UN PERVERTIDO EN CASA 12. Pepe culea sin piedad a las hermanitas Catica y Patico.
Pepe no perdona, atiende a las dos hermanas Cata y Paty como se lo merecen, a punta de dura vergota, miembro que tiene de mayor tamaño y dureza que de costumbre debido a las extrañas sustancias que le suministró secretamente la avispada de la Cata con el fin de lograr una venganza. .
Escrito por Siremis.
PEPE CULEA SIN PIEDAD A LAS HERMANITAS CATICA Y PATICO.
Pepe estaba lamiendo, chupando y consintiendo la rica vagina de Paty, le metía los dedos y la lengua hasta el fondo y también le estimulaba su excitado clítoris.
La religiosa señora había cedido y se mantenía acostada en el suelo con sus piernas abiertas dejándose hacer todo lo que Pepito quisiera, pero seguía llorando y se mantenía quieta y rígida, llena de pavor.
Luego, Catalina, haciéndole coquitos a Pepe y, atrayéndolo con ellos, lo hizo acercarse a ella.
Pepe, completamente seducido por los encantos de la putísima y manipuladora Catica, le hizo caso, dejó a Paty tirada en el piso y llegó rápidamente ante la astuta mujer.
La Cata estaba manejando al pervertido como si fuera un perrito obediente o una estúpida marioneta, luego lo empezó a besar apasionadamente, lo consintió y le ofreció la cerveza que él, minutos antes, había empezado a beber.
CATALINA: ¡Besas riquísimo, mi amor!… ¡Pero no dejes oxidar tu cerveza, cariño!… ¡Toma!…
El confianzudo Pepe, sin darse cuenta de lo que la insidiosa Cata le puso en su cerveza, la agarró y la bebió mientras la muy zorra se hacia la boba fijándose en la cámara de video.
La vivaz mujer, serenamente expresó:
CATALINA: ¡Ponla a funcionar, Pepito!…
PEPE: ¡¿Qué quieres que ponga a funcionar? putita!… ¡¿Acaso te refieres a mi verga? zorrita!…
CATALINA: ¡Sí, a tu verga también, mi macho! ¡Sin embargo me estaba refiriendo a la cámara de video! ¡Quiero ver después cómo follo y cómo me culeas! ¡A mi marido, e incluso a mi propio hijito, también les gustará ver mucho el tierno videíto!
PEPE: ¡Muy bien, perra! ¡Más puta no puedes ser! ¡Y el puto de tu maridito y el hijueputa de tu hijito más pervertidos tampoco pueden ser! ¡Creo que eres la primera zorra que me pide que la filme culiando, juemadre! ¡Eres mi tipo de mujerzuela preferido! ¡Nos vamos a llevar muy bien!
Pepe tomó el control remoto de la cámara y la encendió, la puso a filmar.
Catica, muy coqueta y sonrientemente, lo ayudó a desnudar, y una vez le quitó los calzoncillos, le agarró la verga y divertidamente se la empezó a pajear.
CATALINA: ¡Qué herramientota te cargas, papi!…
PEPE: ¡La comeculos te saluda, mami!…
Aunque Pepe se la pasaba con su verga parada a toda hora se le empezó a crecer una cosa monstruosa por acción de la cocaína y las sustancias extrañas que Cata le puso en su cerveza, las venas y el glande de semejante cipote parecían querer estallar.
CATALINA: ¡Caracoles! ¡Qué verga tan grande! ¡De razón que la Paty quedó como hipnotizada por ella!… Jajajaja… ¡Está riquísima!…
PEPE: ¡Las dos hermanitas putas para mí y al tiempo!… Jajajaja… ¡Qué suerte la mía, hijueputa!… ¡Me gané la lotería!… Jejeje…
Catalina, sin ponerle el condón y sin pensarlo tanto, se agachó frente al depravado y se metió esa vergota a su boquita, la empezó a mamar con gran ahínco.
PEPE: ¡Ohhh!… ¡Ohhh!… ¡Ohhh!… ¡Diablos!… ¡Qué boquita tan viciosita!… ¡Ohhh!… ¡Ohhh!… ¡Qué puta eres!… ¡Qué rica jetica te mandas, puta de mierda!…
Pepe comenzó a sentirse extraño, la mezcla de sustancias que Cata le puso en su cerveza comenzaron a hacer efecto, además la cocaína consumida lo tenía a mil.
PEPE: ¡Esta es excelente manera para empezar con el ritual de liberación y exorcismo!… ¡Ooohhh!… ¡Qué mamada, carajo!… ¡Aaaaahhhh!…
Como Catalina sabía de química, además de haber estudiado y trabajado por un tiempo como enfermera, sabía muy bien qué efectos producía la unión de todas esas sustancias y su tiempo de acción.
PEPE: ¡En el nombre del Señor Jesús!… ¡Dime tu nombre, maldita puta del averno!… Jejeje… ¡Ooohhh!…
La mujer mamó con más ganas el súper miembro de Pepe ante la atónita mirada de su hermana Paty, quien estaba acomplejada y acurrucada sobre la sucia pared.
PEPE: ¡Oohh!… ¡Demonios!… ¡Qué señora mamada me hace esta perra endemoniada!… ¡Aahh!…
Pepe agarró a Cata del cabello, de sus coletas de colegiala, y jalando rudamente de ellas, le empezó a hacer una dura y fenomenal garganta profunda.
PEPE: ¡Toma, hijueputa! ¡Toma, diabla malparida!… ¡Toma, puta del demonio!… ¡Toma, perra del infierno!…
La bella Catica estaba que no se cambiaba por nadie, le encantaba sentir bajar y subir sucesivamente ese gran pedazote de verga por todo su esófago, le encantaba el ahogo que ese poderoso guamo invasor le producía.
