Tener un hijo parte I

Bea, una chica que descubre su fetiche.
Un poco de mi. Me llamo Beatriz Moreira, mujer de 37 años Chilena, de complexión rellenita, mido 1.63, piel blanca, cabello largo de castaño oscuro, uso anteojos y madre de 5 maravillosos hijos.

Mi pecado… El incesto. ¿Cómo comencé en este mundo? para empezar, me considero una mujer caliente, el encendido de mi lujuria fue cuando empecé a descubrir los placeres de la masturbación, tenía 12-13 años. Tocando mis partes íntimas y sensible, llegando a los mayores placeres en esos días para una chica de esa edad. Me preguntaba después de cada masturbación. ¿Qué más habrá de esto? hasta que un dia jugando con un primo al papa y a la mama llegamos a tener una especie de semi-sexo, salvo que los dos estabamos en ropa interior. Ahora que lo pienso no contaba mucho. Pero la sensación de que alguien quería estar dentro de mi, frotandonos, empujando, nos hizo correr. mojando mi calzon y el su calzoncillo, para esa edad de 13, lo encontre especial. En el fondo quería algo más.

Pasaron los días, meses e incluso años.. Jugando conmigo misma o a veces con mi primo, pero quería más. A mis 14-15 años tuve una relación con un compañero de curso, pero aun así él no tranquilizaba mi llama lujuriosa de mi entrepiernas.

Un día de verano mi papá y yo quedamos solos. Mi hermano tuvo una gira de estudio por una semana y mi mamá fue con él, como ella era parte de la junta de apoderados del curso. Aun recuerdo ese dia sabado, mi padre un par de tíos y amigos que tenían en común estuvieron en la casa,  un pequeño club de tobi. En eso vi a mi papá, muy borracho, como se dice en chile “se le apago la tele”. mi tío lo dejó en el sillón y ellos se marcharon avisando que le prepare un café bien cargado para cuando despierte. Al ir al living donde se encontraba mi papá estaba durmiendo profundamente, pero entremedio de sus piernas se levantaba un vulto. algo más grande que la de mi primo y “pololo”. Mi curiosidad fue más grande que mi sentido común, me senté a su lado pensando si reaccionaba, lo toque en los brazos y le hable, pero no se inmuto. Poco a poco mi mano se posó encima de ese bulto, para mi sorpresa no alcanza a cubrirla. sentía la palpitación de su miembro y también sentía mi palpitación en mi concha, luego me arrodille delante de él y le corrí el short para que se asomara tal maravillosa herramienta. me preguntaba si esto era lo que buscaba, lo fui agarrando suave con mi mano para que él no despertara y se asustara. Su aroma a pene me fue agradando más que comencé a besarlo, lamerlo hasta chuparlo. a la vez que tocaba mi vagina por encima de mi calzon. ¿Cómo es esto posible?, ¿Por qué se siente tan rico esta sensación? debo seguir? detenerme? me levanté y me quite mi jeans y mis calzones, ya no estaba pensando que era incorrecto, solo quería tenerlo dentro de mi. me lo fui metiendo de a poco, para mi sorpresa tenía la vagina tan mojada que no costó tenerla metida dentro de mi, hasta el fondo. me afirme en el sillón para no tocar sus hombros. Empecé a mover mis caderas lentamente de arriba hacia abajo, a veces hacia adelante y atrás, con leves gemidos que salían de mi boca.. trate de no hacer movimientos bruscos para no despertarlo. ¿Cómo puede ser esto maravilloso? esto es lo que necesitaba, esto es lo que buscaba. Mientras más pensaba que el pene de mi papá estaba dentro de mi, más los disfrutaba, más quería esta sensación de placer culposo. Amé ese momento.

Despues de terminar con un exquisito orgasmo, mi vagina tan emparada, su pene duro y mojado con nuestros fluidos, termine lamiendo tan maravilloso rabo tratando de no dejar rastro de mi acto, guarde su pene, me puse mi ropa y lo movi tan brusco para despertarlo que reacciono, lo mande a ducharse para que se fuera su aroma a borrachera y a la vez ocultar el aroma a sexo. en ese momento no pensé en las consecuencias de ese maravilloso acto.

al mes siguiente estuve con vomitos haciéndome un test de embarazo, descubrí que tenia un bebe creciendo de mi. Mi “pololo” asustado cuando se lo conte, no sabia que hacer al respecto. Cuando se lo conté a  mi mamá y papá, me retaron por la gran irresponsabilidad de mi. al ver los ojos de mi papá y su decepción hacia mi. en mis pensamientos afloro “tengo tu hijo-nieto, papá”

Continuará…