Tía consentidora 2 – Mi sobrino y mi hermana

Eran las 3 de la madrugada y los dos agitados cansados, completamente llenos de sudor y todos los fluidos mezclados seguíamos igual de calientes como al inicio, cuando el eyaculaba lo dejaba descansar un momento, para después agarrar su verga y mamarla para ponérsela dura otra vez.
Tía consentidora 2 – Mi sobrino y mi hermana

 

Mi nombre es Brenda, soy una mujer de 40 años actualmente, soy soltera y no tengo hijos, soy algo alta mido 1.75, piel clara ojos color miel, soy delgada con pechos grandes y nalgona, mis piernas son mi mayor atributo soy piernona, y me encanta como se me va la división entre mis nalgas u mis piernas.

Toda mi familia es mi hermana su hijo y yo, ella quedó viuda cuando su hijo tenía apenas 3 años, por ese motivo mi hermana siempre ha tenido que trabajar, para mantener a su hijo, Afortunadamente yo pude tener mi propio negocio y podría decir que estoy económicamente estable, y por su puesto desde entonces he apoyado a mi hermana, Por motivos de trabajo tuvimos que separarnos y yo me mudé a otra ciudad, y ahora nos vemos solo en épocas festivas, 2 o 3 veces al año.

Mi sobrino es adorable hijo de mi hermana mayor.

En el relato anterior les conté como mi sobrino y yo comenzamos un juego erótico del cual no pudimos escapar pueden leer mi anterior relato: Mi sobrino duerme en mi cama

después de esa noche donde me entregue por completo a mi sobrino, después de que dejé que me penetrara por el ano, y mi vagina (lo cual esa misma noche dijimos que no pasaría) ya no quedaron mas juegos ni preocupaciones, esa noche dejé que el morbo y la pasión brotaran sin ningún limite, estuvimos cogiendo toda la noche, como dos adolescentes, (el si lo era, yo no) En ese punto yo estaba bocabajo y mi sobrino me penetraba por el ano, rebotando con todo su peso en mis nalgas, eyaculo varias veces, dentro de mi vagina, mi ano, mi boca.

Eran las 3 de la madrugada y los dos agitados cansados, completamente llenos de sudor y todos los fluidos mezclados seguíamos igual de calientes como al inicio, cuando el eyaculaba lo dejaba descansar un momento, para después agarrar su verga y mamarla para ponérsela dura otra vez, y el feliz volvía a montarme y darme verga por el primer orificio que encontrara.

Cuando ya nuestros cuerpos no daban mas eran las 5 de la mañana, y nos quedamos dormidos abrazados, A la mañana siguiente, desperté la escena en la cama era un destre, las sábanas y almohadas en el piso, desnudos los dos, y con un olor fuerte a sexo, el seguía dormido profundamente, me senté en la cama y lo vi ahí, mi sobrino durmiendo todo tierno y hermoso, desnudo con su pene dormidito, ¿Cómo era posible que ese niño apenas unas horas atrás me había dado las mejores cogidas de mi vida?

Ya eran las 8 de la mañana, no había dormido prácticamente nada, y tenia que ir a trabajar, tenía muchos pendientes, me levante de la cama y fui directamente a bañarme, me cambie rápidamente, tratando de no despertar a mi sobrino, y Sali casi corriendo a la cocina para dejarle algo de desayunar antes de irme, dejándole una nota en el refrigerador, “Buenos días, cariño, te dejo el desayuno en la mesa, voy a trabajar y regreso, te amo. Tu tía” con un beso pintado en la nota.

Legando a mi oficina no podía dejar de pensar en la noche anterior, todo ese sexo, aun sentía que mi vagina palpitaba y que decir de mi culo, aun lo sentía abierto y caliente, tanto pensar en eso me tenia ya muy caliente, y solo deseaba regresar a casa para estar con el. Así que en cuanto terminé los pendientes mas urgentes, salí y me fui directo a la casa, bueno, no sin antes llevar algo de comer, algo de las comidas favoritas de mi niño.