PEPE: ¡Dime tu nombre, demonia desgraciada!…
CATALINA: ¡Guaggg!… ¡Guaggg!… ¡Guaggg!… ¡Guaggg!… ¡Guaggg!… ¡Guaggg!… ¡Guaggg!… ¡Guaggg!…
La escultural Catica, apenas emitía atrayentes sonidos de fuerte mamada a garganta profunda y, de sus bien abiertos ojazos cafeverdosos y súper brotados debido a la acción de la brutal mamada, salían gruesas lagrimotas de ahogo.
El brutal Pepe le escupió en la cara a su hembra, dio un grito y dijo:
PEPE: ¡Aaaaggghhh!… ¡Qué rico!… ¡Dime tu nombre, mal espíritu de puterío que tienes a esta puta malparida bajo tu influjo y dominio!…
La Cata como pudo se sacó esa gran vergota escupiendo una gran cantidad de fluidos, tomó aire y respondió:
CATALINA: ¡Soy Putalina! ¡Digo, Catalina!… ¡Y me encanta la mamada!…
PEPE: Jajajaja… ¡Ya quedaste al descubierto, demonia hijueputa!… ¡Te llamas Putalina!… Jejeje… ¡Y por medio de la gracia de Cristo yo te conmino a seguir adentro de esta puta!… Jejeje… ¡Sigue mamando, perra malparida!… Jajajajajajajaja…
La risotada del pervertido fue mayúscula y jalando con sus manotas bien fuerte las colitas de suave cabello de Putalina la hizo seguir mamando con gran ahínco su larga y gorda vergota.
La hermana de Cata, doña Paty, se ponía sus manos en la cara tapando sus llorosos ojos para no ver nada y poder orar pidiéndole a Dios que la librara de toda actividad que pudiera poner su alma en riesgo de caer en los pozos del infierno. Aun así, a la señora, madre de cinco lindas, desarrolladitas y acuerpadas nenitas, le ganaba la curiosidad y miraba lo que Pepe y la vulgar Cata estaban haciendo. La evangélica mujer comenzaba a tener una lucha interna entre su alta religiosidad, la cual le exigía moderación y prohibición, y su alta excitación sexual, que le pedía entregarse y someterse a los placeres mundanos de la carne.
Un par de minutos después, la procaz Catica estaba tosiendo y vomitando litros de semen hirviente en la cochina alfombra, Pepe se había corrido sin piedad dentro de su complaciente garganta.
PEPE: ¡Bien, perra!… ¡Muy bien!… Jajajaja… ¡Qué puta me gané hoy de gratis!… Jajajaja… ¡Eres la mejor de las perras, Putalina alegre!… Jejeje…
CATALINA: ¡Cof!… ¡Cof!… ¡Cof!… ¡Jueputa!… Jejeje… ¡Casi me matas con semejante follada a mi puta garganta, hombre!… ¡Cof!… ¡Cof!… ¡Cof!… ¡Por poco y de verdad me envías al infierno de las putas, malparido!… Jejejeje… ¡Ahora te voy a poner el condón para que me folles bien rico por la chocha!… ¡Cof!… ¡Cof!… ¡Cof!…
Cata, con su viciosa y hábil boquita, empezó a ponerle el condón a Pepe.
El sujeto quedó altamente emocionado, observó con atención cómo ella lentamente le ponía el preservativo usando únicamente esos rojos labios de prostituta mamadora ardiente.
PEPE: ¡Así!… ¡Así!… ¡Putica sabrosa!… ¡Tú tienes gran experiencia, Putalina del infierno!…
CATALINA: ¡Las prostitutas tenemos nuestras mañas, papi!… Jejeje…
Una vez la viciosita Catalina le terminó de poner el condón a Pepe el tipo le dio unas bofetaditas, la agarró fuerte y salvajemente de las colitas de cabello y la tiró con violencia a la cama. Luego se le echó encima y la empezó a penetrar salvajemente por esa voraz y palpitante vagina. Ella solo portaba sus largas botas rojas.
Juntos gritaban bastante fuerte, y para Paty era un delicioso fastidio escucharlos. La señora se tapó sus oídos y cerró sus ojos, trató de no escucharlos ni mirarlos follar, pero su excitación iba en aumento, su arrechera le estaba ganando a su razón, a sus principios morales y a su religiosidad.
PEPE: ¡Toma dura verga, maldita!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Jueputa!… ¡Cómo me gustan las putas!… ¡Ooohhh!…
CATALINA: ¡Aaaaggg!… ¡Dame! ¡Dame! ¡Dame duro, perro!… ¡Así! ¡Así! ¡Así, malparido!… ¡Aaaaaggghhhh!… ¡Aaaaaagggggggghhhhh!… ¡Aaaaaaaggggggghhhh!…
Los gritos de Cata eran tan agudos que pudo haber fracturado los vidrios de las ventanas del cuarto.
La muy puta de la Catalina cambiaba de posición a cada rato, se subía a él en posición de misionero, se ponía en cuatro, se sentaba sobre Pepe y comenzaba a dar sendos saltarines sobre su inmensa y monstruosa vergota, etc.
La osada hermanita de Paty se veía hermosa agitando sus coletitas de cabello y sus buenas tetazas, y con esas espectaculares y brillantes botas rojas de tacón alto era una verdadera diosa del sexo, era la viva imagen de una depravada, demoniaca y espectacular actriz de porno.
