Tomás mi niño consentido (2)
Tomás aprende a como limpiarse adecuadamente.
Pasaron unos días y una tarde me tocó ir a buscar a Tom a la escuela, pase toda la tarde con él, Aby llegaba a las 8, me hice un tiempo para llevarlo al cine después de clases pero a mitad de la película ya estaba aburrido e inquieto, tuvimos que ir a otro lado, estuvimos dando vueltas y terminamos yendo a casa, lo ayudé con sus tareas, lo veía concentrado escribiendo y me trabajaba la mente a mil, pensando ¿en como llegué a hacer lo que hice con él?, ¿cómo no sabia sobre el tema?, era tan inocente a veces, ¿qué tan lejos podía llegar con él?, eso me daba mucho más morbo, luego de terminar sus tareas vió que yo veía la TV y quizo jugar, estaba en el suelo y trepó mi pierna llegando a mi rodilla donde se sentó y se movió como si fuera un caballo, cuando estaba más pequeño lo sentaba en mis rodillas moviendo las piernas como el trote de un caballo y él hacia ruidos imitando uno, pero hacia mucho que no lo hacia, mi rodilla estaba justo entre sus nalgas, estaban tan al borde que casi se caía, lo tome justo de sus nalgas para moverlo más hacia adelante, al tocarlo las sentí y recordé cuando lo vi desnudo , él se había comenzando a agitar, su respiración se agitó parecía que gemia, eso me dio una erección, quería verlo desnudo otra vez, no tenía por costumbre desnudarse en la casa, su madre siempre lo regañaba pero estábamos solos, para más seguridad fuimos a jugar a su habitación, recordé una caja de chocolates de animales que había comprado, escondí algunos y le dije que sacara uno sin mirar y salió un conejo.
– ¿Qué te parece si te hacemos un conejito de chocolate?
– Siii, quiero ser un conejo con los dientes grandes.
– Si pero quitate la ropa para no ensuciarla.
– Siiii.
Me las ingenie para curbrile el rostro y parte del cuerpo con chocolate, le puse orejas de cartón, y dientes de gomitas, era lo mejor que media hacer pero el estaba encantado, se puso a saltar como conejo y buscaba por la casa el resto de los chocolates.
– Tienes que recolectar todo.
– Si papi.
– Cuando los tengas todos podrás comerlos pero no antes.
– Ok.
Después de unos minutos tenía casi todos, el calor había fundido el chocolate de su rostro haciendo que goteara por su cuerpo, se relamia los labios, antes que nada pase mi dedo por él y lami mi dedo.
– Mmm este chocolate esta delicioso.
– ¿También te gusta el chocolate papá?
– Si, mucho.
Lami su hombro esperando como reaccionaba, solo rió lo que me ánimo a continuar.
– No soy de chocolate papi, hace cosquillas.
– Se escurrio por todos lados.
Comencé a lamer el resto del chocolate que quedaba en su rostro justificándome que era un desperdicio no comerlo y que tenía que limpiarlo ya que él no llegaba a lamerlo por eso lo ayudaría, lami su cuello despacito, y fui bajando con los lengüetazos, llegué a su pezón y de rodillas en el suelo lo lami, me miró como no entendiendo lo que hacia, pero no se negó, bajé por su pancita, su ombligo y su pequeño pene, lo tomé con dos dedos llevando su piel hacia atrás y llegué a pasarle la lengua apenas, gire su cuerpo y ví sus hermosas nalgas, la primera vez que les puse atención fue hacían unos días atrás y me parecieron lo mejor del mundo y ahora reforzaba ese pensamiento, tomé su pene.
– No ahí no, no puedes tocar mi pipí.
– Esta bien, pero es que ahí también había chocolate.
– ¿Si, y lo limpiaste?
– Un poco, no me dejaste.
– Esta bien, limpialo.
