Todo estaba preparado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Pepecaliente.
Mi nombre es Jose, pero todo el mundo me dice Pepe, tengo 33 años y estoy casado desde hace 3. Mi esposa se llama Maria y tiene 27. Hace alrededor de año y medio la economia se nos puso mal y tuvimos que pedir asilo en casa de mi suegra porque ambos perdimos el trabajo y no teniamos ni para la renta.
Mi suegra es divorciada, su marido la dejo cuando mi mujer y mi cuñada eran niñas, yo ni siquiera conoci al suegro.
La casa de Silvia (que asi se llama mi suegra) tiene tres recamaras, asi que al llegar nosotros nos asigno la que Maria ocupaba antes de que nos casaramos y que esta al final del pasillo, junto esta la de Rosy (mi cuñada, de 22 años) y antes de esta la de Silvia.
Desde que Maria y yo eramos novios, me acostumbre a llamar por su nombre a mi suegra y a hablarle de tu ya que ella me lo pidio diciendome que el usted la hacia sentir vieja. En realidad Silvia es muy joven, tuvo a Maria a los 15 años (ya saben esos malos pasos que dan las quinceañeras). Al venir en camino mi mujer, se caso con el padre y tuvieron a Rosy cinco años despues. Unos meses despues de nacer Rosy, su padre se largo. Con la ayuda de sus padres, Silvia logro trabajar al tiempo que estudiaba y con el tiempo pudo hacer la carrera de mercadotecnia, que le permitio mantener y darle escuela y hasta uno que otro lujo a sus hijas.
Asi que mi suegra tenia, en el momento en que nos mudamos a su casa, 40 años, Maria 25, Rosy 20 y yo estaba por cumplir 31, paro aun tenia 30.
La corta diferencia de edades con Silvia (10 años) hacia muy dificil que yo la viera como suegra, mas bien era para mi como una hermana mayor o una cuñada mas.
El caso es que nos mudamos para alla. Como Maria y yo no teniamos trabajo, acordamos encargarnos de las faenas domesticas mientras Silvia iba al trabajo (es ejecutiva en una multinacional) y Rosy a la escuela de odontologia de la cual ya estaba en el ultimo año.
Al principio todo fue normal dentro de lo incomodo que resulta vivir en la casa de tu suegra. Ellas iban al trabajo y nosotros arreglabamos la casa y haciamos la comida. Ademas, siempre teniamos chance de coger por toda la casa y casi a la hora que fuera, cosa que aprovechabamos para no darles la lata en la noche y dejarlas dormir a gusto.
Por cierto, he olvidado describirnos.
Maria mide 1:70, tiene el pelo castaño, hasta los hombros, piel apiñonada y, desde que la conoci en la prepa, un cuerpo de miedo: 96-65-90, simplemente una diosa. Esto le viene de familia. Ella es diseñadora de ropa, asi que en alguna ocasion que estaba aun en la carrera y su madre y su hermana le ayudaron en un desfile de examen, me entere de las medidas de ellas.
Rosy es rubia, pelo largo hasta la espalda, mas bajita que su hermana, pero con un cuerpazo de 100-60-90. Silvia tambien es rubia y de pelo largo, es como mi cuñada, pero con unos años mas. Mi querida suegra tiene unos muy, pero muy bien puestos 98-66-94.
Yo soy delgado, pero marcado por el ejercicio que no dejo de hacer ni un solo dia, mido 1:82, tengo cabello negro y quebrado y lo uso largo hasta la espalda, bigote y barba completa porque no me gusta la moda del candado. Y no es por presumir, pero desde que un dia mi mujer me lo midio, estoy orgulloso de decir que me cargo un miembro de 22 centimetros cuando esta totalmente parado.
Decia que al principio todo iba normal, hasta que un dia Rosy llego temprano de la escuela y al entrar a la cocina, nos pillo a Maria y a mi en plena faena, justo cuando yo descargaba un chorro de semen en la lengua sedienta que mi mujercita me mostraba de rodillas frente a mi.
Rosy se quedo como petrificada y no quitaba los ojos de mi pedazo. Mi mujer, que no se habia dado cuenta, comenzo a lamerme los restos de leche y me decia:
-¡Ay papito, que rica lechita! Esta calientita como a mi me gusta.
