Travesuras con mis pequeñas hijas (IV)
Continuamos la historia con Alicia y claudia con su padre, está vez estarán los tres juntos haciendo sus travesuras bien calientes .
Después de ese momento con claudia, el día transcurrió normal, fui al trabajo, después recogí a las niñas y volvimos a casa. Comimos en familia y por la tarde, después de que hicieran sus tareas, nos preparamos para ir al parque. Mi esposa salió a hacer unas compras, así que fui yo solo con las niñas. Las llevé a un parque que siempre íbamos y les gustaba mucho. Me senté en un banco mientras las niñas jugaban. Las niñas jugaban, reían sin parar. Ambas iban vestidas a s juego, con una faldita azul y una camisa de tirantes blancas, se veían preciosas, pero de vez en cuando al jugar se le subía la falda y se le veían sus braguitas. Empezaba a excitarme pero tuve que quitar esos pensamientos de mi cabeza. Al poco rato me fijé que en otro banco había un hombre de unos 50 años que no le quitaba el ojo a mis pequeñas. Eso me incomodaba aunque una pequeña parte dentro de mi me daba morbo. Entonces me fijé que Claudia se había ido a un rincón apartado del parque y estaba sentada con las piernas abiertas y se estaba tocando su entrepierna. Miré al hombre y se estaba dando un buen espectáculo con mi hija. Me levanté y fui hacia claudia.
– Cariño, ¿Que ocurre? – le pregunté
– papi, es que me pica aquí..
– cariño, esto no lo debes hacer aquí, te puede ver alguien
– Pero papi, es que siento muchas cosquillas y no sé me pasa
– Ven cielo
La cogí en brazos y dándome la vuelta en dirección a aquel hombre, cerciorándome que nadie más nos veía, levanté la falda a mi hija dejando ver todo su culito y como le acariciaba sus nalgas. El tipo se le veía bien cachondo. Le bajé la falda, avise a mi otra hija que iríamos al baño y que tuviera cuidado.
Entramos al baño y nos encerramos en un cubículo, la senté en el váter dejando sus piernas abiertas
– ¿Aún sientes esas cosquillas?
– Si papi
– ¿Quieres que papá te ayude?
– Si, porfa
Le bajé sus braguitas que estaban mojadas y empecé a acariciar su pequeña rajita rosada y bien cerradita. Era una delicia, y era todo para mí. Pasaba mi dedo por toda esa vagina, le acariciaba en círculos su clítoris y ella soltaba pequeños gemidos. Le abrí sus labios vaginales y empecé a pasar mi lengua, le chupaba toda su vagina, de su clítoris hasta su agujerito, saboreando todos sus jugos. Ella gemía y me agarraba de la cabeza. Yo seguía comiéndome todo ese coñito tan delicioso de mi niña de cinco años. Estuvimos un rato así hasta que Claudia se corrió en mi boca y yo me tragué todos sus jugos. Yo estaba muy cachondo con la verga dura pero no quería dejar tanto tiempo sola a Alicia, me eché agua y acomode mi pene como pude y volvimos al parque. Alicia estaba sentada en el columpio y Clau fue corriendo hacia ella y le pidió que la columpiara. Se sentó y Alicia empezó a empujarla, en ese instante recordé que no le había vuelto a poner sus braguitas y vi que al columpiarse se le subía la falda dejando ver toda su rajita. Aquél hombre seguía ahí y también se debió de dar cuenta por la cara de excitación que puso y empezó a acariciar su pene discretamente. Me acerqué a ellas y les dije que nos fuéramos, podríamos pillar unas pizzas para cenar antes de volver a casa.
Entramos al coche y nos pusimos en marcha, Alicia estaba seria y parecía que le ocurría algo.
[ (M) Yo, (C) claudia, (A) Alicia ]
(M) ¿Que te pasa Alicia?
(A) Nada..
(M) Venga cariño, dime
(A) No me pasa nada, estoy bien
(M) Está bien cariño
Llegamos a una pizzería, compramos unas pizzas para llevar y volvimos a casa. Una vez en casa, mi esposa nos estaba esperando en la sala, nos saludamos, nos pusimos una peli y empezamos a cenar en familia. Después de terminar os las pizzas, mi mujer se fue a dormir ya que decía estar cansada y mañana tenía que madrugar para ir a trabajar, yo me quedé con las niñas hasta acabar la peli. Poco después, Alicia se sentó encima de mis piernas mientras su hermana estaba tumbada hacia el otro lado del sofá. Empecé a acariciar las suaves piernas de Alicia, sentía como rozaba su entrepierna con la mía, y como tenía la falda solo su braguita tapaba su rajita, y no pude evitar que mi verga se pusiera dura. Mi hija lo debió de notar porque empezó a mover lentamente sus caderas haciendo que nuestras entrepiernas se rozaran. Subí mis manos a sus caderas, apretándola a mí, ella soltaba pequeños suspiros, «te gusta hacer esto con papi?» Le susurré al oído, a lo que me responde entre gemidos suaves » s-si papi…se siente muy bien». Llevé mis manos a sus pezones y se los fui pellizcando, le besaba el cuello, estaba muy cachondo y me estaba descontrolando. Baje mi mano a su entrepierna, la metí bajo sus braguitas y comencé a acariciar esa vagina infantil, sin ningún pelo y que ya estaba mojada. La estuve masturbando un buen rato, acariciando su clítoris, pasando mis dedos por toda su rajita, hasta que tuvo su orgasmo, moje mis dedos en sus jugos y me los llevé a la boca, tenía un sabor delicioso. Yo estaba muy cachondo y con mi polla bien dura, pero no me atrevía a hacer más ahi en la sala,así que aprovechando que ya había terminado la peli, acosté a mis dos hijas en su cuarto y fui al baño a hacerme una paja.
