Una familia muy normal VI
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sayago19.
Los desdoblo y veo que son un baucher de una sex shop, tres contraseñas de un cine porno, la tarjeta de un club swinger y un boleto de estacionamiento de Sex capitol.
Se que mis padres son muy dados a disfrutar del sexo, pero eso me ha dado en que pensar.
Vuelvo a colocarlos en su lugar e inicio el camino a casa, mientras conduzco trato de armar las piezas:
Sex capitol es una plaza “comercial” en el centro de la ciudad.
La planta baja cuenta con locales normales (discos, películas, ropa, oxxo, etc.
), el primer piso tiene cabinas para ver películas XXX y varias sex shops, en el segundo zona de comida rápida, cine XXX y los viernes y sábados daban shows eróticos (playeras mojadas y cosas así), en el último piso había un table dance, el museo del sexo y una disco.
Conocía ese lugar ya que en alguna ocasión había entrado a ese cine, comido allí y asistido al table.
De hecho la sex shop mencionada en el boucher y los boletos del cine porno son los que se encuentran allí.
El Club Swinger solo lo conozco por fuera, se encuentra cerca de la plaza de la república (a un lado del monumento a la revolución), es tan discreto que aún se maneja como leyenda urbana su existencia.
Su ubicación la averigüe mediante una extensa búsqueda en internet hacía ya tiempo (la tarjeta solo tiene un número telefónico).
“Tengo que poner una cámara web en el cuarto de ellos” pensé “lo bueno es que María y sus hijas aún estarán en la casa seis días más”.
Me estacioné, baje las compras y entregué el cambio.
Jorge (mi padre) estaba en la sala sirviéndole un tequila a María, mientras mi Madre (Inés) sirvió Ron con coca cola y agua mineral para ella y papá.
“vamos a ver películas un rato, ¿quieres acompañarnos?” me preguntó.
“no gracias” respondo “voy a navegar un rato”
Subí a mi recámara, tenía que buscar la web cam; ya en alguna ocasión la había instalado en el cuarto de mis padre aprovechando una abertura en la pared (si bien quedaba dentro del closet la visibilidad de la cámara era buena) esa ocasión sirvió para observar a mi madre en una excitante videollamada.
Recuerdo haberla visto quitarse el vestido con lentitud y sensualidad frente a la PC, tiene una excelente anatomía para sus 40 y algo de edad, vistiendo un sostén de encaje negro con un cuarto de copa y una tanga brevísima haciendo juego.
Acariciaba sus pechos, se agachaba frente al equipo para que su interlocutor pudiese verla mejor, daba la espalda para lucir sus impresionantes nalgas (por cierto tan infartantes como las de la Tía María).
Se quitó la mínima prenda y cubrió sus senos con un brazo, para después comenzar a jugar con ellos; masajeándolos, estimulando los pezones obscuros haciéndolos endurecerse.
Volvió a ponerse de espaldas al monitor y con rapidez se despojó de la tanga, estuvo quieta uno segundos y procedió a separar sus nalgas para mostrar (me imagino) su ano y vagina con mayor claridad.
Se sentó con las piernas abiertas y después de chupar sensualmente los dedos de la mano derecha comenzó a introducirlos en su cueva (la cual tenía una leve línea de vello).
Se queda quieta frente a la pantalla, seguramente del otro lado le están ofreciendo un espectáculo para su disfrute, lo imagino porque alcanzo a percibir como su mano se mueve sobre su zona genital.
Se levanta y se dirige al closet, recuerdo que mi corazón casi se detiene pensando que había descubierto la cámara, pero afortunadamente no fue así; buscó algo fuera de mi espacio visual y regreso con un vibrador rojo.
Nuevamente sentada, comenzó a atenderlo como si fuese un miembro erecto; pasándole la lengua a lo largo, metiéndolo en la boca, todo ello sin dejar de acariciar su entrepierna.
Lo coloca entre sus senos, haciéndole una excelente rusa; se detiene y parece escuchar instrucciones,
Se recuesta y comienza a introducírselo (no alcanzo a distinguir si por la vagina o el ano) pero lo mueve rítmicamente; tarda unos pocos minutos y se ve por su rostro que alcanzó su orgasmo.
Se levanta, lo lame, devorando sus propios jugos pasionales, teclea un mensaje y apaga la computadora.
Es obvio mencionar que toda esa actividad la ví mientras me masturbaba hasta explotar de placer.
Encuentro la cámara, por fortuna el baño está ocupado; así que ya tengo un pretexto para entrar a la recámara de mis padres.
Con rapidez, llego al closet y coloco la cámara introduciendo el cable para poder instalarlo en mi lap.
No puedo perder tiempo, sin embargo una maleta negra llama mi atención.
Nunca la han utilizado cuando salimos de viaje, así que decido darle un vistazo.
Contiene varios juguetes sexuales: esposas, látigos, consoladores y un arnés.
Cierro y salgo de la recámara, justo a tiempo en el pasillo vienen maría y Mamá.
“¿qué haces aquí?” me pregunta Inés
“entré al baño, el otro estaba ocupado y no quise bajar para evitar interrumpirlos”
“esta bien, que bueno que sales, el de abajo también está ocupado y tu Tía necesita usarlo”
“Ok, me voy a mi cuarto”
María se ve un poco ebria, pero me sonríe con picardía.
Conecto la cámara, enciendo la Lap y puedo ver el cuarto de junto.
Ambas están sentadas en la cama, al parecer no tienen prisa por usar el baño, Inés sale de cuadro y regresa poco después con la maleta negra.
La abre y María muestra una enorme felicidad al ver su contenido (aunque no puedo observarlo ya sé que contiene)
María toma algo: El vibrador rojo que mi madre usara hace tiempo para la videollamada, y le da una serie de besos.
Inés se sonríe y saca otra cosa, mientras algo le dice a su hermana, María se pone de pie quitándose la ropa interior; mi madre le muestra orgullosa un pequeño dildo, el cual le coloca en la tanga.
La ayuda a vestirse (seguramente el dildo se introducirá en la vagina de María y podrá estar penetrada todo el tiempo que traiga puesta la prenda) y le entrega un pequeño control remoto, no sin antes encenderlo ocasionándole a mi Tía una expresión de placer y lujuria.
Inés lo apaga, lo entrega y besa en los labios a María, la cual aprovecha para acariciarle los pechos a mi Madre.
Salen tomadas de la cintura; y pienso que será muy interesante bajar en un rato por algo de beber y observar que película están viendo.
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