El pervertido pepe, gritando como loco, se corrió varias veces, e incluso se le rompió el condón debido a la presión de los chorros de esperma. Cata le quitó el preservativo y, mirándolo con ganas, dijo:
CATALINA: ¡Wow!… ¡Qué hombre!… Jajaja… ¡Rompiste el condón tan solo con la potencia de tu semen, so puto!… Jajaja… ¡Qué chorros de semen tan potentes!… Jejeje… ¡Las maravillas que le irás a hacer a todos mis huecos!… ¡Uuff!…
La cochina y excitante Catalina se llevó el condón a su boca y le sustrajo con ella todo el resto de semen que había quedado en él, hasta la última gótica, miró a su hombre con morbo, y muy entusiasmada, masticó como un chicle hasta donde pudo ese sucio condón, se relamió y dijo:
CATALINA: ¡Mi marido tenía razón, sabe a tutti frutti, pero también a semen fresco y saladito!… Jejeje… ¡Te pondré otro, mi macho! ¡Menos mal mi maridito me dio toda la docena de condones, y saber que yo no quería traer sino un par!… Jajaja…
PEPE: ¡Qué condón ni que condón, perra! ¡Quiero sin condón, Putalina!
CATALINA: ¡Espera! ¡Voy a sacar un condón de la cajita que te dejé en la mesita de noche y te lo pondré con mi viciosa y mamadora boquita otra vez!
PEPE: ¡Puta, te dije que sin condón! ¡¿No entiendes eso? ramera!
CATALINA: ¡Mi amor! ¡Debo protegerme! ¡Tú debes estar más pringado que el diablo! ¡Con tantas putillas que te follas debes tener tu buena colección de enfermedades de transmisión sexual!
PEPE: ¡Me importa un puto cacahuate, perra hija de las mil putas!… ¡Dame culo, malparida!
CATALINA: ¡Pero mi vida…! ¡No puedo hacer esto sin condón! ¡No sea que me embaraces! ¡Estoy ovulando!
PEPE: ¡No entendiste, tonta! ¡Dije que me des culo, maldita! ¡¿O es que acaso puedes quedar embarazada por el puto culo? imbécil!
CATALINA: ¡O que tal me pringues!… ¡Aunque me des por el puto culo posiblemente podría suceder que me infectes de algo raro!… ¡Espera, puto!… ¡Tengo que…! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaagggggggggggggggggghhhhhhhhhhh!…
El tipo agarró violentamente el culo de Catalina y de una le ensartó, sin condón, toda la grandísima y durísima vergota, sin ninguna contemplación, ni lubricación, ni preparación previa, por eso la hermana de Paty soltó un pavoroso grito de dolor.
Patricia, muy asustada, le ordenó a Pepe:
PATRICIA: ¡Pepe, deja a mi hermanita en paz!… ¡Suéltala!…
PEPE: Jajajaja… ¡Cállate, Patricia malparida!… Jajajaja… ¡Mejor alista tu culo que luego te toca la enculada a ti, prostituta de mierda!…
Pepe tenía a Cata sentada sobre él, con toda la verga dentro de su rico culazo, pero sin moverse. Sus manotas apretaban y removían las suculentas tetazas de la enculada hembrita.
CATALINA: ¡Ahhhhgggg!… ¡Gran hijueputaaaaaaa!… ¡Perro malparidoooooo!… ¡Maricón de mierda!… ¡Me partiste todo el hijueputa culo en mil pedazos y sin avisar siquiera!… ¡Cerdo, care mierda setenta hijueputa!… ¡Le voy a decir a mi marido que venga y te parta la malparida jeta, así como me partiste el hijueputa culo, pervertido caremondá!…
PEPE: Jajajajajaja… ¡Que vocabulario tan soez, maldita perra!… ¡Esta hijueputa escupe mil groserías por segundo!… Jajajaja… ¡Tienes un hablado de pura puta callejera, malparida!… Jajajaja… ¡Que te cuesta ser decente y no hablar con hijueputas groserías, ñera carechimba!… Jejeje… ¡Tú quisiste culiar, puta! ¡No me jodas, hijueperra! ¡Tú me ofreciste culo desde que llegaste, malparida! ¡Ahora no me vengas con cuentos, maldita zorra de mierda!…
CATALINA: ¡Cállate cerdo degenerado y culéame ya que me la tienes toda metida en el puto culo! ¡Muévete, maldito!… ¡Dame duro!… ¡Dale duro a esta perra por ese cochino culo!…
PEPE: ¡Perra! ¡Eso es lo que haré, puercona!… ¡Te juro por tu puta madre que te romperé ese culote en mil pedazos, marrana!
CATALINA: ¡Conste que lo juraste por mi puta madre! ¡Rómpeme el culo con tu gran chorizo y te prometo por el alma de mi puto hijo que te daré la mejor noche de toda tu puta vida, cabrón!…
El sujeto tenía sentada a la hermosísima y putísima Cata sobre él, con ella dándole la espalda. Se empezó a mover con mucha agresividad y así inició una buena culiada.
CATALINA: ¡Aaaaaggghhh!… ¡Aaaaaaggghhh!… ¡Aaaaaaaggghhh!… ¡Gran hijueputa!… ¡Qué rico!… ¡Destrózame el puto culo, malparido!… ¡Aaaaaaggggghhhh!…
El infame sujeto se la metía con muchas fuerzas, y la nena, muy entusiasmada, rápidamente olvidó el dolor y comenzó a saltar muy gustosa casi hasta llegar a tocar el techo con su mona cabeza.
