Una noche de placer con mi esposa y mi hija «I» (7)
Quiero que sigan en esta aventura con mi hija, que aún esta lejos de terminar..
Después de nuestra hermosa luna de miel con mi Marcelita, estaba muy presente, no era fácil para mi disimular lo que sentía por ella, el deseo y el amor crecían dentro de mí de la misma forma, llenándome de ansiedad y miedo a la vez.
Ella lo soportaba más, bueno, era mas joven y en el colegio se distraía con sus amigas, en cambio yo, en mi trabajo no tenía esa oportunidad y cada vez era más difícil poder sentir pasión por mi esposa, quien en algunas veces me insinuaba que yo tenía una amante, si tan solo supieras quien es, te morirías, pensaba yo.
Siempre buscaba formas de resolver mis cosas y tener algún momento de intimidad con mi niña, pero era muy difícil, con los celos de mi esposa, no intentaba hacer cosas locas, me consolaba cuando entraba a su cuarto en las noches y podía darle las buenas noches cuando estábamos solos por momentos y verla desnuda sobre su cama, pero me daba mucho temor, porque siempre que lo hacía, la erección era inevitable y salir al cuarto de mi esposa así sabiendo de donde venía, era arriesgado, por eso me tenía que ir a la cocina disimulando hacer algo o ir directo al baño mientras me pasaba.
Mi niña era bien traviesa y tal como me lo había prometido en nuestra luna de miel, algunas noches me esperaba en la cama desnuda, tan solo con sus cobijas encima, pero yo ya sabía como estaría, porque ella me lo decía antes, era un tormento por la ansiedad que sentía, el deseo que ella despertaba en mí era incontrolable y cuando entraba a su cuarto mi corazón empezaba a latir a más de mil, teníamos mucho cuidado porque en ese momento también podría entrar su mami o su hermana y eso era lo que más me generaba miedo, pero cuando ella levantaba sus cobijas y quedaba el descubierto, mi alma volvía a mi cuerpo, no me cansaba de verla, para mí cada día ella era mas bella, pronto cumpliria años y se haría mayor, tal vez eso podría significar que ella empezara alejarse de mí, porque yo no podía darle todo lo que ella necesitaba como mujer.
Al levantar sus cobijas mis manos tocaban sus senos y su hermosa vaginita, tan solo podía acariciarlos por unos segundos, pero para mí era suficiente, porque cuando lo hacía mi corazón y mi deseo se calmaban, en algunas ocasiones cuando mis manos las podía pasar por medio de sus piernas, la sentía super mojada, estoy seguro que lo hacía para que yo me excitara y como le gustaba que yo me chupara mis dedos después de hacerlo, era intencional.
Todo era una locura entre los dos, pero lo más duro era cuando ella metía su mano en mi pantalón de la pijama cuando entraba a su cuarto, la excitación era máxima, porque siempre lo hacía de una manera tan especial y en tan solo unos segundos mi erección era total y ella feliz de sentirlo, a veces lo sacaba de mi pantalón para verlo y darle un chupón, era una niña loca pero bella, porque sabía que me gustaba sentir sus caricias y ella se entregaba totalmente.
No se como hizo para aprender, pero tenía una forma de mamar tan especial que me enloquecia en unos segundos, lamía la cabeza de mi pene y luego la chupaba tan suavemente que en una ocasión no pude evitarlo y me vine dentro de su boca, lo duro era ver, cómo ella veía salir mi semen y abría su boca para comerlo, solo se reía, le gustaba verme angustiado, tal vez deseaba que algunas vez nos pillaran, porque aún no sabía que su hermanita nos había pillado.
Muy pocas veces podíamos besarnos, pero cuando lo hacíamos nos devoramos, eran pocos segundos, pero eternos para nosotros, lo hacíamos como dos amantes cuando se encuentran después de tener tiempo de no versen, nosotros éramos así y eso me encantaba porque me hacia sentir mas ganas de vivir, ella producía todo eso en mí.
Un fin de semana me dijo que ella no aguantaba sin estar una noche conmigo, que ella deseaba sentirme a su lado, quería que yo la consintiera como mujer, ya no lo podía hacer, porque cuando ella se sentaba sobre mis piernas cuando veíamos tv, no podía contenerme y me hacía tener erecciones, porque aprovechaba los descuidos para acariciar mi pene por encima de mi pantalón, por eso lo evitaba y ella lo sabía.
Me dijo que esa noche iba a decir que no quería dormir sola porque tenía miedo y que la dejáramos dormir con los dos, que recordará que solo tenía 14 años y que sabía que la mamí diría que sí y la dejaría, además me dijo que se colocaría el camisón que tanto me gusta, sin panty y brasier, para que la pudiera sentir, cuando me dijo eso, le dije, ni se te ocurra hija acostarte así, tu mami se dará cuenta.
