritmo, ella ya movía sus caderas de atrás a adelante y viceversa, nuestras bocas se juntaban enlazando las lenguas y a ratos nos lamiamos como si fuéramos paletas, mi verga abultaba cubierta por el bóxer.
- Aaahhh… aaahhh—gemía Esme moviendo con más entusiasmo sus caderas haciendo chasquidos con mis dedos en su encharcada raja.
- ¿Dejarías a mi hermano por mí?—pregunté malicioso
- Sin dudarlo… aaahhh
- ¿Y Tania?
- Sería tuya, las dos seríamos tuyas para siempre… aaahhh… aaahhh… aaahhh—lo dijo y esto le provocó un orgasmo.
La fui doblando poco a poco, quería empinarla, para que me mamara la verga, ella dócilmente doblo sus caderas, sacó mi verga y la metió a su boca, yo la seguí dedeándo. En eso estábamos cuando siento la presencia de Tania.
- Hola par de tortolitos—dijo Tania en voz alta haciendo que Esme brincara—veo que ya empezaron a jugar sin mí.
- Tania, mi amor. Buenos días, despertaste antes de que terminara el… el desayuno—dijo Esme acomodándose su camisón mientras al mismo tiempo sacaba mis dedos de su raja, un hilo de moco quedó en unión, por unos segundos, entre mis dedos y su vulva.
- Y pues con esa mamadota que le dabas a la verga de mi novio, menos ibas a terminar mi desayuno—dijo riéndose pícaramente, no dejó siquiera que Esme abriera la boca, se acercó a mí—hola tío, hola novio mío.
Se puso de puntitas y se colgó de mi cuello dándome un apasionado beso, yo le correspondí sonriéndole a Esme, que nos miraba sin saber qué hacer. Tania no contento con ello, jaló mi mano y la puso sobre su nalga, estaba desnuda, así había bajado. Yo apreté su nalga, Esme solo miraba.
- Huy, veo que se te paró la verga—dijo apretándola por fuera de mi bóxer—con la mamada que te daba mi mamá, no era para menos, si te quería sacar la leche a chupetones. Si se ve, que le encanta chuparte la verga.
- ¡Tania! Que es ese vocabulario—dijo Esme abriendo sus ojos asombrada.
- Ay mami, pues tú me enseñaste ayer, que así debo llamarla—dijo apretándola suavemente.
- Pero Tania… este… tampoco debe ser así… así todo el tiempo—decía Esme toda confundida viendo como me masturbaba.
- Ay mami, pero es como tu dijiste, se pone más dura cuando la llamo así—dijo moviendo más su mano—además, me gusta más como suena el nombre de verga, que el de tilín.
Su mano se movió más rápido, ya era una masturbación plena, Esme nos miraba y abrió sus ojos cuando Tania la masturbó tallando mi piel, yo inevitablemente abrí mi boca de placer.
Esme a un metro de nosotros, nos miraba inmóvil, sus hermosos ojos verdes no perdían detalle, miraba como la manita de Tania subía y bajaba, mi verga queda a nivel de su ombligo, ella la agarraba y la golpeaba contra su abdomen, el chasquido se oía en toda la cocina.
- Tío ¿Te gusta cómo te jalo la verga?—decía moviendo su manita.
- Me encanta—dije mirando y sonriéndole a Esme—me jalas la verga de forma divina.
- ¿Y por qué no sale tu leche?—dijo sin dejar de mover su mano, la saliva de Esme ayuda a eso, Tania me miraba coqueta, mientras pasaba su lengua por sus labiecitos y me dijo—quiero leche, tío.
- Bueno, bebé, creo que necesito más estimulo—le sonreía a Esme mientras hablaba, Esme parecía entender a lo que me refería.
- ¿Con mi boca?
- Sí, eso podría funcionar—no dejaba de ver a Esme, mientras hablaba con Tania.
- ¿Quieres que te mame la verga?—pregunto Tania sonriendo, su manita no dejaba de moverse, Esme miraba, como sin saber qué hacer.
- Solo si tú quieres, bebé.
- Claro que quiero, eres mi novio y debo complacerte—dijo Tania volteando a ver a Esme y después a mí.
Tania me sonrió y se agachó a meter mi verga en su boca, yo abrí la mía al sentir la tibia lengua de Tania en mi glande, mi mirada se nubló, pero no deje de ver a Esme, Tania movía su cabeza con maestría, su mano de igual forma no dejaba de estimularme, miré a Esme, noté que su mirada cambió.
- No sale leche—dijo Tania agitada, sacando mi verga de su boca
- Tal vez necesito más estímulo—dije yo acariciando su mejilla con mis dedos.
- ¿y si me coges por la boca como anoche? ¿así saldrá?
- Tal vez, mi amor—dije con voz ronca de excitación, pero necesitaba involucrar a Esme—pero debes pedirle permiso a tu mamá
- ¿Por qué? Si eres mi novio y puedo mamarte la verga y tienes mi permiso para cogerme por la boca cada que tú quieras. Para eso soy tu novia—dijo autoritaria, poniendo su manita izquierda en su cintura, la derecha no se dejó de mover sobre mi verga.