PEPE: Jajajajajaja… ¡Qué rico, maldita mujerzuela!… ¡Te mueves como una auténtica actriz porno, Putalina de mierda! ¡El cornudo de tu maridito no te podrá encular por mucho tiempo por lo dolorido que te voy a dejar el recto! ¡Te lo juro por la puta de tu madre que fue una asquerosa prostituta violada por mil perros, maldita marrana!…
CATALINA: ¡Aaaaggghhh!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Aaaagggghhh!… ¡Dame!… ¡Dame más, puto!… ¡Destrózame el culo, perro!… ¡Dame con toda, maldito!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Aaaagggghhh!… ¡Duro!… ¡Más duro!… ¡Reviéntame el orto a punta de verga, maldito perroculo!… ¡Más!… ¡Reviéntame el recto, pervertido de mierda!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Aaaagggghhh!…
La cocaína también estaba actuando bastante bien en Catalina, la excitada chica se retorcía y saltaba con muchas ansías sobre la tremenda vergota del hombre. La vulgar Catica no se quedaba callada, también le respondía los terribles insultos al hombre.
CATALINA: ¡Puto careverga, dame más duro, hijueputa!… ¡Rómpeme el culo como se lo rompían a la puta de mi madre en los puteaderos y chochales!
Patricia estaba casi en Shock y, aunque ya estaba mirando con ojos de excitación y morbo la severa culiada que Pepe le daba a su prostihermanita Cata, se tapaba con sus manos sus oídos para no escuchar esos tremendos gritos proferidos por ella y su sucia boquita.
PATRICIA: ¡Basta Catalina!… ¡Ya basta!… ¡Te estás portando muy mal! ¡Acuérdate de tu esposo y sobre todo de tu hijo Bayron, pobrecitos! ¡Y acuérdate de tu alma, la estás perdiendo, pecadora! ¡Estás insultando hasta a nuestra mamita!…
CATALINA: ¡Aaaaaggghhh!… ¡Aaaaaggghhh!… ¡Aaaaaggghhh!… ¡No te preocupes, Paty, mi esposo y mi hijo están bien! ¡Esos hijueputas saben muy bien a qué vine!… ¡Además tenemos dos madres, una real y la otra de caucho, y a la que estoy refiriéndome ahorita es a la de caucho!…
De repente el protervo hombre eyaculó como si fuera una poderosa bomba atómica en el suculento culazo de la astuta y avispada Catica.
La chica se estremeció del placer anal tan tremendo y también se vino expulsando chorros y chorros de fluidos en lo que en porno se llama un sensacional squirt.
La Putalina, como ahora Pepito llamaba a la Cata, gritó aturdiendo al obsceno hombre y a la Patico con su potente berrido y parecía ser propulsada como un cohete hacia el techo por cada enérgica y atómica eyaculación que su vigoroso macho le inyectaba dentro de su soberbio culote.
CATALINA: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaagggggggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhh!…
Ese terrible alarido que pegó la Catica ahogó por completo los gritos y gemidos del sudado Pepe.
El tipo tiró al suelo a la Cata y, jalándose su verga, se dirigió amenazantemente hacia Paty.
Pepito, con una mano, alzó del cabello a Patico y violentamente la arrojó sobre la cama. Luego agarró el consolador gigante que Cata le regaló y trató de abrirle las piernas a Paty, pero ella no se dejaba.
El depravado no encontró más formas de dominar a la mujer que dándole fuertes cachetadas. Catalina intentó abrirle las piernas a su hermana, y dijo:
CATALINA: ¡Colabora hermana, o si no este papasote te va a reventar la jeta a cachetadas! ¡Es mejor a las buenas! ¡Yo de ti disfrutaría mucho el momento!… Jejeje…
PATRICIA: ¡Nooooooo!…
CATALINA: ¡Cómo que no, tonta!… ¡Realmente te mereces esas cachetadas por idiota! ¡Pégale más, Pepito!
Pepe le dio muchas cachetadas más en junta de tremendos jalones de cabello, hasta que al fin Paty entendió la lección y decidió colaborar voluntariamente abriendo nerviosamente sus piernas.
CATALINA: ¡Eso, mi Paty!… ¡Así sí!… ¡Has aprendido tu lección, señorita!… Jejeje… ¡Siempre es mejor cooperar a las buenas!…
PATRICIA: ¡Cata, me las vas a pagar!… ¡Eres una hija de puta!… ¡Esto no se va a quedar así, malparida!… ¡La puta que te parió!…
CATALINA: Jajajaja… ¡Uichh! ¡Pero qué boquita, hermanita!… ¡Y eso que eres cristiana!… ¡Todo el mundo piensa que eres decente, pero en realidad eres peor de puta y vulgar que yo!… Jejeje…
PATRICIA: ¡Me la vas a pagar, perra!… ¡Estás motivando a que me violen de nuevo, puta desgraciada! ¡Si mamá se enterara de esto te castigaría severamente!
CATALINA: ¡Ojo, mi Paty!… ¡Las cristianas no son vengativas! ¡Ellas aman y se entregan a sus enemigos!… Jejejeje… ¡Recuerda, si te pegan en una mejilla debes dar la otra! ¡Si te follan por la chocha debes entregar el culo!… ¡Eso dice el evangelio, según San Putas!… Jajajaja…
PATRICIA: ¡Puta loca! ¡Ninfómana hijueputa!… ¡No te burles de los evangelios, malparida!… ¡Te traje aquí para que me protegieras y no para que me entregaras al depravado! ¡Eres una Judas Iscariote, traidora!…
CATALINA: Jajajaja… ¡Qué va, hermanita! ¡No te estoy traicionando, solo te estoy dando una lección de disfrutar la vida! ¡Tú siempre la necesitaste! ¡Antes deberías estar agradecida conmigo y con el Pepito! ¡Yo sé que después nos lo agradecerás, puta!…
Mientras las dos hermanas se decían esas cosas, el hombre, ya en estado zombi por la acción de todas las sustancias en su cuerpo, le había iniciado a Paty una gran lamida y chupada a su raja, y luego le insertó aquel poderoso vibrador.
