UNA MANO LAVA LA OTRA Y LAS DOS LA CARA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Hilda,tengo 40 años,casada con Antonio de 55 años,tenemos una hja Alicia de 19 años,ella por cuestiones de pasión y algún descuido quedo embarazada,por lo que siendo hija única, decidimos que la nueva pareja viva con nosotros en nuestra casa,el nuevo integrante de la casa se llama Abel,un muchacho de 20 años inmaduro como ella.
Los primeros meses del embarazo parecía que estaba todo bien,ambos con sus estudios,pero la convivencia entre ellos se veía que estaba de mal en peor,entonces decidi preguntarle a mi hija que era lo que pasaba.ella me dejo que Abel quería sexo todos los días,y a ella le causaba asco,es mas lo obligaba a dormir en el piso,ya que no soportaba ni que la toque.Entonces se me prendio la lamparita,ya que mi Antonio no me cumplia como antes y me canse de tener amantes furtivos,por que no darle una mano a mi hijita y a la vez salvar a su pareja.Aguarde al dia siguiente cuando estábamos solos Abel y yo,el se entro a duchar y como por casualidad entre al baño haciéndome la sorprendida pude verlo desnudo,pidiendo disculpa me retire,pero prendi la mecha, al salir el, entre yo a ducharme,pero dejando la mampara abierta y pude adivinar a Abelito espiarme por la cerradura,asi que me tome mi tiempo para jugar con mis tetas,mi conchita y mi generosa cola.al salir me puse una calzita apretada y una remerita de algodón sin sostén,lo que me dibujaba bien el contorno de mis pezones,el me esperaba en la cocina con el mate preparado,cuando me vio no pudo disimular su sorpresa en la mirada.
Ya de arranque le pregunte que sucedia en su relación con Alicia,y me conto de sus reiterados rechasos,que no aguantaba mas tanto desprecio,y que si seguían asi estaba penzando en separarse.yo le dije que lo comprendia,ya que mi vida sexual con Antonio estaba en blanco,que no me acordaba ni de la ultima vez que me hiso el amor,que a los dos nos pasaba lo mismo,mientras hablábamos el no dejaba de mirar nervioso mis tetas,ahora con mis pezones bien parados, a lo cual le dije
– epa nene cuanto hace que no ves un par de tetas,no me vas a decir que le tenes ganas a tu suegrita,
– perdóneme Hilda es que hace tanto que no veo unas,que me parecen de mentira,ja ja
– pero son de verdad,sino me crees tocalas,pero tocalas nomas. y me acerque a el.
Abel no aguanto,no solo me toco las tetas sino que me las apretó, me levanto la remera me las chupo y me las mordio,mientras yo jadeaba y apretaba su cabeza entre ellas.
– asi bebe asi, mmm son tuyas mmm,
mientras me comia las tetas me metio una mano dentro de la calza y me empeso a acariciar la conchita.Yo no dava mas estaba prendida fuego,asi que me di vuelta y vajandome un poco la calcita hasta debajo de los cachetes le dije.
-que vas a hacer ahora? no me digas que te queres coger a tu suegrita.
-Siiiiiiiiii.
Ni bien termino de decirlo ya me la metio de un solo golpe hasta el fondo, me tomo de la cintura fuerte pero a los pocos momentos sentí como un torrente se descargo dentro mio,dejandome con muchas ganas, no me importo ya que me arrodille y con mi boquita experta Abel estaba listo para el segundo raund,a lo cual lo lleve a mi cama lo acosté boca arriba y le di una cabalgada que me arranco dos hermosos orgasmos, nos duchamos nuevamente y volvimos a nuestra cotidianeidad ya que nuestras parejas vendrían de sus obligacioines y no queríamos que sospechen.
Me encanta seducirlo, por las noches ambos nos levantamos y vamos al lavadero a hacer un rapidito.
Una mañana en la que Ali se fue de compras Antonio estaba cortando el césped,y yo estaba lavando unos trastos me pregunto,
– donde esta Antonio.
-esta cortando el césped veni y fíjate.
desde dondo estaba se lo podía ver a mi marido por el fondo en sus queaceres,
El vino desde atrás me apoyo su pija en la cola,me suvio la pollerita y me la empeso a meter despasito,mientras me amasaba las tetas,en eso toma la bolella de aceite me unta un poco en mi ahujerito, apolla la cabeza y me la empieza a meter,huyyyyyyyyyy me tubo que tapar la boca para que no grite,empeso el mete y saca, y me decía que putita que era que como le gustaba romperme el orto frente a su marido,en eso siento una estocada mas profunda y me lleno de un torrente de lechita en mis entrañas.
Ya pasaron un par de meses, mi hija dio a luz un hermoso machito,Abel y yo seguimos siendo amantes,y estoy contenta de salvar a la familia a fuerza de sacrificio!!!!!!!!!!!!!
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