- Pero eres una niña, una niña buena, muy buena—dije bajando mi mano a su nalga, Esme notó mi doble sentido—y las niñas buenas piden permiso a sus mamás, además, también soy novio de tu mamá, recuerda eso.
- Está bien—dijo con algo de fastidio, se volteó doblando su codo, dejando su mano en su espalda masturbándome–¿mami, me das permiso de que mi novio me coja por la boca?
- Tania… yo… este—la cara de Esme era de verdadera preocupación, incluso su rostro se ruborizó.
- Anda mami, porfis, porfis—juntó sus manitas a modo de súplica, vi a Esme algo resignada cuando contestó.
- Si, está bien, hazlo. Creo que ya has hecho demasiadas cosas con tu tío, pero está bien, hazlo. Pero recuerda, esto, como todo lo que hemos hecho, es secreto—lo dijo como intentando de recuperar algo
- Si, mami, secreto. Ya me dio permiso, tío. Hazlo, cógeme con tu verga por mi boca, hasta que te saque la leche—dijo metiéndose mi verga su boca, Esme solo nos miraba.
Tania, con mi verga en su boca, tomo mi mano derecha y la puso en su nuca, después hizo lo mismo con la izquierda, dejándolas juntas, yo lentamente las entrelacé atrás de su nuca, mientras pasaba mi lengua por mis labios, quería saborear el momento.
Tania, cuando sintió que afiance su nuca, me sujeto de las nalgas jalándome, para meterse más mi verga, sentí el fondo de su garganta.
Se la saqué tantito, pero solo para regresársela, mis caderas iniciaron una candencia afianzándola de la nuca, mi boca estaba abierta y mi ceño fruncido, el movimiento era muy obsceno, Esme solo nos miraba, no decía ni una palabra, pero tampoco hacía algo para que me detuviera.
- Ven Esme, acércate a mí—le dije extendiendo mi mano mientras movía mi cadera.
Esme se acercó mí, lo hizo dócilmente, tomé su mano, la sentí suave, blanda, no ponía la más mínima resistencia, la jalé más y mi mano se fue a su raja; miré como abrió su boca emocionada, ella era mía, podía hacer con ella lo que quisiera, sólo era cuestión de hacérselo.
Decidí que ya era tiempo de avanzar un poco más, la empecé a masturbar metiéndole dos dedos en su encharcada raja, ella empezó a gemir, cerró sus ojos y abrió su boca, sus labios temblaban, Tania estaba un poco empinada recibiendo mi verga.
- Esme—le dije dejando de besarla, ella me miró con cara nublada—párate atrás de Tania y sostenle su cabeza, para poder cogérmela por su boca.
- ¡Paco!—dijo abriendo sus hermosos ojos verdes a modo de súplica, separándose un poco de mí.
- Hazlo, mi amor, lo necesito—la tomé fuerte de la cintura y la jalé hacia mí, una vez que estuvo pegada a mí la masturbé más intensamente, ella abrió su boca y cerró sus ojos–¿Me amas?
- Si, sabes que si—dijo con mirada nublada.
- Entonces hazlo.
Sentía como le temblaban las piernas a Esme, estaba toda tambaleante, la tenía toda noqueada de excitación.
- Anda mi amor, hazlo—le dije al oído, mis caderas se seguían moviendo penetrando a Tania por la boca, con mi mano izquierda en su nuca para sostenerla
Esme se paró atrás de Tania y sostuvo su cabeza con ambas manos, me volteó a ver, para ver si lo hacía bien.
- Así mi amor, afiánzala para mí—le dije poniéndole ambas manos en su
Ella lo hizo y mis manos se fueron a sus tetas, ella gimió, cerró sus ojos, pero los abrió en cuanto sintió mi empuje en la boca de su hija.
- Aaahhh… paco—fue lo poco que alcanzó a decir mirándome como me cogía a su hija por la boca.
- ¿me amas?—le volvía a preguntar mirándola a los ojos, mientras me seguía cogiendo a Tania.
- Sabes que sí—volvió a contestarme.
- ¿Vas a cumplir lo prometido?—le pregunté refiriéndome a lo que recién habíamos dicho.
- ¿de verdad lo quieres?—me contestó a modo de pregunta, tal vez esperando algo, como “era broma” o algo así, pero yo no iba a desistir.
- Sí, mi amor, eso quiero—me seguía moviendo dentro de la boca de Tania.
- Está bien, haré lo que te prometí—dijo en tono sumiso—solo recuerda mi condición.
- ¿la de la raja o la del culo?—no lo pude evitar, tenía que retar su mente.
Ella me había hecho prometerle que no la lastimaría, pero cuando hablamos de su culo, me dijo que quería escucharla gritar, que le doliera, etc. Esme me miró como diciendo eso no es justo, pero respiró hondo y me contestó.
- Como te lo dije, tal y como te lo dije—dijo seria, pero noté excitación en su voz, no necesito decir más, era el momento de avanzar.
- Empecemos ahora.
- ¿ahora?—abrió sus hermosos ojos.
