Una familia muy Normal – VII
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sayago19.
Aprovecho el tiempo para editar el video que respalde en DVD, aíslo la parte donde mi Tía María aparece y lo guardo como un archivo independiente.
“para algo me servirá” pienso.
Bajo al comedor para sirve algo de tomar, aprovecho para observar disimuladamente en la sala:
Están viendo Showgirls, una vieja película sobre una tabledancer a la cual le roban sus cosas al llegar a las vegas y termina siendo la estrella de un show; aunque para ello tuvo que prestar algunos servicios especiales a un productor.
Entro y pregunto, fingiendo demencia, “¿cuál es?”
“Showgirls” responde Mamá.
En la pantalla la protagonista está haciéndole un privado a un productor de las vegas mientras su novia observa.
María está sentada entre Inés y Jorge, su respiración es rápida (no sé si atribuirlo a su juguete o a la película).
Su entallado vestido muestra sus pezones erectos (señal de que no usa sostén) y las piernas entreabiertas permiten ver un poco más de medio muslo.
Mamá tiene sueltos los dos botones superiores dela blusa, mostrando parte del seno y su brassiere negro.
Papá esta relajado, con el brazo sobre los hombros de maría, pero con una erección que se manifiesta en el bulto de su pantalón.
Voy a mi habitación, y me encuentro con Mariana.
“¿alguna ves has estado en la Plaza de Santo Domingo?” le pregunto a quemarropa.
“no” responde rápidamente
“¿te gustaría ir conmigo”
Lo piensa unos momentos “si, ¿qué estás tramando?”
“nada, solo que conozcas un lugar donde puedes imprimir tesis, facturas y hasta títulos universitarios”
“ja, ja, ja; ¿cuándo vamos?”
“¿mañana te parece bien?”
“De acuerdo”
Se oye ruido en la sala, me parece que terminaron de ver la película y los mayores se preparan para subir “¿Qué tan voyeurista eres?”
“me gusta mucho ver, ¿por qué?”
“sígueme, pero necesito tu discreción”
Entramos a mi habitación sin ser notados, enciendo mi laptop mientras Mariana toma una silla; se oyen risas fuertes y explosivas (señal de que el alcohol está haciendo efectos).
Mariana me mira sorprendida al percatarse de que observamos la recámara de mis padres; pero se sorprenda aún más al ver a su Madre besar apasionadamente a la mia.
Jorge mi Padre seguramente está sentado en un taburete, frente al closet porque no aparecen a cuadro.
María despoja a Inés de la blusa, sin dejar de besarla, le acaricia los senos ocultos aún con su breve sostén.
Algo hablan y Mariana pregunta “¿Qué dicen?”
“No lo sé, solo tengo imagen”
“¿porqué no le pones un micrófono? En el office puedes encontrar unos baratos”
“Mañana en la plaza de la computación, pero cállate y mira”
El vestido de María está en el suelo, mi Madre se despoja de la falda y el sostén e inicia una serie de besos y caricias en los pechos de su hermana.
Con maestría juega los pezones con la lengua, mientras su mano acaricia la entrepierna de María activando el vibrador que le colocó horas antes.
Mariana pasa su lengua sobre los labios, su respiración se incrementa; lo cual sumado a lo que estamos viendo hace que mi miembro se levante.
Mi padre aparece, lleva algo en las manos, les dice algo; ellas están de acuerdo y se desnudan por completo.
Jorge se inclina y le coloca a María el arnés, un falo de plástico negro listo aparece entre sus piernas; él se pone de pie e Inés sentada en la cama comienza a masturbarlo mientras lubrica con la boca el atributo sintético que lleva María
Mariana separa los muslos y coloca su mano entre ellos.
Inés se coloca en cuatro sobre la cama, María poco a poco la penetra (aunque no distingo si es vaginal o analmente) a la par que Jorge introduce su miembro en la boca de mi Madre.
; las manos masculinas acarician los pechos de su cuñada arrancándole sonrisas de placer.
María le da una nalgada a su hermana, la cual ahora ocupa una mano explorando las nalgas de su marido.
Jorge da una instrucción y comienzan un triángulo de besos negros, Jorge a Inés, Ella a su hermana y María a mi Padre, adicionalmente los dedos de Él juegan en la cueva mojada de su mujer y su cuñada aprovecha para jugar con los atributos varoniles del esposo de su hermana.
Soplo despacio en el oído de Mariana, la cual gira el rostro lo cual aprovecho para besarla con pasión; mi lengua toca la suya y termino dándole un pequeño mordisco en el labio inferior.
