Todo queda en familia 2
Continuación de como me di el culito de mi cuñado….
Me quede sin poder relatar todo lo sucedido aquel día, así que continuaré. Cómo había dicho ya mi cuñadito me había dado el permiso de chuparle el culo. Estaba tan hipnotizado por esas nalgas que las aproveche al máximo aquel momento de poder ser la única oportunidad de tenerlas. Se las apretaba y masajeaba sintiendo esos pedazos de carne en mis manos. Por sus movimientos vi que le gustaba bastante lo que le hacía y entonces le dije que se preparará que ya venía lo bueno. Volví a acercar mi cara, esta vez directo en esos glúteos enormes. Se los abrí y olía aquel maravilloso culo recién bañado. Cuándo aspire aquel aroma, escucho un quejido de él, pero de manera tierna. Lo estaba disfrutando tanto como yo, fue así que me anime más y con mi lengua le encontré el ano, el cual se lo empecé a chupar. Gabo se retorcía y gemía de placer. Se movía desesperado, así que con mis manos tuve que apretar fuerte sus nalgas para que se controlara. Seguía en lo mío, disfrutando de aquel ano, y él no paraba de emitir ruidos de placer. Lo que me prendía más. Le pregunte si le gustaba y no pudo responderme con precisión pero entre sus gemidos alcanzó a decirme que sí. Sabía que los dos lo íbamos a disfrutar. Seguí hasta que grito fuerte y me pidió parar, se había venido. Antes de terminar, le mordí suavemente una de ellas, y él agitado trataba de recuperar el aliento. Se volteó y su pene estaba tan erecto y lleno de semen que por poco me saca un ojo. Nos quedamos en silencio, respirando agitádamente y le pregunte que tal estuvo. Algo de pena me dijo que había estado bien. Se podía notar en su excitación y todo el semen que aventó. Lo mande a bañarse para que se limpiara toda mi baba y su semen, mientras yo me encargaba de limpiar la cama para que mi suegro no sospechara nada. Entro al baño a lavarse, mientras yo me hice una paja para terminar de venirme y concretar mi victoria. Volteé el colchón, cambie las sabanas, escondí las otras. Para que mi suegro no sospechará nada. Cuándo Gabriel salió del baño se notaba algo apenado, no quería que se sintiera mal por lo que acababa de pasar. Lo acerque conmigo a la cama para platicar y lo convencí que no era nada malo, solo algo que paso entre nosotros como calentura y ya. Tuve que inventarle que igual a mí me lo habían hecho otros hombres para que se quedará tranquilo. Tenía miedo de que por lo ocurrido se volvería gayy o una cosas así. Me daba gracias su inocencia. Con el tiempo se dio cuenta que no era así. Ya tranquilo, le dije que sería nuestro secreto, él igual no quería que se supiera nunca por nadie. Le alabe su culo para que se sintiera más seguro de si mismo, afirmando que a las personas les atraen ese tipo de cosas. Me había enamorado de su culote. No podía dejar de admirarlo a pesar de habérmelo comido minutos atrás. Entro en la cama conmigo para ver televisión y seguir platicando, mi poder de confianza y convencimiento fue tal, que logre que se acostará en mi pecho mientras con una mano le acariciaba esas nalgas para acurrúcarlo. Así se quedo dormido y yo seguí acariciando hasta donde pude ese culote. Hasta que escuche la puerta sonar. Lo puse en posición de dormido y abrí la puerta. Mi suegro llego algo ebrio. Me pregunto que tal la noche y cinícamente le dije que fue de las mejores. Obviamente nunca supo, ni sospecho lo que le había hecho a su hijo. Nos quedamos dos días más, pero nunca volvimos a tener una oportunidad de estar solos Gabo y yo. Solo pude dormir a su lado y cuándo podía darle un masajito a esas preciadas nalgas que se cargaba. Jamás volvimos a hablar del tema. Pero si tuve la dicha de volver a verle ese preciado culo algunas ocasiones más.
como sigue