No se estaba oponiendo, y eso me dejó loco, lami su pene muy lento, él seguía pasandose los dedos por el rostro para comer el chocolate, cuando introducía sus dedos en la boca me parecía algo súper provocativo, como seduciendome, me senté e introduje su pene en mi boca, mis manos tomaron su cuerpo por sus nalgas, él tomó una de mis manos y la mantuvo ahí, sus nalgas eran algo que quería volver a ver y ahora las estaba tocando, estire mi lengua por sus pequeños testículos casi llegando a su ano, mi verga estaba súper dura babeando por mi pequeño hijo, era todo surrealista, me masturbe pero sobre la ropa para que él no viera nada. Faltaban 30 minutos para que volviera mi esposa así que limpie su cara y como si nada volví a ver la TV por unos minutos.
– ¿Tom ya te bañaste?
– No.
– ¿Y qué esperas? Cuando llegue tu madre ya tienes que estar bañado, sabes que ella no quiere que comas dulces.
– Esta bien.
Entró a bañarse, lo seguí entrando con él, quedaban unos 15 minutos para que llegara su madre.
– ¿Te ayudó?
– Ya se bañarme papi.
– Solo te enjabono donde no llegues y vamos más rápido .
– Bueno.
Tomé la esponja con mucho jabón y tallé su espalda llenandolo de espuma, se escurrio por sus nalgas y a lo largo de sus piernas, pasé la esponja por una de sus nalgas con un poco de fuerza para separarlas muy sutilmente, hice lo mismo con la otra.
– Pa, también hay que lavar entremedio.
– ¿Seguro?
– Si, mamá siempre me lo dice.
Mierda, me estaba diciendo que tenía que lavar su raja, me estaba dando permiso de tocarlo, esa podía ser la excusa perfecta para pasarme un poco, estaba muy nervioso aunque tenía la manos enjabonadas igual sentía que me sudaba todo.
– No veo bien, tendrás que apoyar tus manos en la pared.
– Bueno.
– No lo haré con la esponja, te puede lastimar.
Puso sus manos en la pared apoyándose, abri apenas un poco sus piernas y pasé mis dedos por su raja lentamente, ya estaba duro otra vez, traía ropa cómoda y estando en la ducha se había humedecido marcando perfectamente mi palpitante verga.
– ¿Te gusta?
– ¿Eh?
– ¿Te molesta?
– No.
Continué tocandolo muy lentamente, no quería adustarlo ni forzar nada, continúe bajando sin insistir mucho en la zona, fijándome en otras partes, toqué su cuerpo por delante, flexione un poco mis piernas acercándome a su espalda, pegando mi pene, mis manos fueron directo a su pecho recorriendo su suave piel, con la punta de mis dedos toqué sus pezones con movimientos circulares, continúe bajando mis manos llegando a su entrepierna, pasé mis manos por sus ingles tomando su pene.
– Esta parte es muy importante para limpiarla, estas creciendo y serás un hombre.
– Mamá me dijo como.
– Tu madre no tiene uno, y como ya creciste te explicaré, primero tienes que empujar esta piel hacia atrás y limpiar la cabecita, es muy importante eso, hazlo.
Comenzó a empujar su prepucio pasando sus dedos con su pequeño glande.
– ¿Asi?
– En esa parte se esconde lo sucio, ¿eso te explicó tu madre?
– No, solo que tenía que lavarlo.
– Es importante hacerlo asi.
– Y tu trasero también, tienes que mover tus dedos en forma circular, abres tus nalgas y lo impias.
Lo alante a continuar, y torpemente hizo lo que le dije, me quité el pantalón que ya estaba empapado, vió un poco con sorpresa, tenía la verga muy parada, fingi explicarle como limpiar usando mi pene de referencia.
– Ves esta parte, ahí se acumula la suciedad.
– ¿Tengo que hacerlo muy seguido?
– Si, siempre.
Ya no resistía y comencé a masturbarme frente a él, gire su cuerpo para que limpiara su trasero, un chorro de leche llegó a su hombro, giró su cabeza y accidentalmente tocó su mejilla.
– ¿Qué es esto?
– …. Es… Jabón
Era similar y no supe que decir, con su mano tomó un poco.
– También tienes que lavar tu rostro, estabas cubierto de chocolate.
Tome todo el semen que se ecurrio por su espalda y lo puse en su frente, froto con sus dos manos.
– No hace espuma.
