Una noche de placer con mi esposa y mi hija «final» (7)
Es la última historia con mi niña hermosa, ahora los llevare a vivir una nueva historia con mis dos pequeñas hijas..
En ese momento mi excitación aumentó, sabía para que se hacía a mi lado, deseaba que yo la tocara y como estaba sin pantys y brasier sería más fácil.
De pronto sentí que su mano entraba por detrás de mi pantalón y la baja hasta mi cola apretando fuerte, luego la deslizaba por medio de mis piernas y como las tenia un poco abiertas tocaba mi pene desde la raíz apretándola con sus dedos, qué sensación tan rica la que sentía, que atrevida era mi niña, era de no creer lo que pasaba, mientras yo abrazaba a mi esposa, mi hija me estimulaba con su mano, empezó a tocar mis testículos con sus dedos, me estaba llevando a la locura en ese momento y yo estaba bajo su control, tenía miedo, pero deseaba dar media vuelta abalanzarme sobre ella y devorarla toda, algo que era imposible hacer esa noche.
Sentí mucho deseo de poder sentir su vaginita en ese momento, me moría por pasar mi mano y con mis dedos sentir toda su humedad para luego probarla con mi boca.
Lo único bueno era que mi esposa dormía de medio lado y eso me permitiría en algún momento acercarme a mi niña y dejar que ella me tocara como le gustaba, solo que debía hacerlo con mucho cuidado, porque la verdad estaba que estallaba y si mi hija me tocaba y yo a ella, seguramente me vendría.
Me dijo mi esposa que si quería apagar la tv que ella ya no estaba viendo y se estaba durmiendo.
Yo veo un rato mas mientras me da sueño y Marcelita se duerme, entonces quedé otras vez bocarriba y con mi mano derecha donde reposaba la cabeza de mi esposa, no solté sus senos, los seguía tocando con mis dedos, al quedar bocarriba me estaba arriesgando a que pasara algo trágico, pero ya el deseo por mi hija me tenía loco.
Tan pronto me puse así, mi mano se fue directo a la vaginita de mi hija, ella había bajado una de sus piernas de la cama y su camisón estaba subido, su vaginita estaba abierta, por eso cuando mis dedos entraron sentí que estaba totalmente mojada, sentía delicioso cuando metí mis dedos dentro de su hermosa y deliciosa vaginita, sentir sus vellos me excitaba aún más, se la apreté fuerte con mis dedos, mientras uno de mis dedos entraba por su rajita, deseaba que ella los sintiera como le gustaba, ya que no podía entrar mi pene en ella, mi dedo entraba y salía de su vagintia mientras los otros la apretaban, que sensación mas hermosa la que sentía, mi pequeña marcelita una vez mas me hacia feliz.
Sentí que una de sus manos apretaba mi mano que tenia sobre su vaginita, su otra mano entró en mis pantalones y cogió mi pene por su cabecita con sus dedos, lo frotaba y apretaba fuerte, sentía que ya no podía soportar más, era mi fin, si en ese momento me venía en sus manos, mi esposa se daría cuenta y más cuando mi mano apretaba mas sus senos, debía tomar una decisión rápido antes que yo estallara y se diera cuenta, mi mano izquierda en la vaginita de mi niña hermosa y la otra en los senos de mi esposa, mi hija con su mano masajeando mi pene y con la otra presionando mi mano que estaba en su vaginita con mi dedo entrando y saliendo, una locura total, no podía creerlo.
En ese momento mi hija, me suelta y me dice en voz alta:
Papi, quiero que me lleves a mi cama, ya quiero acostarme en mi cama y me das un pequeño masaje en mis piernas que me empezaron a doler un poco, como hoy tuve deportes en el cole, tu sabes que salgo resentida.
No sabía qué hacer, estaba a punto de estallar y ella me salió con esas, me daba miedo llevarla porque sabía que no soportaría acostarla sin acariciarla un poco, estaba pensando en ello cuando me despierta la voz de mi esposa:
Mijo lleva la niña a su cama y hazle el masaje porque si no mañana amanece mal, ve.
No podía creer lo que acababa de escuchar, porque le decía que si, era una locura llevarla, porque sabía en qué terminaría todo y me daba temor que de pronto mi esposa se levantara y nos encontrará haciendo el amor con mi niña hermosa.
Sabía que al levantarme mi esposa se daría cuenta que tenía una erección del demonio, por eso me levanté con cuidado y le dije a mi niña que me abrazara para poder llevarla más fácil, era la única forma que ella no se diera cuenta.
Salí del cuarto con ella alzada y me dirigí a su cuarto, pero al entrar empezó a besarme dejándome aún más loco, era de no creer hasta donde llegaba mi niña hermosa para estar conmigo, pero en lo único que pensaba en ese momento era en hacerle el amor.
Papi, te lo dije, ves que no fue difícil mi mamá creyo todo lo que dije y no sospecho nada y yo estoy loca porque me hagas el amor esta noche, quiero que lo hagas ya papi por favor muero por sentir tu pene dentro de mi, por favor no tengas miedo y hazlo ya.
Mi niña hermosa es lo que más quiero ahora pero si tu mama o tu hermana llegan se darán cuenta y nos metemos en un problema enorme entiendeme por favor.
Se agachó y en ese momento me bajó el pantalón de la pijama y mis boxer, se llevó mi pene a su boca sin dejarme reaccionar, estaba totalmente loca de deseo porque le hiciera el amor a mi niña hermosa y debía complacerla para evitar una catástrofe, además a pesar del miedo que sentía cuando sentí mi pene en su boca por poco estalló.
La levanté y le dije que se colocara en cuatro con sus manos sobre su cama, levante su camisón y dejó al descubierto su linda colita, abrí sus piernas, la tome por su cintura y la levante un poco para poder penetrarla mejor, empecé a empujar mi pene dentro de su vagina, sentir mi pene entrar en su deliciosa vagina llena de sus ricos jugos y la caricia de sus vellos, me excito lo máximo, la penetre con todas mi fuerzas, solo escuche un pequeñísimo quejido de placer y no aguante mas y me vine dentro de su rica vagina, una vez más era mía, una vez más llenaba su rica vagina con mi semen, estaba totalmente loco como ella y no dejaba de meterlo y sacarlo para que lo sintiera como me lo pedía, sin soltarla de la cintura, la tenía en posición de carretilla, nunca se lo había hecho así y eso la tenía gimiendo de placer y a mí sintiendo una nueva sensación por lo apretado que sentía entraba mi pene
Quiero que lo sientas mi niña hermosa todo dentro de tí disfrútalo porque es todo tuyo, pero ya no puedo más mi niña, debo salir para que tu mama no se de cuenta.
Papi otro poquito por favor ella no viene ahora, por favor quiero seguir sintiendo esto tan rico papi, nunca me lo habías hecho así.
Seguí unos minutos así, hasta que sentí que mi pene perdía su erección y le dije:
Mi niña hermosa me dejaste muerto ya no aguanto más perdona esta vez pero los nervios y el miedo no me permiten estar tranquilo.
Se levanto, me abrazo y me dio un gran beso y soltó la frase de infarto:
Papi no sabes cuanto te amo, eres el hombre de mi vida y yo soy tu verdadera mujer porque te hago cada vez sentir cosas nuevas, siempre serás mío.
Lo se mi niña hermosa tu tambien lo eres para mi, pero debo irme no juguemos con candela por favor, te prometo que pronto sacaré el tiempo para poder vivir una verdadera luna de miel los dos.
Fue una noche loca.
Muy rico relato