UN SOBRINO MUY INQUIETO. (4).
Las cosas se dan mejor de lo esperado y no perdono ni a mi madre..
El Uber nos llevó relativamente rápido hasta el edificio en que estaba el departamento y lo único que Cristian preguntó es si era cierto que no iba a ir más a la casa del abuelo. Le contesté que por ahora no lo haría, pero que las cosas se solucionarían cuando pudiéramos hablar todos más tranquilos. Ya dentro del departamento se puso muy contento por poder ver las luces desde la altura, pero duró poco en eso, le daba un poco de impresión estar a ocho pisos por encima de todo lo demás y entrando en el living me dijo que tenía hambre.
Le pregunté si quería comer pizzas y se entusiasmó con esto, la pedí a una pizzería con delívery y mientras esperábamos, cerré todas las ventanas y corrí las cortinas para que no se viera desde ningún otro departamento, cuando estuve seguro de que estaba todo cerrado le dije que era hora de andar desnudo, pero que allí no se podía hacer mucho ruido porque los vecinos escuchaban todo, “sí tío me voy a portar bien y no haré ningún ruido”, -expresó sacándose la ropa cuando estaba sobre el sofá. Ya desnudo se arrodilló en el sofá, se apoyó con los brazos en el respaldo y me preguntó: ¿Me vas a coger acá sobre el sofá?…
La vista de ese culito redondo, la cara de picardía que ponía mirándome de costado y las ganas de penetrarlo a lo perro me desquiciaron, pero traté de mantenerme centrado, primero tenía que recibir el pedido de la pizza y después, sin ninguna duda, lo cogería hasta que me pidiera por la madre. No obstante, no me pude resistir a abrir sus nalgas y ponerme a chupar el culito que parecía latir ofreciéndose. A Cristian le gustó esto y gimió con ganas, no se aguantaba las ganas y me pedía que se lo metiera rápido, pero el timbre del portero frenó todo.
Antes de bajar a buscar las pizzas le pedí que se pusiera el gel, me había mostrado el tubo cuando veníamos en el taxi, yo tenía en el departamento, pero me gustó la actitud de desear y esperar las cogidas que se avecinaban. Al regresar con el pedido abrí la puerta sin mostrar demasiado del interior, entré con las cajas de pizzas y me encontré con Cristian esperando en la misma posición en que lo había dejado, pero su agujerito parecía brillar por el gel. Las cajas de pizzas quedaron sobre una mesada y me saqué la ropa para acercarme a ese culito con la verga a full.
No tuve que esforzarme demasiado, fue apoyar el glande en el agujero y empujar, no me detuve y era una delicia sentir como se abrían las carnes de ese lugar estrecho y liso cuando el ariete penetraba. Cristian gemía, pero se mordía y se ponía la mano en la boca para no gritar, le estaba doliendo, aunque fiel a la palabra empeñada, no emitía sonidos que se pudieran escuchar. “Me cuesta aguantar tío, me duele mucho, parece que la cabeza del pito me abriera todo”, -me decía en voz baja-. Fue delicioso chocar mi pelvis en sus nalgas y allí me quedé esperando a que su esfínter se amoldara.
La señal provino de sus propios movimientos y entré a moverme, algunos “ayyyy” se le escapaba, aunque él mismo aplastaba las nalgas contra mi piel cuando yo llegaba al fondo de sus tripas. Pronto se movió con ganas y el “dame más, tío, dame más” no se hizo esperar. Me hubiese pasado toda la noche saliendo despacio y entrando con cierta violencia y hasta lo profundo en ese culito, pero… se imponía llenarle el culo de leche y es lo que hice, fue a mí que se me escapó un gemido cuando acabé en lo profundo de sus tripas y ayudó a esto el pedido de Cristian, “sí tío sí, me encanta tu leche calentita”.
Acariciaba y apretaba sus nalgas gozando con la imagen de mi verga grande entrando y saliendo de su agujerito dilatado, esto provocó un morbo que logró que no se desinflara totalmente. “Apretá el culito Cristian, me gusta que me des masaje allí adentro”, -le pedí-… Quizás fue algo innato, la cuestión fue que comencé a sentir algunos apretones en el tronco más blando y pronto recuperé la dureza, ahora se imponía la cama y lo llevé a la habitación si sacarla totalmente, “cuando caminás con tu pito adentro, me da como escalofríos lindos”, – expresó y me puse más duro-.