Paty gritaba y maldecía tanto al cretino como a la puta de su hermana. Catalina, muy risueña y excitada, se puso de pie encima de la cara de su hermana y para callarla soltó un buen chorro de orina sobre ella.
Paty no se calló, le lanzó unas fuertes palabrotas de enojo a su hermanita mientras los orines se le metían a su boca y luego casi se desmalla.
CATALINA: ¡Ay, no es para tanto, hermanita! ¡Antes agradece que no me cagué sobre tu puto rostro!… Jejeje…
La aprovechada de la Cata se acostó al lado de su mojada hermana en la cama y también, abriendo sus ricas piernotas forradas en sus sexys y rojas botas de puta, ofreció su colorada y caliente rajota al maldito cretino y hampón.
Patricia lloraba, maldecía y gritaba mientras el asqueroso sujeto la penetraba bestialmente con ese enorme pene vibrador de látex, el cual vibraba en su máxima intensidad.
Después de un tiempo, el delincuente empezó a meter sus dedotes y esa inicua vergota plástica dentro de las encharcadas vaginas de Catalina y Patricia sucesivamente.
Cata gemía como loca, la liberada y profana mujer lo estaba disfrutando muchísimo, y Paty, al estar escuchando las risotadas, las palabrotas y los gemidos de gozo de su calenturienta hermanita, aparte de sentir su raja excitarse enormemente, pronto se comenzó a animar y a gemir también, pues le vino la idea a la cabeza que sí la iban a violar lo mejor era volverse puta por ese instante y disfrutar el momento en vez de traumarse y pasarla mal, ya después habría tiempo suficiente para arrepentirse, pedirle perdón a Dios y orarle para empatar.
Paty mezclaba sus maldiciones con severos gemidos de gozo.
PATRICIA: ¡Aaahh!… ¡Malditos sean los dos!… ¡Aaahh!… ¡Jueputa!… ¡Aaahh!… ¡Me violó otra vez este hijueputa!… ¡Aaahh!… ¡Eres una maldita, Cata!… ¡Aaahh!… ¡Maldita ninfómana, te juro que te sacaré la lengua con mis propias manos, hija de puta!… ¡Aaahh!… ¡Mi Señor te tiene preparado tu merecido castigo en lo más profundo del puto infierno, malparida!… ¡Aaahh!… ¡Aaahh!… ¡Aaahh!… ¡Aaahh!…
CATALINA: ¡Uuuyyyyy!… ¡Hermanita!… ¡Ya estás gimiendo y colaborando!… Jejeje… ¡Buena esa, mamita!…
PATRICIA: ¡Cállate, perra!… ¡Estoy enojada contigo!… ¡No me hables, malparida!… ¡Aaahhh!… ¡Aaahhh!… ¡Aaahhh!… ¡Aaahhh!… ¡Aaahhh!… ¡Aaahhh!… ¡Aaahhh!…
CATALINA: ¡Pepe, métele ese consolador gigante por el culo a la Paty!…
PATRICIA: ¡Aahhh!… ¡Uy, no!… ¡¿Por el culo?!…
CATALINA: ¡Claro, mi Paty hermosa! ¡Por el culo!… ¡Una de mujer de tu talla tiene que saber follar por todos los huecos!… ¡Procede, mi Pepe, por favor!…
PATRICIA: ¡Esperen!…
CATALINA: ¡¿Qué quieres? hermanita!
PATRICIA: ¡Encomendarme al Altísimo antes que me metan esa horrible cosota!…
CATALINA: ¡Tú y tu puta religión!… Jejeje… ¡Ok! ¡Dale!… ¡Pero rápido, mija!…
PATRICIA: ¡Dios mío, protégeme de todo mal y peligro!… ¡Te pido porque esta enculada salga bien y no me lastime!…
CATALINA: ¡¿Ya acabaste? hermanita! ¡Mi Pepe tiene muchas ganas de metértela por ese culazo tan rico y tentador que bien te mandas!
PATRICIA: ¡Está bien!… ¡Ya terminé mi oración!… ¡Pero antes que todo ¿dónde está el puto lubricante?!
CATALINA: Jajajaja… ¡Tan bobita!… ¡Pues con babitas, mami!… ¡Ya has tenido cinco hijas, pero, pareces muy novata en esto de culiar! ¡Parece que estás oxidada! ¡Ese William como que no te folla nunca!… ¡El lubricante son las babitas!… ¡Procede, mi Pepe!… ¡No perdamos más el tiempo! ¡Encula a la puta!…
De repente, el hombre puso las piernas de Paty en sus hombros de manera salvaje, le levantó la cadera, le escupió el ano y agresivamente le metió dos de sus gruesos dedotes por ese magnífico culote.
PATRICIA: ¡Aaaayyyy!… ¡Jueputa!… ¡Pepe!… ¡Eres muy brusco! ¡Debes empezar a aprender a tratar a las mujeres!
CATALINA: ¡Pero al parecer anoche no le dijiste eso a tu macho, Paty!
