Una madre moderna
Una joven madre soltera y alocada, un hijo con complejo de Edipo y una historia que recién comienza .
La historia de Fernanda comienza cuando tenia 16 años, siendo una joven muy linda, pelo rubio, ojos azules, tenia un aspecto petit. Siendo hija única, fue siempre consentida y rebelde, a su corta edad, ya pasaba en fiestas y se emborrachaba, lo que era un gran problema para sus padres, sobre todo porque era muy promiscua para su edad, esto conllevo a quedará embaraza a sus cortos 16 años de un tipo universitario, un chico francés que estaba de intercambio que luego desapareció. Sus padres, aunque enojados, la siguieron consintiendo y la apoyaron con todo. Dio a luz a un chico, llamado Pedro.
Fer, siguió viviendo una vida de desenfreno hasta terminar el colegio, pero a pesar de todo, desarrolló una gran cercanía con su hijo, compartiendo cama con él durante su niñez. En un instinto de cercanía, siempre prefirió el contacto de piel, por lo que regularmente dormía con su hijo sin ropa. A sus 24 años, decidió independizarse, por lo que sus padres le compraron un departamento para ella y su pequeño. Siguió con la costumbre de dormir con su hijo sin ropa, pero esto cambio cuando Pedro llego a la pubertad, a los 12 años. Fer se dio cuenta que su hijo tenia erecciones cuando dormían, le comentó esto a una amiga psicóloga, quien le recomendó que ya era hora que su hijo tuviera su independencia, pues podría traer consecuencias psicológicas en él. A mucho pesar de Fer, decidió que era lo correcto y le dijo a su hijo que desde ese momento el debía dormir en su pieza. Esto frustró a su hijo, pero nada podía hacer, era la orden de su madre.
Esto no quiso decir que las costumbres hayan cambiado del todo, con lo liberal que era Fer, siguió vistiendo ropa ligera en casa o directamente andar sin ropa. Cuando iba a despertar a Pedro por las mañanas, muchas veces iba solo con una tanga y sus senos al aire, o directamente sin nada puesto. Su vida amorosa siguió como siempre, desenfrenada, continuamente cambiaba de parejas y no tenia problemas con experimentar otras cosas, como relaciones con mujeres, trios, intercambios o hasta incluso orgias, pero siempre fuera de la casa, de manera de que su hijo no supiera de sus andanzas, pero obviamente este algo sospechaba.
El apego de Pedro a su madre creció con el tiempo, extrañaba su piel en las noches y esto se fue transformando el lo que se conoce mal de Edipo. Cuando comenzó a descubrir su cuerpo, la imagen de su madre era la principal inspiración para sus primeras masturbaciones, más aún cuando esta llegaba en las mañanas a despertarlo sin ropa. Pedro comenzó a aprovechar la ropa sucia de Fer para llevar a cabo sus fechorías de pubertad. Sacaba las tangas sucias de su progenitora para olerlas y así saciar sus impulsos, con el tiempo, Fer se dio cuenta de ello, pero no quiso decirle nada, pues en su entendimiento era algo propio de la edad y dentro de lo más profundo, su sentido morboso hacia que se sintiera orgullosa de si misma pues cautivaba el deseo de su hijo por alguien como ella.
En este tiempo, comenzó a participar en Basket, dedicando una gran cantidad de tiempo, lo que lo ayudo a desarrollarse rápidamente a medida que se adentraba en la adolescencia. Aunque era popular entre las chicas de sus edad, como Pedro era tímido, nunca había llegado a algo más que un beso. Pedro tenia muy buena pinta, era rubio de ojos azules igual que su madre, y el deporte ayudó a que tonificara su musculatura. Por su parte su madre, siempre vanidosa, se mantenía en excelente forma, iba al gimnasio y comía sano, por lo que a pesar de medir solo 1,64 metros y no ser de mucho busto, se robaba las miradas de todos, pues denotaba mucha menos edad que la que realmente tenía.
Las cosas siguieron así hasta el cumpleaños número 16 de Pedro. Después de celebrar en casa de sus padres, Fer se devolvió con su hijo a su departamento para descansar, pero estando ahí, le bajó la nostalgia y se le ocurrió la idea de compartir nuevamente la cama con su hijo.
Fer: «Pedro, ¿Porqué esta noche duermes conmigo?»
Pedro: «¿No hay problema mamá?»
