Un joven con mente ágil, suficiente valiente como para crear este relato
Este es un relato ficticio, 5 tazas de café en un día, casi 3,000 calorías, una noche difícil de pasar y pensamientos vacantes, rondaban mi mente cuando mi mano intento escribir, y descubrí, que a la gente le podría gustar .
Primer capítulo: Ficticiedad Morbosa y poco Ética.
HISTORIA FICTICIA EN PRIMERA PERSONA
Hola, mi nombre es, Germán, eh crecido en una familia donde solamente el hombre decide que se hace, una idea machista? Si, pero sin dudas, bastante buena cuando la cordura reina en tu mente, y lo que solías ser, se desvaneció con el frío paso del tiempo, todo parece una buena idea.
En la edad de la juventud, a mi punto de vista, todo parece salir mal, nuestras cabezas se mantien ocupadas en lo que, dichosamente siempre se nos ha dicho, la ignorancia. A partir de los 14 años, se me permitió reinar en mi casa, tal como mi padre fuera Zeus y yo Hércules, experimenté el poder de todos los males encerrados en mi, desde hacer que mi madre limpiara lo que ensuciara, que me trajeran el desayuno a la cama, hasta que dejarme gritarle en la cara, se habían convertido en el reino de mi mente, todo había cambiado en mí, y con razón justa, poco a poco, empecé a hacerme un poco «sentimental»., suena Genial no? Bueno, para mi joven espalda suena como un trabajo en el que no tendré que mover una sola vértebra.
Capítulo 2: Un nuevo integrante.
Por un momento, mi cama parecía verse tendida, mis dientes lavados, y mis zapatos relucientes, tenía ya 16 años, y no paraba de masturbarme, mi madre seguía siendo mi criada, y bastaba solo con un pequeño silbido, que ella habría de acudir a mi, a hacer, lo que le pidiera. Mi cuarto parecía reluciente, pero me gustaba ver su cara de angustia al tener que refregar el piso y sentir dolor en su estómago, 8 meses eran ya bastantes de gestación, lo único que esperaba, es que no fuera mío.
Cuando en un Viernes por la noche, después de casi 10 meses de espera, pude ver, por primera vez, la magia de la vida, una pequeña de un par de semanas posaba en mis manos, mi madre con cara de alivio de tenerla viva, pero con angustia de saber que regresaría a las labores a las que en algún momento decidió hacer, por dinero. Ganábamos bien, éramos casi ricos, no había lujos que me faltarán, ya no iba a la escuela, y poco a poco me reincorporaba a la sociedad, quien diría que tan rápido desearía regresar a casa, mi padre me encargo a la pequeña, tan solo un año, se lamia el dedo como cualquier bebé haría, una mirada perdida en ella, un par de manos, y una cajetilla de cigarros me acompañaban, ah, sí, y esa cosa en un pañal absurdo de colores.
Capítulo 3: Felicidad en la Locura, Locura en la Felicidad.
Meses después me había acostumbrado a cuidarla, solo era darle agua, biberón y un poco de papilla, como la preparaba, sencillo, 2 cigarros, 16 años en vida, cuerpo atlético y delgado, porno a máxima calidad y privacidad exótica me acompañaban, servía la leche l
Hola Iván. Si ves en. Las reglas para publicar relatos, dice que el relato debe tener por lo. Menos una relación sexual, y en ninguna parte de tu relato describes ninguna… Escribes bien, pero mejor escribe cosas relacionadas a la filosofía, sería interesante un escrito tuyo filosófico, porque para relatos eroticos y sobre todo de incesto, falta mucho
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