Un plan para papá III
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por HombreConSuerte.
Marie no dejaba de ver el video donde su marido se cogía a sus hijas Carla y Ceci.
Le impactaba y se sentía rara.
Recién después de verlo 3 veces llegó la comprensión, entendió que le impactaba, que le llamaba la atención.
Entendió que no era ver a las chicas cogiendo con el padre, que si bien estaba fuera de normal o de lo que hasta ese tiempo había considerado normal, no era eso, sino ver la destreza que ellas tenían, que ya poseían y aún más el ver como disfrutaban entre ellas.
Evidentemente ambas eran bisexuales ya que podía verse a simple vista como disfrutaban con el padre y a su vez como disfrutaban entre ellas.
Se dio cuenta que estaba celosa, si celosa de la relación que se había formado entre su marido y sus hijas y además celosa de cada una de ellas porque entendía que verlas besándose y tocándose entre ellas la calentaba, la calentaba mucho más que verlas con el padre.
Mientras miraba el video ya por cuarta vez en su habitación, entró su hija Ceci la menor y se sentó en la cama junto a ella sin decir nada.
Juntas continuaron viendo el video.
Pronto se dio cuenta que su hija se tocaba y gemía muy por lo bajo, sin reparar que la madre la miraba, entonces animándose, quizás empujada por su propia calentura, apoyó la mano derecha sobre una de las piernas de su hija.
Esta tomó la mano de madre y sin dejar de mirar la pantalla, la movió dejándola entre ambas piernas.
Marie entonces con su otra mano, acaricia la cara de su hija y atrayéndola hacia sí, comienza a besarla, primero ligeramente apenas sobre los labios y viendo que obtenía una respuesta positiva desde el otro lado, continuó mas apasionadamente.
Su lengua entraba en la boca de Ceci y obtenía a su vez respuesta.
Sintió que la acariciaban, que una de las manos de Ceci buscaba sus pechos sin dejar casi de perforarla con la lengua.
Se recostaron y Ceci quedo arriba de la madre besándole la boca y el cuello.
Marie la abrazaba con sus brazos por detrás de Ceci, le acariciaba la espalda, le cola y trataba de meter la mano entre sus piernas para poder acariciarle la concha.
Las piezas de vestimenta una a una fueron cayendo hasta que ambas quedaron totalmente desnudas.
Ceci no dejaba de asombrarse por el perfecto estado del cuerpo de su madre ya medida que descubría, observaba y tocaba sus tetas, su culo, su excitación aumentaba y quería hacerla suya.
A medida que se besaban y chupaban giraban en la cama hasta que Ceci siente que queda en la cama boca arriba ella arriba, que la boca de su madre deja sus pechos y empieza a besarle el abdomen, sigue bajando y llega a la entrepierna.
Cuando por primera vez siente la lengua de Marie pasando por encima de su sexo, no pudo evitar emitir un gemido y arquearse violentamente mientras a su vez y con ambas manos apretaba la cabeza de su madre oprimiéndola hacia su sexo, abriendo las piernas casi en 120 grados.
Siendo su primera vez Marie hacía lo que su experiencia como mujer le indicaba, busco con la lengua el clítoris de Ceci y cuando lo encontró se centró en él.
Su lengua lo recorría en forma circular, luego por arriba en cruz para volver a hacerlo en forma circular.
Sintió en ese momento el primer orgasmo de su hija, un orgasmo clitoriano sin penetración y decidió emparejar la cosa.
Sin dejar de chupar y sintiendo como el cuerpo de Ceci e respondía completamente, comenzó a introducir su dedo índice en la vagina de Ceci.
Cuando el dedo entro, sintió casi un aullido de su hija.
Su dedo entraba y salía ya no con dedo sino con dos.
La sábana por debajo de la cadera de Ceci mostraba una enorme mancha debido a la saliva de Marie que caía entre las piernas y al los propios fluidos de Ceci que no dejaban de salir tras su segundo orgasmo.
Después del segundo orgasmo de Ceci esta obliga a su madre a girar hasta formar un 69 y comienza también a lamer y mordisquear el sexo de su madre.
Cuando Marie sintió la lengua de su hija y sus dedos tocándola expresó su satisfacción con un orgasmo muy esperado, sintió placer hasta en su última fibra, su cuerpo quedo con espasmos y su mano sin querer saco los dedos del sexo de su hija.
