Tomás mi niño consentido(1)
Tomás es hijo único, un niño muy inteligente que vivirá nuevas experiencias con su padre.
Soy Juan, tengo 42 años, de todas con las que me acosté justo tuve que embarazar a la más correcta y aburrida de todas, en aquel momento éramos amigos pero un poco de alcohol nos jugó una mala pasada, como amiga era muy buena pero como esposa no, yo tampoco soy buen esposo, estamos casados pero nuestra relación es bastante abierta siempre cuidandonos en todos los sentidos, ella se llama Aby, tiene 39 años, vivimos junto a nuestro hijo Tomás de 8 años. Por cuestiones de trabajo estoy fuera de casa de jueves a sábados, viajo los miercoles a la noche, trabajo en ventas de la empresa familiar, mi esposa trabaja en una escuela de música de lunes a viernes, nuestro hijo le tocó ser hijo único, hijo de padres que también fueron hijos unicos, por lo que no tuvo primos, los únicos niños con los que se relacionaba eran de la escuela anterior, tampoco es muy sociable, eso lo hizo un poco solitario y encerrado en sí mismo con patrones de comportamiento repetitivos/obsesivos, algo que yo al menos no había notado antes, recientemente nos notificaron que estaba teniendo problemas en la escuela, ese año nos mudamos, barrio nuevo, escuela nueva, era todo un ambiente con el que no estaba familiarizado por lo que esperábamos «problemas», le estaban haciendo algunas pruebas para comprobar si tenía algún TEA, déficit de atención o hiperactividad, etc, eso dio como resultado que su edad cognitiva era la de un niño de 11 o 12 años, su coeficiente intelectual estaba por encima de la media, era un proceso que llevaba tiempo ya que parecía ser un caso complicado de detectar, siempre fue un niño curioso y muy inteligente, no sabíamos hasta que punto, pero tenía manías, hace unos años luchamos para que se acostumbrara a usar ropa, siempre le incomodaba las texturas de las telas, le picaba o pinchaba, con los zapatos lo mismo, nunca fui un padre muy exigente o estricto más bien siempre lo consenti en todo.
Habia viajado por trabajo como siempre, el sábado Aby tenia un viaje con sus alumnos y no podía quedarse con Tom, el pasaría el fin de semana conmigo, los sábados solo trabajo medio día, nos quedaríamos hasta el domingo volviendo para el lunes, tenía un pequeño apartamento para esos días, pero esta vez no estaba solo, necesitaba comprar unas cosas extra, no era muy buena idea llevar a Tom de compras, todo se le antojaba y para no pasar un mal rato frente a otras personas yo accedía a comprar cualquier cosa, solo estaríamos 2 días pero las compras parecían para una semana, yo estaba un poco estresado con el trabajo, había comprado unas cervezas, cuando llegamos al apartamento bebí las cervezas mientras respondía algunos mails, Tom se sentó sobre mis piernas a jugar con su tablet y no dejaba de moverse, la presión de su peso sobre mi bulto hizo que mi pene reaccionara, no era su culpa pero tuve que alejarlo, no soy el esposo más fiel del mundo, nunca lo fui, estaba hablando con una «amiga» y la conversación habían subido mucho de tono hasta que me propuso vernos, pero ese fin de semana no haría nada con nadie porque estaba con mi hijo.
Cando el se concentra en una actividad no la interrumpe por nada, jugaba con su tablet tenía puesto auriculares en un volumen tan alto que a 1 metro de distancia lo podia oir, me alejé un poco más con mi laptop, iba a ver porno, regule la pantalla para que Tom no viera nada si se movía a la vez que me cubría lo suficiente, pasaban lo minutos y no encontraba vídeo que me gustara, levanté la vista y Tom ya no estaba en el sillón, ví la hora, 22:00 pensé que ya se habían dormido, me sentí un poco más cómodo y continúe buscando que ver, la mayoría de videos que abria los cerraba a los 2 minutos, cuando por fin encontrar un video decente, liberé mi verga y comencé a masturbarme, oi unos pasos y una frenada en seco acompañado de la tierna voz de mi hijo.
– ¿Qué haces papá?
– …
– En el baño hay que hacer pipí.
– ….Si a eso iba…
Casi mecánicamente cerré la laptop del susto que me dió, y corrí al baño, pero estaba encerrado sin material, eso me llevaría más tiempo, pasaron 5 minutos y nada.
– ¿Te falta mucho?
– No lo sé Tom…
– ¿Te puedo ayudar?
– No…es tarde, ve a dormir.