- Sí, mi amor—le dije acariciando sus pezones, ella abrió su boca y entrecerró sus ojos
- Está bien, mi amor ¿Qué quieres que haga?—dijo sin dejar de sostener la cabeza de su hijita.
- Baja a su raja y chúpasela, hazla sentir muy rico con tu lengua, mientras yo me la cojo por su boca.
Esme Solo asintió, lo hizo lento, pereció una eternidad hasta que llegó a la raja de su pequeña hija, que semi empinada recibía mi verga en su boca.
- Aaahhh, mami—dijo Tania sacándose la verga de mí boca y volteando hacia atrás para ver a su madre, que usaba dos dedos para estimularla—házmelo como anoche
Esme se hincó y sin que yo se lo dijera se prendió de la raja de su hija, que hizo un sonido similar a un gemido con mi verga dentro de su boca. Yo la sostenía con mis dos manos de su nuca y me movía más intenso.
- Esme, quédate pegada a la raja y al culo de tu hija, quiero que sientas esto—le dije a Esme, ella sin preguntar se quedó con su boca abierta pegada a la raja de Tania, sosteniéndola con ambas manos de sus caderas, me miraba esperando lo que iba hacer.
Se la saqué a Tania, un puente de baba quedó entre mi glande y su boca, solo la deje respirar un poco, la pequeña me sonrió, sabía lo que iba hacer, cuando vi que agarró aire, se le deje ir hasta el fondo, repetí ese obsceno movimiento, en el cuarto empujón Tania empezó hacer arqueo, eso hizo que la raja y el culo de la pequeña se dilataran hacia afuera, Esme sentía con su boca la valsalva de su hija, provocada por la presión de mi verga contra su garganta.
- Mmmggghhh—gemía Tania con mi verga dentro de su boca. Esme, sin separar su boca de la rajita de su hija, me miraba.
- Tania, necesito metérsela a tu madre—le dije con voz ronca.
Se la saqué a Tania, que al sentirse libre de mi verga respiró agitada, al mismo tiempo que limpiaba su baba de la boca con el dorso de su mano. Esme se levantó mirándome, como tratando de adivinar como la quería poner.
Me acerqué a ella, mi verga escurría baba de Tania, le tomé la mano y la puse sobre mi verga, ella al sentir la dureza combinada con la saliva de su hija, abrió su boca, pude ver sus pupilas dilatarse, le había excitado eso.
La voltee inclinándola levemente sobre la mesa, para que ella apoyara sus manos en ella, sin que yo se lo pidiera abrió sus piernas, apunté mi verga a su raja y empujé. Esme arqueó su cabeza hacia atrás al sentirse toda empalada por mí.
- Aaahhh—gimió con su cabeza mirando al cielo.
La afiance con ambas manos de su cintura y moví mis caderas vigorosamente, veía como sus nalgas rebotaban cuando mi pubis chocaba con ellas, sus nalgas eran suaves, por lo que la vibración era sumamente erótica, me excitó mirar eso, tanto, que aceleré.
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh—gimió Esme a cada empujón que le di.
Tania desnuda nos miraba, estaba atenta a lo que hacíamos, se sentó en la silla más próxima y ahí nos miró. No podía dejarla fuera, con mi mano izquierda le hice señas para que se acerara a mí, ella dócilmente lo hizo, tomé su mano y la guie a la teta de su madre, Tania sonrió y la acarició, lo hizo suave, pero el simple contacto de su hija, provocó que Esme gimiera más, sentí como se mojó su raja.
- Aaahhh… paco—dijo como un intento de lucha de detener algo que por voluntad propia no podía.
- Disfrútalo mi amor—le dije dándole un empujón fuerte y a cada frase le di otro igual de fuerte—libérate… libera tu cuerpo… puff… puff… suéltalo… déjalo ir… puff… puff…
- Sí, mi amor—dijo ella venciéndose una vez más al placer, yo no dejaba de bombearla—siento muchas cosas contigo, demasiadas… aaahhh
- Tania—le dije mientras ella embobada acariciaba la teta materna—acaricia las dos al mismo tiempo y chúpalas como cuando eras bebé.
Tania me sonrió entendiendo y se agachó quedando debajo de su madre, Esme al sentir la tibia boca de su pequeña hija en sus tetas explotó.
- Aaahhh… paco… paco… aaahhh—gimió entre asustada y excitada, creo que el placer que sentía sobre pasaba cualquier entendimiento que ella tuviera–¿Qué me está pasando? Aaahhh… Tania… mi amor… aaahhh… aaahhh… aaahhh
Yo le daba como desesperado, Tania le chupaba las tetas mientras le pellizcaba los pezones, Esme era un charco de agua de lo excitada que estaba, creo que su orgasmo no había cedido, acelere como pistón de moto, Esme ya era un grito de orgasmo, nos movíamos tan intenso que tumbamos a Tania.
- Paco… paco… mi amor… aaahhh… aaahhh… aaahhh—gemía Esme loca de pasión.
- Me vengo Esme, me vengo, aaahhh—le di lo más fuerte que pude, era como querer atravesarle la verga hasta su boca.