Ahí estaban, orgasmo tras orgasmo, girando en la cama cada una de ellas con la cabeza en el sexo de su partener tratando de darle el mayor placer posible y sintiendo a su vez un placer multiplicado.
Marie siente que los dedos de Ceci ya no buscan su sexo, sino que comienzan a jugar con el agujerito de su culo y entiende que debe hacer lo mismo.
Busca el culo de Ceci y al encontrarlo se da cuenta que está totalmente lubricado con la saliva y fluidos que le fueron cayendo.
Se da cuenta que un solo dedo entra muy fácilmente y prueba con dos.
Percibe que a ella le hacen lo mismo y lo goza, introduce su tercer dedo.
las manos de ambas entran y salen mientas sus lenguas ya cansadas siguen con la misma faena
Unos minutos más tarde ambas llegan al orgasmo juntas, gimen en voz alta, casi gritan y quedan ya flácidas y abrazándose sobre la cama.
Ceci había contado 5 orgasmos y Marie 4.
Estaban muy cansadas pero felices, se habían descubierto y abierto al placer que da el amor entre ambas sin prejuicios o falsedades.
Cuando finalmente Marie se levanta para ir al baño, encuentra a su otra hija sentada en una silla con la cámara de video en una mano, masturbándose con la otra junto a la puerta de entrada.
– Carla!!, qué haces allí – le preguntó Marie, mientras Ceci se sentaba en la cama sonriendo
– Fue tan hermoso que no quise interrumpir – respondió Carla, – pero espero que la próxima vez me llamen y no me dejen afuera, por favor mami –
– Simplemente se dio – dijo Ceci, – pero nunca nos olvidaríamos de ti – y le tiró un beso aéreo a su hermana, que lo recibió con una sonrisa
– Bueno ya está – dijo Marie y al pasar dio un beso en la boca a Carla, – ahora viene lo peor que es encarar a su padre – agregó.
Esa noche las tres se sentaron en el living de la casa y mirando televisión, muñidas del famoso video, esperaron la llegada del padre.
A las 21 llegó Carlos muy sonriente y se paró delante de familia.
– Que lindo encontrar a la familia unida – dijo, – tengo un anuncio que creo será muy importante para hacerles –
Marie y las chicas se miraron y cada una de ellas pensó, ahí viene el anuncio que se va de la casa, que nos deja
– Están listas -dice Carlos, – Bueno ahí va –
– Acabo de comprar una casa en la playa, donde espero podamos pasar casi todos los fines de semana juntos – concluyó
El anuncio muy diferente a lo que esperaban, las golpeó, no entendían
La mas desconfiada era Marie que pensó que se trataba de alguna nueva estrategia
Marie miro a Carla y le hizo señas que ocultara el video, cosa que ella hizo inmediatamente
– Que pasa las deje atónitas – agregó Carlos – Si no me equivoco es lo que siempre me pidieron.
La casa tiene incluso pileta y un jacuzzi donde entramos todos, con agua caliente en el jardín –
– No entiendo – dijo Marie – No entiendo – repitió
– Qué es lo que no entiendes – dijo Carlos sonriendo – compré la casa en la paya que siempre me has pedido –
– No no – dijo Marie, – no es eso, es qué .
–
– Mira Carlos, te contare lo que pasa, la verdad – dijo Marie y se sentó en el sillón con una hija a cada lado
– ¿Qué verdad? – dijo Carlos – que pasa aquí, no entiendo –
– La verdad es que sabemos que estas por dejarnos – dijo Carla – que nos abandonas –
– Ehhhh – contesto Carlos cambiándole la cara – de donde salió esa pavada –
– yo contraté un detective privado – dijo Marie – y su resultado fue que tenías una amante y que por ella nos abandonarías –
– Amante????, de donde, quien??, ¿cómo pudo decir soberana mentira? – aulló Carlos gesticulando – es evidente que te engañaron –
– Nunca pensaría en dejarlas, las quiero demasiado para eso.
Que te llevó a pensar esa estupidez – gritó Carlos alterándose
En segundos agregó – perdonen, trataré de calmarme así nos entendemos –
– ¿Entonces no nos dejas? – dijo Ceci preguntando con voz apenas audible
– No hija – dijo Carlos afablemente – ¿Te parece que si así fuese compararía una casa para ustedes? –
– pero el detective.
