Tercero 6ta parte.
Por fin conversé con mi hermana. .
Todos los sábados me duchaba, me vestía y me iba al departamento de Paul y Grace.
Mi hermana no me preguntaba nada, ya casi no me hablaba y Grace seguía insistiendo en que la llevara conmigo.
– Ya, y me vas a contar? – – Mira, la verdad es que no quería contarte, pero ya que insistes, lo haré – le dije una noche mientras veíamos una película con mi hermana.
– Cuenta, cuenta – dijo ella entusiasmada.
– Pero tienes que prometerme dos cosas –
– Qué cosas? – me preguntó extrañada.
– Que lo que voy a contarte no se lo vas a decir a nadie –
– Oye, me coges desde chica y no le he contado a nadie. Con quién crees hablas? – mirándome algo molesta.
– Si, perdona, pero es que es algo mío, personal y muy íntimo – – Si? De qué se trata ? – ahora más interesada.
– La otra cosa es que no me juzgues ni te enfades conmigo –
– En qué estás metido? – juntando las cejas extrañada.
– No es nada de lo que imaginas, es otra cosa –
– No me imagino nada, cuenta que ya no aguanto –
– Sabes lo que es un tercero? – le pregunté.
– No, ni idea –
– Es cuando una persona se involucra con una pareja, esta persona es el tercero –
– Ya, y ?
– Es que conocí una pareja y yo soy el tercero –
– Cómo es éso de que tú eres el tercero? –
Entonces le conté todo desde el principio, de cuando leí que se requería un tercero.
– En qué piensas? – le pregunté, ella me había escuchado sin decir una palabra, sólo aveces levantaba una ceja.
– No sé qué pensar –
– Ella quiere conocerte – – Quién? –
– Grace –
– Y porqué quiere conocerme? Qué le has contado de mí? –
– Nada, sólo que me preguntaron si tenia más hermanos, entonces les hablé de ti, lo hermosa que eres, lo tierna y cariñosa, cuanto me amas y lo que yo te amo a ti –
– Y por éso quiere conocerme? –
– Si, bueno, ella me ha pedido siempre que vaya contigo porque se muere por conocerte –
– Al departamento? Ni loca –
– Sólo quiere conocerte, ella también es tierna, cariñosa y sincera, además de muy hermosa –
– Pero a mi no me interesa conocerla –
– Bueno, está bien, no se hable más del tema – dije pasando mi brazo por detrás de ella y tomándola del hombro la aplasté contra mi y le di un beso en la mejilla.
Ella tomó mi brazo y lo sacó diciendo:
– Es tarde, me voy a acostar – se paró se fue a su habitación dejándome sólo en el sofá.
Pasó otra semana y el sábado después de ducharme y mientras me vestía, ella entró a mi dormitorio.
– Ya te vas? – preguntó sentándose en la cama.
– Si, como todos los sábados –
– Es que ya no me quieres ? – preguntó mirándo el piso.
– Sabes que te quiero, te amo, por qué dices eso? – le dije sentándome a su lado abrazándola.
– Porque ya no me hablas, no me miras, ni me besas –
Tomándola de la barbilla levanté su cara y la besé suavemente en los labios. Ella me abrazó y me devolvió el beso.
– Quédate conmigo – me dijo al oído.
– Sabes que no puedo, tengo este compromiso, pero tú puedes acompañarme – le dije.
– No – dijo levantándose y saliendo de la habitación. Me quedé sentado pensando como puedo solucionar este problema. No quiere ir conmigo y yo no puedo quedarme con ella. Se me hizo un vicio y no puedo no ir a dormir con ellos, mi cuerpo me lo pide.
– Cómo está tu hermana? – preguntó Grace después de desesperada relación sexual, aun tenía el miembro de Paul dentro de mí.
– Bien, está bien –
– No quiere venir? – preguntó Paul detrás mío.
– Seguramente tiene miedo de nosotros Paul – dijo Grace.
– Oye, y si nos juntamos los 4 en un restaurante a cenar ? – preguntó Paul.
