UN FESTEJO CON FINAL INESPERADO

Quiero que bailemos y empezó a moverse muy sensual para luego pegar su cuerpo al mio y esa sensación de tenerla casi desnuda entre mis brazos.
Hola me llamo Alex tengo 20 años y mi madre se llama Amanda tiene 39 años, vivimos desde hace 4 años en la capital, para desahogarme les voy a contar lo que me paso,  y no me importa si algunas personas ven esto como algo malo. Mi madre es una mujer joven a sus 39 años con un cuerpo que llama la atención, por eso en la escuela  algunos compañeros mayores, constantemente me decían cosas sobre ella, pero yo no daba importancia a sus comentarios,  me parecía que eran unos irrespetuosos.

Lo importante para mi es que ella siempre ha sido una mujer tierna y  cariñosa conmigo. Y recuerdo que cuando yo estaba pequeño ella se dejaba ver desnuda,  pero nunca sentí nada raro por ella.  No obstante,   el tema de sexo madre hijo lo conocí porque un amigo que se llama Ángelo me mostro fotos donde él aparecía mamándole las tetas a su madre y me contó que sucedió a la madruga en una fiesta que hicieron en su casa y cuando se fueron todos, su madre estaba muy borracha,  él la llevo hasta su habitación y ella le pidió que la ayudara a poner su pijama  y cuando estuvo desnuda,  ella no quiso ponerse la pijama y lo abrazo y ahí fue cuando empezó a tocarle las tetas hasta que decidió mamárselas,  pero no paso más nada, eso si el aprovecho a tomar fotos con su celular de todo el cuerpo desnudo de ella, y pensé eso es problema de él si complace a su madre y hasta ahí llego para mí el conocimiento  del tema.

Recientemente, para el cumpleaños número cuarenta de mi madre, pensé que era una edad importante y me dedique a ahorrar todo lo que pude para celebrar en forma esa fecha tan importante porque esperaba que ella tuviera siempre un buen recuerdo, además se lo merecía.

Cuando ya se acercaba el día yo no le había comprado un regalo, entonces  le pedí a una amiga que lo hiciera por mí, me pregunto que podía comprarle y le dije simplemente que ropa y nada mas hablamos. Entretanto yo me esmere por prepararle una cena y arreglar la mesa de forma muy especial, incluso compre un buen vino, sendas copas, una pequeña torta sobre la cual estaba el numero cuarenta y unas velas para lograr un ambiente diferente.

Mi amiga me entrego el regalo en una caja con una cinta muy hermosa lista para entregar,  razón por la cual no sabía que era y tampoco tuve la precaución de preguntar. Al día siguiente antes de irme a estudiar pase algo apresurado a la habitación de mi madre para saludarla y entregarle el regalo, razón por la cual no supe que era el regalo.

En la noche regrese antes que ella, y me dedique a alistar todo para darle la sorpresa cuando ella llegara. Ella se demoro un poco porque donde trabaja le celebraron el cumpleaños con torta y regalos, esto me dio tiempo para alistar todo. Cuando el vigilante me aviso que ella había llegado apague todas las luces y apenas ella entro  las encendí y puse a sonar la canción de feliz cumpleaños.  Ella se emocionó mucho al ver todo lo que le había preparado y me dio un beso y abrazo muy sentido de agradecimiento.

Ella dejo sus cosas en la habitación y yo me aliste a servir la cena. Lo primero decirle algunas palabras por la  celebración de su cumpleaños y ella al final, me dijo, creo que ya son bastantes años y me pregunto… ¿Alex ya me estoy viendo vieja?

Le dije… para nada eres la mama más hermosa del mundo y ella me correspondió con una sonrisa diciendo… Eso me lo dices porque eres mi hijo.

No, no, para nada es verdad lo que te digo, por eso brindemos. ¡Salud¡

Serví la cena y en medio de una maravillosa conversación donde me conto como le habían celebrado su cumpleaños en el trabajo, nos fuimos bebiendo el vino y solo notamos lo que habíamos tomado cuando nos fuimos  levantar de la mesa, ninguno de los dos éramos expertos en el tema del licor, estábamos un poquito pasados de copas.

Y al pasar a la sala para continuar la conversación, ella me dijo… Me pareció muy hermoso tu regalo, no le dije que una amiga me lo había comprado, y ella siguió diciendo… Creo que me modernizaste bastante, tal vez ya estabas deseando verme más actual y yo sin saber de qué se trataba, le dije, porque no te lo pones para ver cómo te queda.

Ella fue a su habitación y yo me quede en la sala y serví las dos últimas copas de lo que quedaba en la botella. Me quede pensando que ojala le hubiera gustado lo que le había preparado cuando ella apareció y al verla me quede mudo. Tenía frente a mí a la mujer más sexy del planeta. Mi amiga le había comprado un juego súper sensual de lencería negra, acompañado del liguero y las medias respectivas color humo.  Como quede tan impactado ella me dijo… Oye Alex regresa a la tierra, ¿Te gusta cómo me quedo tu regalo?

Le dije… Se que tienes un cuerpo maravilloso, mis compañeros de escuela siempre me lo decían, pero así te ves espectacular. Y ella que estaba bastante alegrona por el licor me dijo… Entonces me merezco otra copa.  Le respondí… por supuesto, una copa y otra botella más, estas espectacular.

Y ella riendo me dijo… Creo lo que me dices porque mira como esta tu pantalón. No me había dado cuenta que tenía una erección tremenda y solo atine a decirle… Perdóname, es que te ves maravillosa.