PATRICIA: ¡Tienes razón, no lo hice porque me gustó!… ¡Ahh!… ¡Ahh!… ¡Ahh!… ¡Ahh!… ¡Dame verga, Pepito!… ¡Dámela todita por el culo, so puto!…
CATALINA: ¡¿Si la oyes? Pepe! ¡Resucitó la puta esta!… Jejeje… ¡Tu ritual de liberación y exorcismo está funcionando, están saliendo las putas a flote!… Jejeje… ¡Métele la vergota vibradora de látex primero a la perra!… ¡Qué disfrute todo lo que no llega a disfrutar con la verga de su maridito esta hija de puta!… Jejeje… ¡Aquí vinimos fue a gozar y a putear, hijueputa!… Jajajajajajaja…
Mientras Cata fue a encender el equipo de sonido y a poner reguetón vulgar a todo volumen, Pepe agarró la brutal verga de látex y se la comenzó a incrustar por el culo a la arrecha Patricia.
PATRICIA: ¡Ay!… ¡Mi Dios!… ¡Ahhh!… ¡Ahhh!… ¡Ahhh!… ¡Ay!… ¡Mi Dios!… ¡Aahh!… ¡Aahh!… ¡Aahh!… ¡Ay!… ¡Mi Dios!… ¡En las cosas en las que yo me meto, juemadre!… ¡Aaaaaaaaaaggggggggggghhhhhh!… ¡Es muy grande!… ¡¿Ya me entró toda? hermanito de la fe!
Catalina, mientras cantaba y twerkeaba eróticamente ese reguetón tan cochino y provocativo llamado “Gasolina” de Dadyy Yankee, se apresuró a responderle a su enculada hermana:
CATALINA: ¡Va por la mitad, hermana! ¡Yo sé que tu recto es bien profundo así que ánimo, mamita!… Jejeje…
Y la impúdica y fiestera Cata, animando a la Paty, siguió cantando y twerkeando como si nada mientras su evangélica hermana era enculada y abusada salvajemente con esa gruesa y larga maquinota.
CATALINA: ♫¡A ella le gusta la gasolina!… ♫¡Dame más gasolina!… ♫¡A ella le encanta la gasolina! ♫¡Dame más gasolina!…
PATRICIA: ¡Jesús!… ¡Esta cosa es muy grande, Catica!… ¡Me está doliendo el puerco ano un poco!… ¡Aaaaaagggghhhh!… ¡Jueputa!… ¡Me duele el puto culo!…
CATALINA: ¡Aguántate, puta!… ¡Si quieres ponte a orar o a cantar conmigo!… ¡Ahí va entrando bien, no te preocupes!…
PATRICIA: ¡Señor Jesús, en tus manos encomiendo mi espíritu y mi puto y dolorido culote!… ¡Aaaaaaaaaggggggghhhhh!… ¡Jueputa!… ¡Duele!… ¡Duele!… ¡Pero sigue metiéndomelo más, pervertido de mierda!… ¡No te detengas, Jueputa!… ¡Dale!… ¡Aaaahhh!…
CATALINA: ¡Eso, Pepe! ¡Mueve el consolador como si estuvieras penetrando a esa perra con tu verga!
El zombi Pepe obedeció a Cata y empezó a mover esa vergota plástica dentro del abierto culazo de Paty, quién estaba bastante excitada y dolorida.
PATRICIA: ¡Dios altísimo!… ¡Así!… ¡Así!… ¡Así!… ¡Aaaahhh!… ¡Aaaahhh!… ¡Aaaahhh!… ¡Jesús!… ¡Oohh!… ¡Cómo me gusta!… ¡Aaaaaagggghhhhh!… ¡Muévelo! ¡Muévelo!…
CATALINA: ¡Uy, hermana!… ¡Ahora sí lo estás disfrutando bastante!… Jejejeje… ¡Dizque la muy cristiana y miren, resulta que eres una putona completa!… Jajajaja…
PATRICIA: ¡Cállate, tonta, que por ti estoy en esta situación!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Jueputa!… ¡Mi culo!… ¡Qué rico!… ¡Qué rico!… ¡Qué rico!… ¡Qué rico!…
CATALINA: ¡Tu querías que esta situación se diera, perra inmunda! ¡Solo te ayudé a lograr tus deseos un poco, prostituta de mierda! ¡Y te está gustando mucho!
PATRICIA: ¡Cállate, puta! ¡Déjame orar!… ¡Mi Dios! ¡Líbrame de esta fuerte enculada!… ¡Aaaaaaagggghhhh!… ¡Qué tarde de pasión y sexo!… ¡Oohh!… ¡Oohh!… ¡Oohh!… ¡Estoy siendo fuertemente enculada!… ¡Aaaaagggghhhh!… ¡Qué rico!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Señor Jesús, perdona mis pecados y llévame a tu reino en caso de fallecer hoy por esta terrible enculada!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Jueputa!… ¡Mil veces jueputa!… ¡Qué rico!… ¡Qué rico!… ¡Qué rico!… ¡Estoy siendo clavada como Cristo lo fue en la puta cruz!…
CATALINA: Jajajaja… ¡Después de estar tan callada y acobardada ahora sí empezaste a hablar como una puta lora mojada!… Jajaja… ¡Te felicito, hermana Paty!…
El animado reguetón siguió sonando con canciones aún más vulgares y Catica continuaba perreando y dándose dedo por su caliente y humedecida chochota.
Pepe penetró por unos minutos a la bibliera de la Paty por el culo con ese gran consolador vibrador. La evangélica señora estaba disfrutándolo tanto como la dura penetración anal de la noche anterior y gemía, gritaba y lanzaba fuertes palabrotas sin ninguna clase de impedimento.
El maquillaje y todos los menjurjes que la acuerpada Patico se había aplicado sobre sus tetas para ocultar los chupones y marcas de las mordidas que Pepe le había dejado en la follada anterior se estaban cayendo y dejaban ver algunos rastros morados que aún persistían en ellas. Pepe al ver eso volvió a morder y chupar esas colosales tetotas.
