Una madre moderna II
Fernanda y Pedro tratan de seguir con su vida luego de lo ocurrido.
Fernanda despertó con los los primeros rayos de luz en la mañana, su hijo estaba acurrucado a su lado, así que con mucho cuidado movió su brazo y salió de la cama, se puso una polera ancha y fue a prepararse un café, aun sentía el semen de su hijo en su concha, así que se limpio antes. En su mente estaba lo ocurrido la noche anterior, pero por increíble que pareciera, no había arrepentimiento ni culpa, sino morbo y excitación de haberlo hecho con su hijo, no podía creer lo que había ocurrido y recordó a su amiga psicóloga quien le hablo del mal de Edipo y esbozó una pequeña sonrisa.
Al poco rato sintió ruidos, era Pedro quien se estaba levantando, llegó a la cocina vestido solamente con un boxer. Pedro tenia una cara de vergüenza, no sabia como afrontar a su madre después de lo ocurrido, Fer al percatarse de esto, decidió tomar la palabra
Fer:»Ven siéntate, vamos a conversar»
Pedro: «Bueno mamá»
Pedro se sentó en la silla contigua a la de su madre
Fer: «Lo que ocurrió anoche no estuvo bien (por un momento Fer recobró su posición de madre), pero lo hecho, hecho está, nos dejamos llevar por la situación y quizás falta de compañía, no quiero que te sientas mal, después de todo solo se dio»
Pedro aún confundido por lo ocurrido y sintiéndose avergonzado, asintió con la cabeza, pero el hecho de estar hablando con su madre después de lo ocurrido y con la vestimenta ligera que vestía en ese momento, lo volvió a calentar y de su boca salieron una frase que no creía que le podría decir a su madre.
Pedro: «Entiendo mamá pero… ¿te gustó?»
Fer se sorprendió con la pregunta, pensó en recriminarle a su hijo tan osada pregunta, pero entendiendo que ya no tenia caso después de lo ocurrido decidió responderle.
Fer: «Te seré sincera, si, me gusto, más de lo que pensaba, lo hiciste fenomenal, me corrí mucho»
Luego de decir estas palabras, Fer se sintió mal, pues estaba tratando de desescalar la situación, pero recordar lo mucho que se había corrido con su hijo la estaba calentando
Fer: «además, sentir tu leche adentro me calentó demasiado, me corrí como nunca»
La situación en vez de enfriarse, se caldeaba con cada segundo que pasaba, con cada palabra que emitían.
Pedro: «Siempre me calentaste mucho mamá, me masturbe muchas veces pensando en ti»
Fer: » lo sé hijo, lo se hace mucho tiempo, encontré tus regalos en mis tangas muchas veces»
Fer recordaba las veces que encontraba sus tangas manchadas con el semen de su hijo y aunque se negaba a creerlo en su momento, su lado morboso hacia que se excitara con la idea de que su pequeño se calentara con ella.
Su morbo y excitación estaban creciendo, no lo podía controlar, deslizó su mano por la pierna de Pedro hasta llegar a su miembro, el cual estaba cubierto por el boxer pero ya presentaba una prominente dureza. Tomó de la mano a su hijo y lo llevó a la pieza, donde lo hizo sentarse en la cama, se acerco y le dio un beso, primero tierno, luego uno un poco más amoroso, para luego comenzar a comerle la boca apasionadamente, Pedro solo se dejaba llevar por la situación. Fer comenzó a bajar por el pecho formado de su hijo, hasta llegar al boxer, el cual retiro con mucha sensualidad, tomó el pene de Pedro y comenzó a masajearlo, el no podía creer la situación, sus deseos más profundos se estaban haciendo realidad y el no lo podía creer.
Fer miro con mucha a pasión a su hijo y luego bajo la mirada, acercando su boca al miembro, primero comenzó con un beso en la punta, para luego engullírselo completamente, Pedro soltó un profundo gemido, apreciaba como la dorada cabellera de su progenitora subía y bajaba mientras le hacia una espectacular mamada. Los años de experiencia le habían dado a Fer una habilidad única, tanto que Pedro ya estaba al límite, este le indicó que se estaba por correr, Fer solo respondió aumentando el ritmo, lo que Pedro no pudo aguantar y comenzó a correrse en la boca de su madre. Fer se sorprendió de la cantidad y trata de todos los medios de tragárselo, aunque igual se escurrió de su boca una parte.
Pedro cayó rendido en la cama, se había corrido demasiado, por su parte su madre se quedo tragando la corrida había sido inmensa, no podía creer que su hijo fuera capaz de liberar tal cantidad. Se puso de pie, y miró a directamente a su hijo en los ojos, y para mostrar lo trola que era, pasó sus lengua por todo el contorno de sus labios, dando a entender que había saboreado el abundante semen que le había proporcionado su hijo. Se acostó a su lado mientras Pedro recuperaba la respiración.
Fer: «Gracias por la lechita»
La mamada había encendido a Fer, que procedió a tocarse bajo la corta polera que cubría sus la parte superior de sus muslos, esto mientras Pedro se recuperaba. Fer comenzó a gemir más fuerte a medida que aumentaba la intensidad de su masturbación, lo que eventualmente despertó nuevamente el apetito sexual. tomó la iniciativa y se montó sobre Fer, subiendo la polera que la protegía y quitándosela completamente, admiró la belleza de su madre, la suavidad de su piel y lo perfecto de su figura, y se dirigió a comerse sus senos, Fer gozaba cada mordida que le daba, a la vez que tomaba el miembro de su hijo, dirigiéndolo a la la entrada de su depilada concha. Pedro comenzó a bombearla con gran intensidad, lo que hizo que su madre soltara gemidos como si fuera una película porno, se acercó a su boca y la comió con una pasión única.
Follaron de tal intensidad, que los orgasmos de Fer se unían uno tras otro, a tal punto que su mente se ponía en blanco. Pedro tomó a su madre de las manos y la beso intensamente, aumentando sus estocadas hasta que sintió como nuevamente se corría dentro de ella, Fer al sentir nuevamente la leche de su hijo en su interior, tuvo un último orgasmo que hizo flaquear su piernas.
El resto del día siguió igual, solo se levantaron momentáneamente para almorzar algo rápido y volver a la acción, fue un dia completo de sexo desenfrenado hasta caer desfallecidos.
A la mañana siguiente despertaron desparramos en la cama, el reloj marcaban las 7:30 de la mañana, se les había hecho tarde, la sesión de sexo del día anterior los había destruido, se arreglaron y salieron raudamente de la casa, Fer a su trabajo, Pedro al colegio.
De camino a su trabajo, Fer trataba de ordenar sus ideas, lo que habia ocurrido no era normal, no era normal que una madre gozara de tal manera de su hijo, pero lo cierto es que era así, no había tenido tan intensidad sexual con alguien en mucho tiempo, tenía que conversarlo con alguien, asique contacto a su amiga psicóloga.
Fer: «Amiga, necesito hablar urgente contigo, ¿recuerdas lo que conversamos hace mucho del mal de Edipo?»
Su amiga le respondió inmediatamente el mensaje: «No quiero imaginar porque me lo preguntas, pero venme a ver urgente hoy»
Muy excitante , debes continuarlo.
Lei las 2 y me pajie fuerte, morbo y ella bien suelta.. amo lo obsceno y lo quiero un dia en casa.
se vienen más historias
Nada más maravilloso que dejar sentir amor plenamente entre una madre y su hijo o padre e hija