Tomás mi niño consentido (6)
Los primeros días juntos de Tomás con su papi depués de la separación… Al fin solos!! .
Habian pasado unos días con el nuevo estilo de vida, la casa estaba algo vacía sin un par de muebles y sin otras personas, estaba solo y pronto serían los días que Tomás vendría, era domingo pero no habíamos almorzado los 3 juntos, él vendría por la tarde. Cuando llegó lo esperaba en la puerta, corrió a mí pegando su mentón a mi bulto, un poco incómodo me despedí a la distancia de mi ex esposa y de Pablo, tomé su mochila entrando a la casa, se sentó en el sillón.
– ¿Que pasa?
– Nada…
– Estas algo decaído…estas aburrido, ¿no te gusta estar aquí?
– No es eso…
– ¿Entonces?
– Quería venir desde ayer, mamá es muy aburrida y Pablo no sabe jugar a nada.
– Él también necesita adaptarse.
– Siempre me dice que me ponga zapatos o la ropa y que coma todas las verduras, que no grite…
– Aquí puedes hacer lo que quieras.
– Aja, me quitaré la ropa y comeré lo que quiera cuando quiera…
Acto seguido se desnudó y encendió la TV, recogí su ropa y le llevé algo de comer sentándose junto a él, estaba bastante concentrado en lo que veía, intentaba llamar su atención pero no funcionaba, busqué a mis antiguos compañeros de juego, los títeres y el calcetín.
– ¿No saludaras tus viejos amigos?
– Ehh…estas muy cerca papi…
– La familia conejo se irá…no quieres jugar con ellos…
– Espera…esperen
Me estaba yendo, él se puso de pie y me detuvo tomandome un brazo.
– Si quiero jugar…pero no ahora mismo.
– Esta bien.
Esperé a que su programa terminara, pero yo ya tenía hambre, ordené hamburguesas y cenamos frente a la TV, me bebí 4 o 5 cervezas, había perdido la cuenta y estaba un poco borracho, el programa había terminado y Tomás estaba acostado con la cabeza colgado del sillón, lo ví bostezar.
– ¿Tienes sueño?
– No…
– Estas bostezando.
– Si pero tenemos que jugar primero.
– Primero muestrame la madriguera.
Se acomodo en el sillón boca abajo abriendo sus nalgas, tan hermosas y suaves,
– Tienes que girarte…la familia conejo quiere verte.
Apoyó su espalda flexionando sus piernas sobre su pecho, sin que él viera me puse los títeres incluso el calcetín, toqué su rostro y le dio un beso a cada «conejo».
– ¿Pueden entrar?
– Si…pero tengo que abrir.
– Si, así podrán entrara mejor.
Abriendo aún más sus nalgas y haciendo algo de fuerza su ano se abrió un poco invitándome a entrar, quería cogerlo ahí mismo y dejarlo muy dilatado, ya había pasado un tiempo y con el alcohol ya no recordaba los nombres de los conejos, pronto tenía 3 dedos dentro moviendolos rápidamente, pretendía agregar el meñique también.
– ¿Y papá conejo no entrará también?
– ¿Quieres que entre?
– Si.
– No lo se…¿estas seguro?…que tanto lo quieres?
– Quiero que todos puedan entrar…
– Todos no pueden.
– Ya…¿pero tendrán que salir sus hijos?
– Sí.
– ¿Pero depués pueden volver a entrar?
– Si…lo que tu quieras.
– Y después podemos jugar.
– ¿A que quieres jugar?
– Padre e hijo.
– Claro mi amor.
La noche pintaba muy buena, ya tenía la verga dura para entrar en su recto, quité mis dedos levantando la tela del calcetín, el juntó sus pies cerca de mi abdomen, poco a poco presione sobre su entrada anal traspasandola deliciosamente unos pocos centímetros, volví a salir reptiendolo.
– ¿Por qué no entra?
– A él le gusta hacer eso a veces…
– ¿A papá conejo le gusta mi madriguera?
– Si.