El bandido sacó la verga de látex del culo de la mujer y se acostó en la cama poniendo a Paty sobre él y le clavó su propia vergota viviente y palpitante en el abusado orto. La señora empezó a cabalgar de manera agresiva y voraz.
PATRICIA: ¡Eso!… ¡Eso!… ¡Eso, Pepito!… ¡Así!… ¡Así!… ¡Así!… ¡Aaaaayyyyyy!… ¡Qué culiada tan bacana!… ¡Ay, mi Dios!… ¡Qué sensación!… ¡Aaaaggghhh!… ¡Definitivamente soy una puta!… Jejeje… ¡Me putié totalmente en tan solo dos días!… ¡Aaaayyy!… ¡Este puto me está llevando al cielo!… Jejeje…
Mientras tanto la puta de la Cata se armó de esa poderosa vergota de látex que segundos antes había estado dentro del culo de su hermana y sin esperar nada se la clavó en su hambrienta chochaza.
La alegre y culisuelta Catica, a la vez que cantaba esas sucias canciones de reguetón, disfrutaba mirando a su hermana Paty dejar a un lado su estúpida mojigatería cristiana y se extasiaba contemplándola en todo el soberbio furor del delicioso folleteo, verla culear con tanto desparpajo con el deseado pervertido le generaba muchísima complacencia, pues como ella no era cristiana, sino de mente liberada, siempre quiso que su hermana no fuera tan amargada y gozara la única vida que hay, la terrenal.
Sonó la cochina canción llamada “Delincuente” de Tokischa, Anuel AA (los que no la conozcan la pueden escuchar en YouTube mientras siguen leyendo el relato para obtener una mayor calentura); y la Cata se estremecía dándose consolador por esa rajota mientras cantaba, repitiendo con ganas, esa sucia y pornográfica letra:
CATALINA: ♫¡Tengo un delincuente en mi habitación… ♫ A vece’ me lo mete’ al pelo y a vece’ con condón!… ♫¡Tengo un delincuente en mi habitación… ♫Me lo mete en la cocina y a vece’ hasta en el balcón!… ♫
Patricia seguía saltando con suma energía sobre la formidable verga del pervertido metiéndosela hasta las entrañas de su suculento culazo. La muy puta gemía y pedía más verga, se sentía en el paraíso. De todas maneras, era claro que en el fondo ella siempre quiso que se volviera a repetir su sesión de sexo duro con ese atrevido canalla.
Pepe se veía como hipnotizado, pero muy dinámico y potente en la severa culiada.
Después de un rato el pervertido se vino lanzando dentro del culo de la señora terribles chorrotes de semen caliente y a presión. Cata, al notar que eso se estaba dando entre su hermana y el infame, gritó altamente emocionada.
CATALINA: ¡Eso, maldito!… ¡Eso!… ¡Así se hace, malparido!… ¡Haz gozar a mi hermanita como nunca!… Jejejeje…
Paty también eyaculó, lo hizo casi al tiempo que Pepe. El ama de casa estaba nadando en un profundo placer y en un júbilo sin igual, era como si hubiera entrado en un intenso éxtasis religioso y paradisiaco. Su rostro pasó a ser similar al de las imagines de la virgen María y de los santos cuando tienen un encuentro divino. Lo anterior era verdad, al sentir que la simiente de Pepe le inundaba todo el culo y los intestinos, parecía como si estuviera viendo a Cristo y a todos sus ángeles en persona, en su cara se dibujaba un gran gozo celestial y una erótica mirada de satisfacción, triunfo, gloria, admiración y piedad.
PATRICIA: ¡Por Dios! ¡Cata, estoy viendo al creador!…
Al igual que la lechada anal, el squirt y el orgasmo de doña Patico también fue tremendo.
Doña Paty no salía de ese estado de gozo tan exquisito, se le habían blanqueado los ojos como si tuviera una posesión diabólica de gusto extremo. En esos momentos de radiante placer la señora se sentía cabalgando unicornios de magnánima felicidad y penetrante deleite que flotaban apacible y benévolamente por el universo entero, se veía ella misma tocando las estrellas con sus manos y decorando con ellas el trono de Dios y de Jesús.
Pepe y su gran miembro hicieron a Paty alucinar y tener una experiencia religiosa con el Señor.
La profana y querida Catica, empujando a su extasiada hermana, la quitó de encima del semiinconsciente hombre el cual ya estaba prácticamente dominado por las drogas que ella misma le había suministrado sin que él se hubiera dado cuenta.
Patricia cayó pesadamente al suelo, sobre la mullida alfombra, se levantó y de su rotundo culazo empezaron a emanar inmediatamente grandes cantidades de blancuzca lefa, inmensos goterones de semen que lascivamente quedaban intactos sobre el material esponjoso de la bonita alfombra sin que fueran absorbidos por esta.
Cata se apresuró a lengüetear, chupar y succionar la incansable y paradota vergota de Pepe, no quería desperdiciar nada de esa buena lefa, por eso, después de mamársela y limpiársela con la puta lengüa, la obscena mujer se bajó de la cama y se puso a lamer y a relamer como loca sedienta de semen el espeso esperma que había salido directamente del delicioso culo de Paty y que había caído en la sucia y pisoteada alfombra.