Fer: «Obvio que no hijo, por algo te estoy preguntando»
Pedro: «Bueno, voy a buscar mi piyama y voy para tu pieza»
Fer: «No es necesario, si siempre dormidos sin nada puesto»
Pedro se puso nervioso, dormiría en la misma cama otra vez con su madre, con la cual fantaseaba
Pedro: «Esta bien»
Se dirigieron a la pieza y comenzaron a sacarse la ropa, ahí| pedro pudo admirar el perfecto cuerpo de su madre y lo bien que estaba, inmediatamente la sangre se le comenzó a hervir, por lo que rápidamente se metió en la cama para que su madre no notara su prominente erección. Cuando Fer se metió en la cama, Pedro estaba al otro extremo de esta, para disimular su complicada situación.
Fer: «No tienes que estar allá, sabes que lo que mas nos gusta es el contacto físico»
Pedro: «Pero hace tiempo que no dormimos juntos y estoy un poco complicado»
Fer: «No hay problema, soy tu madre y entiendo en que etapas estas, pero no por eso nos vamos a dejar de hacer cariño como antes»
Ante esto, Pedro se acerco a su madre y se acurruco a su espalda, casi por inercia colocó su pene entre las nalgas suaves de su madre, esta lo noto pero no quiso darle importancia, pero en cuanto se dio cuenta de lo mucho que había crecido su hijo y en especial su miembro, no pudo evitar mojarse, comenzó lentamente a mover sus caderas, de manera de sentir el pene de su hijo, sintiendo su dureza y lo caliente que estaba, Pedro reaccionó a esto moviendo automáticamente su pelvis, de manera de recorrer cada centímetro de las nalgas de su madre.
Fer: «Has crecido mucho hijo»
Pedro: «Lo siento mamá, no pude evitarlo»
Fer se sintió culpable, era su hijo, pero su calentura le fue ganando y el morbo de volver a sentir la piel de Pedro, de sentir como había crecido en todo los sentidos, le nubló el sentido, en su cabeza solo quería disfrutar ese momento. Dirigió su mano a su entre pierna, la cual estaba completamente empapada y comenzó a masturbarse. En un movimiento ágil, tomó el pene de su hijo, levantó un poco la pierna y posicionó sus labios vaginales a lo largo del tronco, puso sus dedos en la punta del pene de Pedro y lo comenzó a disfrutar de toda su extensión, apretando sus piernas para sentir aún más toda su extensión.
Pedro estaba en la gloria, estaba haciendo el amor con su madre, no lo podía creer, aunque fuera sexo indirecto. Esto siguió por algunos minutos hasta que Fer comenzó a correrse, no lo podía creer, se habia corrido con el pene de su hijo, quien aún seguía moviendo su pene entre sus labios. Esto la calentó aún más y decidió que era momento de pasar a lo siguiente, estaba fuera de si. Volvió a levantar su pierna y dirigió la punta a la entrada de su vulva, poco a poco fue introduciendo el pene de su hijo dentro de ella, sin poder creer lo grande que era.
Pedro: «Mamá, esto es demasiado exquisito»
Fer: «También lo es para mí amor, muévete lentamente para que disfrutes más»
Su hijo comenzó a moverse de manera rítmica, sintiendo el interior ardiente de su madre. En un momento tomó la iniciativa y puso su cuerpo encima de ella, colocándola boca abajo y el encima, aumentando el ritmo de sus estocadas, tomó las manos de su madre y comenzó a darle más fuerte. Fer sintio como el pene de su hijo de agrandaba más, anticipando que se estaba por correr, por lo que acompañó el vaivén, con el suyo propio, esto hizo que Pedro comenzara a correrse dentro de su madre.
Fer se correó como nunca antes, con tal fuerza que sus piernas comenzaron a contraerse
Fer: «que rico, que rico»
Pedro: «Ohhh mamá, no dejo de correrme»
Fer no le importó, era tan fuerte su orgasmo que se olvidó de todo, por suerte se protegía. Lo único que pasaba en ese momento por su cabeza, era la gran cantidad de semen que su hijo, su propio hijo, depositaba dentro de ella, el calor, la viscosidad, la cantidad, todo eso le nubló la cabeza, la respiración de ambos era pesada, habían consumado un acto prohibido, pero a ella no le importaba, el morbo de tener a su hijo adentro le había ganado.
Cayeron rendidos en esa misma posición, sus mentes estaban en trance y ambos cayeron muertos, con sus cuerpos llenos de sudor, con el interior de Fer lleno del semen de Pedro. Tendrían que conversar lo sucedido en algún momento, pero ahora no lo era.
Continuará
Que rica historia espero la continues
Demasiado rica
Espero pronto la sigas ♡
Muy buena, espero sea real y lo hayas gozado cómo lo relatastes.
Quisiera vivir cogiendome un futuro hijo y tambien ojala esto sea real.
Porfa sigue con ricas historias