Mis chorros salieron uno a uno disparados directo al cérvix de Esme, que temblándole las piernas gemía recibiendo mi leche, me quedé quieto cuando mis huevos ya no expulsaron leche, Esme también, Tania como pudo se salió debajo de su madre.
Yo seguía quieto atrás de ella, recuperábamos la respiración, sentía como mi corazón iba bajando la frecuencia y mi verga se iba aguadando siendo expulsada de la raja de Esme.
- Te amo—le susurré al oído.
- Y yo a ti mi amor—contestó ella volteando un poco hacia atrás al mismo tiempo que ponía su mano en mi cabeza.
- Mi amor—le dije a modo de pedirle algo.
- ¿Qué mi amor?—contestó ella.
- ¿No crees que es tiempo de enseñarle el ingrediente secreto de los hot cakes a Tania?
- Pero, me dejaste la leche muy dentro de la vagina.
- No te preocupes por eso, Tania te la saca con su boca, solo explícale—yo era como un diablito en el oído de Esme.
- Pero, paco ¿cómo crees?—dijo abriendo sus hermosos ojos.
- Anda hazlo, recuerda que ya lo ha hecho y lo disfruta.
Se me quedó mirando y finalmente cedió a las guarradas que le pedía, volteo a ver a Tania que muy atenta nos miraba.
- Tania, mi amor ¿recuerdas que te gustaron mucho los hot cakes que te hice?
- Si, mami, me encantaron—dijo Tania con mucho entusiasmo
- ¿Y recuerdas que te dije que algún día te diría cual era el ingrediente secreto?
- Si, mami, ¿lo harás ahora?
- Si, Tania, te lo diré, el ingrediente secreto es la leche de un hombre, la leche de tu tío.
- ¿De mi tío?—preguntó Tania con la inocencia mejor actuada del mundo.
- Sí, mi amor, pero debes sacarla de aquí—dijo Esme abriendo sus piernas frente a Tania y separando sus labios con ambas manos—anda mi amor, chúpame la leche de tu tío, pero no la tragues.
- Si, mami—dijo Tania relamiéndose los labios—quería leche de mi tío, pero si dices que es el ingrediente secreto, mejor la como ahí
La pequeña se hincó y se prendió de la raja materna, en cuanto lo hizo, miré la increíble expresión de placer de Esme, fue como si hubieran encendido una corriente eléctrica en su vagina, su boca se abrió y se cerró repetidamente, mas como si temblara, sus ojos se entrecerraron y sus manos inmediatamente sujetaron la nuca de Tania.
- Pequeña puta—susurró Esme, abriendo su boca de placer, al sentir la boquita de su hijita, como queriendo decirlo sin que lo oyeran, pero yo estaba cerca
- ¿Cómo la llamaste?—le pregunté sonriendo
- Perdón, no sé porque lo dije—dijo Esme roja por la vergüenza y la excitación.
- No, está bien, dilo otra vez—le dije a Esme que se me quedó mirando, sus pupilas estaban dilatadas. Volteo abajo a ver a Tania.
- Si, así bebé, si, usa tu lengua… aaahhh… aaahhh, si, así… así… así, no vayas a tragar—dijo Esme sintiendo que su pequeña hija le chupaba la vida por la raja—ay si, chúpame más, aaahhh. Pequeña puta, que bien lo haces, si, así, saca toda la leche de la puta de tu madre, si, así, aaahhh. Lo sacaste de mí, pequeña puta, hija de la gran putaaa… aaahhhh
Gimió poniendo sus ojos en blanco y abriendo su boca como si estuviera poseída. Me paré atrás de Esme y mi verga que quería recobrar vida, se posicionó entre sus nalgas, chupé y besé su cuello al mismo tiempo que mis manos fueron adelante a pellizcar sus pezones.
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh—Esme estaba descubriendo que era multiorgásmica y sobre todo, que era bisexual, pues sentía mucho placer ser chupada por su hija.
- Ya, bebé. Ya sacaste la leche de tu tío, vacíala en esa vasija—señalo el recipiente donde preparaba la masa.
- No, Tania—le dije yo, ambas voltearon a verme, Tania con las mejillas abultadas por mi leche—pásasela a tu madre, que ella la vierta en la masa, ella sabrá mejor como esparcirla.
Vi la sonrisa en Esme, mientras negaba con su cabeza, su mirada era de “no tienes límite”, Tania se acercó a Esme que se hincaba para recibir a su hija, Tania con ambas manos sujetó la cabeza de su madre y abrió su boca, Esme ya tenía su boca abierta y la lengua de fuera, la espesa leche cayó directamente en su lengua, Tania lamia sus labios a modo de limpiar su propia lengua, dejando mi leche embarrada en la boca de Esme.
Cuando ya no hubo más leche que entregar, Esme se levantó y se dirigió a la masa para ponerle mi leche, se la escupió y con el dedo la esparció, miré a Tania que atenta miraba a su madre.
- Ven Tania, acá quedó más leche—le dije señalando mi verga.