– No es necesario, dejame ver.
Tenia el rostro cubierto de mi leche, mi hermoso niño esparcia mi semen sin cuestionar nada, oi la puerta de la entrada y como un rayo salí de la ducha, al igual que Tomás, me vesti lo más rápido que pude y sali a saludar a Aby mientras él iba a su habitación.
Después de la cena lo acompañe a dormir, Aby estaba muerta y se durmió muy rápido, me dí más libertad y esperé que tomas estuviera listo para dormir, me senté en los pies de la cama viendo como se desnudaba, era costumbre dormir así y como nunca le llamé la atención lo seguía haciendo aún estando yo presente, si fuera su madre no lo haría, finalmente se quedó dormido, lentamente me acerqué a él y apenas moviendolo flexione sus dos piernas, estaba respirando con la boca abierta, levanté un poco su cuerpo quedando sus nalgas en el aire, liberé mi miembro y me moví rozandolo con su raja dejando hilos de mi líquido, estaba haciendo ruidos y temía que despertara, bajé su cuerpo manteniendo las piernas en la misma posición y me masturbe sobre su ano llenando de semen sus nalgas y toda su raja, lo limpie con mi ropa regresandolo a su posición para dormir y me fui a mi habitación, soñe con él, él me ataba a la cama y me cabalgaba desnudo con toda mi verga en su ano.
En la mañana lleve a Aby al trabajo y a mi niño a la escuela.
– Quiero un perro.
– No podemos tener un perro, Tomás. – dijo Aby.
– Maaaa, quiero un perro para jugar como con el conejito que jugamos con papá.
– ¿Jugaron con un conejo?
– Un gran conejo de chocolate ¿ no Tom?
– Siii.
– No le des de comer esas cosas.
– No lo comió todo, tranquila.
Ese día estaba muy pesado y hacia mucho calor, pase a busca a Tomás y finos directo a cada, despues de la escuela le sugerí que se diera un baño y encantado lo hizo.
– ¿Lavaste tu cuerpo como te dije?
– ¡Sí!
-¿Estas seguro? ¿Y tu trasero? A ver…
Se giro dándome la espalda, separe sus nalgas pasando el pulgar suavemente.
– No estoy seguro de que estés limpio.
– Nooo, no quiero lavarlo otra vez.
– Voy a comprobar bien.
Me puse de rodillas y lentamente pase la punta de pie lengua por toda su raja.
– ¿Qué haces papi?
– Viendo si estas limpio.
– ¿Así?
– Si, así también se puede.
– Es raro.
– Es como hacer trampa pero es la manera más rápida, solo que no le digas a tu madre.
– … Esta bien.
Continúe lamiendolo un poco más, seguro ya que no se apartó, me centre en su ano, muy rosado y apretado, levemente presione hacia adentro con la lengua, quería introducirla pero no lo hice.
– Esta muy limpio ahora, te tengo un regalo.
– ¿Qué es?
– Espera.
Busque su regalo, había comprado un libro para niños sobre conejos muy detallado sobre alimentación, hábitat, etc.
– Toma.
– ¡Un libro sobre conejos!
– Siii…viven en madri…madrigueras…¿qué es?
– Como una cueva es para estar calentitos, una casita.
Tenía 2 regalos uno era el libro pero el otro era una sorpresa, unos títeres de dedos obviamente de conejos, no estaba muy seguro si le gustarían, quizá eran para niños más pequeños, puse uno en mi dedo índice y le acerqué a él tocando su nariz.
– ¡Es un conejito!
– ¿Te gusta?
– Siii
– ¿Qué nombre le pondrás?
– Peludito.
– Peludito esta buscando comida y donde descansar, ¿lo ayudaras?
– Si.
Corrió a la cocina y volvió con zanahorias y hojas de lechuga, lo ví pensativo y dando vueltas en su habitación, buscaba una madriguera entre los muebles, pero no sería útil.
– Mira, conozco una que sería perfecta, esta entre 2 montañas perfectas.
– Emmm, ¿dónde?
– Dejemos que Peludito busque.
Moví el dedo buscando entre de oreja, en sus brazos, y finalmente entre sus nalgas.