Al decir esto, entreabria la boca para mostrarme los hilos blancos que mi acabada hacia entre sus labios y su lengua.
Yo, que la verdad soy un exhibicionista, solo mire a Rosy a los ojos y me di cuenta de como se saboreaba al ver la escena que tenia frente a ella.
En ese momento, Rosy salio del trance y dijo:
-¡Ay, perdon… no sabia que estaban aqui! Y salio corriendo de la cocina.
Mi mujer salio tras ella, recogiendo como pudo su ropa en el camino. Yo me vesti despacio y un poco divertido por la situacion. No puedo negar que me encanto ver como Rosy se lamia los labios al contemplar la escena.
Desde arriba, Maria me grito que si podia ir a comprar el pan para la cena, cosa que acepte pues pense que Rosy estaria un poco apenada y yo ya me daba como bien servido de haberla visto como se altero. Asi que sali a comprar el pan. Cuando regrese, Rosy y Maria estaban viendo un desfile de modas en la television, asi que yo me fui a nuestro cuarto a leer un poco.
Como una hora despues oi que llegaba mi suegra y me llamaron para cenar. La cena transcurrio como si nada hubiera pasado, aunque como Rosy se sienta frente a mi en la mesa, pues cruzamos algunas miradas y no lograba descubrir si era pena lo que veia en su ojos o lascivia contenida. El caso es que no pude evitar calentarme y como solo traia unos pantalones deportivos y una camiseta (no uso ropa interior), cuando terminamos de cenar y me levante para ir a mirar la television, tenia una verdadera carpa de circo. Mi mujer se dio cuenta y me dijo riendose.
-¡¿Vaya, mi amor, pero es que no te la saque toda?!
Yo la mire con cara de reclamo, ¡¿Como me decia eso frente a su madre y su hermana!?
A lo que ella respondio.
-No te preocupes, cielo, Rosy bien que sabe de lo que hablo y a mama le contamos antes que bajaras.
En ese momento Silvia se rio mirandome y dijo.
-Si, Pepe, ya me han contado las muchachas que te pusiste a contar dinero delante de los pobres.
-Silvia, respondi yo-, no me avergüences por favor, te juro que no vuelve a pasar.
-Pero cual vergüenza, yernito, vergüenza seria que no atendieras a tu mujer. Ademas, Rosy tuvo la culpa por llegar tan temprano y no avisar. Es normal que ustedes quieran hacer sus cosas y bastante agradecidas debemos estarles por no hacerlo en la noche para que nosotras no nos sintamos mal de tener vacia y fria nuestra cama… Sobre todo yo, que ya ves que con la King Size, tengo mucha cama, pero a veces tambien mucho frio.
-Gracias, Silvia, eres muy comprensiva. Dije yo entre apenado y complacido por la buena onda de mi suegra.
-¡Gracias… las que dice Maria que le haces! Pillin dijo Silvia guiñandome un ojo y volviendo a reir con sus hijas.
De sobra esta decir que no pude ver la TV y mejor me fui al cuarto a rumiar mi desasosiego. Cuando Maria llego a dormir le reclame que hubiera contado todo a su madre y el mal rato que me habian hecho pasar las tres. Ella se sonrio y me dijo
-Pero por que mal rato, amor, si la picardia es muy sana.
-Si, pero no cuando se hace a costillas de uno.
-No te enojes papito, mejor dame mas de esa lechita… que con el modo en que se te paro en la mesa, seguro que me puedes llenar la boca.
Acto seguido, se agacho hasta mi verga y me dio una mamada de campeonato y justo cuando me iba a descargar, ella estiro la mano y alcanzando el vaso que tenemos en la mesita de noche, dirigio mi aparato para que la mitad de leche cayera en el y la otra mitad en su boquita.
Yo pregunte a que se debia eso, ella solo respondio que luego me diria, pero que sabia que no me molestaria en lo mas minimo.
Al dia siguiente, mi mujer salio de la recamara a despertar a su madre y su hermana (pues esta era una de nuestras labores en la casa), pero al salir, se llevo el vaso con mi leche. No me dio tiempo de preguntarle que iba a hacer, asi que me volvi a dormir.