Ya eran como las 9 de la noche cuando ella entró a nuestro cuarto, veíamos una película con mi esposa en ese momento y sin decir nada se acostó a los pies de nuestra cama y nos dijo:
Tengo un poco de miedo hoy no se porque, quiero que me dejen estar en la cama con los dos mientras me duermo y me pasan a mi cama, que dicen.
Yo le dije, no hija, vas ha estar muy incómoda, mi esposa me miró y por debajo de las cobijas me apretó mi mano y le dijo:
Hija no te preocupes, te puedes quedar si quieres y mas tarde te pasamos, aunque ya eres grande y pesas mucho, así que te pasara tu papá.
Yo no quería que ella se quedara en nuestra cama, tenía miedo de lo que ella pudiera hacer esa noche y más sabiendo cómo estaba vestida, que vestida, desnuda por debajo de su camisón.
Levanto las cobijas y se acostó a los pies de nuestra cama, coloco una almohada y se arropo con las cobijas, apenas se acomodo paso su mano por mi piernas, tuve que hacer un esfuerzo enorme para no moverme, pero fue brutal lo que sentí cuando ella me toco, mi esposa se dio medio vuelta y quedó con su cola contra mi y tomo mi mano para que la abrazara, así lo hice.
Estar esta vez en la cama con las dos, no era lo mismo que la vez pasada, esa noche fue planeado por los dos y mi esposa estaba un poco pasada de tragos, esta noche ella estaba bien y cualquier movimiento en falso nos podría delatar.
Cuando ella vio que la mami dio la vuelta y yo me arrunche, sentí una de las manos de mi hija tocando mi cola por encima de mi pantalón, estaba masajeando mi cola, bajaba su mano y la pasaba por medio de mis piernas y con sus dedos me tocaba los testículos, cuando hizo eso, no pude evitar y presione la cola de mi esposa y ella apretó sus manos, el mensaje era claro, nuestra hija está presente, controlate, solo que ella no sabía que quien producía eso, era precisamente nuestra hija, de pronto mi hija sacó nuevamente su mano y se quedó quieta, aproveche para dejar de arrunchar a mi esposa y quedar bocarriba y con una mano libre.
Y ese fue mi error, cuando mi hija se dio cuenta, metió su mano por la manga de mi pantalón y empezó a subirla, yo sabia para donde iba, por eso coloque mi mano encima de la de ella para impedirlo, pero ella me dio un pequeño pellizco en la mano, quería seguir subiendo, aprovechaba que la mami estaba arrunchada para el lado contrario y no se daba cuenta; aprovecho eso e hizo algo cruel para mi, llego a mis testículos y empezó a tocarlos con sus tiernas manos, enseguida disparo todo dentro de mí, una locura lo que estaba pasando, de verdad estábamos locos, llego hasta mi pene y empezó a acariciarlo por los lados con sus dedos, cuando sentí sus dedos en mi pene, quede paralizado, no sabía como reaccionar, solo que ella no quitaba su mano y sus dedos los pasaba una y otra vez por mi pene, tenia una erección del demonio, entonces se me ocurrió empezar a tocar los senos de mi esposa con mi mano, solo que cuando lo hice ella me volvió apretar mis dedos, pero no le hice caso y seguí tocándolos, si ella en algún momento me tocaba se daría cuenta de mi erección, eso sí sería un problema para mí.
Mi hija empezó apretar fuerte la cabeza de mi pene con sus dedos, durante todo ese tiempo no me atreví a mirarla, no quería hacerlo, porque sabía que ella con su mirada me acabaría de fulminar y no podía permitirlo.
Empecé a apretar un poco fuerte los senos de mi esposa y ella se empezó a excitar, pensé que si ella se ponía así, le diría a mi niña que pasara a su cama, solo que no sucedió y se quedó así.
Estaba que estallaba y era algo que no podía hacer por nada del mundo, si lo hacía mi esposa me haría el reclamo por venirme en presencia de nuestra hija, en un momento con mi mano le retire a mi hija la mano de mi pene y la mire por primera vez, le hice un gesto de compasión para que parara y lo hizo, fue un gran alivio para mí.
Espere un momento para calmarme y me arrunche a mi esposa, pero ella sintió cuando lo hice, aún estaba parado mi pene y cuando lo sintió, me apretó fuerte las manos y las llevó a sus senos y disimuladamente abrió un poco sus piernas para sentir mi pene.
En ese momento mi hija se levantó y nos dijo:
Voy acostarme arriba ya que me dejaron un poquito de campo.
Que rico todo el relato espero la continuación
Uuuf 14 años y ya traga semen tan puta con ese gusto! Genial relato 😍