– Creo que Peludito encontró la madriguera donde quiere descansar.
– ¿Donde?
– Aquí atrás, ¿lo dejas? Es una madriguera muy limpia.
– Si esta limpio pero no es una madriguera.
– Peludito cree que si.
Encendi la TV y se concentró en verla, se sentó en la cama y le indiqué que se acostada felxionando las piernas y las sostuviera con los brazos, le habia descosido la parte de la cabeza del títere por donde pasar el dedo y de lado a lado girando su cabeza, en el bolsillo traía lubricante, puse una cantidad generosa en mi dedo y una parte en su ano, con la punta del dedo masajee su entrada presionando, me acosté a su lado y poco a poco la resistencia de su entrada cedió permitiendome entrar unos milímetros, desde su perspectiva él veía la cabeza con las orejas del conejo, pero estaba más interesado en la TV, poco a poco tenía casi 3 centímetros de mi dedo dentro de en su pequeño esfínter, parecía un poco incómodo así que no moví el dedo por unos momentos, su ano quería expulsarlo desde el inicio pero poco a poco la fuerza disminuyó, moví el dedo hacia adentro un poco más, hasta la mitad, ese era el límite, lo moví de forma circular muy lento.
– ¿Porque peludito se mueve tanto y no duerme?
– ¿Estara soñando?…creo que quiere salir.
– ¿No es cómoda la madriguera?
– Tendrá que buscar otra, es muy pequeña para él, aparte tiene familia, sus hermanos y también su papá, es él más grande de todos.
– Nooo.
Comenzó a llorar, mi dedo seguía dentro de él, entre llantos su ano se contraía, lo tranquilice diciéndole que teníamos que ayudar a su familia pero lo haríamos otro día, estaba satisfecho por el momento, retiré mi dedo limpiando, estaba duro y necesitaba una paja, fui a la cocina y busqué chocolate, cada día compraba nuevos y los escondia, tome una buena cantidad y los fundi volviendo con Tomás.
– Tom eres un niño muy bueno, y como ayudaste a Peludito y vas a ayudar al resto de su familia tengo otro regalito.
– ¿Qué es?
– Sorpresa, cierra los ojos y abre la boca, no muerdas.
– Esta bién.
Verti el chocolate sobre mi glande y lo introduje en su boca, movió su cabeza a un lado, esta vez iba más adentro que la primera vez, se trataba el chocolate más, rápido que antes, quise ver hasta donde llegaba, avance por su boca poco a poco, mi pene es algo corto pero grueso, 16×4 cm, tenía uno 5 cm dentro de su boca y ya sentía su campanilla, sali volviendo a verter chocolate justo hasta donde habia llegado y volví a introducir mi verga sin moverme, dejé que el me succionara, con los dedos movia la piel de su rostro viendo como lo hacía, su lengua presionaba mi miembro sobre su paladar, sus mejillas se ahuecaban con fuerza, me recordaba cuando era bebé y había que alimentarlo, después de unos 10 minutos estaba por correrme pero quería hacerlo fuera, esa vez no tenía tanto chocolate y se podría dar cuenta de un sabor extraño, estaba mamando con tanta fuerza que cuando fui a salir me corrí dentro de su boca y labios, entré en pánico sin saber que hacer, abrió sus ojos y se relamio los labios.
– ¿Qué chocolate es? ¿Es nuevo?
– … no me fijé.
– No es de los de siempre pero es rico, y ¿porque es así, porque no puedo morderlo?.
– Se le sale el relleno, solo hay que lamerlo.
– Me hacia cosquillas en la boca.
– ¿Te gustó?
– Si, ¿no hay más?
CONTINUARÁ….
Por cualquier consulta, duda, etc
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Excelente relato,todo muy bien redactado y la historia es demasiado buena.
Espero una continuación con ansias
Que lindo como me calienta el relato siiii
Gran telato lleno de morbo segui amigo
Muy bueno, calienta a full, continua!!!
Excelente relato, muy morboso, pero excitante, ya quisiera ese chocolate y el relleno, me corrí al igual que tu, saludos…
comosigue