Lo aplasté contra las sábanas y él colocó la cabeza en las almohadas para contener el grito de dolor por la penetración profunda, no me importó, él sabía que no debía quejarse y se aguantó pijazo tras pijazo pues ya no me costaba aguantar. Al ratito de estar moviéndome comenzó a gemir con placer y trataba de parar el culito para acompañar mis movimientos, pero, luego de varias estocadas dadas con ganas y una cierta dureza comenzó a llorisquear y a pedir que se la sacara, “me duele mucho tío, ya está sacala, me parece que tuviera todo raspado adentro” … Lo corté enseguida, pero no la saqué, lo que menos quería era lastimarlo y obnubilado con su culito “me había pasado tres pueblos” (como diría un español). Saqué mi verga despacio pues parecía hacer sopapa con sus tripas y vi su culito abierto y a él que le costaba cerrarlo tratando de hacer fuerza para eso.
Lo cargué y lo llevé al baño, me lavé, él desalojó sus tripas, lo lavé bien, le puse una pomada antiinflamatoria que desparramé con los dedos y lo dejé sentado en el inodoro, “estuviste fantástico, pero yo todavía no terminé, ¿cómo hacemos?”, -le dije poniéndole la verga en la cara-… “Yo te la chupo y me tomo la leche, pero no me la metas en la garganta, todavía me duele”, -pidió con vocecita tenue y no pasé de la mitad hasta que se tragó toda mi simiente-.
Estaba casi completamente dormido cuando lo alcé y lo llevé a la cama nuevamente, dormimos en cucharita y escuché que Cristian ronroneaba feliz. En la mitad de la mañana desayunamos pizza y entre risas me pidió: “Poneme más pomada tío, todavía me duele adentro del culito, me cogiste con todo anoche”, por eso le pregunté si estaba molesto conmigo. “Para nada tío, me gustó cuando me la metías y te movías, tuve un montón de cosquillas, pero me dolió más que nunca” …
Antes de irnos buscamos en Internet la Play que quería y la compré con la tarjeta, di la dirección de la casa de él y avisaron que la entregarían el martes. Se puso muy contento con esto y se me prendió a la boca, besándome con ganas y moviendo su lengua como todo un putito experimentado. Se quejó un poco cuando me calenté nuevamente y le apreté las nalgas, dejé quietas mis manos y se arrodilló aflojándome el cinturón del jeans, “dejame que te la chupo y me tomo la leche”. No pudo decirle que no, cada vez lo hacía mejor y no abandonó hasta que me limpió todo. Después nos fuimos para la casa de los abuelos.
Yo bajé del auto y me quedé esperando a Cynthia que salió a recibir a su hijo, éste estaba enloquecido contándole que yo le había comprado la play, ella me lo agradeció, me tomó de la mano mientras Cristian se iba para el interior de la casa y me habló en voz baja…
- Anoche se armó un lío bárbaro y tu padre quiere hablar contigo, tu madre dijo también de ir a verte y, perdón, pero a mí se me escapó que habías dicho de un viaje a México y que no estarías hasta el jueves.
- No hay problemas, que venga a verme el viernes a última hora o el sábado. ¿Preguntaron el porqué de mi viaje?
- Tu padre preguntó para que ibas a viajar a México y tu hermano dijo que eran todas mentiras. ¿Se mantiene lo del viernes conmigo?
- Con mis condiciones sí, sino no aparezcas.
- Las acepto todas, estoy muerta con vos desde hace tiempo, por eso mis caras de culo, no podía demostrarlo, el viernes voy a estar allí, lo que vi me encantó, jajaja.
- Si vas a ser una especie de esclava-sumisa implica discreción a full, ¿estás de acuerdo?…
- Sí estoy de acuerdo, jamás otro hombre y discreción total.
- Te voy a dar la derecha y espero que no me falles, lee este mensaje y te vas a dar cuenta porque tengo que viajar a México para hacerme cargo de algo, porque tu marido termina siendo un charlatán y porque podrás estar mejor, -le dejé ver el primer mensaje recibido en que me decían que había ganado unos doscientos millones de dólares-.
- ¡Ayyy, Cristo santo!, esto es increíble, no se puede creer, -expresó agarrándose la cabeza, además se puso pálida y se recostó sobre el lateral del taxi.