Entró en el baño y amague a cubrirme, bajé la tapa del inodoro y me senté, insistía en ayudarme haciendo ruido con el agua, degun el eso ayuda a hacer pipí, le rogue que se fuera hasta que ví en la boca tenía algo marrón, había comido chocolate en la noche, azúcar en un niño tan tarde es mala combinación, se dormiría muy tarde seguramente, mi intento de masturbarme fue fallido, lo acompañe a la habitación para que viera tv, jugar con él o contarle un cuento, cualquier cosa que lo hiciera dormir, corrió y saltó todo el tiempo hasta que por fin se cansó, era la 1AM, entre el calor del verano y todo lo que se había movido su ropa estaba empapada en sudor, casi dormido le di un baño y lo llevé a dormir, yo también estaba cansado y termine durmiendome también, como a las 9AM me desperté con un golpe suave en el pecho, Tom me estaba despertando, las sabanas estaban en el piso y él estaba desnudo, recordaba perfectamente que le había puesto un pijama.
– ¿Qué hiciste con tu pijama?
– Tenían calor y pica.
– No puedes dormir desnudo.
– Siempre lo hago.
– ¿Tu madre no te dice nada?
– No sabe, cuando ella viene a llamarme para desayunar yo ya estoy vestido.
Se estiró girando su cuerpo hacía un lado dejándome ver detenidamente sus nalgas, sentí toda una electricidad desde la nuca hasta la punta del pie concentrándose en mi verga, que desde la noche anterior esperaba atención, tenían una mezcla de sentimientos, pensaba que eran las nalgas más apetecibles del mundo pero me justificaba por la calentura desde la noche anterior, lo único que tenía claro era que azúcar tan tarde Tom no podía comer, él parecía querer seguir durmiendo, aproveché ese tiempo tomando mi telefono y me encerré en el baño donde por fin pude masturbarme vaciando mis testículos, tambien me duche y salí envuelto en una toalla, fui a la cocina para prepararme algo de comer, todas las galletas y chocolates que había comprado las alejé del alcance de mi hijo dejando más a mano alternativas sanas, era domingo y tenía pensado llevarlo a un parque por la tarde, quizá hacía amistad con otros niños, se levantó desnudo y se detuvo en el marco de la puerta frotándose los ojos, yo seguía en toalla, pensé que quizá si le daba el ejemplo él también lo haría, volví a la habitación buscando alto de ropa cómoda, él volvió a la cama sentándose y observando, estaba de espaldas a el.
– ¿No vas a vestirte?
– Hace calor.
– ¿Qué vas a comer?
– …
Lo vi un poco sorprendido y callado para ser él, terminé de vestirme dejándolo solo, a los minutos se pareció vistiendo solo un short y descalzo, comió algo viendo la TV, llamé a su madre para que hablara con él, pero no estaba muy conversador ese día, después que el sol bajó un poco salimos al parque, habían unos 3 niños jugando y 2 adultos habando entre ellos, no era extraño, era común que todos se fueran a la playa y la ciudad de vaciara los fines de semana, Tom jugaba solo, le sugerí que se uniera a los demás niños pero no quiso, me tomó la mano arrastrandome a las hamacas, se sentó y comencé a empujarlo, los niños se acercaron y comenzaron a hablar con el, me senté en una hamaca y maté el tiempo con mi teléfono, después de unos minutos los adultos llamaron a los niños y se despidieron de Tom, él se acercó a mi y se recosto sobre mi para sentarse pero no cambiamos los 2, se puso de pie frente a mi y pasó un pierna hacia atrás sentándose y luego la otra quedando sus dos piernas rodeandome y colgando detrás de mi, se sacudía para moverse pero su fuerza no era suficiente, estiré y flexione las piernas y comenzamos a hamacarnos, entre eso y forma en que se sacudía me provocó una erección, había oscurecido y no quedaba nadie en al parque, las calles estaban prácticamente vacías, teniamos que volver pero obviamente él no quería, yo no podía estar con tremenda, erección en un lugar público y menos siento un parque para niños, le prometi darle chocolate si nos íbamos, subiendo las, escaleras la sangre se me concentró en la verga, necesitaba una buena paja.
– Guarda tus cosas, en unas horas nos vamos.
– Bueno…
Ya parecía costumbre encerrarme en el baño, para masturbarme, para cuando salí Tom en vez de guardar sus cosas, sacó todo de su mochila dejando parte en el suelo y sobre la cama, se acercó a mi pidiendo chocolate, estiraba sus brazos en punta de pies, soy un tipo grande mido 1.90m y el solo 1.20m sus manos apenas llegaban por encima de mi pecho.
– Si guardas todo y estas listo en 5 minutos te doy los chocolates.
– Pero me habías prometido darmelos al llegar.
– Tenemos poco tiempo, guarda las cosas, solo eso.
Después de 15 minutos apareció ya vestido y con su mochila puesta, lo esperaba en el sillón con las cosas junto a la puerta, todavía faltaban 2 horas para irnos pero con el siempre hay que comenzar antes, se sentó a mi lado y le di una barra de chocolate pequeña, era una reducida en azúcar, si le daba una de las comunes probablemente ese día no podría conducir tranquilo. La «amiga» con la que hablaba antes insistía en vernos y me enviaba fotos de ella y videos cortos masturbándose, yo quería tener una noche tranquila y termine poniéndome duro otra vez, justo en ese momento fue donde la mente se desconecto de cualquier tipo de pensamiento racional, tenía una bolsa con chocolates y una idea retorcida cruzó mi cabeza, busque los chocolates, deje que el calor de mis dedos fundieran el chocolate y los cubriera.