Me metí en la cama, mi esposa dormía profundamente a mi lado, intenté dormir pero no lo conseguía. No dejaba de pensar en todo lo ocurrido con mis hijas, sabía que estaba mal, pero ellas lo disfrutaban y a mí me volvía loco, sus pequeños cuerpos, su belleza infantil. Ya se estaban convirtiendo en pequeñas mujercitas hermosas y bien calientes, ya no podía verlas como niñas, como mis hijas, sino como mujeres, las deseaba y quería ser yo el primer hombre que las hiciera mujer.
Mi pene volvió a ponerse duro, intenté pensar en otra cosa pero la excitación no bajaba. En silencio, me levanté y me dirigí al cuarto de Alicia, pero antes de llegar abrir su puerta escuché unos pequeños gemidos, abrí la puerta lentamente yo que vi me dejó boquiabierto e hizo que mi erección se pusiera a cien, más dura de lo que estaba ya. En la cama estaba claudia desnuda, tumbada con las piernas abiertas y su hermana estaba entre sus piernas comiendole todo el coño a su hermana pequeña. Estuve un rato observandolas mientras me acariciaba el bulto.
Entré despacio, cerrando la puerta tras de mi
(M) ¿Dividiéndose juntas chicas? – les dije en voz baja, ellas se sobresaltaron pero al verme se tranquilizaron
(A) Hola papi..jeje..un poquitín. Clau vino a mí cuarto porque no podía dormir, decía que tenía cosquillas y la estoy ayudando
(C) Si papii, como hiciste tú
(M) ¿Y no me invitáis? Papi también necesita ayuda.
(C) ¿También sientes cosquillas papi?
(M) Algo parecido cielo
(A) A papi se le pone duro su cosita y hay que darle besitos y caricias para que se ponga feliz y nos de su lechita
(M) Asi es cariño – me bajé los pantalones y dejé enfrente suyas mi pene erecto – ¿Queréis ayudarme? Sed buenas y dadle besitos a papi
Alicia agarró mi polla y fue moviendo de arriba a abajo, acerco su su boca y fue lamiendo mi glande, fue lamiendo hasta introducir la punta en su boca. Acerqué a claudia y con mi mano en su cabeza la dirigí a mis huevos, » chupame aquí». Claudia empezó a lamer mis huevos mientras Alicia chupaba mi polla. Estaba en la gloria, nunca había sentido tanto placer en mi vida. Después de un rato, Alicia sacó mi polla de su boquita e hizo que Claudia empezara a chupármela, enseñando lo que ella sabía. «Clau, abre la boca y chupalo como si fuese un helado,sin usar los dientes.» Claudia fue chupando mi pene, no le entraba todo pero era delicioso como se sentía su boquita, su lengua…
Estuvimos un rato así, claudia mamando mi polla y Alicia mis huevos, hasta que no pude más, iba a correrme.
-ufff nenas, que rico lo hacéis.. uf voy a correrme – dije entre gemidos – poned las caras juntas y abrid la boca, os voy a dar lechita de papi
Ambas obedecieron y abrieron sus bocas dejando la lengua fuera esperando su lechita. Me masturbé hasta que me corrí, soltando varios chorros de semen a sus bocas y algunos cayeron en sus mejillas. Ellas tragaron lo que cayó en sus bocas y luego empezaron a besarse y limpiarse ambas el resto de la leche.
(M) Uf chicas ha sido delicioso.. ¿Os ha gustado?
(A) Y (c) si papi
(M) Ahora tenéis que iros a dormir, a ver si se va a despertar mamá. Y recordar que esto no se lo podéis contar ni a ella ni a nadie, ¿vale? Mañana se va a trabajar y podremos estar más tranquila
(A) Y (c) sii papi
Me despedí de ellas, claudia regreso a su cuarto y yo volví al mío. Fue una noche estupenda, y al día siguiente mi mujer se iría a trabajar y estaría unos días sin volver, podríamos hacer más travesuras juntos y pensando en esto me quedé dormido, cogiendo energías para un nuevo día con mis pequeñas y preciosas hijas tan inocentes y tan calientes al mismo tiempo.
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Espero que os haya gustado el relato y disfrutéis con el. Espero vuestros comentarios dando vuestra opinión o algún consejo para se
guir con el relato. Hasta la próxima!
Ya no aparecen los otros relatos, puedes republicarlos?
No te sale ninguno? A mí me aparecen, que raro..
Te dejo aquí el link del primero, igualmente los volveré a publicar.
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/mis-pequenas-hijas/
faltan las 3 primeras partes
Ya he resumido los dos primeros capítulos, los junte en uno, ahora publicaré el tercero, gracias por avisarme!
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/mis-pequenas-hijas-i-y-ii-resubido/
Que rico relato espero que continúes con el cuarto pronto me ponen muy exitado