El dia paso como cualquier otro, las labores, la cocina, la limpieza, etc.
Cuando Rosy llego de la escuela, subio a su habitacion y bajo con un conjunto de short (pantalon corto) y una ombliguera de esas ajustadas color blanco que evidenciaban que no traia nada debajo. Sus pezones se marcaban totalmente y su culo paradito parecia estar saludandome con una sonrisa.
Obviamente yo puse cara de idiota, asi que ella me dijo
-¿Que pasa cuñadito? ¿por que esa cara?
-N-no.. n-nada… es solo que nunca te habia visto vestida asi…
-Y ¿que te parece? ¿me veo rica? -Y dio una vuelta super sexy.
-¡Rosy, ¿como me preguntas eso?!
-Ay, cuñado, si yo ya te he visto en pelotas, y dejame decirte que estas bastante bien dotado, ¿eh?… Asi que dime, ¿me veo rica?
-Te ves deliciosa… Dije yo con mi cara de idiota.
-Gracias, Pepe. Me dijo y se sento junto a mi a ver la TV.
-¿Que estas viendo? Me pregunto
-Nada, esperaba a que tu hermana acabe de lavar los trastes para ver si encontrabamos alguna pelicula.
-Bueno, mejor me voy a mi cuarto para dejarlos solitos, pillines. Me dijo y se despidio de mi plantandome un beso en la mejilla, pero que me dejo algo de saliva. Por cierto agrego Rosy- recuerda que prometiste ir a la facultad para ser mi paciente en mi examen de limpieza bucal, asi que mañana te espero a las once de la mañana en la clinica de la escuela.
Al verla subir las escaleras, mi verga se puso como garrote de nuevo. En eso llego mi mujer y al verme, me dijo
-Vaya, veo que ya has visto el modelito que se compro Rosy, le queda lindo ¿verdad?
-¿Eh?… s-si, se le ve muy bien.
-Ayer que fuiste a comprar el pan, me lo mostro, le dije que se veia guapisima… Pero mira como te dejo, creo que voy a tener que arreglar esto… Y sacando mi miembro de su prision me la volvio a mamar como ella sabe hasta sacarme la ultima gota.
LA LIMPIEZA BUCAL
Al dia siguiente cumpli mi promesa y me enfile temprano hacia la facultad de mi cuñadita. Al llegar al sitio acordado volvi a sentir como me hervia la sangre por todo el cuerpo. Rosy se encontraba platicando con una de sus amigas y desde lejos pude verla con su batita de dentista y unos mallones (de esos que parece que solo se pintaron las piernas) color azul rey… se veia realmente buenisima. Para colmo el ziper de su bata estaba un poco bajado, asi que aunque yo venia caminando de su lado derecho, alcance a ver parte de sus tetas… la cosa estaba para morir de un infarto, dado lo que ya habia presenciado en la casa.
Por si fuera poco, justo antes de que pudiera yo anunciarme y estando ya a unos tres metros de ellas, alcance a oir que su amiga le decia
-Bueno, si tu lo dices, debe ser verdad, asi que… estoy en tus manos.
Al escuchar esto, Rosy sonrio de una manera que le quitaria el aliento a cualquiera. Se adelanto un par de pasos y su amiga extendio sus brazos sobre los hombros de Rosy. Acto seguido, Rosy la tomo de la cintura y le planto un beso de antologia. Durante varios segundos, sus lenguas jugaron con una ternura indescriptible, mientras se abrazaban cada vez con mas presion. Con todo y el sofocon, agradeci al cielo por haberme permitido mirar ese sensual y tiernisimo cuadro.
Al verme ahi parado, mi cuñada me dijo
-Hola Pepe, nos has pillado en plena practica ¿eh?
-Eso parece respondi-, pero si quieren voy a dar un paseo y vuelvo en unos minutos.
-No, si te estaba esperando. Paty solo me acompañaba mientras llegabas y aprovechamos el tiempo para poner en practica algo que lei hace unos dias… ¿Sabias que la saliva es uno de los mas efectivos antisepticos que existen?