– dijo Marie – estabas tan distante –
– si es cierto que estaba distante, pero es que necesitaba concentrarme en algunos negocios que al salir bien nos dan la oportunidad de comprar la tan ansiada casa – aclaró Carlos
Marie comenzó a llorar, sus hijas la abrazaban.
Carlos se acercó y rodeándolas con sus brazos les dijo – Bueno superemos esta tormenta, después me terminas de contar, pero quiero que entiendan que nunca tuve una amante ni pensé en abandonarlas –
Agregó luego mientras la abrazaba – Si ahora me doy cuenta que quizás estuve distante y que debería al menos haber compartido mis temores económicos contigo Marie, pido disculpas por eso –
Todos se levantaron y se abrazaron, en ese momento se cae el CD que guardaba Carla solo advirtiéndolo Carlos, que lo levanta y se lo guarda sin darle mayor importancia.
Al finalizar ese momento, Marie después de dar un beso a su marido se dirige al baño y sus hijas cada una a su cuarto.
Antes de Carla entrar a su cuarto, escucha a Marie que le dice – el CD, dámelo que lo guardamos, ya no lo necesitamos –
– ¿no lo tienes tú? – pregunta Carla, y ante la negativa de Marie, miran a Ceci quien también lo niega con la cabeza
– Quedó abajo!!! – dijo Marie – Vamos a buscarlo –
Bajan las escaleras y al llegar al living ven a Carlos asombrado, mirando el televisor donde transcurrían las escenas del video que mostraba como tenía sexo con sus hijas.
Con cara de gran asombro, y enojo Carlos se da vuelta y dice – Marie que es esto que tenías, de que se trata esto –
Marie sin saber que decir lo miró con cara asombrada y hasta aterrorizada, – no sé de qué hablas – replico
Pero fue Ceci quien habló diciendo – Bueno hablaste de sincerarnos – dijo
Y agregó – Mamá nada sabe de este video, así como tú nada sabes del otro – y dijo a Carla, tráete el otro Carlita el que has guardado esta tarde
– vos mami – le dijo a Marie – ven siéntate y mira este video con Papi, por favor sin juzgar – dijo mientras la tocaba por abajo para transformarla en cómplice.
Marie enseguida entendió que tenía que seguirle el juego a su hija, aún sin entender a donde quería llegar
Lo importante era que si Carlos llegaba a entender que su relación con sus hijas se debía a un plan predeterminado, todo se iba directo al tarro de la basura.
Marie se sentó junto a Carlos a ver el video que por supuesto ya conocía sin dar señas de ello.
A medida que lo veía cambiaba su cara y de vez en cuando miraba a su marido, quien ya d cara de enojado había pasado a cara de compungido, casi aterrorizado.
Apareció Carla y cuando terminó lo que estaban viendo cambió el CD
Este nuevo video mostraba a Ceci en la cama con su madre, desarrollando casi todos los movimientos que había desarrollado con su madre esa tarde.
A medida que pasaban las escenas la cara de ambos progenitores cambiaba.
Casi ni se miraban.
– Deben entender que lo que hicimos, fue por completo por decisión y acción nuestra – dijo Ceci
Carla que agarró enseguida a donde quería llegar su hermana agregó – queremos que seamos una familia abierta sin celos y amándonos todos, sin tabúes ni censuras –
Carlos se levantó y miró a Marie y dijo – Descansemos esta noche, mañana lo charlamos.
Es mucho para procesar –
Tomando la mano de Marie la llevó a la habitación dejando a sus hijas en la planta baja.
Al entrar la miró y le dijo – eres muy bella Marie, entiendo si estas enojada con lo que vistes –
– de que puedo estar enojada si yo también caí en la misma trampa – contestó Marie – y la verdad es que tengo que confesar que lo gocé y mucho –
– No puedo negar lo mismo – dijo Carlos sonriendo al advertir que se tranquilizaba todo – estas dos chicas son fantásticas, el sueño de cualquier hombre –
Mientras decía esto Carlos observaba como Marie se iba desvistiendo para ponerse su ropa de noche, eso lo excitó y se hizo evidente
– Eres tan hermosa – repitió – te deseo como nunca – agregó, abrazando a Marie y apoyándole la pija muy parada sobre el surco de la cola.
