Un papi dichoso II
Fantásias parte 2.
En aquella cabaña, sus interiores olían a sexo, el sonido del plash plash plash de pequeñas vaginas siendo invadidas por aquellos penes de todos los tamaños, sacando semen de otros y orgasmo de muchas niñas de 5 a 12 años, el sonido de vaginas húmedas y pegagosas eran el disfrute de ese día.
Una habitación en especial, tiene a una nenita invadida de placer, un hombre de 50 años ha roto su virginal panochita, sangre y orina rodea su miembro, la niña espera otro orgasmo,y la otra verga del otro hombre espera su turno.
*****
Aquella niña de nombre jimena, disfruto del hombre que chupo su vagina, Sintió pena cuando lo orino, pero su lengua y su boca la tenían en el cielo, solo espera que él otro hombre brusco y malo no le haga daño.
Al entrar en la habitación una nenita estaba de 4, su vagina estaba húmeda y brillante, el hombre de 50 se dispuso acostar a la niña, el otro hombre pasó su pene una y otra vez en aquella vagina, este fue aumentando e Ingreso abriendo sus paredes vaginales, aquella niña de 9, sacó un gemido, su panochita estaba rojita pero aún deseaba más, Lucía era su nombre, su abuelo la inició y desde ese momento todos los hombres de la familia han depositado su semen en ella, a sus 9 años le encanta el sexo.
La cama empezó a moverse y una virginal niña es devorada por su panochita, abre más sus piernas, y observa a la pareja follar, gemidos de ambos inundan la habitación, el hombre nalgea a la niña y está cierra sus ojitos con fuerza con cada estocada, su boca se abre en o cuando el hombre le mete su verga hasta al final de su vagina,ambos caen en la cama y el hombre mete y saca su miembro, la niña de pompa recibe a su macho, pidiendo más en cada metida.
Jimena se siente vacía cuando aquella lengua se aleja, el hombre se pone sobre ella, accediendo a su panochita, siente un ardor y se safa, después de varios intentos aquel pene entra en la niña, una parte, después otro y otro, el hombre de 50 se queda quieto, toca los pezones de la nena, observando lo dulce y angelical que es, la cama se mueve y su amigo tiene a la niña de lado, aquellos huevos rebotan de lado tocando la panochita de la niña, nota es una experta, le entro todo y mientras la penetran, chupa el dedo del hombre.
– Házmelo señor?
Una vocecita hace mire abajo, la niña pone sus manos sobre su pech peludo y el se mueve, suavemente entrando más en ella.
– Auch… Auchhh – y luego gime.
– Si te duele dímelo mi amor.
– No duele… Un poquito… Dame más si
El hombre de 50 años accede y ve a la niña con su rostro arrugado, cerrando sus ojos con fuerza y su pene sale, lo ubica y se mueve suave y va avanzando sus estocadas, acomoda a la niña, y en el espejo ve la diferencia de cuerpos, su miembro tiene sangre y no le importa, pone las piernas de la niña sobre su pecho y queda cerradita, y la coje sin piedad, la niña llora pero luego es placer, una y otra vez, siente sus paredes como atrapan su pene, su amigo tiene a la otra niña de caballito, salta como una esperta, grita y se toca su pecho plano, ella hace el chupe y muerda sus pezones y ahora ella está sentada sobre el, abrazándolo con sus piernas desde su cintura.
La niña bajó su cuerpo muerde sus pezones y sale de él, atrae a la niña y la pone de caballo, ella cae de Un sola vez, desesperación en su cuerpo por su miembro.
La niña jamás imagino sentirse completa, su pequeño corazón brota de alegría, siente rico cuando le metió aquel pipí en ella, ve a la otra niña y sus gritos le hacen reír, él otro señor la observa y le lanza besos, el hombre bajó a ella se mueve rápido, se siente desmayar, pero quiere más, se restriega sobre el y ve su panochita abierta, mucho pelo la tapa, ella sube y baja, el hombre le dice que la ama más que sus hermanas y es solo de él, observa a la niña separarse de aquel hombre que chupo su panochita y ve como esa niña lo orina cuando se separa de él, aquella pipí cae de lado, el lo agarra y la vuelve a sentar, la niña parece un lobo aullando.
Luego los pierde vista, la alzan por los aires y la pegan a la pared, abierta como esta recibe más verga de aquel hombre, las bolas cuelgan y unod piecitos arrugan sus deditos, un orgasmo más sale de jimena, expulsando aquel pene, el hombre vuelve a meterlo y le da duro hasta vaciarse en ella, todos caen en la cama, agotados y deseosos de más, se abrazan y besan, y las niñas tienen su primer sexo lesbico.
Eso es otra história, la cabaña tiene más.
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