- Créelo, allá me van a estar esperando, ya arreglé todo. Ni una palabra de esto, tengo pensado depositarte un fideicomiso para que puedas retirar unos diez mil dólares por mes para que te muevas vos y los chicos, mi hermano que se arregle con mi padre. Al cambio son como veinte sueldos básicos mensuales, unos dos millones de pesos mensuales y creo que hasta ahora ustedes se mueven con doscientos mil que les pasa mi padre, eso sí, no pienso cambiar ni un ápice de lo que dije, me fallás en la mínima y te quedas en pelotas, como te lo doy te lo quito.
- Sí, sí, sí, no dudes de mí, ¿no querés que viaje con vos?, puedo ser buena compañera y no estarías solo.
- No me dorés la píldora, desde ahora en más las cosas me las pedís directamente, yo te daré el visto bueno o no, recordá que no soy mi hermano. Viajo el martes a la noche, paso el miércoles allá y vuelvo el mismo miércoles o el jueves a la mañana. Allá estará la chica que me vendió el ticket y puede haber “tiroteo amistoso” si te prendés y podés zafar esos dos días, te saco el pasaje aéreo.
- Nunca estuve con una mujer, pero estoy a “disposición total” de lo que mi hombre decida, no te vas a arrepentir, sacá el pasaje y nos encontramos en el aeropuerto, pasame la hora del vuelo y listo.
Lo de mi cuñada había sido más fácil de lo que pensaba y me convencía eso de la cara de culo porque yo le gustaba, ahora comenzaría a gustarle más y no volvería a quejarse por falta de verga. Lo que ella no sabría era que viajaríamos los dos, pero yo no iría tan completo, habría dejado parte de mi “carga” en el apetecible culito de su hija Fernanda, porque estaba seguro que la pendeja no se resistiría a tener mi pedazo incrustado en sus tripas, el gel dilatador obraba milagros…
Regresé a mi departamento, abrí todas las ventanas, terminé con los pedazos de pizza que habían quedado y llamé por teléfono para la reserva de los pasajes, Aerolíneas Argentinas tenía un vuelo a las ocho de la noche del martes y me venía al pelo, estaría en México a las ocho de la mañana nuestra, aunque allí serían las cinco y me quedaba tiempo para alojarme en el hotel e -iluso de mí, lo comprobé allí- tratar de descansar. Luego de esto me acosté a dormir una regia siesta.
Me desperté como a las siete de la tarde y aun había tiempo para más sorpresas… Salía recién de la ducha y sonó el portero eléctrico, pregunté quién era y me contestó seca, “soy Elena”, conocía el paño y se notaba que venía a provocar, le abrí y me puse una bata, la verdad, dudé en hacerlo, pero, después de todo era la dueña del departamento y no tenía ganas de pelear o discutir. Ingresó al departamento y alzó la voz…
- Vine porque quiero hablar con vos, que hablemos los dos…
- Yo no te llamé y con ese tono no creo que logremos nada, si necesitás que te deje ya el departamento decilo rápido, no tengo ganas de vueltas.
- ¿Se puede saber qué te pasa a vos?, te vas de la casa, decís que no querés pertenecer más a la familia, tu padre no se merece eso y soy tu madre, no me podés tratar como a una cualquiera.
- Lo de “cualquiera” corre por cuenta tuya, yo jamás dije algo así, sólo expresé un modo de pensar que no es hipócrita y a mi padre no creo que le haga tanto daño el que yo no vaya a la casa.
- ¿Cómo podés decir eso, en qué andás?
- Como para decir algo, ¿sabe mi padre cuántas materias rendí y cuáles fueron mis notas?… ¿Sabe acaso que ya soy Licenciado en Derecho y puedo dar clases en una Universidad o que tengo las notas más altas de mi curso?… ¿Sabe que un Estudio Jurídico importante me cursó una invitación para comenzar a formar parte de sus “practicantes” y yo tengo más ganas de largar los estudios que de recibirme … ¿Sabe que salí un tiempo con la hija del Canciller y tengo buena relación con su padre? Me parece que mi padre ignora muchas cosas de mí, del mismo modo en que me ignora a mí.