Al llegar a casa encuentro a mi sobrino en la sala entretenido con su celular, al verme deja todo a un lado y sale corriendo a abrazarme,

 

-Hola tía ¿cómo te fue? Te extrañe mucho

–Hola cariño, bien, ¿y tu como estás?

Mi sobrino me abrazaba con fuerza, y yo encantada, levanto su cara y le doy un beso en la frente, después en su mejilla, y al final un beso húmedo en sus labios,

–yo también te extrañe mucho chiquito, por eso regrese mas temprano, Voy a bañarme y ahora comemos, te traje tu comida favorita.

-gracias, tía, eres la mejor, yo también necesito bañarme, ¿nos bañamos juntos?

–¿aun no te has bañado? Pero que niño tan cochino jaja después de todo lo que hicimos anoche.

-No tía, si me bañé cuando me levanté, pero necesito otro baño

–¿necesitas otro baño o quieres ver a tu tía encuerada?

Morito solo sonrió y bajo la mirada, claro que dejaría que se bañara conmigo, no tenia problema si el quería hacerlo, además seria divertido,

–Vamos cariño, a darnos un baño, que tu tía anda muy caliente, y la verdad es qué tengo muchas ganas de mamarte la verga.

Nos metimos al baño, me quité toda la ropa, y el hizo lo mismo, nos metimos a la regadera, y como niños riendo y jugando con el agua y el jabón, el me enjabonaba explorando mi cuerpo a placer, apretaba mis pechos y pezones, acariciaba mi vagina metiéndome los dedos, metía su mano entre mis nalgas llenas de jabón hasta encontrar mi culo y metía uno o dos dedos yo dejaba que hiciera lo que quisiera sin ponerle ni un límite, yo también le manoseaba su verga, Me encantaba ver su carita de travieso manoseándome y dándose gusto.

después de quitarnos el jabón, antes de salir, me hinque agarre su verga y me la metí a la boca que delicioso sabor de esa verguita limpia pero muy caliente completamente erecta, la chupaba y me la tragaba hasta meter sus huevos en mi boca, pasando la cabecita de su verga por mi garganta para este punto después de la noche anterior, yo ya no tenía ningún pudor, agarraba sus nalgas con fuerza y me empujaba su verga mas adentro una y otra vez, hasta que sentí como lanzaba chorros de semen dentro de mi garganta, no podía ni respirar pero como pude me trague toda su leche, Me saqué toda la verga y tosí un par de veces, para después reincorporarme y lanzarme de nuevo a esa verga que aun estaba parada, lamiéndola, chupándola, escupiéndola, gozaba esa pinche verga como loca.

después de estar mamando esa verga suelta de nuevo choros de semen en mi boca, yo no quería dejar de mamársela, pero su pene se puso flácido esta vez, Me paré y le dije que ahora le tocaba a el,

sentándome en la taza de baño con las piernas completamente abiertas, y con mis manos abriendo mi vagina, Morito sin más explicaciones se arrodillo entre mis piernas, agarrándome de la cintura se acomodó y fue directo a chuparme la vagina, uff como deseaba eso, gemía sin control, agarrando de la cabeza le empujaba contra de mi vagina,

–ahh ahhh méteme los dedos, méteme los dedos cabron!

Morito como pudo acomodó su mano sin dejarme de chupar, y sin ninguna delicadeza me ensarta tres dedos en la vagina, uff que delicia, bastaron 3 envestidas de sus dedos para que llegara al orgasmo, soltando chorros en su cara, el seguía metiendo sus dedos y lamiendo mi vagina, yo me retorcia del placer después de unos minutos sentí la necesidad incontrolable de orinar, traté de separarlo de mi vagina, empujándolo de los hombros

–ahhh ahh espera… ahh tengo que orinar

-No me importa meate, meate encima putita

Escuchar a morito que me dijera “putita” me puso a mil de cachonda, llevé mis manos a miz pezones y los apreté fuerte, levanté la cadera y teniendo aun a morito pegado a mi vagina, solté chorros de orina sobre el, no podía dejar de estremecerme y mi cadera se movía involuntariamente, y en cada espasmo soltaba chorros de orina sobre morito, al terminar no tenia ni un gramo de fuerza, y mi cuerpo no respondió desvaneciéndose hasta el piso, morito trató de sostenerme, pero no pudo.