Tania se dirigió a mi verga y tomándola de la base empezó a mover su manita masturbándome, al mismo tiempo que su cabeza se movía chupando mi glande, puse mi mano en sus cabellos acariciándolos.
Esme termino su revoltura y nos volteo a ver, sabía lo que estábamos haciendo, pues me escuchó cuando le dije a Tania que me mamara la verga, su hija lo hacía con una gran pasión.
Esme se acercó a mí y la abracé besándola, Tania dejó de mamarme la verga y nos abrazó a los dos.
- Te amo—le dije dándole otro beso, sentí la mano de Tania apretándome, como diciendo, no me olvides, volteé a verla y le sonreí—las amos a las dos
Las besé por igual, madre e hija recibieron mis besos y mi lengua, las dos me correspondieron con igual pasión, tallando su lengua con la mía.
- Tania, mi amor, creo que quedó leche en la raja de tu mami, sácasela.
Tania sin pensarlo dos veces se hincó pegando la boca a la raja materna, Esme solo entrecerró los ojos por mero reflejo y volteo a verme.
- ¿Pero, por qué?—dijo Esme abriendo su boca al sentir al succión de Tania, me acerqué a su oído y le susurré.
- Hagamos una travesura—le dije parándome atrás de ella, que me volteo a ver como preguntando que—Libera tu orina, dejársela en la boca, sujétala de la nuca para que no se mueva.
Vi como a Esme se le dilataron las pupilas y sonrió maliciosa, se excitó de solo pensarlo, sujetó con ambas manos a Tania de su nuca y entrecerró los ojos y abrió su boca en la concentración de la liberación.
- Aaahhh, pequeña puta, trágate eso… aaahhh
Tania abrió sus ojos al sentir la tibia orina, pero después los cerró tragando lo más rápido que pudo, aunque no fue suficiente, pues un hilo amarillo claro bajó por su comisura.
- Mami ¿qué me diste?—preguntó Tania con cara de felicidad, cuando Esme la soltó después de dejarle una buena carga de orina.
- Algo mío pequeña…–calló el “puta”, como resto de la frase que iba a decir
- ¿Ya no me dices pequeña puta?—dijo Tania sonriéndole pícaramente.
- Perdón por eso pequeña, fue algo de momento, no fue en serio—dijo Esme acariciando su cabello—Yo te quiero mucho, pero a veces, eso le pone más picante al momento, pero solo es un momento, ¿sabes?
- No te preocupes mami, me gustó como me llamaste—dijo Tania acariciándole los pezones—mucho.
- Te amo—dijo Esme abrazándola, Tania le correspondió, fue un cuadro enternecedor
Veinte minutos después los tres desayunábamos y reíamos de cualquier cosa, ya no hablábamos de sexo, la plática cambió radicalmente, hablábamos de la escuela de Tania, como era una excelente alumna, hablamos del trabajo de Esme, como era una eminencia en proyecciones financieras, solo de vez en cuando, las dos pasaban su lengua por el tenedor saboreando su desayuno con mi leche; cuando una lo hacía, me miraba, para decirme, “que rica leche”, mi verga brincaba, pero aun no era momento, pues el día apenas comenzaba.
Esme ya se veía más relajada, ya no se le notaba la angustia, ni la culpa, su hija estaba desnuda, yo solo en bóxer y ella con su camisón sin nada debajo de él, pero nuestra plática era como si todos estuviéramos perfectamente vestidos, el móvil de Esme sonó, era mi hermano, ella nos hizo una seña de silencio con su dedo en sus labios y que iría a la sala para hablar con él, Tania y yo nos quedamos solos en la cocina.
- ¿Cómo te has sentido mi amor?—le pregunté a Tania una vez solos.
- Muy bien, tío—dijo para después bajar la voz y decirme—creo que mamá no sospecha ¿verdad?
- No, mi amor—le dije acariciando su cabecita revolviéndole un poco su cabello—y así debe continuar.
- Pero tengo ganas de…–dijo deteniéndose y mirando hacia la puerta.
- ¿De qué mi amor?—pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
- De que me la metas—lo dijo en un susurro, pero su voz sonó tan deliciosamente infantil y erótica que mi verga se levantó—tengo ganas de tu verga
- Yo también tengo ganas de metértela por todos lados, pero debemos esperar, ten paciencia y más pronto que tarde estaremos cogiendo como conejos los tres, ¿eso te agrada?
- Sí, mucho—lo dijo emocionada, pero después se quedó seria—tío ¿nos quedaremos a vivir contigo?
- ¿Quisieras quedarte aquí?—le pregunté con una sonrisa.
- Si—Tania asintió con su cabeza—yo si me quiero quedar a vivir contigo para siempre, ser tu novia y después cuando sea más grande poder casarnos y tener bebés contigo.
- ¿Y tú mama?—pregunté más a modo de curiosidad.
- Si, que ella también se quede.
- ¿Y si quiere acostarse conmigo para que le meta la verga?—le pregunté ya excitándome, quería escuchar su respuesta.
- Si, que lo haga, puedes metérsela cuantas veces quieras, y si quieren un bebé, por mi está bien, pero te vas a casar conmigo y no con ella, solo conmigo; aunque nos metas la verga a las dos, aunque las dos te demos muchos bebés, solo yo seré tu esposa.