-No, no lo sabia.
-Si, por eso la naturaleza es sabia y cuando te cortas o rasguñas, el primer reflejo es chupar la lesion. Asi se limpia con la saliva.
-Ah, muy interesante dije yo sin poder dejar de ver alternadamente a Rosy y a su amiga, que la verdad no le pedia nada a mi cuñadita, estaba buenisima.
-¿Sabias siguio Rosy- que un beso hace que la saliva corra por la boca y se meta en sitios que el cepillo de dientes no alcanza y mata bacterias que de otro modo nos podrian generar enfermedades dentarias muy molestas?
-No, eso tampoco lo sabia.
-Pues si, asi que Paty y yo estabamos lavandonos la boca de la mejor manera que existe, ¿verdad linda?
– Si dijo Paty, que hasta el momento habia estado callada-, por eso nos encontraste asi… pero debo decir que aunque la intencion era cientifica, la verdad es que a final de cuentas resulto super placentera, Rosy besa como nadie me habia besado antes. Y volteando a ver a Rosy, le dijo- Ahora debo irme a mi examen y tu deberas hacer el tuyo, amiga, pero esto lo debemos continuar despues, me parece que no he quedado bien limpita aun.
Y diciendo esto, se acerco a mi cuñada y le dio un besito en los labios acompañado de una sonrisa picara que sostuvo cuando me dijo: Mucho gusto, Pepe, ojala nos veamos en otra ocasion.
Yo quede lelo, durante la limpieza dental que me hizo mi cuñada no podia dejar de pensar en la escena que me habian regalado. Y si a eso le agregamos que por la misma naturaleza del trabajo que hacia, Rosy pegaba de vez en cuando a mi mejilla sus tetazas cubiertas apenas por su batita (no llevaba sujetador), ya se imaginaran que estaba como misil atomico.
Cuando termino su trabajo, Rosy me dijo que solo tendria que esperar a que pasara su profesor para revisar el trabajo y ya podria irme. Su profesor aparecio entonces y de un vistazo, aprobo la limpieza.
-Ya ves cuñado, soy excelente con la boca me dijo sonriendo y mientras como de casualidad, se mordia el labio inferior.
Yo no podia mas asi que me despedi y sali como alma que lleva el diablo.
EL DESAYUNO
Los dias pasaron medio normales, mi suegra llegaba siempre muy tarde solo para cenar y dormir… solo que mi cuñada seguia bajando a ver TV con unos atuendos que me hacian reaccionar con erecciones cada vez mas descaradas y siempre que mi mujer me mamaba la verga en la noche, dejaba una buena cantidad de leche en el vaso que se llevaba por la mañana. Yo, no se por que, nunca pregunte nada al respecto, pero un dia que mi cuñada, descaradamente me dijo
-Vaya, veo que mi ropa te pone a mil cuñadito… Mientras señalaba la carpa que se formaba con mi ereccion bajo mi pantalon…
Yo le reclame que esas cosas no me las deberia estar diciendo ella. Pero ella riendose me dijo
-Pero Pepe, ¿que acaso Maria no te ha dicho lo que desayuno todas las mañanas? Y subio rapido a su cuarto. Maria estaba en la cocina, asi que fui hacia alla y le pregunte sobre lo que me dijo Rosy.
Maria se puso un poco seria y me dijo.
-Pues, resulta que el dia que Rosy nos encontro me pidio un favor y yo se lo hice.
-¿A que te refieres?
-Nada que te haga daño, de veras.
-Maria, tienes que decirme que pasa, hace unos minutos he tenido que poner cara de imbecil pues no supe que diablos queria decir tu hermana…
-Bueno, es que como vio como me echabas la leche en la lengua, pues se le antojo, asi que me pidio que si podia, le compartiera un poco todas las mañanas.
-¡¿Que?! ¡Pero ¿como es posible, Maria, estas loca?!
-¿Por que loca? ¿Por compartirle a mi hermanita parte de lo que ella no tiene? Amor, ella no tiene lechita diario como yo… o bueno, no tenia hasta hace unos dias, porque te debo decir que en verdad goza cuando se bebe tus venidas, mi cielo, pone una carita hermosa.