– Tom, ven.
– ¿Qué?
– Cierra los ojos y abre tu boca, te daré más chocolate.
– Siiii
– Pero no lo mierdas tienes que lamerlo.
– Esta bien.
Cerró sus ojos y abrió su boca, con los dedos llenos de chocolate los introduje en si boca tocando su lengua, comenzó a lamerme entre el calor que sentía y los sonidos que hacia estaba muy excitado, la mano que tenía libre la llevé a mi pantalón presionandome la verga, rompí la tableta en un pequeño trozo indicándole que ese si podía morderlo, volví a cubrir mis dedos de chocolate y los introduje en su boca, esta vez con las yemas hacia su paladar y avance más por su boca sin llegar a su garganta, lentamente libéré mi pene y pegándole una tableta lo fui cubriendo con el chocolate, se fundía con el calor y se mezclaba con mi líquido pre seminal, me bajé más los pantalones y acerqué mi dura verga a su preciosa boca, le costó ya que tenía que abrir la boca más grande pero la lamia igual de bien,
Se me ocurrió untar un par de barras y fundirlas en el microondas, me subí los pantalones como pude y fui a la cocina volví con un recipiente pequeño con el chocolate fundido, lo verti sobre mi pene cubriendolo, en seguí con los ojos cerrados, puse, mi verga sobre sus labios y comenzó a lamerlo, le pero que abriera los ojos, con mis manos pantalones cubri mis testículos y parte de mi piel.
– Wow, ¿cuál es este chocolate?
– Uno nuevo, pero no puedes morderlo.
– Esta muy rico.
No había notado que lo que tanto le estaba gustando era la verga de su padre, su boca estaba muy caliente y succionaba cada vez con más fuerza, cada vez que tomaba aire se detenía y continuaba, ya quedaba muy poco chocolate cubriendome, podía sentir mejor dicho boca así, la rugosidad de su paladar, el calor de su lengua, quería moverme, ir más, allá, que mi pene entrara por completo en su boca, pero no quería espantarlo, sonaba como ternero mamando, no se despegaba ni un centímetro, sentia que me corría en cualquier momento cuando mi teléfono vibró, Aby estaba llamando. Contesté su llamada, el solo por un momento abrió los ojos, acaricie el suave rostro de Tomás y volvió a cerrar sus ojos, hablé lo más bajo que pude bajo.
– Hola, ¿ya estan listos para volver?
– Si tenemos todo listo.
– ¿Ya comió?
– Si…esta comiendo precisamente ahora.
– No dejes que coma cualquier cosa, ya sabes como se pone.
– Tranquila…esta comiendo muy bien y sano, carne de la mejor….calidad.
Su boca se lleno tanto con mi leche que tuve que limpiar la comisura de su labios con mi dedo mientras terminaba la llamada con Aby y acariciaba su cabeza hasta que se quedó dormido, lo llevé al coche y tomé nuestras cosas para conducir a casa, en el camino recopilaba todo lo que había pasado y no lo podía creer del todo, cuando llegamos a la casa Aby no había llegado todavía, lo bajé del coche y lo llevé a su habitación, volví para sacar nuestras cosas y cuando dejé su mochila vi que estaba durmiendo desnudo, esa noche no pude pegar ni un ojo, perdido en los pensamientos oi la puerta, eran las 5 AM, Aby había llegado.
– ¿Sabias que Tom duerme con poca ropa?
– Emm Hola, ¿buenas noches? ¿que tal tu día? Hace días que no nos veíamos.
– Bueno hola…
– Si, le gusta dormir desnudo.
– ¿Y eso te parece bien?
– No se si esta bien o mal pero así esta cómodo, me cansé de discutir todas las noches por el pijama.
Tomás me dijo que su madre no sabía como el dormía pero al parecer si lo sabía, tendría que cuidar muy bien lo que haría a futuro con él. Por la mañana el niño se levantó a la primera llamada de su madre.
– Mamá tengo hambre.
– Siéntate y come sin dejar nada.
Tom se sentó y comió más rápido de lo habitual, se veía que tenía hambre, a Aby su actitud le hizo gracia, si supiera que su hijo desde la noche anterior en el estómago solo tenia un poco de chocolate y una gran descarga de mi semen.
CONTINUARÁ….
Por cualquier consulta, duda, etc
*@pyhubb (Telegram)
Buenísimo!!!! Te felicito
Excelente 😍💖🔥🔥
Quiero un nene como el tuyo, felicidades, muy excitante tu relato, me corrí al igual que tu, pudiese tener Tom mi leche en se estómago, jeje saludos…