Reí enternecido, Tania ya tenía su plan de vida, incluía mucho sexo y bebés, no le importaba compartir con su madre, pero no cedería en ser mi esposa, ese derecho sería solo de ella.
- Te amo, bebé—le dije sin poder evitar abrazarla.
Ella al sentirse jalada por mí para abrazarla, se subió a horcajadas sobre mis muslos y me beso, permitiendo que mis manos afianzaran sus bellas e infantiles nalgas.
Nos besábamos con mucha pasión, mi lengua entraba en su boquita y sentía como Tania se esmeraba en tallar la suya sobre la mía, estaba desnuda y mi verga reaccionó, ella la sintió y comenzó a moverse sobre ella, me besaba y movía sus caderitas hacia adelante.
Mi excitación era demasiada, ya no pensé, solo bajé mi bóxer dejándolo en mis tobillos, Tania gimió cuando sintió carne a carne, talló con más intensidad, pude sentir sus mocos vaginales irse embarrando a lo largo de mi verga que ya estaba dura de nuevo.
Sentí como Tania al moverse hacia adelante atoró mi glande en su introito, solo era cuestión de un movimiento sincronizado y entraría en ella.
- Aaahhh, tío—dijo mientras su boquita temblaba.
- Tranquila bebé, no debes metértela, solo tállala—le dije deteniendo sus caderas.
- Pero la quiero dentro, ya no aguanto—dijo algo desesperada y en un movimiento se metió mi glande, se dejó caer y entró casi toda—sí, así la quiero, toda dentro… toda tu verga… aaahhh.
Inició un movimiento de subir y bajar, su boca se abrió dejando escapar un gemido, yo sabía que lo necesitaba, pero también que era peligroso, pero mi calentura le ganó a la cordura, ella necesita un orgasmo.
- Te amo bebé—le dije subiéndola para después bajarla. Empecé un mete saca rápido, quería arrancarle su orgasmo lo más pronto posible.
- Aaahhh… tío, yo también te amo… aaahhh… aaahhh… aaahhh—gimió a cada sentón que le di.
Se la metí salvajemente hasta que sentí su orgasmo, su grito quedó ahogado dentro de mí boca, pues nunca nos dejamos de besar, pero ya existía el riesgo de que Esme pudiera entrar, la detuve y ella se me quedó mirando con ojos de súplica.
- No, bebé, no es momento, ya tendremos tiempo—le dije deslizándola sobre mi verga, para que solo quedara sentada sobre ella—tállate así, si, así, hazlo fuerte, tállate sobre mi verga, si bebé, aaahhh
La moví con mis manos en sus caderas de adelanta a atrás y viceversa, la guié en el movimiento que yo quería, ella se empezó a mover por sí sola, gemí cuando Tania puso verdadero empeño en deslizarse a todo lo largo de mi verga, sus labios mayores pasaban por encima y a lo largo de ella, sus jugos funcionaban como perfecto lubricante, sus caderitas iban y venían, los dos sentíamos tanto placer como si realmente la estuviera penetrando, Tania era una pequeña serpiente que se retorcía sobre mi verga.
- Aaahhh tío… tío… aaahhh—gemía Tania moviendo sus caderitas—que rica verga, que rico siento… aaahhh… aaahhh…–gimió intensamente para después besarme con verdadera pasión, sentí la succión de su boca sobre mí lengua.
La escena era bastante grotesca, ni idea de cómo lo tomaría Esme, que seguía en la sala hablando con mi hermano, su esposo. Tania seguía en su movimiento, tenía su cabeza agachada, estaba concentrada en lo que hacía, volteo a verme y vi sus pupilas dilatadas en una mirada nublada de excitación, su boquita se cerraba y se abría en un temblor de palpitación, tenía cabellos adheridos a su frente por el sudor que de ella emanaba, no me pude resistir y la besé, sentí sus labios flojos que me correspondieron, literalmente tenía su orgasmo, tenía su orgasmo titiritando de placer.
En eso entró Esme y nos vio desde atrás.
- Vaya, ustedes sí que no pierden el tiempo—dijo sonriendo acercándose a nosotros.
Cuando llegó a nuestro lado dejó de sonreír y abrió sus ojos como platos, asombrada de ver a su hija tallando su raja desnuda sobre mi verga, vio el bóxer en mis tobillos, mi verga sobresalía en los movimientos que su hijita hacía sobre ella, se veía el brillo de sus jugos vaginales.
- Mami, siento muy rico la verga de mi novio—dijo con su boquita ronca de excitación y después suplicó—mami, no me quites por favor, déjame terminar aquí.
- Si, déjala terminar—dije yo ya ronco de placer.
Esme solo miraba, no intervino, pero no dejaba de ver, me volteó a ver y yo asentí para motivarla a que aprobara ese acto tan impuro que hacía con su hija, que de repente explotó en un ruidoso orgasmo.
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh—gritó una y otra vez mientras se movía como remolino sobre mi verga, por poco y eyaculo, pero resistí.