-Maria, esto no puede suceder, es de locos…
-No amor, no es de locos, es de hermanas… Ademas, ¿no te da orgullo saber que mi hermanita Rosy esta feliz de poder beberse tu leche? Dice que le gusta mas que cualquier otra que halla probado.
-Maria, hablale a Rosy… tenemos que aclarar esto.
-No te pongas asi, amor, por favor, no vayas a maltratarla.
-Llamala, esto tiene que terminar.
En ese momento, escuche la voz de Rosy que decia
-No me tienen que llamar, aqui estoy.
Gire la cabeza y vi a Rosy que bajaba la escalera enfundada en un vestido rojo ajustadisimo que terminaba en una minifalda que apenas cubria su culo y que se cerraba con un ziper desde el borde de la mini hasta el cuello. El vestidito no tenia mangas asi que se podia ver los lindos brazos de mi cuñadita. Era evidente que no tenia nada debajo de esa funda roja que no dejaba nada a la imaginacion.
Con cara de niña regañada, Rosy me pidio que no fuera tan fuerte con Maria, que ella era la que habia insistido y que mi mujer simplemente quiso hacerle un favor, pero que aceptaba que habia sido una niña mala y se merecia un castigo y ya que yo era el hombre de la casa, debia ser precisamente yo quien la castigara.
Yo no sabia que hacer, su carita me desarmaba y al oirla decir que habia sido una niña mala, francamente mi cabeza me abandono y solo senti como las hormonas se apoderaban de mi sangre.
-Mi amor, no te compadeces de ella dijo mi mujer- mira nada mas la carita que tiene, si esta tristisima de ver que te hayas puesto asi de enojado. Y acercandose a Rosy la abrazo con un brazo mientras con la otra mano la acariciaba el rostro.
-No te pongas asi, Rosy, que me matas de remordimiento, pero es que debes entender que esto no debe ser.
-Si Pepe, tienes razon, por eso te digo que se que he sido una niña mala y estoy dispuesta a cumplir el castigo que tu me impongas como el hombre de esta casa que eres.
-Rosy, yo no quiero ni puedo castigarte, ya tu eres grande y ademas no tengo ningun poder sobre ti.
-Porque no quieres cuñado, porque si quisieras yo haria lo que tu me mandaras. Cualquier cosa con tal de que no estes enojado conmigo.
-Maria dije mirando a mi mujer- creo que lo mejor es que nos mudemos lo mas pronto posible para evitar que las cosas se hagan mas grandes.
En ese momento, Rosy rompio a llorar y se abrazo con fuerza a su hermana. Maria la recibio con ternura y me reclamo dulcemente
-Mira lo que has hecho, amor, la nena se ha puesto muy triste y estoy segura de que no es lo que tu querias provocarle.
-Claro que no dije yo- y me acerque a ellas abrazandolas tiernamente y pidiendo perdon a mi cuñada por haberla hecho llorar.
-No te preocupes cuñado, yo se que me lo merezco.
-No, Rosy, no lo tomes asi, es que no encuentro otra forma de parar esto, pero no llores por favor.
-Es que no quiero que por mi culpa ustedes se queden sin casa. No me lo perdonaria.
Para estas alturas mi cuerpo habia respondido como era natural a tener dos mujeres abrazadas a mi y mi pene estaba como para sostener una bandera. Maria dijo
-Hermanita, quita esa cara y seca esas lagrimas, que no nos vamos a ir a ninguna parte.
-Gracias Maria, pero es que de verdad no me perdonaria jamas que se quedaran en la calle por mi culpa.
-Pero es que tu no tienes ninguna culpa, nena dijo mi mujer.
-Claro que no, cuñada dije yo- vamos a olvidar el incidente y haremos como que no ha pasado nada, ¿de acuerdo?
-De acuerdo respondio- pero por favor cuñado, no me quites tu lechita diaria, de verdad la necesito para empezar el dia a gusto y con energias.
-Rosy, no empecemos de nuevo, por favor dije separandome de ellas y mas para tratar de bajarme la calentura que porque me hubiera molestado la peticion.
