Un beso
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Qrobisex.
Solo el pensar en lo que se puede hacer en los momento de soledad, el instinto y el deseo te pueden llevar a situaciones no pensadas.
Simplemente puedo decir que la desesperación de estar solo sin pareja, siendo padre joven con un hijo al que ama profundamente y que es el recuerdo del profundo amor que sentía por su mujer.
Y como no recordarla frecuentemente si el hijo es la imagen de su esposa fallecida.
Siendo un hijo varón y dotado de la cálida piel y la belleza que tenía su madre, pero sobre todo de la forma de ser.
Un hijo mimado pero sobre todo amado, al que en su inocencia siempre buscando estar acurrucado de su padre, pues de su madre poco sabía, debido a que la madre falleció después de un año de vida del hijo, tras una grave enfermedad que no atendió por hacer realidad el deseo de su marido, callando su enfermedad por preservar la vida del niño, poco pudo hacerse por la madre pues la enfermedad había avanzado y el cuerpo esta tan frágil que solo quedaba poco tiempo, pero sabía que su marido no se quedaría solo.
Es así que el padre se hizo cargo de su hijo, aunque el dolor de su esposa fallecida no era fácil de superar, tenía que seguir adelante por su hijo, día a día salía adelante con su hijo, compartía todo el tiempo que podía con su retoño, del cual siempre cuidaba y procuraba, tanto era su apego que el mismo lo llevaba a la escuela, lo recogía, el no permitía que nadie más cuidara de su hijo, para él su hijo era su mundo, el se olvido de hacer vida con otra mujer, por su mente solo quedaba el de ser un amoroso padre, ninguna mujer pudo conquistar el corazón de ese hombre, y él no se dejo seducir por mujer alguna.
Sucedió que en cierto día, siendo un día de fin de semana, la rutina cambiaría para este hombre, un beso sería el principio de todo.
Todos los días éste amoroso padre acostumbraba a levantar a su hijo por las mañanas con un beso en la mejilla, ese día no fue la excepción, llego al cuarto del su hijo y al disponerse a besarlo el pequeño risueño ya despierto mueve su cara dejando que el beso llegue directamente a los labios del pequeño, el hijo reacciona al beso de su padre colgado sus brazos en el cuello de su padre, dejando que el tiempo pasará el beso se prolongo más de lo esperado, el padre en su reacción no sabía qué hacer, aquello era una situación no esperada, no sabía cómo actuar, pero algo había sucedido, su mente y su corazón habían cambiado, lo estaba disfrutando, por lo que en lugar de evitarlo, siguió sus instintos, al abrir los labios de su hijo con su lengua frotaba la lengua de su niño amado, de ahí beso el cuello su hijo, el pequeño no hacía nada, dejaba que su padre actuara en el, con su inocencia aprendía de su padre.
Recostándolo nuevamente en la cama, el padre prosiguió a despojar a su hijo de su ropa de dormir, dejándolo desnudo, la suavidad en la piel blanca y del cuerpo perfecto en proporciones del hijo, hizo que el padre besara el abdomen de su hijo, sus pezones, bajar a su virilidad, a ese pene que con el erotismo que sentía despertó, y el cual el padre saboreo por un rato, haciendo que el pequeño conociera la excitación, después volteo al niño dejándolo, y con su lengua saboreo la espalda de su retoño, bajando hasta sus glúteos y ahí el padre saboreo del majar del anito virgen de su hijo, su lengua frotaba le anillo de su pequeño, el niño se retorcía, sintiendo el placer de sentir la lengua de su padre entrando por su anito.
El padre se detuvo un momento, solo para quitarse también su ropa de dormir, el niño permanecía en la misma posición.
El padre excitado, con su pene erecto se recostó sobre el frágil cuerpo de su hijo, frotando su miembro por la pequeña espalda de su hijo.
Volteo nuevamente a su hijo, el hijo conocía la desnudes de su padre y el padre la de su hijo pero jamás se había visto como placer carnal, pues ambos se bañaban juntos, no había lujuria, simplemente era un padre bañando a su hijo, sin embargo en esta ocasión el padre desprendió su lujuria con su hijo, acercando su pene al abdomen de su hijo, el niño levanto su cara y como si fuera un cachorrito daba lengüetazos en el abdomen de su papa, lo besaba.
El padre recostó nuevamente la cabeza de su inocente hijo, acerco su miembro a los labios de su hijo, el niño instintivamente recodando lo que minutos antes había hecho su padre prosiguió a hacer lo mismo, con esa boquita de labios suaves y delicados beso el pene de su padre, abriendo la boca chupo como chupaba las paletas, lo poco que entraba en la boca del niño era suficiente para excitar al padre llevándolo a sentirse en la nubes.
Detuvo al niño, movió su cuerpo a la altura de las piernas del pequeño, posiciono su pene en el en anillo del anito de su hijo, y poco a poco fue introduciéndolo, el niño sentía dolor, de sus ojos brotaban lágrimas, en ese momento el padre beso sensualmente a su hijo, tan apasionadamente que el niño aligero su cuerpo y su padre pudo introducirle su miembro hasta donde el cuerpo del pequeño lo permitía.
Ambos se sumergían en el orgasmo que cada cuerpo sentía uno por primera vez y otro por la experiencia de los sentimientos profundos, disfrutaban de lo acontecido, y habiendo terminado ambos permanecieron un rato mas acostado juntos descansando de la experiencia que se había producido por ese beso.
El padre pensaba sobre lo sucedido, reaccionado a lo que había hecho y quedándose reflexivo de su actuar, de cómo sería su vida a partir de lo que había hecho, su moral y sus instintos, comprendiendo el amor y la pasión por su niño; por su parte el hijo dormía entre los brazos de su padre, con la ternura que solo un hijo puede dar.
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