Tania cayó sobre mí, su cabecita descansó sobre mi hombro, respiraba agitada y así recargada hacía movimientos como espasmos, eran los últimos de su orgasmo, Esme me seguía mirando, era como si no supiera cómo reaccionar o que decir.
Me levanté con Tania completamente suelta en mis brazos y la acosté boca arriba en la mesa, puse sus piernas en mis hombros y hundí mi cara en su raja
- Aaahhh, tío—gimió Tania poniendo ambas manos en mi cabeza.
Esme seguía mirándome sin opinar ni intervenir, mis lamidas se oían en toda la cocina, hacía succiones y grotescos ruidos, eso es lo que yo quería, que Esme tuviera plena conciencia de lo que le hacía a su hija.
- Tío… tío… aaahhh… aaahhh—gemía Tania sosteniendo con ambas manos mi cabeza—aaahhh… aaahhh… aaahhh
Tania gimió su tercer orgasmo de esa mañana, me levanté con mi boca llena de baba de Tania, miré a Esme y le pedí que se acercara con una seña, ella lo hizo, pero no hablaba ni expresaba algo, era como un autómata.
Tania seguía con las piernas abiertas, mi verga erecta a centímetros de su vulva daba brincos de emoción.
- Juguemos un rato juntos—le dije a Esme tomando su mano, poniéndola sobre mi verga, ella por mero reflejo la movió masturbándome.
Me moví un poco hacia adelante y mi glande se atoró en el introito de Tania, Esme lo miró y me vio a los ojos, su mirada era de duda, pero su mano no dejaba de masturbarme, mi mano se fue a su nalga y de ahí a su raja, ella abrió su boca cuando sintió mi dedo entrar en ella.
- Aaahhh, tío—gemía Tania sintiendo mi glande en su entrada.
- Esme, mi amor, te amo—le dije acercando mí boca a la suya
Esme correspondió mi beso cerrando sus ojos, su tibia y suave lengua acarició la mía, mi dedo no dejaba de estimularla y ella no dejaba de masturbarme con mi glande dentro de Tania.
- Aaahhh—gimió por primera vez desde que había entrado de nuevo en la cocina—te amo, Paco.
Susurró separándose un poco de mí, miró hacia donde estaba la unión entre Tania y mi verga, me jaló haciendo que mi glande se perdiera más en Tania.
- Mami—exclamó Tania en señal de fingido miedo, había hablado con ella y le dije que siempre tendría que fingir que fuera la primera vez en todo, ella se quejaba como si fuera la primera vez que tenía mi pene dentro de ella.
- Tranquila bebé, no te haremos daño ¿verdad Paco?—dijo Esme a Tania sin dejar de mirarme.
- Así es mi amor, nunca te lastimaremos—dijo yo sin dejar ver a Esme.
- ¿Esto es lo que quieres?—preguntó Esme haciendo ver lo obvio.
- Sí—dije sintiendo sobre mi glande los labios vaginales de Tania.
- ¿Quieres metérsela?—dijo moviendo su mano más rápido sobre mi verga.
- Aaahhh—gemí loco de pasión—Esme te amo.
- ¿Quieres desvirgar a tu sobrina? ¿quieres ser su primer hombre? ¿quieres hacerla mujer?—Esme me preguntaba mientras su mano se movía intensamente sobre mi verga, me pelaba el glande, pero al hacer el movimiento de retorno me jalaba para que mi verga se fuera hacia su hija cada vez más.
- Si… si quiero—dije entre jadeos—quiero que seamos una familia, plena y completa.
Sentí como Esme se mojó más, soltó mi verga y como pudo se subió a la mesa y se sentó a horcajadas en el rostro de Tania, ella sin que nadie se lo pidiera, sacó su lengua y la metió a la raja materna.
- Aaahhh, pequeña puta—volvió a susurrar.
Abrió sus ojos, me volteo a ver y me jaló hacia Tania, era un momento decisivo, la había puesto a prueba y había aprobado, demostraba que me entregaría a Tania, sin saber que ya era mía desde el mismo día que se fue.
- ¿Quieres metérsela?—dijo en un susurro.
- Sí, mi amor—contesté sin poder evitar abrir mi boca de placer, el momento era sumamente erótico.
- Entonces hazlo, mi amor. Voy a quitar mi mano y no te detengas, sigue adelante hasta que este dentro de ella y la hagas tuya.
Quitó su mano, tal y como lo dijo, se movió sobre Tania tallando su raja sobre la boca de ella y la acarició de su clítoris tiernamente, después en los labios mayores, rodeando mi verga con sus dedos. Lo hacía más como un consuelo que como algo sexual
- Tranquila bebé, aaahhh, si, así, saca tu lengua y métela, si… aaahhh… pequeña puta que bien lo haces—dijo moviendo su cadera sobre la lengua de Tania, mientras acarició sus propias tetas, después su cabeza y cabello, se remolineaba sobre su hija como una serpiente—aaahhh… aaahhh
Tuvo un intenso orgasmo, pasando sensualmente sus manos por su cara, su cabello, sus tetas, incluso se masturbó.