Mi cuñada solo respondio: Es que me he vuelto adicta a tu semen, Pepe, no puedo ni pensar en despertar un dia y no poderme tomar mi dosis.
Para esto, ellas seguian abrazadas, y las lagrimas de Rosy seguian saliendo de sus ojos. Mi mujer se enternecio y le dijo que no llorara, que mas tarde hablariamos del asunto estando ya mas calmados, pero que por favor dejara de llorar.
Mientras le decia esto, le besaba los ojos limpiandole las lagrimas, luego siguio con sus mejillas hasta que termino por darle un tierno y hermoso beso en los labios.
Yo me quede helado, no podia creer lo que veia. Mi mujer besaba en los labios a su hermana… ¡y frente a mi!
-Mira Rosy dijo mi mujer- mira como Pepe se ha quedado mudo al ver que te bese.
-Si dijo mi cuñadita- asi se quedo el dia que me vio con Paty y se rio casi imperceptiblemente.
-Pues tienes que saber, maridito, que la primera vez que la nena probo tu lechita, fue precisamente el dia que nos encontro en la cocina y lo hizo directamente de mi boca, asi, mira.
Dicho esto, perdio todo el pudor y se entrego en un beso candente con su hermana. Sus lenguas se movian y parecia que se querian comer una a la otra, mientras se acariciaban tiernamente entre si.
Yo seguia petrificado. Mi mujer solto a su hermana y se acerco a mi diciendo: Bueno, mi cielo, si Rosy conoce el sabor de tu esperma, lo menos que puedo hacer en esta situacion es besarte despues de besarla a ella, para que por lo menos conozcas su saliva… Y me dio un beso de lengua que me supo a gloria. No puedo negar que el solo saber que estaba degustando la saliva mezclada de ambas, me puso como toro en celo.
Yo andaba como siempre con pantalones deportivos y una camiseta. Maria tenia una bata de dormir y tampoco traia nada debajo. Yo en tales condiciones, evidencie una ereccion que amenazaba con romper las costuras de mi pantalon. Maria lo noto y agarrandome el pedazo sobre el pantalon, le dijo a su hermana
-Mira hermanita, parece que hoy tenemos nuestra dosis asegurada…
-Eso parece, pero no se si Pepe me va a querer dar dijo Rosy con carita entre triste y de niña perversa.
-¿Tu que dices, amor, le vas a negar su medicina a la nena?
-E-es que…
-Vamos, amor, no te hagas el persignado, que puedo ver en tus ojos toda la calentura que tienes, ademas este dijo apretando mi verga- no sabe mentir.
Yo ya no podia hablar, simplemente sentia la mano de mi mujer en mi garrote y no podia dejar de mirar la cara de caliente de mi cuñadita, que para estas alturas habia bajado parte del ziper de su vestido, dejando al aire ese par de tetazas que dios le dio y se acariciaba los pezones.
-Ya ves, amor, si la tienes como una perra en brama, mira nada mas esas tetas y esos pezones si parece que le van a estallar… Y dirigiendose a Rosy, le dijo -Ven corazon, muestrale a tu cuñadito lo caliente que estas.
Rosy se acerco y tomando una de mis manos, la puso sobre su teta izquierda y comenzo a moverla para hacerme entender que queria que se la amasara. Yo mire a Maria y ella me dijo: anda maridito, manoseale las tetas a mi hermanita, que en este momento, las dos queremos que nos hagas felices… mira que ricas las tiene Y al decir esto y sin soltar mi paquete comenzo a mamar la otra teta de mi cuñada, a lo que ella solo respondia con gemidos.
Yo ya no tenia por que hacerme el santo, asi que acerque mi cara a la de Rosy y la bese con toda la calentura que traia mientras apretaba una teta a mi mujer. Mi mujer me vio besar a su hermana y me dijo: Eso, mi amor, asi, gozanos a las dos y haznos gozar a nosotras. Lentamente baje mi boca hasta las tetas de mi cuñada y empece a mamar como loco y como Maria estaba en lo suyo con la otra teta, de vez en cuando la besaba, para seguir luego con nuestro trabajo en el cuerpo de Rosy. Mi querida cuñadita solo repetia Gracias, gracias a los dos y gemia deliciosamente.