Era como si me dijera «¿Papi te gusta cogerme el culito? Sigue» , mi hijo estaba convirtiéndose en un niño muy complaciente y eso me enloquecia, introduje mi verga violentamente de un solo movimiento provocándole un gemido que me dejó aturdido no por el volumen sino porqué me calentó mucho más, lo embesti violentamente con todo el pene dentro saliendo por completo y volviendo a entrar, era la primer vez que lo oía gemir así, con sus piernas detrás de mi tomé su cadera para afirmar mis movimientos, una y otra vez mis testículos chocaban con sus nalgas, su pene se sacudía con cada embestida, sentía como su esfínter se abría dejándome pasar, no resistí y mi verga convulsionó en su ano, aún estando dentro de él tomé su cara para cerrar el momento con un beso, lentamente fui saliendo de su esfínter con un hilo de semen conectandonos, su ano de cerró y volvió a abrir para expulsar toda mi leche.
Me desperté en la madrugada con dolor de cabeza y la boca muy seca, Tom tenía su cabeza sobre mi pecho, yo estaba abrazandolo con una mano muy cerca de sus nalgas, bajé la mano tocandolas, estaban húmedas y pegajosas, él estaba cubierto de semen, no recordaba muy bien eso, si sabía que lo había cogido muchas veces pero las cervezas estaban jugando su papel haciéndome olvidar algunas partes de la noche, sin despertarlo tomé su pierna moviendo la junto a la otra, las abri lo suficiente para caver entre ellas, comencé a lamer sus pequeños testiculos, estaban suaves y calientes, él continuaba durmiendo plácidamente, tomé su pene empujando su piel hacia atrás lamiendolo directamente, mi dedo pulgar buscó su ano introduciéndose lentamente, estaba húmedo, caliente y entró sin porblemas, comencé a succionar con más fuerza haciendo que Tomás se despertara y tomara mi cabeza empujandola para que dejara de hacerlo.
– No…papi…me hago.
– …
No lo escuché ni me detuve, ya que estaba despierto introduje dos dedos en él y continúe succionando su verga, pronto sentí como algo caliente llenaba mi boca, su sabor era ligeramente salado, sabía exactamente qué era pero no me importó, trague cada gota de su orina, se veía apenado paro ya no había vuelta atras.
– ¿Estas bien?
– Si, ¿por qué?
– Dijiste muchas cosas que no se que son.
– ¿Qué dije?
– En un momento me preguntaste si yo sería tu putito personal…tambien si me gustaba tenerlo adentro…que teniamos que hacerlo todos los días que no podía decir que no…¿qué significan esas cosas?
– Nada cosas son sentido…no repitas esas cosas a nadie.
– ¿Por qué?
– Estaba un poco borracho…pero hablaba del juego.
– ¿Por qué la gente cuando esta a borracha hace esas cosas?
– ¿Has visto a alguien más borracho?
– Si a mamá.
– ¿Y qué hace?
– Canta muy feo…
– Jaja.
– Ve gente sin ropa.
– ¿Eh?
– Si, gente sin ropa gritando y a veces se quita su ropa también.
– ¿La has visto desnuda? ¿Te gustó?
– La ví desnuda pero no me gustó…no se…como me tiene que gustar…
– ¿A quien más viste desnudo?
– A algunos compañeros y una compañera.
– ¿Y a quien te gusto ver?
– A nadie…
– Estas muy pequeño aún…Hay que volver a dormir.
Era lunes pero no trabajaba, aún así tenía que madrugar para llevar a Tomás a la escuela, lo llevé y volví a casa, ordene algunas cosas y dormí un par de horas, se acercaba la hora de salida, fui a buscarlo pero aún era temprano, escuché la campana y esperé por el, salían muchos niños pero él no salía, me acerqué a la maestra a preguntar por él, entró a hall y estaba sentado en un canco con una niña.
– ¿Por qué no salias? Te estaba esperando.
– Daniela quería decirme algo.
– ¿A si? ¿Qué?
– Que le gusto.
– ¿Y a ti te gusta ella?
– ¡NO!
– Ok, ok, vamos a casa.
En el camino no dijo no una palabra hasta que llegamos y teníamos que entrar, cerré la puerta y entré viendo que se había quedado en la entrada.
– ¿Pa?
– ¿Qué pasa?
– ¿Te puedo decir algo?