Y ella me ayudo a pasar la pena diciendo… Esa muestra tuya me confirma que no me estás diciendo mentiras para consolarme. Y levantando la copa la choco contra la mía y dijo ¡Salud! Y como me gusta tanto tu regalo aprovechare el clima para dejármelo en la celebración de mis cuarenta años.

Desde ese momento mi erección no bajaba y lo más que pude hacer fue acomodar mi verga como mejor pude y puse música para ambientar. Apenas regresaba a sentarme al lado de ella, me dijo… Quiero que bailemos y empezó a moverse muy sensual para luego pegar su cuerpo al mio y esa sensación de tenerla casi desnuda entre mis brazos elevo el ritmo de mi respiración y ella lo noto y a cambio de separarse un poquito hizo todo lo contrario empezó a rozar su pelvis con la mía y sus senos se deslizaban contra mi pecho. Esto era demasiado para mí en una sola noche.

Después de al menos quince minutos de estar en medio de un baile muy erótico, ella me pregunto si la podía invitar a otra copa de vino.

Claro por supuesto deseo que recuerdes esta fecha positivamente de manera muy especial y serví las copas para continuar brindando. Y durante la siguiente tanda de baile pensé… los dos tan inexpertos en el manejo del licor a dónde iremos a parar. El licor nos había desinhibido tanto, que ella se dispuso a darme el primer beso de la noche en mi boca y para mí fue un beso en el que disfrute de la suavidad de sus labios y me atrapo definitivamente.

Ella pegaba su pelvis a la mía constantemente y comencé a escuchar con más fuerza y velocidad su respiración y cuando hicimos una pausa en el baile, ella se sentó en el sofá dirigiendo sus piernas hacia mí y de inmediato note que su panty estaba bastante húmedo y considerando que ella antes había hecho referencia a mi erección,  le dije… me complace que con mi inexperiencia haya logrado lo que estoy viendo en tu panty, ella se inclino y sonriendo me dijo… Bueno debes entender que no soy de piedra, y menos ante un joven galán como tú. Solo atine a darle las gracias, bebimos un poco mas de vino y volvimos al baile. Esta vez ella me pidió que me quitara la camisa y mi cuerpo empezó a roza su piel y a sentir el calor de su cuerpo y al hacerlo agrego, para estar en igualdad de condiciones quítate el pantalón y encantado lo hice, pero así ya no pude ocultar nada de mi erección y al acercarme ella paso su mano por encima de mi verga y dijo… te veo bien dotado, tus amigas deben quedar muy contentas y soltó una risa nerviosa, para luego pegarse a mi cuerpo.

A cada minuto el hielo se iba rompiendo y a media noche cuando el licor nos cogió por su cuenta ella decidió quitarse mi regalo y me pidió que hiciera lo mismo con mi bóxer. Al continuar el baile mi verga quedo rozando constantemente su concha y estando bastante lubricada me permitía  deslizarla y ella me acompañaba con sus movimientos de cadera. Jamás imagine que esta celebración llegara a este momento. De allí en adelante nos besamos con una pasión enorme y nuestras respiraciones volaban. De pronto ella se separo y pensé que allí estaba por terminar nuestra fiesta, pero ella se arrodillo y tomando mi miembro me empezó a dar sexo oral. Esto nunca lo había experimentado y por poco exploto dentro de su boca. Le propuse cambiar, ella se sentó en el sofá y separando sus piernas me encontré con concha totalmente depilada, rosadita y brillante por sus flujos.  No tenía experiencia pero si había visto un video y puse a mi lengua a funcionar en su clítoris y por momentos intentaba penetrar su concha y pronto ella empezó a levantar sus caderas empujándola contra mi boca y sus gemidos comenzaron un ahhhhhhhhhh, que rico, hazme volaaaaar, ihnnnnnnnnnnn, me muero, me muero y creo que alcanzo un orgasmo cuando dijo… Yayayayayayyaya, para, para, no puedo más y detuvo los movimientos de mi cabeza.

Ella permaneció un par de minutos con los ojos cerrados y finalmente me atrajo con sus brazos quedando enfrentados nuestros sexos y ella tomo mi verga,  la paseo a todo lo largo de su concha y poniéndola a la entrada me dijo… Vamos, vamos, quiero tenerte dentro nuevamente. Y sin pensarlo dos veces fui empujando mi verga dentro de ella hasta tocar fondo, espere unos instantes y empecé a hundir y sacar mi miembro y ella volvió a acelerar su respiración, y solo decía… Hay que rico, hacía tiempo que no disfrutaba algo así y apretaba sus manos contra el paño del sofá, al tiempo que subió sus piernas hasta pegar sus rodillas a sus senos y la penetración fue más profunda. A partir de ese momento me concentre en mover mi verga dentro de ella hasta que ya no aguantaba más, afortunadamente ella alcanzo su orgasmo y yo estalle dentro de su concha, quedando inmóviles a continuación.

En es instante creo que los dos tomamos conciencia hasta donde habíamos llegado, pero ella con su madurez me dijo… Hijo me has dado la mejor celebración a mis cuarenta años y ahora me he vuelto a sentir joven. Y yo con picardía le dije… Si esto te hace sentir joven te voy a rejuvenecer todas las veces que quieras. Conversamos un poco más y después ella me invito a dormir en su cama, le propuse que durmiéramos desnudos,  ella acepto y dormimos plácidamente hasta la mañana siguiente que siendo sábado no teníamos ningún afán. Hasta aquí mi relato.