Estaba en el piso jadeando con la respiración agitada, completamente mojada, veo a morito algo preocupado, y al imaginarme la escena me pareció muy cómico y divertido así que solté a reírme. Le di la mano a morito y ayudo a levantarme, le dije que tendríamos que bañarnos de nuevo, entre risas y todo nos bañamos y salimos a comer.

La comida ya fría no nos importó seguimos comiendo, platicando y riéndonos de cualquier cosa, estábamos completamente relajados. La tarde pasó normalmente, yo me quedé solo con una tanga verde y una blusita pequeña transparente, y el en bóxer, así todo el día la pasamos en la casa, morito me agarraba las nalgas, o me daba una nalgada cuando pasaba, yo le daba un apretón a su verga y así como cosa cotidiana pasamos la tarde.

En la noche por su puesto que la pasamos cogiendo, ya sin penas ni restricciones, me daba por la vagina y por el culo, me nalgueaba y me decía puta, me pedía ponerme en diferentes posiciones, y yo encantada complacía todas sus fantasías no creía cuantas perversiones podía imaginar un chico de su edad y yo estaba dispuesta a complacerlo y no poner límites. Cada vez más atrevidas, me nalgueaba con fuerza, metía sus dedos en mi culo mientras me penetraba la vagina, me agarraba del cabello, escupía en mi cara, Yo en lugar de molestarme pedía más y más obscenidades quería que me ultrajara, que mi violara, ser su juguete favorito.

Hasta que llegó el día de regresar a su casa, Ese día pasó normalmente, después de una noche de sexo nos pusimos a organizar sus cosas, subir sus maletas, etc. y el momento llegó tenia que llevarlo, no antes ya en la puerta con todo listo.

-Tía, antes de irme quiero cogerte por última vez

–Claro cariño cógeme antes de irnos, pero rápido para no llegar tan tarde a tu casa

Llevaba unos leggins negros super ajustados, me los bajé junto con la tanga, y me puse de perrito recargada en el respaldo del sillón,

–Estoy lista cariño, Méteme la verga

Morito se bajó el pantalón y directamente enterró su verga ya hábil hasta el fondo, con movimientos rápidos me la enterraba delicioso, aunque me encantaba pensaba en ese momento que pasaría mucho tiempo para volver a estar juntos, y de alguna manera eso me entristeció

–Antes que termines dame unas metidas por el culo corazón

Obediente como siempre deslizó su verga a mi ano y me la ensarto delicioso, hasta que terminó y me rellenó el culo de su semen, No había tiempo de irme a limpiar ni nada más, así que me subí la tanga y el pantalón y salimos rumbo a su casa,

En el camino, que es largo, platicábamos, poníamos música, cantábamos, realmente la pasábamos muy bien, ya tarde noche como a las 9, llegamos a su casa, al ver la casa de mi hermana frente a nosotros, nos llegó ese sentimiento triste de despedida, nos quedamos en silencio un momento hasta que morito dijo que era hora de bajarnos, pero yo lo detuve, bajé mi mano a su pantalón, lo desabroche y saque su verga, estando ahí en el auto, su verga no estaba parada pero lo estaría en unos segundos, así que me agache y me metí la verga de morito en la boca, y ahí estando en el auto le di su merecida mamada después de lo bien que se portó estas vacaciones, le saqué todo su semen, comiéndome hasta la ultima gota, lamiendo.

