Un día de diversión familiar
Haciendo un trío con mi papi y mi hermano a lo sado.
Saludos de nuevo, quisiera iniciar por agradecer a todos los que me mandan su mensaje saludando y contándome lo que hacen cuando leen mis experiencias, me excita también leerlos y contarles un poco mas de mi vida; bueno hoy les contaré del trío que hice con mi papá y mi hermano Martín, esta vez lo tomamos un poco mas fuerte que la ultima vez. Los pongo en contexto un poco si no han leído mis relatos (espero que lo hagan) ahí les va, mi nombre es Jesús, soy un chavo de México adicto a las vergas de su papá y medio hermano, tengo 27 años y todo comenzó cuando tenía 6 años, un primo me cogió en ese entonces y después de tanto tiempo me ha encantado hacerlo con tanto sujeto se me cruza, adoro el semen dentro y fuera de mi ser, y para ser honesto va para largo.
Nos juntamos para ver y hacer unos arreglos en mi nuevo hogar, pintamos mi cuarto y arreglamos una llave del lavabo, luego de eso nos fuimos a la sala para descansar un poco, pese a que no hicimos mucho esfuerzo, pues quería tener energía para lo siguiente; nos metimos a bañar mi hermano y yo para limpiarnos la pintura, y ahí mismo lo empezamos a hacer, se enjabono toda la pija, me dio la vuelta y me hizo agacharme para luego metermela hasta el fondo, se sintió muy rico, comencé a gemir, mi papá estaba detrás de la puerta escuchando todo, nos decía que si ya habíamos empezado en tono burlón, yo diciéndole: ¿que no me escuchas gemir? luego de eso entró, se desnudó y se sentó en la taza del escusado, pero no para usarlo sino para vernos coger; Martín me cogía con fuerza, casi me levantaba del suelo aún con su verga dentro de mi, solo mis manos estaban en el piso, mi papá entró también y me empezó a coger la boca, luego me pidió moverme solo, ellos se quedaron quietos mientras yo me movía entre sus penes, me encanta siempre hacer eso, luego paramos para no echarlos todavía, nos secamos y fuimos a mi cuarto, ellos se sentaron en la cama y yo al pie de la misma para sentarme casi en el suelo para hacerles un trabajito manual, Martín se quitó y se puso detrás de mi con el aceite para untarme en mis nalgas, me empezó a meter uno, dos y luego tres dedos, me daba un masaje en mis glúteos y piernas, mientras yo ya tenía el miembro de papá en la boca, le salía liquido preseminal, estaba saladito, como me encanta cuando le sale, Martín siguió por rozarme con su pene entre mis nalgas, lo hacia presionando contra mi entrada.
Dejó caer un chorro de aceite en mi ano, hasta creí que se había venido, le dije: «mmmm para lo que duras». Me respondió: «jaja, calmate, ni que estuvieras tan bueno», mi papá solo se rió, después me empezó a penetrar muy rápido y fuerte, hasta que recordé que tenía el kit bondage en mi baño, fui por el y lo puse sobre una silla, Martín tomo el látigo y ahí mientras estaba parado empezó por darme en mis pompis, mi papi tomo el collar y me lo puso, también la mascara para no ver nada, y finalmente ató mis brazos por detrás con la cuerda, y nos pusimos en la misma posición, mamaba la verga de mi papá y Martín me cogía; era lo máximo, era tan genial que me vine de inmediato, Martín se jactó delo bueno que era por hacerme venir de inmediato, me dijo lo mismo que yo le dije.
Seguido de eso Martín se acostó y mi papá me ayudó a subirme encime de el dándole mi culo, mientras mi papá solo se arrodillo y Martín guió su verga a mi entrada al igual que mi papi, esto se iba a poner chido, sentí las dos pijas en mi agujero, una doble penetración se venía para mi pared anal, tener a estos dos cabrones dentro era la mejor sensación que nunca experimente, estaba agradecido por tener una familia igual de morbosa que yo; gemía muy fuerte, casi gritaba, sus miembros estaban adentro, mi papá me movía para poder entrar y salir, luego se cambiaron de lugar pero esta vez yo estaba boca abajo, Martín tomaba del collar y lo jalaba hacía el; luego me recostaron boca arriba y mi papá me siguió cogiendo mientras Martín me ofrecía su verga encima de mí, yo no veía nada y era lo mas chido que sentía, solo escuchaba las pelotas de papá rebotar en mi hoyo, cuando sacaba su pito sentía que estaba bien abierto mi ano, tomo el aceite y comenzó a verterlo dentro de mí, sentí muy rico, tanto que se salió, luego volvió a meterme su herramienta, y todo el aceite dentro se salió, uff, un suspiro salio de mi alma, Martín lo hizo también.
Después de eso, papá levanto mi pierna y la llevó a su hombro y siguió dándome su verga tiesa y Martín me cogía la boca hasta la garganta, la dejaba por un rato hasta que me atragantaba y lloraba del dolor, luego mi papi se sentó y me puse frente a el aun con las manos atadas, hacía sus movimientos para que lo cabalgara, era una delicia, siguió Martín y entonces papá tomo el collar y lo bajo lo mas que pude, hasta atrás para chuparle la verga, algo incomodo, pero se pudo hacer, era como un perrito pero invertido, llevábamos un buen rato intercambiando posiciones por lo que ya quería su semen, en eso, les pedí que se vinieran dentro y lo sacaran con una cuchara para tomarlo directo, les gustó la idea, y en eso Martín seguía con su fierro dentro mientras mi papá iba por la cuchara, Martín estaba de rodillas y yo apoyaba mi culo sobre su verga su cuerpo, en un angulo casi de 45°, los golpeteos de mis posaderas pegaban en sus coxis, papá se puso en frente y acto seguido me metió su anaconda para chuparla.
Luego en eso siento los chorros de leche dentro de mi, un gemido fuerte salió de mi aún con la verga dentro de mi boca, la sacó, trate de retener el semen dentro en lo que papá se venía también, cambiaron lugares y ahora sentía el pene de Martín en mi boca y saboreaba sus mecos hasta la garganta, a este wey le gusta metermela hasta adentro, aun caían restos de semen en mi boca, luego papá me embestía con violencia, yo casi gritaba del dolor, porque mis glúteos ya estaban rojos de tanto golpeteo y daño con el látigo, en eso me tiro boca abajo en el suelo, abrí lo mas que pude mi ano para que papá pudiera echarlos con mi entraba muy abierta, uff fue magnifico, cerré la entrada y me puse de pie, Martín me abrió las nalgas y fui abriendo poco a poco para que saliera su leche, recogió un poco, abrí la boca y saqué la lengua haciendo una cucharita, para que todo fuera dentro y no se desperdiciara nada, lo tome pero no lo tragué, volvimos a repetir y me llevé mas a la boca, hasta que casi no salio mucho, luego se los mostré, les mostré a sus hijos, mis hermanitos jaja; después de eso, me los tragué, terminamos muy cansados, y yo con el trasero rojo, ese día solo se quedó Martín en mi casa, en la mañana lo seguimos haciendo pero ese es otro relato. Chao.
Telegram: @Km4zh0 😉
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