“no” me dice no muy convencida “quiero seguir viendo”
“eso puede arreglarse, desnúdate” obedece sin dejar de ver la pantalla en donde Inés continúa en cuatro penetrada por Jorge el cual recibe en su ano el arnés que usa María en un trenecito donde los dos pares de senos se bambolean sensualmente.
Mariana se distrae un poco al sentir mi lengua jugueteado en su ano, “mmmm, que rico” dice (aunque no sé si deba a lo que siente o a lo que ve)
Dos de mis dedos resbalan en el interior de su inundada cueva, su olor de hembra es delicioso y su calor también.
Inés le quita el arnés y se dedica a beber de su entrepierna, mientras Jorge le regresa el favor anal a su cuñada.
De igual manera mi pene erecto va adentrándose en el estrecho agujero trasero de Mariana, la cual se mueve un poco para facilitar mi labor; pongo mis manos en sus caderas para hacer más vigorosas mis embestidas, mientras ella continúa extasiada viendo a su Madre divertirse con mis padres.
Jorge ahora le coloca el arnés a mi Madre, previamente lo ha limpiado con una toalla húmeda, Inés besa a su hermana, sus senos chocan y poco a poco (así de pie) introduce el miembro de plástico en la cueva de María.
Mi padre se coloca detrás de su cuñada y comienza a penetrarla analmente en un sándwich caliente y sexual.
Por su expresión María está explotando en un orgasmo, seguramente ruidoso por lo que muestra su rostro, se abraza a su hermana quien besa sus labios, cuello y oídos.
Mi tía se recuesta en la cama y ahora es la espectadora de la sesión oral que Inés le da a su marido.
Salgo del ano de Mariana y me dedico a chupar su mojado coño, jugar con su clítoris e introducir mis dedos en su trasero.
Se mueve disfrutando lo que siente y lo que ve.
Inés (ya libre del arnés) se acuesta sobre María haciendo un 69, disfrutando cada una de los licores y fragancias que emanan del triángulo de placer de la otra, pero eso no es obstáculo para que Jorge siga sodomizando a su esposa a la par que le propina nalgadas (seguramente muy sonoras puesto que el trasero de mi madre ha enrojecido notablemente).
El turno de Inés para terminar se aproxima, al parecer es un grito prolongado; se recuesta sobre su hermana y prosigue bebiendo de su vagina.
Mi padre sale del cuerpo de mu madre y les da una instrucción a ambas mujeres; las cuales se acuestan boca arriba una al lado de la otra.
Se masturba un poco y termina eyaculando sobre el rostro de ambas, para finalmente limpiarse entre los tres utilizando los labios y las lenguas.
Mariana aún no termina, por lo cual la pongo en posición de misionero y la penetro con fuerza y rapidez; sus manos estrujan mis nalgas, muerde mi hombro y me dice: “háblame sucio”
“¿te gusta cómo te estoy cogiendo, zorrita cachonda?” le digo y continúo “ponte como la perrita sucia que eres, que quiero terminar en tu culo”
“si papi, dame tu lechita en mi agujerito de atrás”
Penetro su ano de un golpe, mientras la jalo de su corto cabello y muerdo su oreja, pasándole la lengua por el cuello.
Sin aviso previo mi mano se estrella en sus nalgas dejando una tenue marca roja.
“si, Papi, dame más; soy una niña mala y necesito castigo”
“¿te gusta mi putita privada?”
“si papi”
“¿Así te castigaba tu papá Javier?”
Trata de voltearse, pero otra nalgada la hace desistir de moverse; “¿quién te dijo?” pregunta
“nadie, pero ya después me contarás; ahora dime ¿por dónde te gusta terminar?”
Otra nalgada hace que tarde en responder; “así papi, me encanta lo que haces”.
“si te portas bien mañana te daré una sorpresa”
Por toda respuesta, levanta aún más la cadera y apoya su cara en el colchón, facilitando mi trabajo.
Su cuerpo se está tensando, su respiración es más agitada; finalmente un grito de placer sale de su garganta derrumbándose en la cama.
Unos segundos después termino dentro de ella, recostándome a su lado.
“delicioso prima”
“me encantó Ernesto”
“Mañana te llevaré a una parte del centro que aún no conoces, ¿quieres quedarte a dormir o te vas a tu cuarto?”
“me voy”
El monitor muestra a Jorge y a Inés durmiendo, mientras María toma su ropa y sale de cuadro.
Mariana sale con rapidez hacia su habitación, cubierta con una sábana, sin percatarse que su Madre alcanzó a verla.
Me recuesto en la cama, pero se abre la puerta haciendo que me levante con prontitud.
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