una mujer vive dentro de mi……
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
hola, soy casado de edad ya un poco grande, sin embargo mi gusto por la verga y la nesecidad de sentirme mujer y ser poseída por un hombre no terminan.
bien, les cuento: a mis doce años como decía un día que fuí a visitar a una tía que vive en una ciudad cercana y que por cierto, iba a durar dos meses mi visita fué lo mejor que me pudo haber pasado.
sucede que tengo 8 primos entre ellos y ellas uno de mi misma edad que es con el cual siempre me he identificado y todavía más, por haber sido el mi primer hombre.
transcurría el tiempo en casa de mi tía entre juegos con mis demás primos y, por supuesto, mi macho.
un día que mi tía me dijo que me metiera a bañar, invité a un primito menor que yo, de 5 años. a lo cual mi tía no tuvo inconveniente. al ya estarnos bañando mi primo y yo y con el pretexto de tallarlo le comence a acariciar su penecito y a jugar con el, luego me ponía enfrente de el para tallarme su pene en mis nalgas y tratar de ver si lograba meterme tantito, a lo que el se resistía porque las consideraba "travesuras". yo le decía que no era malo para que no protestara. tan entretenido estaba gozando las talladas que me daba en su pene, que no me di cuenta de que mi primo nos estaba viendo desde arriba. se había trepado por una pared para ver que hacíamos. al verme descubierto, me dió temor y salimos mi primito y yo lo más rápido que pudimos.
ya al estar afuera mi primo me dijo: nunca me imaginé que mi primo fuera joto, con unas palabras como de desprecio. desde ese día yo ya no dormía tranquilo pensando que tal vez pudiera delatarnos con mi tía pero no lo hizo; llegó un momento en que para tratar de que no me delatara le ofrecí las nalgas y le pedí que me cogiera pero ni así lo lograba.
pero la hora de mi despertar como mujer llegó y un día me dijo mi primo: está bien, te voy a coger si es lo que quieres y nos pusimos a esperar el momento propicio, mismo que llegó una ocasión que se cortó la energía eléctrica y ahí fué donde logramos escondernos.
ya escondidos, me puse a acariciar su verga misma que se le paró de inmediato y lo empecé a acariciar; el por su parte me sobaba mis nalgas y me acariciaba toda, haciéndome sentir sensaciones desconocidad pero agradables para mi.
llegó el momento de que me volví de espaldas a el y comenzó su penetración poco a poco hasta que me la enterró toda, haciéndome gritar de dolor por la desfloración pero al mismo tiempo comenzando a sentir un placer desconocido, una escencia, la verdadera escencia de ser mujer…. su primer mujer.
hace poco tiempo me visitó en mi casa y recordamos como de costumbre: haciéndome su hembra. continuará….. por cierto, cumplimos 40años que me hizo su vieja.
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