UNA FANTASÍA HECHA REALIDAD
Fue pasando el tiempo y las manos inquietas de Pedro, no perdieron oportunidad de rozar el cuerpo de mi esposa en especial sus piernas y la proximidad se fue dando hasta llegar el primer beso acompañado de caricias más íntimas bajo la falda y luego en sus senos..
Es corriente que en los matrimonios se presenten altibajos en las relaciones diarias, en especial en la relaciones íntimas y mi caso no fue la excepción y tratando de reactivar la relación, darle algún picante comencé a entrar a las páginas de internet y entre las muchas cosas que vi fue la de los intercambios, los cuales en mi caso lo considere improbable ya que mi esposa es bastante conservadora en su forma de pensar pero dándole vueltas al asunto pensé… a veces cosas que se creen imposibles se pueden hacer realidad y comencé a pensar en opciones, revise mi lista de teléfonos del celular y no encontraba con quien hacer un acercamiento para el tema.
Después de muchas ideas escogí a mi hermano Pedro para ver si algo podía suceder, desde luego debía tener mucha sutileza para evitar un problema familiar así que en una oportunidad que mi esposa Mary viajo a visitar a su familia invite a mi hermano a la casa, cenamos algo ligero y después estuvimos compartiendo unas buenas copas y a media noche él dijo que se iba, pero le recomendé que mejor se quedara a dormir ya que conducir con unas copas encima no era prudente.
Cuando estábamos más eufóricos gracias al licor mencionamos el tema de un lugar y yo le dije que tenía unas fotos de ese lugar en mi celular, pero de eso esperaba otro resultado ya que a continuación de estas fotos tenía otras de mi esposa en poses muy sugestivas, algunas en ropa interior y unas pocas totalmente denuda, incluso un par de videos que le había tomado a escondidas desnuda.
Cuando el comenzó a mirar las fotos y vi que empezó a pasar a otras me retire al baño y me demore lo suficiente esperando que él cayera en la tentación de revisar las fotos de mi esposa. Cuando creí que le había dado el tiempo suficiente me asome sin que el notara mi presencia y vi que le daba vueltas al celular buscando la mejor vista de cada foto, cuando vi que termino y dejo el celular sobre la mesa regrese y de inmediato observe que bajo su pantalón se notaba una erección y a la madrugada como es lo normal en medio del alicoramiento mencionamos temas de sexo y asuntos íntimos de las parejas.
A esa hora el me comento sobre su separación de hacía unos meses y yo trate de averiguarle si ya tenía una nueva relación, pero me respondió que por el momento no pensaba nada en serio, pero si salían oportunidades las disfrutaría. Le comenté muy discretamente que con mi esposa las relaciones andaban muy distantes que hasta yo pensaba que pudiera tener alguna aventura y él me dijo… ¿En verdad crees que tu esposa pueda estar dispuesta a una aventura demostrando siempre ser muy recatada?
Para picar su curiosidad le respondí… he conocido casos de mujeres más recatadas que ella y oh sorpresas que se dan.
Enseguida vino su siguiente pregunta… ¿Y eso no te afecta?
Mi respuesta fue… ya hemos vivido juntos muchos años, a mi edad el tema de los celos y fidelidad van pasando a un segundo plano, al punto de no afectarme.
Y su reacción fue estar de acuerdo conmigo diciendo… Si tienes razón hay cosas que no se pueden controlar y si ya se ha disfrutado de la vida en pareja un receso o lo que ahora llaman matrimonio abierto en el que las parejas tienen relaciones con terceros no tiene importancia y el matrimonio sigue como si todo fuera normal.
Ya a la madrugada nos fuimos a descansar. Al día siguiente cuando desperté era sábado, pero él ya se había marchado y volvimos a hablar hasta la semana siguiente y todo normal.
Un mes después, cuando mi esposa regreso a casa volví a invitarlo y como era fin de semana mi esposa preparo algunas botanas y las acompañamos de unas copas de vino que se extendieron hasta media noche.