Por fin bajamos y tocamos la puerta, y ahí estaba mi hermana, hermosa como siempre, ella es muy delgada, muy guapa, cabello rubio, piel blanda, con nariz respingada, pechos medianos podría decir, pero muy paraditos, llevaba puesto un leggins color azul cielo, muy ajustado, y su blusa blanca dejaba que sus pezones se marcaran, cuando da la vuelta para dejarnos pasar, veo su lindo trasero en esos leggins, redonditos bien acomodados y con el calzón completamente marcado, Normalmente no me fijo en otras mujeres, menos en mi hermana, pero después de mamarle la verga a mi sobrino estaba muy cachonda,  y cualquier cosa me prendía, incluso mi hermana.

Entramos a la sala y yo le entrego formalmente a Morito, ella me agradece por cuidarlo, le digo que no es ningún problema para mi todo lo contrario (y claro que fue todo menos una molestia) Morito sube a su habitación a llevar sus maletas, y nos quedamos platicando mi hermana y yo. Después de una platica sin importancia, me dice algo que me dejó pensando

-y que tal José como se portó?

–Muy bien Ester, es un niño muy bien portado como siempre

-Espero que no te molestara o notaras algo raro en el

–¿Cómo raro? ¿a qué te refieres?

-Ay hermana, es qué estos últimos meses he notado que ya empieza con cosas de adolescente ¿sabes? He encontrado en su habitación, papel higiénico lleno de… ya sabes, y ya van dos veces que encuentro una de mis tangas escondidas en su cajón de calcetines, igual llenas de… umm bueno eso

–Woo hermana que cosas, humm bueno realmente no noté ningún comportamiento similar, quizá estando con su tia se comportó.

-Eso me da mucho alivio, si estaba un poco preocupada que hiciera algo vergonzoso en casa ajena, digo… aquí en su casa está bien, entiendo, y yo suy su madre, soy la única imagen femenina que tiene cerca, y que use mis tangas para eso, ¿Qué te digo?

–jajaja ay Ester, ¿y se las dejas perfumaditas? Jajaja

-Esta loca, ¿Cómo dices esas cosas? Jajaja pero si, jajaja no usa mis tangas limpias, con eso te digo todo.

–Malo que yo no uso tangas (o no usaba) si no le dejaba un regalito jajaja

-Loca esta… ya parece que nosotras vamos a alimentar sus calenturas de adolescente

después de ese comentario nos quedamos en silencio, yo pensando en todo lo que hice con su hijo, y ella, ella no se, pero lo que si era seguro es que también notó y con clara razón que su hijo era un caliente sin remedio. Y quien sabe quizá mi hermana era igual de caliente que yo, al final somos hermanas, y ella está sola.

–Hermana yo no me preocuparía tanto por esas actitudes, finalmente es un adolescente y tendrá que pasar por ese momento de hormonas. Imagino que a de ser molesto estar lavando tus tangas de semen jajaja pero todo sea por Morino ¿no?

-Brenda… no crees que es… no se… ¿raro? O sea mala madre al dejar que uso mis tangas… para eso

–Claro que no Ester, como tu lo dijiste, eres o somos su única imagen femenina, yo si me preguntas apruebo que le dejes “regalitos” de tangas mojadas a mi morito jajaja

-jajaja ay no, gracias por no juzgarme mal, eres a la única que podría decirle esto, y ya en confianza, si lo he hecho con toda intención, le dejo mi ropa interior usada cerca donde pueda encontrarla.

–Hermana eres una picara! Jajaja ¿te excita saber que el se masturba con tu ropa interior?

-¿Qué? No, claro que no…

–No me mientas, anda dímelo

-uff bueno, si, un poco si,

–jajaja lo sabia! Lo sabia!! No te limites hermana, y ahora que ya regresó seguro esta con ansía de encontrar tu ropita mojada.

-¿crees?