Marie se sintió feliz, su marido aún la deseaba y además se lo decía y se lo demostraba.
En ese momento solo quería, no necesitaba tener sexo salvaje con él.
Se dio vuelta y lo beso, lo beso como hacía rato que no lo besaba.
Sintió que la lengua de Carlos la recorría en toda la boca, los labios, el cuello y comenzó a suspirar.
Vio y sintió como Carlos ya se despojado de su ropa la acostaba en la alfombra y metía la cabeza entre sus piernas.
Comenzó a gemir mientras sentía esa lengua caliente taladrándola.
Carlos estaba casi desesperado, su excitación era superior a la normal.
Aún tenía marcada en su mente como Ceci le chupaba la concha a su madre que gemía como un marrano.
De pronto siente que desde atrás la pasan la lengua por las bolas, se da vuelta y ve a Carla desnuda que le sonríe y comienza a chuparle el culo, eso lo excita aun más.
Marie también con los ojos cerrados siente que la lengua de Carlos la lame en la entrepierna, pero también siente que le chupan un pecho y se lo aprietan con fuerza.
Abre sus ojos y ve a Ceci que le mordisquea uno de sus pezones.
Vuelve a cerrar sus ojos y disfruta.
Con su mano busca la entrepierna de Ceci y al encontrarla comienza a introducirle uno de sus dedos.
Ceci abre las piernas y cruzándose sobre la cabeza de su madre apoya su sexo en la boca de ella que comienza a chupar con fluidez.
La tres dan vuelta a Carlos y lo colocan boca arriba, Marie se arrodilla apoyando su sexo en la cara de Carlos quien comienza a cogerla con su lengua.
Ceci arrodillada siente como Carla le chupa el sexo y la cola mientras ella con su boca busca darle satisfacción al padre que está en las nubes.
En el silencio de la noche solo se sienten los gemidos de las tres mujeres.
El olor a sexo en el ambiente ya era más que evidente.
Marie se recuesta haciendo un 69 con Carla, siente la lengua caliente que la excita mucho y trata de devolver lo, sus dedos entran en el sexo de su hija tratando de aumentarle el placer cuando siente que es penetrada analmente, se da cuenta que Carla está usando un consolador de unos 20 cm y se lo va introduciendo poco a poco a su madre que solo siente placer, un enorme placer.
Mientras, Carlos siente como va penetrando vaginalmente a su hija Ceci que le pide más y más.
Se percibe como los orgasmos van llegando.
Una vez que llega el orgasmo de Ceci, su lugar es ocupado por su madre que pide a Carlos que continúe con la penetración anal que hacía con su hija.
Carlos sin pensarlo la ensarto en un solo golpe y sintió como Marie pegaba un grito.
Marie estaba de rodillas en posición de perrito y por debajo de ella Carla con su boca le chupaba el clítoris aumentando su placer.
Mientras Ceci, usando el consolador penetraba a su hermana vaginalmente con movimientos secos y violentos.
Llega el primer orgasmo de Carlos dentro del culo de Marie, quien le limpia la pija con la boca mientras lo mira con amor.
Aparece Carla y dice – ahora me toca a mi papi, cógeme toda –
Esas palabras vuelven a excitar a Carlos que le levanta las piernas y la penetra vaginalmente muy despacio.
Ahora es Marie quien juega con el consolador en la cola de Ceci mientras esta le come la concha desesperadamente.
Carlos bombea y bombea imaginándose los futuros fines de semana en la playa y siente como Carla llega al orgasmo haciéndolo evidente con gritos de placer.
Le saca la pija a su hija y se recuesta boca arriba.
Aún la tiene parada entonces Carla comienza a chupársela acompañada por Marie que dejó a Ceci cansadísima recostada a un costado.
Ambas le chupan la pija cruzándose sus bocas varias veces y besándose entre ellas ante los ojos de Carlos.
Cuando llega al climax y acaba, lo hace en parte dentro de la boca de Marie y el resto sobre sus tetas que de inmediato son chupadas por Carla
Así ya todos tranquilos y satisfechos, se queda toda la familia abrazada, sin preocupaciones, sin rencores ni envidias.
Cada uno de ellos solo tiene un único pensamiento, tratan de imaginar el goce y la felicidad que embargará a la familia de ahí en adelante.
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