– Si, dime.
– Ayer me preguntaste si me había gustado ver a alguien desnudo.
– ¿Qué, esa niña te dejó verla hoy?
– No…
– ¿Si te digo no te enojas?
– No, ya dime…
– No se si es gustar…pero me siento bien, cómodo, o algo así.
– Mira, cuando te gusta alguien, te gusta pasar tiempo con esa persona, tienen cosas o gustos en común y bueno te gusta físicamente…pero para eso creo que estas pequeño, en unos años ya podrás notarlo.
– No te enojes…me gusta…estar en esta casa…
– ¿Si?…
– Cuando me ayudas a bañarme…jugar y hablar contigo…
– Claro, soy tu padre y soy muy divertido jeje.
– Me gusta tu pipí.
– ¿Eh?
– Si…tu pipí…es grande…y su cabeza es rosada…me gusta…
– …
– ¿Si me gusta algo del cuerpo de alguien significa que me gusta…esa persona…?
– Bueno…a veces.
– Entonces me gustas tu papi.
No sabía muy bien que decirle, tampoco como explicar algunos conceptos, pero cuando mi verga oyó que era nombrada casi se escapa de mi pantalón, solo pude acercarme a Tom y tomarlo en brazos abrazandolo fuerte, pegué mi frente a la suya acariciando su espalda por debajo de su ropa, besé su tierna boca devorando sus labios.
– ¿No estás enojado?
– ¿no…por qué lo estaría?
– No se…eres mi papá…no está bien.
– Nadie tiene que saberlo.
– Pero estaría mintiendo.
– ¿Te gusta, no?
– Si.
– Entonces ya está, no te preocupes…
Metí mi mano por su pantalón amasando sus nalgas, se había agitado solo por un beso, me senté en el sillón abriendo mis piernas y enseñandole mi verga.
– Ven.
– ¿Qué?
– ¿Dijiste que te gustaba no?
– Si…
– Demuestralo.
– ¿Cómo?
– Besa mi pipí.
Tomé su cabeza empujandolo hacía mi pene, cubrió de besos mi glande con sus ojos cerrados, tomándolo con su mano dejó un camino de besos hasta la base.
– Asiii…abre la boca…
Introduje mi dura verga en su boca moviendola tocando sus mejillas.
– No cierres los ojos…mirame…
Tome su nuca moviendome rápidamente mi glande traspaso su garganta avanzando más esta se cerraba con cada arcada, se detuvo para tomar aire y continuar, crei que se quedaría por estar acelerado pero tomó mi verga volviéndose la a llevar a la boca, iba casi llegando a la mitad sacandola y volviendo a tragarsela, puse mi mano en su pecho y suavemente lo empuje, su espalda se apoyó en el sillón, le quité sus zapatos y su pantalón, ai pene estaba baboso y humedecido por su saliva intente entrar en el pero no estaba listo.
– Abrete.
Tomó sus nalgas separandolas.
– No así, con tus dedos…dentro…
Escupi en sus nalgas y puse su mano para que continuar, introdujo primero un dedo compañado de otro, cerro sus ojos y uso un poco de fuerza, quité sus dedos y volví a intentar, se sentía más flojo pero quizá no lo suficiente, de todos modos con más saliva entré en él, estaba bastante apretado, no espere ni un minuto y ya me estaba moviendo, súa ojos estaban muy cerrados y su boca abierta respirando por ella, la sala tenía muchas ventanas y no me sentía muy seguro ahí, sin quitarle mi pene lo llevé hasta mi habitación, me senté en la cama y tomé mi laptop y abrí la carpeta con los videos de David y Damián para que Tomás los viera todos, me pareció poca la pantalla y encendi la TV para verlos allí.
Vídeo 3: Damián estaba siendo cogido por un hombre negro muy dotado y se le oía hablar.
– Papi quiero tu verga.
– No seas malagradecido con tu nuevo amigo, ¿no te gusta su verga?
– Si me gusta, esta grande, pero quiero la tuya.