La desnudamos totalmente mientras nos besabamos entre los tres. Mi cuñada dijo, Vengan, vamos a la sala, ahi estaremos mas comodos, y nos tomo de la mano a ambos guiandonos hacia donde ella queria. ¡Que maravillosa vision tener su culo frente a nosotros y moviendose mientras caminaba! Al llegar a la sala se detuvo y giro para quedar de frente a Maria, a la que dulcemente despojo de su bata, para prodigarle una señora mamada de tetas. Mi mujer solo me decia: Ay Pepe, no sabes lo bien que esta niña mama las tetas. Y a Rosy: Sigue, sigue corazon, que me tienes en la gloria.
Asi estuvieron cosa de dos o tres minutos, mamandose las tetas una a otra y besandose y juntando sus senos en una escena que me hacia pensar que estaba en el cielo. De pronto, mi mujer me miro y me dijo, Ven con nosotras, amor, no nos dejes solitas. Y mi cuñada completo: Si cuñado, trae para aca esa verga deliciosa que me la quiero comer. Yo me acerque y ellas me desnudaron. Maria me quito la camiseta y Rosy las pantuflas y el pantalon, dejando asi libre mi tranca que estaba que parecia que iba a estallar.
-¡Pero mira nada mas que preciosidad! dijo Rosy. Y al decir esto, comenzo a hacerme una chaqueta con su manita linda, pero sin despegar los ojos de la cabeza que ya tenia una gotita de liquido preseminal en la punta.
Para esto, mi mujer besaba la espalda de su hermana y acariciaba sus nalgas. Rosy, que seguia jugandome el pellejo, me dijo: ahora veras cuñadito, que no solo mi hermana sabe dar buenas mamadas. Mi mujer se apresuro a decirle: disculpa hermanita, pero yo tengo derecho primero que tu, asi que yo voy antes, sirve que te lo preparo bien. Y poniendose ambas de rodillas, Maria me comenzo a mamar la verga asi como ella sabe, me tenia loco. Rosy se pellizcaba los pezones con una mano y con la otra jugaba con su panochita depilada y ponia cara de extasis. Despues de unos minutos reclamo su turno y dijo: Ahora me toca a mi, hermanita, mira que se me hace agua la boca. Maria se zafo de mi garrote y Rosy me atrapo de un bocado. Movia la lengua como nadie. Mientras tanto, mi mujer se las arreglo para acostarse entre nuestras piernas y le empezo a mamar su cosita a mi linda cuñadita que estaba a punto de ahogarse con mi verga hasta la garganta, que se saco para decir: Asi, cabrona, mamame la panocha, comete mi cosita mientras yo le como la verga a tu marido. Yo mientras metia el dedo en la vagina de mi mujer y la hacia una paja que la tenia a punto de chorrear sus jugos. Mis dos amantes se vinieron por primera vez casi al mismo tiempo. Rosy se estiro un poco y metio mi verga entre sus tetas masturbandome con ellas y con la boca abierta para recibir cada embestida con una nueva chupada.
Nos acomodamos despues en el tapete de la sala de modo que yo le comia el chocho a mi cuñada, ella a mi mujer y mi mujer me mamaba la verga a mi. No lo podia creer, estaba en la gloria, nunca habia sentido tanto placer, pero ¡por fortuna! No me habia venido aun y seguia con el garrote como si fuera de acero.
Nos levantamos y me recostaron sobre el sofa. Mi cuada se puso con las piernas abiertas sobre mi cara y me dijo: anda cabron, sigue comiendome y agachandose me mamo la verga durante unos momentos. Mi mujer dijo entonces que no la dejaramos fuera del equipo y besando a su hermana, se monto sobre mi, metiendose mi verga hasta el fondo mientras decia: asi amor, cojeme rico, cojenos a las dos, gozanos como te gozamos nosotras a ti.
