Un tarde llena de pasión con mi primo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Luego del almuerzo, mis tíos y mi vieja fueron de visita a la casa de otra tía que vivía no muy cerca y se fueron en auto. Yo ya sabía de esto desde antes de ir, entonces me afeité las piernas, en la cola no tenía pelos así que no hacía falta. Yo siempre iva preparado porque seguro teníamos sexo y yo quería parecer una linda mujer. Antes de que se fueran me puse en la cola una crema que encontré en el baño, era una crema para las manos. Y no saben para que era! Obvio, la pija de mi negro era grandota, negra y larga y para que no me doliera me puse crema y además perfume en las nalgas y las piernas. Me hubiera gustado ponerme una bombacha en ese momento pero no encontré ninguna. En otras oportunidades lo hice: bombacha, pintura en los ojos, lápiz labial y medias finas.
Bueno yo ya estaba preparadita. Al fin mis tíos se fueron! Mi primo cerró la puerta con llave y bajó las cortinas. ¡Comenzó la tarde de pasión, amor y sexo!
Mi negro cerró la puerta y se acercó a mí, nos besamos y nos acariciamos como siempre lo hacíamos. Él me besaba de una manera que era para no olvidar. Que lengua por dios! Sus manos acariciaban mis nalgas y mis manos en su pene. Él con sus dedos en mi ano y yo le hacía una suave paja. Me bajó el pantalón baquero, me dio vuelta y me puso contra la pared de espaldas. Con la lengua hizo un trabajo maravilloso, me dilató tanto el ano que entraban seguro dos pijas juntas. Que rico!
Continuamos así pero apoyado en la mesa, yo estaba con mis manos en la mesa y con la cola para atrás y él sentado en un sillón. En un momento toda su cara estaba entre mis nalgas. Cómo me penetraba con esa lengua. A mí siempre me gustó la lengua en el culo y siempre lo hacíamos.
Seguimos un poquito más así pero yo con mis manos en una silla, él arrodillado o casi arrodillado en el suelo. Ay, que hermoso, me cogió así largo rato. Cómo seguimos? Nos ubicamos otra vez en la mesa: yo paradita, más bien inclinada, y comenzó a penetrarme. Perdón por mi toque femenino al escribir! No me dolía para nada. Cada vez más adentro y despacito mi primo con un ritmo muy suave me cogía, me cogía, me cogía. Pija hasta el hartazgo. La verdad esa tarde me rompió bien, pero bien el culo. Yo felíz desde luego. En esos minutos que duró esta cogida, me ponía casi parado, más inclinado, con las manos en la silla y otras poses. Pero esa verga toda adentro. En un momento pensé cómo podía tenerla casi hasta los huevos! Que maravilloso!
Bueno ustedes dirán: ¿y la chupadita? Bueno, cuando mi primo acabó, se sentó y se la mamé un ratito, las últimas gotas de leche las tragué, obvio no era para desperdiciarla! Cuando ya ni dio más, terminé en el baño lavandome, pobre mi culito, no saben como me quedó, me ardía mucho al principio pero luego pasó. Me lacé bien y me puse perfume y crema otra vez, porque esto continuaba. Pero esto es para otro relato. Espero les haya gustado, se calienten y se toquen! ja! Y a ver si algún cincuentón me invita a tomar algo, charlamos y después vemos! Espero sus comentarios! Luisito. San Miguel. Bs As.
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