PATRICIA: ¡Pero qué rayos!… ¡Vaya putita!… ¡Cómo se nota que no tienes ni un puto pelo de autoestima!…
CATALINA: ¡Déjame ser una puta cerda, mamita!… ¡Me gusta ser bien marrana y bestial y no me importa lo que digas!…
Cata, burlándose de Paty, hizo el sonido de una cerdita cachonda mientras seguía lamiendo la alfombra y Paty no salía de su perpetuo asombro mientras más semen salía de su culazo y bajaba resbalosamente por sus hermosas y gruesas piernotas.
A Paty le generaba asco ver a su hermana Cata hacer esa completa cochinada rebajándose totalmente.
Catica parecía una perrita sedienta lamiendo con su larga e inquieta lengüaza el humedecido piso.
Pero la sorpresa de la Patico fue mayor al ver que su profana y cochina hermanita dejaba la relamida alfombra para ponerse detrás de ella y le lamía el semen que se resbalaba por sus piernas.
PATRICIA: ¡Dios bendito!…
Cata, agarrando el espectacular culazo de su hermana, empezó a lamerle esas increíbles nalgotas, y, abriéndoselas, se atrevió a meterle abusivamente su rosada y traviesa lengüa de puta garosa en su abierto y recién ultrajado ano absorbiendo todo el semen que le quedaba adentro.
Paty, al principio, no supo cómo reaccionar ante la metida de lengüa en su ano por parte de su pervertida y abusiva hermanita menor, pues sintió gozo, pero luego, retirando la cara de Cata y alejándose un poco de ella, dijo:
PATRICIA: ¡Óyeme!… ¡Óyeme!… ¡Pero qué demonios estás haciendo, perra!…
Cata, gateando, se comenzó a acercar nuevamente a su hermana con el fin de seguir lamiéndole el semen de su culo, y dijo:
CATALINA: ¡¿Pues no lo ves? boba! ¡Te estoy limpiando el culo con la lengüa como si fuera papel higiénico!… Jejeje… ¡Me encanta lamer y tomarme la lechecita que queda dentro de los ojetes! ¡Queda sabiendo a rico requesón con caquita!… Jejeje…
PATRICIA: ¡Juemadre!… ¡Qué asco!… ¡Me vas a hacer vomitar, perra asquerosa!… ¡Apártate de mí, demonia!… ¡Quita tu sucia lengua de mi culo, putona atrevida! ¡Yo no soy lesbiana ni tengo ninguna de esas perversas mañas! ¡Degenerada de mierda!…
CATALINA: Jajajaja… ¡No seas pendeja!… ¡Eso no es ser lesbiana!… ¡Solo es algo que se hace espontáneamente al tener semejante sesión de sexo! ¡Deberías estar feliz y dichosa de que tu linda hermanita menor te haga cositas con su lengüita en tu rico culazo! ¡De ser otra me lo estaría agradeciendo!… ¡Eres muy rara! ¡No sabes gozar!…
PATRICIA: ¡Eres de lo peor, Catalina!…
CATALINA: Jajajaja… ¡No te lo había contado, mi Paty, pero hace un par de meses tuve fuerte sexo con dos amigos militares y un transexual callejero bien vergón y bien loca al mismo tiempo! ¡Y me encantó meterle la lengua en el orto al puto transexual ese mientras lo pajeaba con mis manos! ¡Mis dos musculosos compañeros le habían roto el malparido culazo a esa loca hijueputa! ¡Le dejaron toda la leche adentro! ¡En el recto! ¡Y yo me encargué de sacársela todita con mi lengüita! ¡El muy malparido no me avisó y se cagó en mi boca y en mi cara! ¡Me dejó apestosa, pero esa experiencia me fascinó totalmente! ¡Descubrí otra faceta en mí!… ¡Ni siquiera conocía a ese transexual, no sé ni su nombre!… ¡Lo busqué con mis amigos para repetir esa sesión, pero no lo volvimos a ver!… ¡Imagínate eso!… ¡Si se le metí la lengua en el culo y le hice eso a ese feo y degenerado marica entonces por qué no hacérselo a mi propia hermana querida y preciosa?! ¡Estoy enamorada de ti, mi amor!…
PATRICIA: ¡Y me lo confiesas así de sinvergüenzonamente!… ¡No lo puedo creer!… ¡Eres una puercona de aquí a las estrellas!…
CATALINA: Jajajaja… ¡Eres muy chistosa, Paty!… ¡Te escandalizas por cualquier huevonada!… Jajajaja…
PATRICIA: ¡¿Huevonada?!… ¡¿Le dices huevonada a semejante porquería?!… ¡Eres un demonio, Catalina!… ¡Eres una bisexual e incestuosa!
CATALINA: ¡Soy una demonia!… Jajaja… ¡Mi nombre es Putalina!… Jajajaja… ¡Así me estuvo llamando el puto de mi Pepe!…
PATRICIA: ¡No te escucharía más y me iría a no ser porque acabé de tener una visión divina que estoy interpretando como que necesito una nueva oportunidad sexual en mi vida!…
CATALINA: ¡Debe ser una señal de tu Señor indicándote que seamos novias, mamasota rica!…
Patricia excitada se metía su dedito en su panocha, pero, ante lo que le acabó de decir su hermanita Cata, prefirió cambiar de conversación, se fijó en Pepe y dijo:
PATRICIA: ¡Oye, y Pepe quedó como desmallado! ¡No se mueve!…
CATALINA: Jajajajaja… ¡Colapsó el malparido!…
PATRICIA: ¡Desde hace un rato se comenzó a portar de manera extraña, no hablaba nada! ¡Y parece dormido! ¡¿Será que está muerto?!…
CATALINA: ¡Claro, lo hemos matado!… Jejeje…
PATRICIA: ¡Cóóómmmooo!…
CONTINUARÁ…
ESCRITO POR SIREMIS.
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