Cuando estábamos conversando en la sala, mi hermano Pedro quedo frente a mí y a mi esposa y como ella usa esas faldas que le gustan tanto a media pierna, note que las miradas de hermano se dirigían constantemente hacia ella, de seguro imaginando lo que días atrás había visto en su totalidad.
Puse música para bailar e invite a mi esposa a hacerlo con un par de canciones, pero luego invite a que mi hermano me reemplazara y me retire a la cocina y desde allí los veía bailar. Mi hermano como es muy simpático le hablaba al oído y no sé qué le diría, pero la hacía reír a carcajadas, lo cual me pareció bueno para mis intereses, cuanta más cercanía entre ellos más opción que algo pudiera suceder.
De allí en adelante me ocupe de mantenerles las copas llenas y que pasara lo que fuera. La confianza entre los dos creció y Pedro ya no se sentó en el sofá del frente, sino que lo hizo junto a mi esposa y la fue acaparando en la conversación, pasando yo a un segundo plano y simplemente observarlos, atender sus copas y nada más, así que comencé a simular que me dormía y mi esposa me vio y le dijo a Pedro… Si ves, mi esposo se ha vuelto muy aguafiestas y ya se está quedando dormido.
Pedro dijo, creo que mejor me voy, pero esta vez como en la anterior le dije… que no era prudente que se fuera en su auto habiendo tomado licor. El desde luego acepto mi oferta y yo me fui a la habitación, me acosté y a los pocos minutos vino mi esposa y me hablo, pero yo simule estar dormido. Ella tomo una frazada y me cubrió para regresar de nuevo a la sala. Me quede poniendo atención para saber que sucedía entre ellos, yo estaba seguro que mi hermano que siempre fue muy coqueto y con lo acontecido días atrás, mas unas cuantas copas en la cabeza no se lo pensaría mucho si veía oportunidad, ya conocía yo de lo sucedido un año atrás en una fiesta del edificio en el que al terminar la reunión logro cogerse a la señora del segundo piso quien recién se había separado de su esposo, siendo que apenas esa noche se conocieron.
Mi curiosidad pudo más cuando la música quedo sonando y la conversación se silenció. Eso no fue lo normal durante todo el tiempo anterior de la reunión, de manera que active la cámara conectada a mi celular y con la complicidad de la música pude redireccionar la vista sin que se escuchara el sonido que esta produce y apenas los enfoque Oh sorpresa. Los dos estaban de pie, Pedro la tenía rodeándole la cintura y disfrutaban de un beso apasionado.
Mi verga se irguió de inmediato, eso era lo que había deseado desde hace algún tiempo, ver a mi esposa con otro y allí se estaba dando el primer paso. El hielo se había roto.
Así estuvieron varios minutos hasta que ella al sentir las caricias del él en sus nalgas y luego en sus senos decidió detenerlo y por los ademanes que hacía señalando nuestra habitación, supongo que le decía que yo podía darme cuenta. Pero él no se rindió y continuó insistiéndole, pero más allá de nuevos besos y caricias no consiguió más.
A continuación, se despidieron y mi esposa fue a nuestra habitación y Pedro a la habitación de huéspedes. En la mañana como en la vez anterior cuando me desperté él ya se había marchado y en los días siguientes que hablamos nada me comento sobre el final de la fiesta, y mi esposa tampoco menciono palabra sobre el hecho que mi hermano se hubiera sobre pasado con ella.
En la semana siguiente me encargue de adelantar un viaje de trabajo que tenía a un país vecino y mi regreso estaba previsto para el sábado a fin de aprovechar al máximo los días hábiles.
Yo no recuerdo cuando le mencione a mi hermano del viaje, pero no imagine que estuviera tan atento sobre mi ausencia y por casualidad la segunda noche de estar en el hotel me conecte al wifi y al tener señal entre a páginas de internet y por albur se me ocurrió accionar la señal de la cámara instalada en mi casa y oh sorpresa cuando vi pasar a mi esposa frente a la cámara. No lo podía creer, no sabía que estos aparatos tuvieran tanta potencia para poderse conectar por internet. Esa noche estuve observando a mi esposa apenas con lo que captaba la cámara y no moví el lente porque el ruido podía llamarle la atención. Cuando ella apago las luces noté que continuaron viéndose las imágenes, al parecer la cámara tenía visión nocturna y yo no lo sabía, de modo que en todos los días siguiente estuve observándola y todo fue normal, excepto el viernes en la noche cuando en las imágenes apareció la visita de Pedro llevándole una botella de vino a Mary.