- Bueno, admito que…
- ¿Sabe mi padre que el superávit comercial de vuestra empresa dio un resultado favorable de tantos millones que se pierden por mala administración o que la facturación del año pasado tuvo un incremento de un 12%, respecto de los últimos cinco años y sí, me interesa conocer de la empresa que siempre nos dio de comer, posiblemente él lo sepa también porque sólo le importa su empresa y su hijo el Ingeniero que, dicho sea de paso, luego de cinco años no tiene un trabajo rentable, no cuajó con ninguno y vive haciéndole la pelota para que le dé el dinero necesario para vivir y mantener a la familia.
- A vos también te da dinero…
- En realidad, en términos de comparación, no existe tal comparación, pero eso no es lo que me jode, el dinero no es mi prioridad, ya ves que ni coche tengo, no tengo necesidad de aparentar lo que no soy, ¿sabe alguno de ustedes cuanto tengo ahorrado en el Banco porque no gasto a manos llenas?, aun a pesar de que mi hermano se llena la boca diciendo que me la paso chupando y de joda en joda. Me parece “mamá” que no tenemos mucho de qué hablar porque vos también ignorás muchas cosas de mí, es más, tampoco te interesó mucho saberlas. Si querés sigo, pero no creo que te convenga demasiado.
- Me duele mucho lo que me estás diciendo, no nos merecemos esto.
- Te reitero que no es un tema de merecimientos o no o de atacar con maldades, yo sólo expreso lo que pienso. Te digo que Elena tiene buenas tetas y buen culo y te escandalizás con eso porque ponés al “hijo” por delante, pero Elena va tres veces por semana al gimnasio y no tiene problemas en dejar que monitores y clientes le miren el culo y las tetas, pero, claro, no son hijos, si eso no es hipocresía, explicame porque me cuesta entender y conste que no estoy en desacuerdo con que te cuides y te sientas halagadas con esas miradas.
- Sí, pero yo no engaño a tu padre con otros tipos.
- Eso lo decís vos y te lo voy a creer por respeto, pero hay muchas formas de engaño, de última, tendrías que probar, a lo mejor descubrís cosas más interesantes que dormir al lado del “viejo”.
- Ahh, claro y vos estás capacitado para enseñarme todas esas cosas, ¿no?
- Nunca dije nada de eso, además tampoco haría nada de lo que te arrepintieras después y anduvieras llorando por los rincones, aunque, ya que lo decís, sí, yo tengo muchas cosas por enseñarle a una mujer hermosa y descuidada en su casa.
- Primero, tendrías que volver a casa y segundo, ¿qué podrías enseñarle a esta vieja necesitada?, -hizo la pregunta, se paró, dejó caer el vestido y quedó frente a mí con un conjunto de ropa interior muy sensual que resaltaba toda su belleza-. Yo la miré sin cambiar la expresión, pero me di cuenta que mi “vieja” estaba mortal.
- Va a ser mejor que te vistas, del mismo modo en que no acepto los parentescos para determinadas cosas, tampoco acepto los chantajes y vos me estás ofreciendo algo a cambio de…
No me dejó terminar, se movió con una rapidez que no esperaba, pasando un brazo sobre mi nuca acercó su rostro al mío y metió la otra mano en la bata para aferrar mi verga que, al toque, reaccionó como ella seguramente esperaba. Noté enseguida que, de besos bien dados, poco y nada, pero se dio cuenta que yo sabía algo más y se dejó besar colaborando con eso. El gemido de placer que profirió me calentó como un beduino y dejé la boca para dedicarme a su cara, besé sus ojos, sus pómulos y los costados de su cuello. Todo se convirtió en un concierto de gemidos, no largaba mi verga, solamente la apretaba y además adelantaba su pelvis como haciendo movimientos de copulación.
No daba para estar allí parados y la levanté para llevarla a la habitación, no sé lo que le pasaba por la mente, pero su cara irradiaba felicidad y entrega. Al apoyarla en la cama no se soltaba de mi cuello y me besaba la cara con besos cortos y repetitivos, luego dejó de hacerlo y se soltó el sostén, se lo saqué y entonces sus tetas emergieron para regocijo de mis retinas. No eran tan grandes como creía ni tan duras, pero los pezones endurecidos, la piel más blanca y las areolas apenas un poco más oscuras me llevaron a adorarlas con manos, boca, labios, lengua y dientes porque los pequeños mordiscos que le daba a sus pezones erectos convertían su cuerpo en una seguidilla de tensiones y aflojamientos, no sé si estaba teniendo orgasmos, pero me deleitaba escuchar su “chupalas mi cielo, chupalas y hacela gozar a mami”.