El hombre negro tomó las caderas del niño y lo embistió violentamente, se veía que lo hacia con muchas ganas como queriendo llegar hasta lo más profundo de sus intestinos, el niño no se quejaba al contrario parecía gustarle, extendió sus brazos hacia la camara y David se acercó, el niño bajó su pantalones y besó la verga de su padre, se lo veía contento.
– ¿Esto querías putito?
– Si…pero la quiero en mi culo.
Intercambio el lugar con el otro hombre no sin antes tomar un primer plano del ano de Damián, se podía ver el interior muy rosado de lo abierto que estaba, el video término, estaba por abrir la siguiente parte hasta que Tomás me interrumpió.
– ¿Qué es una verga?
– Un pipí…pero no lo repitas, es una mala palabra.
– Esta bien, no la diré…ese hombre era muy oscuro como chocolate y grande nunca ví uno así.
– David y Damián viajan mucho y conocen a muchas personas de otros países…veamos la última parte.
Vídeo 4: continuó tomando el lugar del otro hombre, David tenía un buen tamaño pero más pequeño que el de su compañero negro, el otro hombre se acercó al rostro del niño para besarlo, su boca era muy grande que podía tener los labios del niño incluso su nariz dentro de ella, acto seguido apoyó su gran verga en su rostro, contrastaba mucho el color blanco de sus mejilla con el miembro negro y venoso del hombre, lo tomó para introducirlo en su boca, era demasiado grande para él pero con ganas continuaba hasta donde podía mientras su padre lo embestia por detrás, tomó los hombros del niño para moverse mejor, no podía casi gemir como solía hacerlo por tener la boca muy ocupada, casi sincronizadamente ambos hombres se corrieron, una buena descarga blanca y espesa en su boca enseñandola a la camara antes de tragarla y otra en su ano, este había quedado tan dilatado que David pudo introducir su verga junto con sus testículos juntos, dando por finalizada la experiencia de ese día.
– ¿Y qué te parecieron los videos Tomás?
– Parecían divertirse mucho…podemos hacer lo mismo.
– No, tu serás solo mío, yo no puedo compartirte como lo hace él.
No había dejado de moverme pero lo hacía lento, él estaba sobre mí, lo hacia entrar unos centímetros y salia.
– ¿Pero podemos hacerlo así de rápido?
– ¿Seguro?
– Si.. .
– Si tu quieres lo haremos.
Lo tomé de su cintura levantando su cuerpo para quedar de lado, flexiones su rodilla sosteniendo su pierna y volví a entrar en el moviéndome rápidamente, imite al hombre en sus movimientos haciéndo que mi verga llegue a lo más profundo una y otra vez, su voz salía de su boca entrecortada sus mejillas estaba muy rojas y estaba agitado.
– ¿Te gusta jugar así?
– Si papi.
– ¿Te gusta jugar a este juego mucho?
– Es divertido…jugar con tu pipí.
– Ya no digas pipí, di verga.
– Me gusta jugar con tu verga…¿así?
– Si…mejor di me gusta jugar con tu verga en mi culo papito.
– Me gusta jugar con tu verga en mi culo papito…es muy divertido.
– ¿Te gusta la leche?
– Si, pero con chocolate.
– Habló de mi leche.
– Nunca… Probe tu leche.
– Si la probaste y la tragaste toda.
– Entonces si me gusta tu leche.
– Qué bueno…ahora mismo te la dare.. .
Me moví rápidamente pero casi sin salirme, nuestros cuepos se sacudían por el movimiento, su respiración era fuerte junto con la mía, mis 3 últimas embestidas fueron muy profundas y en la última vino la corrida con leche muy caliente llenando su esfínter.
CONTINUARÁ…
Por cualquier consulta, duda, etc
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Muy caliente tu relato me encanta y me calienta leerlo es recordar cuando mí abuelo me cojia tbn a mí cuando era chico
muy buenoo
Me leí los 6 de corrido y en cada uno ya me querí avenir pero esperé al final. Buenos relatos, espero leer la continuación pronto.
Excelente relato a mí me ubieras gustado que mi abuelo me la ubieras metido así pero nunca quiso me dijo que no le gustaban los maricones y si descubría que yo era así me iba a colgar de un árbol por puto.desde entonces ya no pensé en el.
MUY EXCELENTE RELATO DE LA CULIADA