Para fortuna de mis expectativas, mi esposa puso música dándome la opción de redireccionar el lente sin que ellos lo notaran. Se sentaron en la sala y al mover el lente mi visión fue perfecta, comenzaron a beber el vino, reían todo el tiempo, a fin de cuentas, Pedro tiene una habilidad para ello que envidio. Una lástima que no tengo activado el sonido por eso para mí todo era cine mudo.
Fue pasando el tiempo y las manos inquietas de Pedro, no perdieron oportunidad de rozar el cuerpo de mi esposa en especial sus piernas y la proximidad se fue dando hasta llegar el primer beso acompañado de caricias más íntimas bajo la falda y luego en sus senos.
Pronto los botones de la blusa de mi esposa fueron saltando de su lugar apareciendo el sujetador que guardaba sus hermosos senos y Pedro los sacó de su encierro, para empezar a acariciarlos y besarlos con efusividad, volviendo minutos después a besarse como viejos amantes. Enseguida su mano empezó a deslizarse bajo su falda hasta alcanzar su coño y prodigarle caricias que la siguieron excitando.
La falda se fue recogiendo y la tanga blanca vio la luz. A continuación, él se arrodillo frente a mi esposa y tomando el panty con la punta de sus dedos lo deslizo hacia abajo apareciendo su deliciosa vagina totalmente depilada. En estas condiciones mi él se inclinó y fue directo a darle un espacioso momento de sexo oral, en medio del cual ella se retorcía de placer, tiempo durante el cual Mary le acariciaba el cabello y lo consentía mucha pasión.
Después de esos momentos de placer él se levantó y estando de pie se quitó el pantalón y el bóxer y le pidió a ella que le diera sexo oral, ella enderezo su cuerpo y acercando su mano a la verga de Pedro comenzó a masajearla, y él se acercó a ella para que su boca empezara a participar y poco a poco su verga se perdió en medio de sus labios y enseguida él se encargó de mover sus caderas hacia adelante y atrás como follándola, pero en la boca, durante varios minutos. En esos instantes mi verga estaba que reventaba de excitación y deseaba tenerla a ella al frente para disfrutar de su concha.
Ellos hicieron un receso para besarse en la boca, bebieron un poco de vino y volvieron a la acción. Ella se movió hacia el borde del sofá, el acerco su verga y al encontrase sus sexos empezaron una penetración lenta sin afán en medio de besos apasionados y al concluir la penetración Pedro comenzó a mover sus caderas y los dos mostraban signos fuertes de excitación hasta que ella se recostó en el sofá, separó al límite sus piernas y el las tomó por los tobillos para ponerlas sobre sus hombros, de esta forma la penetración fue más profunda y los movimientos más rápidos y violentos alcanzando los dos el éxtasis total, para terminar unidos e inmóviles por un par de minutos. Al retirarse él, pude observar cómo comenzó a fluir el semen de la cocha de Mary, ella llevo su mano allí y en la medida que este fluía lo masajeaba sobre su concha.
Después que se recuperaron, él le sirvió una nueva copa y los dos bebieron en medio de besos y caricias, agradeciéndose mutuamente el momento.
Pero aún la noche era joven, y sin nadie que los pudiera interrumpir, así que su aventura continuó con una nueva sesión de sexo, pero ahora el actor principal fue el culo de Mary. Nunca antes lo hicimos así y ahora Pedro era el encargado de hacerla disfrutar de una nueva forma de orgasmo, además de bautizárselo con semen hasta la saciedad.
En todo esto les dio la media noche y tras descansar, Pedro se fue a su casa y mi esposa a tomar un baño para borrar las huellas de una noche de pasión.
Hasta aquí llego la diversión y yo cargado de excitación no tuve otra opción que ayudarme con una manuela de antología. Fin temporal de mi historia.
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