– Qué buena idea – dijo Grace.
– Podría ser el próximo sábado, te parece ? – dijo Paul.
– No sé, talvez no quiera… –
– Pero convencela, sólo vamos a cenar y conocernos –
El domingo por la tarde noche entró mi hermana, yo estaba acostado en mi cama de espaldas con mis manos entrecruzadas en mi nuca pensando.
– Cómo te fue? – me preguntó.
– Bien, muy bien – y era cierto, perdí la cuenta de las veces que hicimos el amor entre los tres. Tanto así que tenía mi ano adolorido, pero de sólo pensarlo mi ano papaloitaba y me daba cosquillas.
– Qué bueno – dijo ella no muy convencida.
– Grace te mandó saludos – le dije.
– Gracias – dijo sin entusiasmo.
– También nos invitaron a un restaurante a cenar – le dije.
– A un restaurante, a cenar? Porqué? –
– No seas así, sólo quieren conocerte, cenamos y después nos venimos a casa –
– No sé, tengo que pensarlo – dijo ella con la intención de levantarse.
Le acaricié su pierna, la cara interior de sus muslos.
– No hagas eso – dijo sujetando mi mano.
– Solo es un cariño – le dije, ella me soltó y mi mano llegó al final por debajo de su falda.
– Te estás encalillando – dijo acercándose a mi besando mis labios. Mi dedo pulgar acariciaba su vulva por encima de la tanga, ella con las piernas entreabierta.
– Ya, me voy – dijo parándose no sin antes dar uno apretones a mi erección que se me notaba ostensiblemente.
– Que les digo? – le pregunté a mi hermana unos días después.
– Qué de qué ? –
– De la cena, vas a ir o no? –
– No lo sé, no lo he pensado. Es en serio? –
– Si, en serio, pero tengo que avisarles antes del viernes para que hagan la reservacion para el sábado.
– Ok, te aviso –
No había pasado nada con ella después de lo conversado el domingo en la tarde
– Solo es a cenar, ella quiere conversar contigo, después de la cena nos venimos a la casa los dos juntitos – lo dije con una intención velada.
– Bueno, diles que voy –
-‘Qué me pongo? – me preguntó el sábado antes de ducharse.
– No sé, algo que te quede bien –
Después de que ella salió del baño me duché yo, una ducha rápida, se nos estaba haciendo tarde, la hora era a las 9 pm.
Salí del baño con la toalla en la cintura, ella me llama de su dormitorio. Entró y ella cierra la puerta a mis espaldas.
Camina por la pieza modelando un vestido hermoso.
– Está precioso, pero no es una gala. Tiene que ser algo más informal – le dije.
Se sacó el vestido quedándose solo con una diminuta tanga de color blanco sedosa. En seguida comenzó a ponerse y sacarse prendas.
Yo era el jurado sentado en la cama con la toalla en el cuello.
Finalmente encontró algo adecuado, salí de su dormitorio con la toalla en el cuello.
– Tápate – me dijo mi hermana al momento de salir de la pieza. Rápidamente me puse la toalla en la cintura y me fui a mi pieza.
– Qué me pongo? – me pregunté mirando el clóset. Estaba igual que mi hermana, parado al medio de la pieza desnudo.
– Ponte ésto y ponte ésto. Esos zapatos no te sirven, ponte los otros – me decía mi hermana pasándome y quitándome ropa.
– A donde van? – preguntó la mamá al ver que íbamos saliendo.
– A cenar a un restaurante con unos amigos de René, mamá – dijo mi hermana.
– Ah, que bueno, que les vaya bien – dijo la mamá besándonos en las mejillas.
Entré al restaurante con mi hermana del brazo, ella se veía hermosa y yo me sentía orgulloso.
Le dije que nos estaban esperando al señor que nos salió a recibir.
Le di los nombres de Grace y Paul, llamó a un mozo y éste nos condujo hasta la mesa de ellos.
– Qué linda pareja ! – exclamó Grace al vernos.
La Cena…sigue 👉
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