Mi muslo que apretaba su entrepierna se mojó un poco más, ella se tensionó por completo y luego se fue aflojando, allí estuve seguro que le había provocado un orgasmo a mi madre y sólo con besar y chupar sus tetas. Eso me incentivo y bajé despacio besando toda la piel que encontraba a mi paso, decir que parecía estar sentada sobre un hormiguero es quedarse corto, sólo se quedó un poco quieta cuando le saqué el culote y hundí mi cara en su vagina, no se movió, pero gritó con placer sin poderse contener, eso fue como darme el mejor de los permisos y me hundí allí.
El clítoris, no tan grande, los labios empapados y el agujerito estrecho se vieron invadidos por un batallón de lenguas, hubiese querido tener más de una, pero la que había se movía como si fueran un montón y mi madre estalló en un orgasmo monumental que la dejó baldada por unos instantes. “Mi vida, mi vida, me has dado la mejor dicha de mi vida”, -decía y seguía tirando de mis cabellos como queriendo incrustarme en la vagina por la que salí a la luz-.
Pude zafar de esa posición y me arrodillé frente a sus piernas abiertas, pincelé toda su vagina con mi glande y, a la par que ella hacía movimientos para avanzar la pelvis, me hablaba como rogando: “Despacito mi alma, tenés una pija enorme y allí hace mucho que no entra nada, me vas a romper como mi primera vez” … Son sólo cosas que se dicen cuando se siente algo de temor, yo le demostré que ella estaba antes que mi propio placer y la fui penetrando despacio, observando todos sus gestos a medida en que entraba y sentía en el glande como se abrían sus carnes.
Pronto se dio cuenta que, aunque estrecha como el de una nena, su concha se dejaba penetrar y su lubricante natural ayudaba lo suyo para ello. Había avanzado más de la mitad, la sacaba y la metía sin profundizar, pero estaba esperando que ella misma diera el siguiente paso. “Madre mía, madre mía, es enorme”, -decía hasta que hizo lo que yo esperaba-. Empujó sus caderas buscando que la penetrara más profundamente y la verga entró hasta que mi pelvis chocó con sus nalgas, el gemido que dio fue una mezcla de dolor, sorpresa y satisfacción y se le unió el “cogeme hijo, cogeme con ganas”.
Era lo que yo quería y como en esa posición no podía moverme cómodo, la hice girar y quedó en cuatro hundiendo la cabeza en las almohadas. Tardé milésimas en volver a entrar profundo y al deleite de cogerla llegando hasta donde podía se le unió la posibilidad de tener esas maravillosas nalgas entre mis manos. Entré tres o cuatro veces con profundidad y mi mamá se desató con una serie de orgasmo que no sé si ella esperaba. Gemía, se movía, se contorsionaba, ahogaba sus gritos en la almohada y moviendo la cabeza pedía más.
Su ano se había dilatado lo suficiente, mis pulgares se habían ocupado de ello y a la par del bombeo en su concha, entraba un pulgar y lo sacaba removiendo y dilatando el esfínter y parte del recto. Me tenté, juro que me tenté y estuve a punto de cambiar de agujero y penetrarlo a las apuradas, pero la vi desmadejada y como desmayada, no se había desplomado porque yo la sostenía con una mano colocada en su vientre, entonces apuré y le llené la concha de leche, “síííííí”, fue lo único que alcanzó a decir, después la solté, pero la acompañé para quedar sobre ella. Esperé a que se recuperara y cuando lo estaba haciendo me expulsó despacio, si dudas que ella había quedado agotada, yo era una piltrafa y cuando nos pusimos cara a cara nos reímos por lo que nuestras caras demostraban, allí comenzó a hablar…
- No me cabe ninguna duda de que sabés darle placer a una mujer, estoy destruida, feliz como nunca, pero destruida y tenías razón ni se me ocurrió pensar en el parentesco, aunque algún “hijo” se me escapó.
- No hice más que expresar lo que estaba sintiendo y da gracias a que algo salvaste, pero me vi tentado.
- Me pareció sentir que jugabas con mi culito, eso hubiese sido tremendo, semejante garrote no iba a entrar en ese agujerito virgen sin destrozar todo.
- Te sorprenderías mamá Elena, te sorprenderías y te aseguro que no lo vas a poder salvar…
- Ya veremos, no te lo voy a negar, pero… ¿Y ahora?, ¿qué vamos a hacer ahora?