— Vamos hermana sácate la tanga que llevas puesta, y yo me quito la mía y se las dejamos de regalo para esta noche

-jajaja ¿estas loca? Digo, la mía podría ser que si, pero ¿la tuya? Jajaja

–¿y porque yo no podría participar? ¿Crees que note la diferencia de olores? Jajaja

-Ay Brenda ya no digas más, que de pensarlo me pone uff

— no te voy a mentir también a mí me puso así pensar en eso,

-¿en verdad? ¿lo hacemos?

— Yo estoy completamente dispuesta, sácate esa tanga mojadita, que la mía ya está muy mojada

– Humm me estas convenciendo, ¿pero aquí frente a ti?

— Si Ester, la verdad es que quiero ver como te la quitas, por tu culpa estoy toda caliente y tampoco tengo un hombre

– uff yo igual ya estoy caliente y tampoco tengo un hombre… o una mujer

— ya bájate esa tanga o te la bajo yo

Me levanto y me siento a un lado de ella tocando su pierna, ella duda un segundo, pero pone sus manos en su leggins y ahí sentada se los baja con todo y tanga dejándome ver su vagina peludita, se notaba bastante mojada.

–Uff hermana que rica panochita tienes -deslizando mi mano de su pierna hasta su vagina, haciendo un poco de presión-

-ahh no, ahh no hagas eso… solo quiero dejarle un regalo a mi niño – decía que no, pero abría mas sus piernas y se bajaba mas la tanga hasta pasarla de sus rodillas

–no puedo evitarlo estas muy mojada y yo muy caliente -mientras seguía masajeando su vagina-

-Ahh ahh que rico ummm bájate los calzones también tu

Me levanto ya estando super cachonda, y de pie frente a ella, apenas iba a bajarme el leggins cuando ella lo agarra y me los baja hasta los tobillos, y enseguida agarra mi tanga y me la baja hasta las rodillas

-No sabes las ganas que tenia de verte la panocha -deslizando dos de sus dedos entre mi vagina mojada-

Yo empiezo a gemir lento necesitaba eso mi hermana seguía tocándome delicadamente y yo ahí de pie abría las piernas lo mas que podía, y sin pedir permiso, me clava dos dedos en la vagina hasta el fondo, me tapo la boca para no soltar un fuerte gemido, mientras ella me apuñala con sus dedos, acto seguido me rodea con sus manos me agarras las nalgas y me empuja hacia ella, clavando su cara en mi entre piernas comienza a darme una riquísima chupada, mis piernas tiemblan y no puedo sostenerme de pie, y me dejo caer sobre mi hermana, y ahí en el sillón las dos con la tanga en las rodillas, comenzamos a besarnos, como pudimos nos quitamos toda la ropa, ella me dediaba la vagina y yo a ella sin parar

-me encanta tu panocha hermana

–ahh ahh no sabia que te gustaban las puchas umm

-me encantan, y mas me gustan las viejas nalgonas como tu

–a mi también me gusta tu puchita caliente, ábremela bien, sácale todos los jugos a la panocha de tu hermana

Jiro a mi hermana dejándola bocabajo y abriendo sus nalgas metí mi cara para chuparle. Ella instintivamente levanta su traserito, lamo desde su clítoris pasando hasta su ano una y otra ves babeándole toda

–¿tu gusta por el culito?

-ahh ahh si… si… comete mi culo, me encanta

Ella se pone de rodillas sin levantar la cara del sillón, tratando de ahogar sus gemidos, yo me dedico a lamerle el culo con toda devoción, y.. ahí estaba yo lamiéndole el culo a mi hermana y masturbándola con fuerza con tres dedos,

-ahora sigo yo, quiero comerme tu panocha -me pongo a gatas en el piso levantando bien las nalgas, y ella se pone detrás mío, con sus manos me abre las nalgas

-que rica nalgona me voy a comer toda esa pucha de perra caliente que tienes

–cómetela toda, dale placer a esta perra ahh

-que rica estas hermana

–ahh ahh dame dame como a una perrita no te limites -si supiera que su hijo me había cogido horas antes-

-tienes el culo muy abierto umm

–también es para ti, dele placer a ese culito