Mi cuñada empezo a gemir como loca: ¡¡¡AAAAHHHHH, SSSSSSSSIIIIIIIIIII, PAPITO, ASI, COMEME LA CONCHA; RICO; RICO ;RIIIIIICOOOOOOOOOOO!!!y senti como sus jugos chorreaban en mi boca. Eran deliciosos comi todo lo que pude de ellos. Entonces dijo: Yo tambien quiero que me la claves, cuñado, no seas malo, ella la tiene todos los dias, damela, por favor, clavame tu rica verga. Mi mujer le sonrio, la beso y le dejo el campo libre para que se montara. Asi lo hizo y empezo a moverse como un ciclon, al tiempo que me decia Si, si papito, dame verga, que rica verga tienes papacito, clavame, clavate a la perra de tu cuñada… soy una puta, soy tu puta cuñado, soy la puta de los dos. Mi mujer mientras tanto le mamaba las tetas. Con esto, mi cuñada se vino por tercera vez.
Entonces, se la saque a Rosy y me levante.
-A ver, putas les dije- quiero que se pongan de perrito para cogermelas a las dos.
-¡¡¡SSSSIIIIIIII!!! respondieron al unisono. ¡Danos mas verga! ¡Danosla toda corazon! decian alternadamente.
Y mientras se besaban entre ellas, se la clave a mi mujer. Unos cuantos empellones y cambiaba a mi cuñada, asi durante varios minutos. Las tenia como locas, gemian, gritaban Si papito, quiero mas, quiero mas¡ ¡Cogenos asi, precioso, danos garrote! ¡No nos la quites nunca! ¡Danos verga! ¡DANOS VERGA! ¡QUE PALOTE TAN DELICIOSO!
Cuando estaba a punto de eyacular, les dije Aqui viene la lechita, donde esta el vaso. Mi cuñada grito:
-No, papito, ahora la quiero directa, dame tu lechita calientita en mi boquita. Y poniendose de rodilla frente a mi, abrio su boca y sacando la lengua me pedia: dame papito, dame lechita que necesito mi medicina.
Yo mire a mi mujer como para saber si estaba de acuerdo. Ella solo dijo:
-Adelante mi amor, dale su medicina a la nena. Dale toda tu lechita, corazon.
Al oir estas palabras, llegue al climax y dispare la mayor cantidad de esperma que nunca habia disparado, la leche le lleno la boca a mi cuñada que dio un trago grande y puso una cara de felicidad que no olvidare nunca, pero yo seguia disparando, mi semen se escurria por las comisuras de mi cuñada y llegaba hasta sus tetazas, ella al darse cuenta se la unto como crema por todo el torax. Cuando termine de eyacular, mi cuñada me limpio todos los restos y se la metio a la boca como agradeciendole a mi verga toda esa lechita que le habia disparado. Mi mujer se acerco, me dio un beso a mi y luego uno a su hermana, diciendole:
-Desde ahora hermanita, la lechita te la vas a tomar calientita, y no tienes que esperar a que este yo para tomartela, ¿eh?, puedes tomarla cuando quieras, ¿verdad, amor?
-Claro que si repuse yo.
-Gracias, la verdad es que asi calientita sabe mucho mejor, creo que voy a necesitar mi dosis diaria, pero calientita como ahora dijo sonriendo y con un leve hilo de leche entre sus labios.
En ese momento, escuchamos la voz de Silvia desde su recamara que nos grito: Chicos, ¿alguno de ustedes puede subirme algo de comer, por favor?
¡Diablos! pense yo, ¿a que hora entro? Era imposible que al entrar no nos viera y ademas con el escandalo de gemidos y gritos que hicimos, tenia que habernos oido. Yo me quede frio… Rosy y Maria se miraron con algo como de complicidad y sonrieron. Maria contesto a su madre: Si mama, ahora te lo subimos, ¿lo quieres caliente o como este? Como este, grito Silvia, pero sera mejor que suban los tres, esta por empezar una pelicula que creo que les gustara.
Yo no entendia nada, estaba petrificado, Maria fue a la cocina y Rosy me abrazo y me dijo ¿que pasa cuñado, si parece que has visto un fantasma?
Lo que paso despues amerita un texto aparte. Ahora los dejo, porque ya es la hora de la medicina de Rosy. Hasta pronto.
Autor: Pepecaliente(pepecaliente10@hotmail.com)
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