- Nada, seremos amantes cuando las circunstancias y las ganas lo ameriten.
- Jajaja, a la vejez, viruela, nunca sentí nada igual, pero nadie podrá decir que no he sido muy bien cogida, estoy muerta, pero tengo ganas de seguir, sé que no podría y estimo que cada vez será mejor.
- De a poquito, paso a paso, el tema es gozar y hacer gozar, para eso hay que practicar.
- Tonto, sos un tonto, yo no puedo muy seguido, me podés llegar a matar a polvos, jajaja, moriría como una cucaracha en tu cama, feliz, pero retorcida jajaja.
- Me encanta verte reír, hacía mucho que no lo veía.
- Las cosas en casa ya no son lo que eran, hasta la empresa no anda bien, pero, hay que seguir y no vamos a empañar este momento con pálidas. A todo esto, ¿a qué vas a ir a México?
- Tengo cosas que hacer y si me sale bien los voy a ayudar a vos y a papá.
- Ya tu hermano deslizó que vas a traficar con drogas para mantenerte, nadie le dio cabida, pero para ayudar a tu padre en la empresa o te ponés a trabajar en ella en el lugar de tu padre o le aportás dos millones de dólares que se necesitan para reestructurar todo y comprar maquinarias nuevas, casi nada, ¿no?
- Confía en mí, no preguntes y dame tiempo hasta la semana que viene, vas a ver que los problemas se comenzarán a solucionar, mi único problema va a ser ayudar a mi hermano, en realidad no merecería nada, pero lo voy a ayudar, eso sí, vas a tener que actuar como administradora de lo que reciba.
- Tu hermano no tiene remedio y gran parte de culpa es nuestra. Igual no entiendo nada, estás hablando de supuestas cantidades de dinero que no sé de dónde vas a sacar.
- Yo no hablé de dinero, hay muchas formas de ayudar, ya te dije, confía, no preguntes y esperá a la semana que viene.
- Está bien, ¿te jode si me quedo a dormir con vos?, quiero bañarme y acostarme, mañana me voy temprano.
- Dale, avisale a papá, pero no respondo por tu culito, jajaja.
- Ya puedo esperar cualquier cosa, pero si va a ser como lo de hace un rato, bienvenida la rotura de culito, jajaja.
- Tranqui mamá Elena, yo también estoy fusilado.
Después de bañarnos y de jugar en la ducha sin llegar a lo sexual, lo llamó a mi padre, le avisó que se quedaba conmigo, comimos de una pizza que pedimos y nos quedamos fritos los dos. Cuando me desperté mi mamá se estaba vistiendo, terminó de hacer eso, me besó con ganas y me dijo que estaríamos al habla. Me vino bien que se fuera temprano, mi sobrina vendría antes del mediodía y pensé que tendría que esmerarme con ella. La pendeja estaba para parar el tránsito, había salido calcada a la madre y tampoco podía olvidarme de Cynthia.
Recordando lo bien que lo había pasado con mi madre y lo feliz que se sintió después de haber roto determinadas “barreras” auto impuestas, llegué a la conclusión que había sido uno de los mejores, sino el mejor “polvo” de mi vida.
Armé la valija a los apurones porque no quería que Fernanda la viera, puse ropa de invierno -un par de suéter, una campera de cuero y un pantalón de vestir- y dejé todo preparado en la habitación de huéspedes, pedí un desayuno de un delívery y le mandé un mensaje a Cynthia avisándole que el vuelo salía a las veinte horas, ella tendría que estar en el aeropuerto, por lo menos, una hora antes.
También le avisé a Ivana el horario de llegada a Ciudad de México y me contestó que me estaría esperando, que ella se ocupaba del hotel y que me despreocupara, que ya estaba todo listo y a las diez de la mañana podría disponer de los fondos. Me quedé relativamente tranquilo y lo de relativo era porque no conocía a nadie allí, México no tenía buena fama y yo era portador de un ticket que implicaba un centenar de millones de dólares, la verdad, no era para estar nada tranquilo, pero no sabía a quién recurrir por el tema de la Seguridad, además, tenía todo muy encima y sólo me quedó cruzar los dedos.
GUILLEOS1 – Continuará… Se agradecen comentarios y valoraciones.
Excelente. excitante y el morbo impuesto muy erotico la familia gozará un montón.
Plenitud del incesto, muy bueno👍continua placer leerte !!!