Me volteo a ver y me sonrió, se fue relajando del orgasmo controlando su respiración, después se bajó de su hija y se puso a un lado de ella
- Tu tío quiere poner su verga dentro de ti ¿está bien por ti?—le dijo peinando tiernamente los cabellos de Tania con sus dedos, la boca de la niña brillaba por los jugos vaginales maternos.
- ¿Me va a doler?—preguntó Tania con fingido miedo.
- Un poquito, al principio—dijo Esme acercándose a besarla, su lengua se enrosco con la de su hija, se separó de ella, pero su mano no dejó de estimular la vagina infantil de Tania—pero tu tío será gentil, ¿quieres que te lo haga? ¿se lo vas a permitir? O puedo decirle que se detenga y él se detendrá.
- ¿Mami, tu estarás conmigo en todo momento?—dijo Tania abriendo su boquita al sentir las caricias de su madre.
- En todo momento, mi amor—su mano no dejaba de moverse, de la vagina de Tania se iba a mi verga, acariciando su dureza y después regresaba a masturbar a su hijita.
- Si, mami, si la quiero. Soy su novia y tengo que hacerlo, tengo que dejar que ponga su verga dentro de mí, como lo hace contigo.
- ¿Estas segura bebé? No hay vuelta atrás—dijo Esme acariciando los cabellos de su hija—porque llegará un momento que tu tío ya no podrá pensar y nada lo detendrá de meterte toda su verga, ni siquiera tus gritos o lágrimas de dolor.
- Si, mami, que el tío me meta su verga, que me haga su mujer, lo aguantaré.
Esme se levantó y me miró, vi aprobación en su mirada, mi verga daba brincos atorada en la entrada de Tania, solo era cuestión de empujar, pero sería evidente que la pequeña estaba más que abierta, todo debía ser en tiempos perfectos.
- Las amo a las dos—le dije mirándolas, para después tomar la mano de Esme y hacer que me masturbara, con el glande dentro del introito de su hija.
Esme me sonrió, adivinó que no la desvirgaría; al menos no, en ese momento. Con una sonrisa de felicidad, movió su mano muy intensamente.
- ¿Te gusta cómo te jalo la verga? ¿quieres acabar en la rajita de tu sobrina?—decía Esme llena de excitación, su mano se movía muy rápido, su lengua pasaba por mi mejilla—termina en ella, que sienta tus chorros de hombre, llénala de leche de hombre, para que le den muchas ganas de que estés dentro de ella, hazla mujer con tu leche.
- Aaahhh… aaahhh… aaahhh—gemí a cada chorro que liberé.
- ¡mami!—dijo Tania abriendo sus ojitos—siento los chorros de mi tío, aaahhh
Eyaculé todo mi semen dentro de Tania, pero solo con el glande en el introito, la mano de Esme sirvió como freno para mi verga.
Caí fulminado en la primer silla que vi, Esme me siguió con su mano aun moviéndose en mi verga, se hincó entre mis piernas y metió mi verga a su boca, extrayendo las últimas gotas, desde donde estaba miraba como se hundían sus mejillas.
- Te amo—dijo al terminar de limpiar mi verga—de verdad que te amo
- ¿Mami?—dijo Tania aun acostada sobre la mesa
- Dime, mi amor—dijo Esme volteándola a ver y acariciando mi verga con su mano
- ¿Ya soy mujer?—pregunto con la cara más inocente del mundo, Esme sonrió enternecida y se acercó a ella
- Sí, mi amor, ya eres mujer, su mujer, igual que yo—se agachó y metió su cabeza entre las piernas de su hija y chupó su vagina extrayendo toda mi leche
- Aaahhh, mami, siento muy rico… aaahhh—gimió Tania, mientras al mismo tiempo, por mero instinto, tomó la cabeza de su madre con ambas manos.
Esme hacia ruidos de succión mientras extraía la leche de la vagina de su pequeña hija, cuando sintió que no salía más leche se levantó y tomó con ambas manos el rostro de su pequeña, que la recibía con la boca abierta, un espeso chorro de semen salió desde la boca de Esme y entró en la de Tania, que feliz lo recibía.
Yo sonreía mirando ese acto, Tania volteo a verme y sonrió cómplice, el plan iba a la perfección, Esme estaba lista para pasar al siguiente nivel.
Continuará.
Gracias. Este relato es una gran inspiración
Maravilloso relato, valió la pena el tiempo, por mi parte mantiene la calidad y tiene unos detalles muy sabrosos (la urofilia me toco de sorpresa 10 de 10), muy bien el ritmo en la mente de Esmeralda, ese ascenso en la entrega a la pasión y su entrega de hembra cueste lo que cueste me encanto, espero muy feliz la continuación de esta gran saga. Gracias de lector.
Espectacular Relato ,maravilloso. Vale la pena esperar . Pero no tardes tanto jaja. Espero pronto la entrega total de parte de las dos y ojala subas mas el tono de las conversaciones. Saludos
Excelente muy excitante, esperando la continuación.
que paso con el cumpa?? estiro la pata o que xd